“ÁNGELUS, EL TERRIBLE”

 

La verdadera historia de Ángel

 

Por Federico Hernán Bravo:

 

SEGUNDA  PARTE

 

Ángel se relajó y se estiró cómodamente en su asiento. Yo, obedeciendo a su orden, encendí mi grabador, listo para comenzar con la entrevista.

 

-Nací en Galway, Irlanda, en el año 1727, en el seno de una familia bien acaudalada… Recuerdo que vivíamos en mi casa mi padre, mi madre, mis hermanos y yo…

“Éramos una familia relativamente normal, típica de la época. Mi vida durante los años que transcurrieron antes de mi génesis de vampiro fueron sencillamente normales y sin relevancia…”

 

-¿Cómo era la convivencia de familia?- pregunté.

 

-Buena cuando era chico, pero a medida que comencé a transitar el difícil proceso de la adolescencia, las cosas cambiaron- dijo y sonrió- Digamos que era bastante “vago”… no quería trabajar y había abandonado mis estudios a temprana edad. Mi padre, como era de esperarse, se sintió molesto por esto y varias  veces discutíamos acerca de mi futuro. Eran discusiones agrias, en las que solíamos levantar mucho la voz… Mi madre, por el contrario, siempre aparecía para poner paños fríos a la cosa… ella me defendía delante de mi padre alegando que en algún momento, yo, el hijo rebelde, encontraría la manera de encausar mi vida…

 

-¿Y eso llegó a pasar?

 

-No… No. Yo era cosa perdida por aquel entonces. Me iba de noche de juerga, a las tabernas, con mis amigos… gastaba el dinero en juegos, en mujeres- meneo la cabeza al recordar esto- Una vida de porquería… En todos estos años, desde que me restauraron mi alma, me pregunté como seria mi vida si hubiera elegido caminos diferentes… Si no hubiese sido un vago.

 

-Creo que ya es tarde para eso- comenté, sonriendo.

 

-Si, es cierto…

 

-¿Cómo te convertiste en vampiro?

 

Ángel hizo una larga pausa, antes de contarme como fue la cosa. A continuación, les reconstruyo el hecho para todos ustedes tal y como me lo contó…

 

************

 

Una plaza cualquiera de un pueblo, en Galway, Irlanda. El año, 1753… Un jinete pasea solitario por el lugar, en plena noche. De repente, la puerta de una taberna se abre y un grupo de hombres jóvenes, completamente borrachos, salen del lugar tambaleándose.

 

-¡Volveremos cuando encontremos mas efectivo!- dijo Ángel, volviéndose hacia el dueño de la taberna, que procedió a cerrarles la puerta detrás de ellos de manera brusca- ¡Cielos! ¡Que carácter!

 

 

El grupo de muchachos se ríen del comentario y a continuación, comienzan a caminar por la desierta plaza, siempre tambaleándose y diciendo incoherencias.

 

-No se preocupen, muchachos- les decía a sus amigos, sonriendo- Tomáremos algo del dinero de mi padre y nos vamos para la taberna del oeste. Ahí están las mejores chicas…

 

El grupo festejo aquello con una sonora carcajada, pero de tan borrachos que estaban, uno por uno comenzó a desplomarse en un rincón. A la final, solo Ángel se quedo de pie… Sonriendo, dejo a sus amigos ahí tirados y marchó solo, silbando alegre.

 

De repente, de entre las sombras de un callejón, una figura femenina sale. Se trataba de una mujer hermosa, de cabellos rubios y elegantemente vestida. Ángel sonrió, reconociendo a aquella dama como a una prostituta…

 

-Vaya… ¿Pero miren nada más? Que hermosa- le dijo.

 

La mujer sonrió y le hizo un gesto de que lo siguiera. Ángel se tambaleo un poco, pero obedeció.

 

-¿Adonde vamos?

 

La mujer rubia se detuvo en lo profundo del callejón. Despacio, se dio la vuelta para mirarlo de manera seductora.

 

-Así que… me pregunté… ¿Qué hace una dama de su clase en un callejón como éste?

 

-Tal vez este sola… buscando al hombre de su vida.

 

-¿No me diga?- Ángel sonrió, mareado- En ese caso, no busque mas. Me ofrezco para escoltarla a todas partes y… protegerla del mal.

 

La mujer rió.

 

-¡Que valiente caballero!- dijo- Eres muy gracioso.

 

-¿Cómo se llama, señorita?

 

-Darla… me llamo Darla.

 

-Es un nombre muy… bonito, ¡hic!

 

-Veo que estas un poquitin borracho.

 

-¡Oh, no es nada! ¡Hic! Ya se me pasará…

 

Ángel se apoyó contra una fría pared, sin dejar de mirar a Darla al rostro.

 

-¿De donde es, señorita?

 

-De todas partes- respondió ella, sonriendo más- ¿Te importa?

 

-Su acento… es por su acento…

 

-No sabía que se notaba mucho.

 

-Oh, no es que me moleste…

 

Silencio. La pareja se miró a los ojos, sin decirse nada por un largo rato.

 

-Siempre quise ver el mundo- confesó Ángel, rascándose su larga cabellera.

 

-Yo puedo mostrártelo- dijo Darla, pacientemente.

 

-¿De veras?

 

-Así es. Y cosas que nunca has visto ni oído.

 

-Suena excitante- Ángel le guiño un ojo.

 

-Creeme… lo es… y aterrador también.

 

-No tengo miedo.

 

-¿No?

 

-No.

 

-¿Para nada?

 

-No. Muéstreme, señorita… muéstreme el mundo.

 

Darla se dio vuelta, mirando hacia un rincón.

 

-¿Estas seguro de que no te arrepentirás?

 

-Jamás.

 

Darla se da vuelta otra vez. Su rostro había cambiado, volviéndose la cara feroz de un vampiro.

 

-¿Pero que diablos…?

 

Gruñendo, la vampiresa se arroja sobre Ángel y clava sus colmillos sobre su cuello, comenzando a sorber ávidamente.

 

************

 

Permanecí en silencio después de oír todo eso. Ángel miraba hacia un cuadro colgado detrás de mí de manera soñadora.

 

-De modo que así fue como Darla te hizo- dije.

 

-Si.

 

-Y ahí empezó la vida de ambos.

 

-Usualmente, digamos que tres días después, cuando renací como vampiro. Ese momento fue el nacimiento de Ángelus.

 

-¿Darla estuvo contigo la primera vez que “naciste”?

 

-Si. Vio como salía de mi sepulcro. También me ayudo a alimentarme de mi primera victima… algo usual… Todo el mundo había cambiado para mí. Se me abrió una puerta hasta el momento desconocida. Me sentí mas vivo que nunca y cortado el lazo con el mundo humano, me convertí en algo… monstruoso.

 

-¿Qué pasó con tu familia?

 

Ángel tragó saliva, antes de responder.

 

-Los mate.

 

-¿A tu familia? ¿¿A todos??

 

-Si. Fueron una de las tantas primeras victimas… Los cace uno por uno y los mate. El último fue mi padre… Creo que jamás me voy a olvidar de la expresión de su rostro cuando me vio…

 

-Dios mío. Es horrible.

 

-Si que lo es, pero como no tenia alma, no me importo. Ya era Ángelus... Desde ese momento, Darla y yo salimos a recorrer el mundo nocturno. Me complacía matar, así que lo hacia cada vez que podía… A Darla le encantaba. Disfrutaba viéndome cazar a mis víctimas y despacharlas. Solía llamarme “su niño”…

“Compartimos mucho juntos. Éramos como almas gemelas, solo que… bueno, no teníamos almas. De todas formas, nos amábamos… a nuestra manera retorcida. Un par de años después (1760) Darla me llevo delante del vampiro mas viejo de este mundo, el que la había creado a ella: El Maestro…”

“El Maestro quería que yo formara parte de su Orden, una Orden vieja destinada a llevarlo al control de nuestra especie y a desencadenar el Infierno en la Tierra. El Maestro me explicó sus ideas e insistió en que la victoria seria nuestra cuando lográramos encontrar el lugar exacto donde estaba la Boca del Infierno, el portal al Averno. Creo que me reí de él… me pareció un viejo tonto y anticuado, una momia ridícula, que vivía ocultándose de los mortales en las cloacas, ceñido a reglas tan antiguas y prosaicas como él mismo. Me burle de él y le dije cosas ofensivas… Al final, Darla y yo nos alejamos de su lado, decididos a vivir la vida eterna al máximo…”

 

-Me imagino que al Maestro no le cayó bien eso.

 

-No, pero no nos hizo nada. Nos fuimos y de ahí en más, recorrimos el mundo… Mate a muchas personas en ese periodo de tiempo. Mi nombre se convirtió en leyenda. Ángelus, el Terrible, me decían… Todos temblaban al verme y yo gozaba con eso… o mejor dicho, Ángelus gozaba con eso…

 

-¿Cuándo te refieres a Ángelus, es como si lo hicieras con otra personalidad, no?

 

-Es que es como otra personalidad mía. Yo no soy él… Definitivamente. Pero en cierta medida, él es yo… una parte de mi… la parte oscura.

 

-Como el Dr. Jeckyll y Mister Hyde del cuento de Stevenson- tercie.

 

-Algo así.

 

-¿Y luego?

 

-Te dije que recorrimos el mundo. Siempre era lo mismo… Cacerías y matanzas. En 1838, en Dublín, recuerdo que maté a un sujeto llamado Daniel, luego de que perdió en un juego de cartas conmigo… También una sirvienta llamada Margaret fue víctima del hambre insaciable por gente inocente de Ángelus.

 

-¿Por qué a Ángelus le gustaban las personas inocentes?

 

-Ángelus era siniestro. Se complacía matando a aquellos que eran como yo soy ahora… Fue por eso que eligió a Drusilla para convertirla.

 

Al llegar esa parte, mis ojos se ensancharon. Otra vez sentí una punzada de dolor en mi alma, al recordar a mi antigua amada dama de la noche.

 

-En tu libro sobre Dru, tú cuentas como fue la cosa- dijo Ángel, dándose cuenta de lo doloroso que era para mi todo aquello- No hace falta repetirlo. Yo… Ángelus…estaba obsesionado con ella. La primera vez que la vio, se decidió a tenerla… la torturó y luego, mató a toda su familia.

 

-Si. Y después, la convirtió en vampiro… la convertiste.

 

-Si, la convertí. Creo que deberíamos hablar de mí, ya que a pesar de que Ángelus es como otra parte de mi personalidad, como te dije, él soy yo.

 

-Y Dru se unió a Darla y a ti.

 

-Así es- suspiró- Un trío siniestro. Yo y mis dos damas… compartimos una vida licenciosa que me avergüenzo de contarte ahora por espacio de varios años. Hasta que Drusilla (por aburrimiento o soledad) convirtió al poeta William en Spike.

 

-Y ahí empezó la disputa entre Ángelus y Spike…

 

-Spike fue como una molestia muy grande para el ego de Ángelus. Lo único que le faltaba al que se creía el más poderoso de los vampiros, era otro que se creyera mucho más poderoso que él. Pero Spike era diferente a Ángelus en muchas cosas… Para empezar, era mas destructivo, mas sicótico, mas siniestro… Ángelus lo sabia… yo lo sabía… y era una molestia…

“Nos peleábamos. Eran peleas de antología. Darla y Drusilla observaban todo divertidas, pero entre nosotros, la cosa iba de enserio. Era un odio tan terrible…”

 

-¿Cuántos años mas seguiste siendo Ángelus?

 

-Muchos. Muchos de vidas tomadas, de sangre derramada… No recuerdo a todos, pero los siento. Siento cada vida que cegué. La maldición que los gitanos me echaron es eficaz… se supone que debería sentirme así.

 

-Eso de la maldición me interesa- dije- ¿Cómo fue el suceso?

 

************

 

Un bosque en Rumania, Borsa, 1898… Ángelus corre por entre unos árboles, jadeando de desesperación. Cerca, en un campamento gitano, una bonita joven yacía muerta rodeada por varias personas que lloraban de dolor.

 

En el exterior del campamento, una anciana gitana comenzaba un ritual delante de una esfera de cristal, como un globo. Era un Orbe de Thessulah.

 

-Nici mort, nici de-al fiintei. Te invoc, spiriti al treceri. Reda trupuli ce separa omul de animal…- canturreaba, en una lengua antiquísima- Asa sa fie. Ultrespur aceastui… 

 

Ángelus irrumpe súbitamente en el lugar, rugiendo. La anciana sigue diciendo sus palabras y entonces, el Orbe se pone brillante, iluminado por una bruma blanca. Luego, la bruma desaparece y Ángelus cae al piso, del dolor.

 

Otro anciano gitano se acerca, escupiendo al recién llegado en la cara.

 

-Duele, ¿verdad?- dijo el anciano a Ángelus.

 

El rostro del vampiro era de confusión. No entendía nada y sentía un dolor agudo, atroz… Su alma había sido restaurada.

 

-¿Dónde estoy?

 

-Cien años… cien años de maldad pura- le dijo el gitano- Cien años de dolor se acabaron… Ahora, vuelves a tener tu alma, la que te castigara por todo el mal hecho. Recordaras pronto las vidas que tomaste… ¡¡Recordadas a mi hija, maldito engendro del averno!!

 

-¿Qué yo maté? No… No… ¡No puede ser! ¡No!

 

El vampiro se retorció en el piso, llorando. Era verdad. Comenzaba a recordar, a sentirlos a todos…

 

************

 

-La maldición de los Kalderash- siguió diciéndome Ángel, luego de relatarme como había sido restaurada su alma- Eso fue. Yo tenia la culpa, claro. La muerte de su hija, una bonita gitana… Ángelus no se pudo resistir a semejante bocado y pasó lo que pasó…

 

-Supongo que la culpa fue enorme.

 

-Lo fue. El dolor… si tan solo pudieras imaginártelo- meneo la cabeza- Ángelus estaba muerto, pero yo no. Tuve que vivir con la culpa.

 

-¿Y Darla?

 

-Cuando se entero me odio. Me considero un asco, algo indigno… me echó de su lado… Vague sin rumbo por el mundo hasta que dos años después, en el 1900, la volví a ver. Quería que tomara una vida inocente, para volver a ser el que era… me negué.

 

-Eso fue en mitad de la Rebelión Boxer… ¿No?

 

-Si.

 

-¿Y después de eso, vagaste por el mundo?

 

-Vague por el ancho mundo convertido en un despojo. La culpa era tan, pero tan enorme que tuve que subsistir alimentándome de la sangre de los animales. Nunca podría volver a tomar la sangre de un ser humano… Viví de ratas y gallinas por mucho tiempo, hasta que en el año de 1917, llegue a América…

 

-¿Te fue fácil venir a este país?

 

-Muchos venían a América en ese entonces. Era la “Tierra de la Esperanza”. Y aquí arribe, convertido en un fantasma famélico. Vivía en las calles y siempre trataba de alejarme de todos, del mundo. El dolor nunca me abandono.

“Pasé un tiempo en Missoula, Montana y después, viaje a casi todas las ciudades de Norteamérica, pero siempre de la misma manera, de incógnito. Un paria entre los de nuestra especie vampirica…”

 

-¿Nunca intentaste entrar en contacto con nadie? ¿Ningún amigo ni nada?

 

 

-Solo una vez, en el año 1944, en Nueva York. Yo vivía en un callejón y me hice amigo de un doctor, un buen hombre llamado Leah Coleman. Pero tuve que alejarme de él cuando mi sed de sangre se torno insoportable…

 

Asentí, comprendiéndolo.

 

-La sangre. Siempre es la sangre- dije.

 

-¿Así que te alimentas con los asesinos?- me preguntó.

 

-Al principio, pero ya no. Spike me dijo que puedo vivir de la sangre de animales y de la que hay en los hospitales.

 

-Es cierto. Actualmente, yo lo hago.

 

-Pero el dolor… ¿Cómo haces para sopórtalo?

 

-Se soporta. Todo se soporta, amigo- Ángel sonrió, comprensivo.

 

-Te admiro- dije.

 

Ángel suspiró y se pasó la mano por el cabello. En ese momento, tocaron a la puerta de la oficina. Cordelia entró con dos tazas de café, solo que… en lugar de café, tenían sangre de cerdo.

 

-Espero no ser inoportuna- dijo, sonriéndome.

 

-Faltaba más.

 

Mientras bebía despacio la sangre, observé la mirada que Ángel le daba a Cordelia. Era una mirada tierna y cariñosa. Sin duda, allí había amor…

 

-Mantuve mi vida de pordiosero hasta que decidí dejarla de lado por un tiempo…- continuo diciéndome Ángel luego de que Cordy se fue- En el año 1952, vine a este lugar, al hotel Hyperion. En esa época, era diferente… un lugar lleno de gente y turistas de todas las clases. Viví aquí un tiempo hasta que un incidente bastante feo me obligo a abandonar este sitio y a volver a la vida de fantasma famélico…

“Esa vida duro hasta el año 1996, cuando en Nueva York, mi existencia daría un rumbo de 180 grados…”

 

-¿Qué pasó?

 

-Se me fue revelado mi destino… o parte de él.

 

-¿Te refieres a la Cazadora?

 

-Así es…

 

************

 

Manhattan, 1996. Un sucio Ángel vestido con ropas harapientas registraba ávidamente un enorme tacho de basura, por la noche, en busca de una rata para beber. De repente, encuentra una y la atrapa firmemente con sus manos. Cuando se disponía a beber su sangre, una figura masculina sale de unas sombras cercanas asustándolo y haciéndole soltar su presa.

 

-Dios… estas hecho un asco, amigo- dijo el hombre, con una sonrisa condescendiente en el rostro.

 

Ángel se queda sorprendido de la aparición de aquel hombre. Se trataba de un tipo bajito, común y con un gracioso sombrero sobre su cabeza.

 

-Aléjate de mí- dijo al hombre.

 

-Ángel… Estoy aquí para ayudarte- declaro el sujeto, afable.

 

-¿Quién eres?

 

-Un amigo… alguien que quiere darte una mano.

 

-No eres un vampiro- Ángel lo miro de arriba abajo- ¿Qué eres?

 

El sujeto sonrió, cruzándose de brazos.

 

-Ya te dije… un amigo. Técnicamente, soy un… demonio. Pero no uno malo, claro…

 

-¿Qué quieres de mi?

 

-Mostrarte que puedes hacer otra cosa que cazar ratas y arrastrarte por el mundo como un fantasma.

 

-Déjame en paz.

 

Ángel comienza a caminar por el callejón donde se encontraba, seguido de cerca por el extraño hombre.

 

-Lamentablemente, has estado en “paz” durante mucho tiempo, amigo… Es hora de que te encuentres con tu destino.

 

-Yo no tengo destino.

 

-Si que lo tienes. Te esta esperando…

 

-¿De que demonios hablas?

 

-Ya veras…

 

************

 

Secundaria Hemery, Los Ángeles, 1996, tiempo después… Una muchacha rubia salía del colegio en compañía de varias amigas. De lejos, en el interior de un automóvil con vidrios polarizados, Ángel y su compañero (el misterioso hombre) miraban expectantes la escena.

 

La chica se despidió de sus amigas y procedió a encaminarse hacia una plaza cercana. Sentándose en un banco, allí se dedico a esperar a que su madre llegase para buscarla. En eso, un hombre anciano, de cabello cano y bigotes, se le acerca para hablar…

 

-¿Buffy Summers?- le preguntó el anciano a la chica.  

 

-¿Si?

 

-Necesito hablar contigo.

 

-¿Conmigo?

 

-No hay mucho tiempo… Mi nombre es Merrick y soy tu Vigilante. Tú eres la Elegida, la Cazadora.

 

Desde su lugar, Ángel y el hombre miraron todo con interés. Mucho mas tarde, ambos espiaban a Buffy mientras ella y el sujeto llamado Merrick salían de caza en un cementerio.

 

Ángel observo como aquella inexperta muchacha luchaba y mataba a su primer vampiro luego de una dificultosa lucha. Algo en el interior del vampiro con alma se removió, al verla así, tan sola y teniendo que soportar la carga de su destino como Cazadora.

 

-Quiero ayudarla- dijo a su compañero.

 

-¿De veras?

 

-Quiero ser alguien… Quiero remediar el mal hecho.

 

-Todo se puede hacer, amigo… pero costara.

 

-No me importa. Lo haré… la ayudare…

 

-Sabia decisión.

 

************

 

Mi grabador hizo el típico sonido de la cinta cuando llega a su fin. Debía darle vuelta al casette para poder continuar grabando la entrevista.

 

-¿Y ahí decidiste convertirte en un guerrero del Bien?- pregunté.

 

-Bueno… si quieres llamarlo así, si.

 

-Tengo una duda… El sujeto que se te acercó… ¿Era o no era un demonio de verdad?

 

-Nunca lo supe. Él dijo que si, pero no sé…

 

Me detuve a analizar aquello. Otra vez había un patrón oculto en todo eso… un patrón que debía desentrañar.

 

-¿Nunca mas volviste a verlo?

 

-Nunca.

 

-¿Quién crees que era, realmente?

 

-No sé- Ángel se encogió de hombros- Un enviado de alguien, sin duda, pero de quien… No sé.

 

Asentí. Di vuelta al casette y volví a accionar el grabador para continuar con la charla…

 

 

 

CONTINUARA…

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