"WILLIAM, EL SANGRIENTO"

La historia de Spike

Por Federico Hernán Bravo:

SEGUNDA PARTE

La banda que tocaba en el escenario había terminado su función. La multitud juvenil reunida en el Bronze la despidió con aplausos. A continuación, sonó otra música, mas tranquila y sin llegar a ensordecer a nadie.

El clima era perfecto para que Spike me relatara su historia. Colocando mi grabador cerca de él, lo prendí, dispuesto a comenzar con la entrevista...

-Nací en Londres, en el siglo 19, en el seno de una familia de buena posición económica- comenzó con el relato, reclinándose en su asiento- Era hijo único. Recuerdo poco de mi padre… murió cuando yo era muy chico. Desde entonces, mi madre debió cuidar de mi… mi madre- hizo una pausa, sonriendo soñadoramente- Era una mujer muy bella y fuerte. Se hizo camino en la vida… una vida dura para las mujeres aquella época… me crió sola.

-Debías amar mucho a tu madre- lo interrumpí.

-Si. Era una mujer maravillosa y luchadora… La quería… mucho.

Se produjo un pesado silencio. Spike tomo otro sorbo de cerveza antes de seguir.

-Pero cuando cumplí la mayoría de edad (unos veinti-tantos años) enfermo de gravedad. Su salud no era buena… Creo que buscamos a los mejores médicos de todo Londres, pero en aquel entonces, la ciencia no estaba tan avanzada para hallar una cura. Como sea, su salud deterioraba con los años. Cada vez que la veía así, tan mal, lloraba por dentro… De verdad, era horrible.
"Intentaba por todos los medios de alegrarle la existencia. Le recitaba poemas, la cuidaba… ella era todo para mi…"

-¿Trabajabas de algo por aquel entonces?

-No. Andaba en la búsqueda de trabajo. Tenia una buena educación, pero… digamos que… el estudio no era lo mío- sonrió- Me gustaba la poesía. Había leído los clásicos y me encantaba el estilo… autores como Dickens o Shakespeare eran mis favoritos.

-Vaya… Todo un poeta.

-Mmmmmhh… No te creas. A nadie le gustaban mis poesías… En las reuniones de la alta sociedad (creeme, concurría a muchas en ese entonces) solía recitar poemas de mi invención, pero siempre la reacción era la misma. La gente se reía y comentaba cosas a baja voz. No, definitivamente, como poeta era un asco.
"De todas formas, nunca me desanime. Por aquel entonces, yo estaba enamorado de una muchacha muy linda llamada Cecily. Amor equivocado- dijo y esbozo una sonrisa triste- No me daba cuenta de que ella no me amaba. Le compuse poemas y todo eso… lamentablemente, no sirvieron de nada. Cecily me desprecio… me dijo que yo era poca cosa para ella… que perdía el tiempo con mis horribles poesías en vez de trabajar de verdad, como todo buen hombre lo hacia…"


-Que deprimente- comente.

-Al final, quede mal después de esto. Yo quería ganar su amor y creo que le habría dado la luna si me la hubiese pedido… En fin… Era la chica equivocada.

Spike hizo otra pausa y bebió un poco mas de cerveza. Yo, por el contrario, no toque la mía para nada. Luego, siguió con el relato…

-Ya no quería vivir. Me duele admitirlo ahora, pero perdí las razones de mi vida. Las cosas iban mal… la situación económica de casa desmejoraba, la salud de mi madre estaba cada vez peor… Era todo un mar de cosas terribles. Llegue al limite con todo aquello… todas las noches, le rezaba a Dios pidiéndole que me concediera una tregua... le decía cosas como: "Dios, por favor, haz que la salud de mi madre mejore… dame un respiro". Pero era todo en vano… las cosas iban de mal en peor…
"No quería vivir mas. Me lancé a la noche y no había nada peor que Londres por la noche. Era el paraíso de los asesinos. Si has visto una película ambientada en la Londres de ese siglo, no es nada comparado a la verdad… Londres por la noche, en el siglo pasado, era un mar de callejones llenos de basura y de sombras… cualquiera podía ponerse ahí y salirte de sorpresa, para cortarte el pezcueso o las tripas…"
"Fue en una de esas noches, en mitad de un callejón que ella entro en mi vida. Se me apareció de la manera que tú describes en tu libro que se te apareció a ti, y me hablo. Me dijo que me entendía y que podía hacer que el dolor parase… que me mostraría el mundo de la manera en que ningún ojo mortal podría verlo, siquiera. Acepte… poco me importaba si me hubiesen matado en ese momento, pero digamos que lo que sucedió fue igual que si me mataran… esa noche, en ese callejón, William, el Poeta, murió…"

-Y nació el vampiro…

-Tres días después. Me sentía más vivo que nunca, más poderoso, mas libre… creo que tú sabes a que me refiero.

-Si- dije, rememorando mis sentimientos primerizos como demonio de la noche.

-Drusilla, mi compañera, me esperaba. Ella me acompaño a alimentarme de mi primera victima (no me preguntes quien fue, lo he olvidado). Cuando deguste la sangre por primera vez, sentí un verdadero éxtasis… y ese era solo el inicio…

-¿Y tu madre? ¿Qué pasó con ella?

-Ah… Si. Volví a ella al cabo de unas cuantas noches. Creo que a pesar de haber perdido mi alma, mi amor por ella todavía seguía vivo. Se sorprendió de verme, pero mas lo hizo cuando le dije que estaba dispuesto a todo por ella, incluso, a compartir aquella que era la única cura para su mal…

-¿Te refieres a…?

-Mi madre se moría, amigo- dijo, con tristeza- ¿No harías cualquier cosa por alguien querido, por un familiar amado?

-Daría mi vida.

-Yo también y de hecho, eso fue lo que hice. Pero primero, tenia que quitársela. Fue un sentimiento muy duro, pero lo hice… la mordí… tome su sangre… y le di la mía…

-Una vida por otra vida.

-Sin embargo, yo no morí. Si mi madre… solo para resucitar, completamente curada de todos sus males. En ese momento, creí que tocaba el cielo con las manos. Me imagine que de ahora en adelante, Dru, mi madre y yo recorreríamos el mundo como un trío siniestro… ¡Que tonto fui!

-¿Qué pasó?

-Lo usual. Mi madre… mi verdadera madre estaba muerta. Eso que volvió a la vida no era ella… era un monstruo… una replica de ella… una cosa sin alma. Me dijo cosas que jamás creí que una madre le podría decir a su hijo… Ya no era ella.

-¿Qué hiciste?

-Tuve que matarla.

Silencio. Me quede helado al oír aquello.

-Fue la decisión mas dura de mi vida, pero tuve que hacerlo. La mate… y no me enorgullezco de eso.

-Dios… es horrible- dije.

-Se siente muy horrible ahora, que tengo alma… En ese entonces, me afecto, si, pero al fin de cuentas, yo era un demonio. Desde ese momento, me sumergí en una existencia mucho más oscura… Me transforme en un demonio sanguinario, despiadado. Mate a mucha gente… Me conocían por el nombre de "William, el Sanguinario".
"Mi rostro era temido por los mortales y por los de nuestra especie. No tenia piedad para con nadie y poco me importaba la vida de los humanos. Era… un completo y perfecto demonio…"

-¿Drusilla estaba contigo?

-En todo momento. Éramos más que una pareja… Éramos el uno para el otro. Inseparables. Compartíamos todo… las muertes, los sufrimientos, etc… La amaba… en aquel entonces… o por lo menos, creí que la amaba…"

-Ella me contó que te llevo a la guarida que compartía con Ángelus y Darla… Y que la convivencia entre todos ustedes era… digamos, un tanto "explosiva".

-Era un verdadero infierno- dijo, riéndose- Ángelus y yo nos transformamos en rivales apenas nos conocimos. Nunca me cayo bien el viejo… se hacia el malo y lo proclamaba a cada instante, pero creo que solo era un fanfarrón. Nos peleábamos mucho y me divertía aquello… me divertía fastidiarlo.
"Mi vida con todos ellos fue un transito bastante difícil. Muchas veces puse en peligro la existencia de todos debido a mi carácter… efusivo. Recuerdo que una vez arme tal alboroto que debimos dejar Londres por un tiempo…"
"No me importaba aquello. A mi me divertía hacer esas cosas. Ángelus siempre se quejaba de ello. Me decía que era un descuidado y que llamaba mucho la atención… creo que le molestaba que yo hiciera cosas que él no podía hacer, dado que se estaba volviendo muy viejo… Como sea, nuestras vidas fue un completo divagar de un lado a otro… Siempre era cazar, alimentarnos y darnos todos los lujos que siempre quisimos. Dru y yo compartimos mucho en ese periodo… una sincronización perfecta…"

-¿Y todavía puedes decir que eso no era amor?- inquirí.

-No era amor- afirmó, serio- El amor no puede ser algo destructivo y oscuro… y eso era lo que Dru y yo teníamos. Ahora que tengo un alma, me doy cuenta de ello.


-Supongo que tienes razón…

-Los años pasaron y a pesar de todo, nos mantuvimos siempre juntos. Afrontamos todas las crisis que nuestras largas vidas de vampiros nos ofrecieron… ¿Drusilla te contó del ataque del demonio come-vampiros, en el año 1892?

-Si.

-Yo fui uno de los que salieron a cazarlo. Se organizaron muchas partidas para dar con él, pero yo solo fui el único que bajo a los túneles subterráneos solo y sin temor, listo para acabar con él.

-¿No era correr mucho riesgo eso?

-Si, pero así era yo- sonrió- Como fuera, baje a los túneles y seguí su rastro. El sitio era horrible… apestaba. Pronto divise los signos evidentes de que estaba entrando en el nido del demonio… Restos de cadáveres carcomidos… huesos… Sonreí, ya que estaba en mi salsa…

-¿Y lo encontraste?

-Si.

-¿Cómo era?

-Espantoso. Horriblemente espantoso. Una cosa grande, peluda y feísima. Luche contra él, a puño tendido… fui el primero. Después, comenzaron a llegar otros vampiros más, todos dispuestos a acabar con esa cosa, pero entonces, el demonio los mato.

-Debió haber sido una verdadera matanza.

-Lo fue.

-¿Cómo hicieron para matarlo?

-Yo lo hice.

-¿Tú?

Spike sonrió.

-Tome un hacha y le corte la cabeza, así de fácil. Creo que todos quedaron sorprendidos.

-Eso no lo sabía. Dru nunca me dijo que habías sido tú el que mato al demonio…

-Me sentía realizado… La muerte de ese demonio realzo mi nombre entre los nuestros. Me tuvieron más respeto y temor, pero claro, Ángelus tenia una opinión muy contraria. Aquel acto "heroico" de mi parte le había opacado la cantidad de crímenes que él se jactaba de cometer… yo le estaba haciendo sombra.

-Eso debió ser feo para su ego.

-Lo fue- dijo y rió.

************

Dicen que las pausas son buenas para refrescar la memoria. Spike hizo una larga por espacio de unos minutos para encenderse otro cigarrillo y fumárselo. Con aquel, ya iban dos…

-Fumar te puede matar- dije.

-Amigo, ya estoy muerto- dijo.

Ambos reímos.

-¿De verdad quieres que siga contándote mi vida?- inquirió.

-Si, por favor. Estoy súper interesado.

-Eres demasiado curioso… dicen que la curiosidad mato al gato.

-Amigo, yo ya estoy muerto- repetí, riéndome.

Spike asintió y espero pacientemente a que yo pusieran en play el grabador otra vez.

-La convivencia con Ángelus era cada vez mas insoportable- prosiguió- El choque de egos era cada vez mayor… Por esas épocas, yo me entere de la existencia de las Cazadoras. Imaginate como me sentía… me creía invencible, poderoso. Me obsesione con ellas… las Cazadoras eran todo un reto y deseaba fervientemente encontrarlas… matarlas.
"No era cosa muy fácil. Ángelus se opuso. Me importo un bledo… Le dije que iba a encontrarlas, que las iba a matar. Se rió de mí, pero estaba decidido… Así era yo, cuando se me ponía algo en la cabeza, nadie me lo sacaba…"

-Pero no las enfrentaste tan rápido como querías… ¿No?

-No. Un acontecimiento decisivo se interpuso entre ese objetivo y yo… un acontecimiento que nos cambio a todos…

-El alma restaurada de Ángelus.

-Vaya. Veo que hiciste tu tarea.

-Dru me lo contó. Sale en su libro.

-Si… Ya veo- suspiró- Ese clan de gitanos le devolvió el alma y adiós al miserable de Ángelus. El viejo se retiro de nuestro lado y se perdió por dos años en el mundo. Darla quedo devastada por eso… ¿Conoces a Darla, verdad?

Asentí, en señal de reconocimiento.

-Darla quedo hecha trizas. A Dru y a mi no nos importo mucho todo el asunto. Vivíamos en nuestro mundo…Nos afecto, pero para mi, aquello era lo mejor que podía haber pasado. Dos años más tarde, las pistas de mi búsqueda de las Cazadora nos condujeron a China, en el año 1900, en mitad de la Rebelión Boxer. Allí había una gran Cazadora, llamada Xin Rong… Me entere de que Darla se reencontró con Ángelus (Ángel ahora) y que tuvieron una charla. Ignoro en que termino aquello, pero el caso es que el "chico con cara de ángel" jamás volvería al lado oscuro…
"Por mi parte, estaba ocupado con la feroz pelea que tenia contra Xin Rong. Creo que llego a sorprenderse de mí. Luchamos por dos horas sin desfallecer… Ella era una bella muchacha oriental. Peleo muy bien, pero… no pudo conmigo…"

-¿La mataste?


-La mate.

-¿Dru estaba ahí cuando lo hiciste?

-Llego después y vio su cuerpo, seco de sangre. Me alimente de ella y debo decirte que era… algo increíble… Para el vampiro que yo era en ese entonces, la sangre de una Cazadora era el máximo trofeo.

-Me imagino que otra vez sentiste que tocabas el Cielo con las manos…

-Algo parecido. Después de eso, Darla nos abandono… A Ángel no lo volvimos a ver por años y finalmente, nos quedamos nosotros dos solos… solos para disfrutar de la compañía del uno con el otro.

-Dru me dijo que desde ese momento, fueron a todas partes, que hicieron lo que quisieron…

-Así es. El siglo 20 recién nacía y era un siglo realmente lleno de maravillas. Dru y yo nos aclimatamos muy bien a ese mundo nuevo.

-¿Paso algo relevante en esos años? ¿Algo especial?

-En realidad, no. No es algo infrecuente, claro. No todos los días tienen porque pasarte cosas extraordinarias. Vivimos como quisimos y por una larga temporada, todo anduvo bien… o por lo menos, todo lo bien que puede marchar la vida de un vampiro…
"…Aunque, pensándolo bien, si sucedió algo inquietante… y creo que fue la única cosa inquietante que me ha pasado en mi existencia y que no he podido explicar todavía…"

-¿Qué fue?- pregunte, sintiendo que mi curiosidad se inflamaba.

-Algo extraño. Sucedió en el año 1933, en la Feria del Mundo, de Chicago. Dru y yo andábamos aquella noche de paseo por un parque de diversiones. El lugar estaba atestado de gente y habíamos ido después de alimentarnos con un par de vagabundos para ver las novedosas atracciones de aquel sitio… Estábamos enfrascados el uno con el otro, cuando divise algo inquietante entre la multitud…Alguien me miraba…"

-¿Te miraban? ¿Algún mortal?

Silencio. Spike no me respondió.

-No- dijo al cabo de un rato- Estoy seguro de que no era humano… y tampoco un demonio…

-¿Pero que era? ¿Cómo era?

-No lo recuerdo. Estoy seguro de que tenia aspecto de humano, pero algo en él no lo era… Era como si estuviese viendo a algo que no perteneciera a nuestro mundo y como si ese algo hubiese querido que yo lo viera… pero no recuerdo su aspecto físico. Sé que era masculino (o asumía esa forma) y que estaba entre la gente, pero no sé que (o quien) era.

-¿Algún espíritu quizás? ¿Un fantasma?

-¿Alguna vez viste algún fantasma?- me preguntó, sorprendiéndome.

-Si. Cuando era un mortal, una vez vi uno.

-¿Cómo fue eso?

-Era cuando yo era muy pequeño. Estaba acostado en mi habitación cuando vi a esa sombra en la puerta de mi cuarto- dije, recordando- Era la sombra de un hombre.

-Entonces, si viste un fantasma, sabes como son. Sombras, cosas etéreas, insustanciales… No representan amenaza para nadie. Como vampiro, me había topado con fantasmas varias veces y siempre los vi débiles, incapaces de hacerme daño… Esa cosa que te cuento que vi, no era un fantasma… no era un espíritu… Y sin embargo, estoy seguro de que quería que lo viera…

-¿Quién (o que) crees que era?

-Bueno… si fuera un tipo religioso, te diría que era el Diablo.

-¿El Diablo? ¿Y por que?

-No lo sé. ¿Nunca tuviste esa sensación de que sabias algo de alguna forma sin que nadie te lo dijera? Así era como yo me sentía. Algo en mi interior me dijo que vi al Diablo, pero… deseche ese pensamiento mas tarde, ya que no creo en él.

-Dru me contó que muchos años antes, tuvo una visión… que oyó al Maligno…

-Ah. Eso… Si. A mi también me lo dijo.

-¿Y no le creíste?

-No.

-¿Eras creyente cuando eras un mortal?

-Si, pero cuando pasó lo de mi madre y toda la mala racha de cosas que me ocurrieron en ese periodo, deje de creer en Dios. Actualmente, no creo en eso… Pienso que es todo un invento.

-Yo si creo en Dios.

-¿De veras?

-Si.

-Eres el primer vampiro que cree… no conozco a ninguno que lo haga.

-Yo creo en Dios… quiero creer en él… Es una especie de consuelo, si quieres.

-No esta nada mal… Pero sinceramente, pienso que estamos solos en el Universo. Creeme, las respuestas a las preguntas no están allá arriba… Lo sé por experiencia.

-No sé, no sé… Tal vez si lo estén.

-Ojala que si- dijo y se encogió de hombros.

-¿Y esa visión, por llamarla de alguna manera, nunca mas se volvió a presentar ante ti? ¿No lo viste más?

-No. Fue en ese segundo. Un instante después, desapareció. Solo estaba la gente y nada mas… Ni siquiera Dru se dio cuenta de lo que pasó.

-¿Y si de verdad viste al Diablo?

-Yo solo vi algo… Si era el Diablo o no, bueno, no lo puedo asegurar el 100 por 100.

Me quede en silencio, analizando lo que había oído. Sabia que allí había un patrón oculto, mas, no podida deducirlo completamente.

-Después de eso, las cosas siguieron su curso normal…- continuo con su relato Spike- Los años pasaron… En el 1956 tuvimos un problema que casi le cuesta la vida a Dru, en Hungría. Un altercado que la dejo muy débil. Debí cuidar de ella el resto de los años que siguieron de ahí en más…
"A pesar de todo el tiempo que pasó, no había olvidado mi asuntito con las Cazadoras. Busque pistas acerca de la nueva de ese periodo de tiempo, ya que ansiaba enfrentarla y la suerte me sonrió, en el año 1977, en la ciudad de Nueva York. La nueva Cazadora estaba allí y su nombre era Nikki…"
"Se trataba de una mujer fuerte, extraordinaria, de raza negra. Una luchadora sin igual. Le enfrente en una feroz contienda… por unos instantes, me supero, pero el destino volvió a jugar a mi favor…"

-Y la mataste también.

-Si.

-¿Sientes remordimiento por todos esos hechos? ¿Por todas las muertes?

-Ahora que tengo un alma, si… Creeme, amigo, que no pasó un día de mi vida sin maldecirme a mi mismo por eso, pero es parte de la carga que debo sobrellevar.

-Te admiro- le confesé- Yo… Yo no sé como seguir adelante. Hace poco tiempo que llevo siendo vampiro y realmente, es una pesadilla. En este caso, creo que el que lo eligió así soy yo y esta bien… no puedo decirte que me arrepiento, pero cada vida que cegó es un infierno.

-¿Cómo haces para subsistir?

-Criminales… me alimento de ellos. Jamás toque una vida inocente. Mis victimas son… gente mala… muy mala.

-Pero por lo que veo, matarlos también te atormenta.

-Si. Deje de hacerlo… y no me he alimentado en varios días.

Spike meneo la cabeza al oír semejante cosa.

-No pasaras mucho tiempo hasta que el hambre te obligue a hacer cosas muy graves- me dijo- Si quieres un consejo, puedes beber sangre de animal o conseguir ese tipo de sangre en las carnicerías o en los hospitales, sin necesitad de matar.

-¿De veras?

-Si. No es lo mismo que beber directamente de un ser viviente, pero ayuda.

-Gracias por el consejo- dije.

-No me lo agradezcas, amigo.

-Volviendo a tu relato… ¿Qué pasó después de la muerte de tu segunda Cazavampiros?


-Nada relevante. Otro periodo de inactividad… uno que duro hasta el año 1998, en que ocurriera otro suceso que me cambiaria la vida para siempre.

-¿A que te refieres?

-Al momento en que la conocí a ella… a la nueva Cazadora… a Buffy…




CONTINUARA...

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