“EL ÁNGEL CAIDO”

 

(Escrito por Federico Hernán Bravo)

 

CUARTA  PARTE

 

Voces…

 

Podía oírlas. Era un coro de voces conocidas hablando muy deprisa. Estaban a mi alrededor y en cierta forma, se dirigían a mí.

 

No me di cuenta de todo esto hasta que la conciencia volvió a mi cuerpo. Abrí mis ojos y entonces me halle insólitamente recostado en un mullido sillón, mirando hacia un techo de una casa cualquiera.

 

Me incorporé con algo de dificultad y con mucho asombro, observé que me encontraba en el living de la casa Summers y que Buffy y sus amigos estaban allí, a mi alrededor, conversando entre ellos y mirándome…

 

-Miren, ya volvió en si- anunció Anya, sosteniendo un hacha entre las manos.

 

Todo mundo estaba armado. Xander sostenía su ballesta, Faith su estaca y el resto se alternaba con diferentes y diversas armas. Todos me miraban serios y recelosos, incluido, Spike.

 

Buffy tomó la palabra. Se acercó a mi despacio y se sentó a mi lado…

 

-¿Dónde esta Dawn?- preguntó. El tono de su voz era sereno, pero detrás de eso se podía apreciar el pánico por la perdida de su hermana menor y el enojo que sentía hacia mi.

 

No respondí. En completo silencio, la mire… los mire a todos.

 

A mi memoria volvieron las imágenes de todo lo que había acontecido. Me sentí nuevamente muy mal. ¡Había sido engañado! Engañado y manipulado hábilmente por un ser despreciable, mentiroso y ruin… y lo que era peor, era que ese ente fue el responsable de mi creación, en cierta medida.

 

El peso de las revelaciones que Mefistófeles me había dado todavía seguían latentes en mi interior. Por un momento desee que alguno de aquellos reunidos allí me estaquearan, que me matara…

 

¡Había entregado a una niña inocente a un ser siniestro! Y todo por nada…

 

Drusilla estaba completamente muerta y cabía la posibilidad de que nunca hubiese bajado al Infierno. Si Mefisto podía leerme la mente… ¿Qué le impedía hacerme ver lo que quisiera?

 

Al fin de cuentas, ese Infierno que visité podría bien haber sido una alucinación.

 

…Si no lo era, de todas formas, Dru estaba condenada y no podría liberarla…

 

No pude soportarlo mas. Me llevé las manos a la cara y lloré… Lloré derramando lagrima tras lágrima.

 

Nadie dijo nada. Todos me miraban absortos, Buffy incluida. Fue entonces que me digne a volverlos a mirar, sumido en la mas patética vergüenza.

 

-¡Todo es mi culpa! ¡Me han usado como un completo idiota!

 

-¿De que rayos estas hablando?

 

Suspiré. Luego, les conté a Buffy y sus amigos todo lo sucedido. No omití ningún detalle de mi relato… A medida que les narraba mi encuentro con Mefistófeles, lo que había sucedido después, mi viaje al Averno, etc, etc, notaba que muchos intercambiaban miradas llenas  de incredulidad.

 

-…Y en síntesis, eso es todo- dije, terminado el relato.

 

-Vaya- dijo Giles- Mefistófeles… el Ángel Caído…

 

Se sacó sus lentes y procedió a limpiarlos con un pañuelo. Era su clásico gesto de meditación.

 

-¿Es posible lo que ha dicho?- le preguntó Buffy.

 

-Sinceramente hablando, no lo sé… De por si, tenemos pruebas evidentes de que hay una fuerza maléfica detrás de todo esto- Giles seguía luciendo pensativo y a medida que cavilaba en estas cuestiones, no me quitaba los ojos de encima- Era obvio que un vampiro con alma nacido de manera espontánea tendría que responder a una causa externa…

 

-Suponiendo que la cosa fuera cierta… ¿Para que querría este “Ángel Caído” a mi hermana?

 

-Es obvio que su obsesión es volver al lugar de donde procede- explico el ex Vigilante, volviéndose a colocar sus lentes- Al igual que Glory, intentará usar a Dawn… al poder de la Llave, para abrir un portal a su dimensión de origen…

 

-El problema con eso es que cuando el poder de la Llave se desate, las barreras que separan la Tierra con todas las dimensiones demoníacas caerán como un castillo de naipes- agregó Willow, preocupada.

 

-Hay otra cuestión, cerebritos…- intervino Spike- Ese tipo tiene que matar a Dawn para hacer funcionar el poder de la Llave… ¿Se acuerdan de cómo fue con el asunto de Glory?

 

-Sangre- dijo Buffy, mirando hacia una ventana, al exterior- La va a hacer desangrar… Cuando su sangre toque el aire, se abrirán las puertas.

 

Al oír aquello, me quede totalmente espantado.

 

-Todo es mi culpa- dije- ¡He sido un completo idiota! En mi egoísmo por recobrar a Dru, deje que ese maldito me obligara a cometer un crimen… ¡Dios!

 

-Hay que evitarlo… Tenemos que evitarlo.

 

El semblante de la Cazadora era ahora de un gran enojo.

 

-Estoy de acuerdo, pero tenemos un gran problema, nena- dijo Spike- No sabemos donde ese tipo se ha ido…

 

-Yo tengo una idea de donde podría habérsela llevado- dije. Inmediatamente, volví a convertirme en el centro de atención de todos.

 

-Muy bien… Nos guiaras entonces, pero quiero aclararte una cosa…

 

Buffy se me acercó y me señaló directamente en el pecho con un dedo largo y fino.

 

-Si algo le pasa a Dawn… Si muere o algo malo le sucede… Estas acabado.

************

 

Comprendía su enojo.

 

Decididamente, el que arruino todo fui yo. Yo y mi egoísmo… Un sentimiento idiota que me había conducido a entregar en bandeja de plata a aquella pobre niña inocente a las garras de un ser malévolo que planeaba la destrucción de todos.

 

Mientras Buffy y sus amigos se preparaban para la nueva batalla que tendría lugar (dejando de lado la que ellos libraban actualmente contra aquel nuevo enemigo que tenían por el pueblo) yo permanecí sentado en una silla, en el interior del sótano de la casa Summers.

 

Mi mente era un mar confuso de dudas, preguntas, miedos… y vergüenza.

 

¡Que idiota que fui! Un completo idiota y para colmo, un idiota manipulado.

 

Dru estaba perdida. Eso era algo segurísimo… Nunca volveríamos a estar juntos. Por un momento, había creído que podríamos volver a reunirnos… a tocarnos… a estar el uno con el otro…

 

Error. Todo fue un engaño, un sucio engaño y ahora… ahora la culpa de que el mundo estuviera al borde del final, era mía.

 

Pensaba en todas estas cosas cuando alguien bajo a verme… Era Spike.

 

-Hola- me saludó y se sentó en una silla delante de mí.

 

-Hola- le contesté, y luego ambos caímos en un profundo y largo silencio.

 

Spike suspiró y  sacó un cigarrillo. Lo encendió y comenzó a fumárselo.

 

-Menudo lío en el que te has metido- esas fueron sus primeras palabras para romper el hielo entre ambos.

 

-Si…

 

-Dime… ¿Por qué lo hiciste?

 

-Yo… Yo…

 

No podía responderle… no claramente.  

 

-No lo sé- dije- Creo que por amor… Pensé que Dru y yo podríamos… que ella podría… volver.

 

-Te engañaron.

 

-Si, caí como un estupido.

 

-¿Y ahora que vas a hacer?

 

-Lo lógico y lo único que puedo hacer: ayudarlos a salvar a Dawn… Luego… luego…- hice una pausa, contendiendo las lágrimas que se agolpaban en mis ojos para salir- Luego… tal vez  salga al sol, por última vez y acabe con esto.

 

Spike no dijo nada, pero este último comentario mío lo preocupó.

 

-Santo Cielo… Que bajo que he caído- murmuré, enterrando la cara entre las manos- Buffy debe odiarme… Todos deben odiarme… Tú también, seguro.

 

-Bueno… No exactamente.

 

-¿Qué quieres decir?

 

Spike dio una pitada a su cigarrillo y antes de responder largó el humo por la nariz.

 

-Mira… Buffy esta molesta, pero entiende que te manipularon. Yo también lo entiendo, amigo… Si estuviera en tu lugar… Creo que a mi también me hubiese pasado.

 

-¿De veras?

 

-Seguro. Te traicionó tu amor por Drusilla… Ese tipo, ese Mefistófeles que tú dices que es el mismo Diablo… De seguro lo sabía y se aprovecho de eso. Te uso para llegar hasta Dawn y no había nada que pudieses hacer en su contra… Era sabido que la cosa terminaría así.

 

-Pero Spike… ¿Sabes que es lo que mas me causa dolor de todo esto?

 

-¿Qué?

 

-¡Los traicioné! ¡Cometí un crimen! Le entregue a Dawn… y lo peor, es que no sé si lo que vi en el Infierno es real… No sé si de verdad estuve en el Infierno… Tal vez solo fue una ilusión. De todas maneras, Mefisto me engañó, ¿no?

 

-Tal vez.

 

-Igualmente, me siento una completa basura…  y quiero remediar eso.

 

-Me parece bien.

 

Sonreí, triste. Spike también lo hizo.

 

-Menudo tema tienes para un quinto libro, con todo esto- dijo- Supongo que vas a escribir sobre este asunto…

 

-Si sobrevivimos a lo que se viene… si salvamos a Dawn… Tal vez si. Y de hecho, creo que será lo ultimo… no voy a escribir mas.

 

-¿Estas hablando en serio?

 

-Estoy cansado, Spike… Yo no debería estar aquí. No debería existir… Quiero terminar con esto.

 

-Muy bien- se puso de pie y apago el cigarrillo- Ya va siendo la hora de actuar… Te doy un ultimo consejo, ¿si?

 

-Claro.

 

-No te mates… Salir al sol no es la solución, te lo dije antes. Tienes que seguir adelante.

 

Asentí, sin mucho entusiasmo.

 

-Es todo tan doloroso- comenté, cuando Spike ya comenzaba a subir las escaleras- Y lo más terrible es saber que en realidad, existes de determinada forma porque un ser siniestro te creó.

 

-Te sobrepondrás- me dijo la voz de Spike, desde la cima de las escaleras- Ya veras… saldrás adelante, amigo. Al menos, uno de todos nosotros, los vampiros con alma, debe seguir adelante.

 

************

 

El pequeño grupo estaba reunido ya.

 

Con Buffy a la cabeza, el grupo organizado y que comprendía de Spike, Faith, Xander, Willow y  Kennedy, emprendimos la marcha al sitio donde sabia que Mefistófeles iba a realizar el ritual para activar el poder de la Llave.

 

Nadie dijo nada en todo el trayecto. Sunnydale permanecía en el mas completo silencio, como esperando. Las calles estaban desiertas y nadie nos salio al paso en todo lo que duró el camino hacia la gran torre de metal en construcción que se elevaba en el centro del pueblo.

 

Por un momento, al ver aquella impresionante estructura metálica (apenas un esqueleto de andamios de acero y remaches) Buffy recordó involuntariamente lo sucedido hacia un tiempo atrás cuando lucharon contra Glory...

 

-Es aquí- declaré, deteniéndome en la puerta de entrada a aquel lugar.

 

-¿Estas seguro?

 

-Buffy… Es aquí- insistí- Sé que es aquí.

 

Unos feísimos nubarrones aparecieron sobre nuestras cabezas y un par de truenos descargaron su furia en el aire, estallando. Muy sigilosamente, penetramos en la obra en construcción y nos encaminamos hacia la torre de metal, subiendo hasta la cima por unas escaleras…

 

Con mucho cuidado, llegamos a aquel lugar. Buffy se volvió y les indicó a sus amigos que tomaran sus puestos estratégicos entre el andamiaje de metal.

 

Mefistófeles estaba allí. Sonriendo, tenía a la pobre de Dawn colgada de una suerte de viga o soporte de metal principal de la torre y una especie de cuchillo o daga en sus manos relucía bajo las luces de los rayos eléctricos que de vez en cuando, surcaban el cielo.

 

-Tantos siglos esperando…- decía el Ángel Caído, acercándose a la niña- Tantos años… atrapado en esta asquerosa roca inmunda… pero ahora, las cosas van a cambiar.

 

-¡Suéltame!- gritaba Dawn- ¡¡Auxilio!!

 

-¡Déjate de estupideces, mocosa! ¿Qué no ves que esto tiene que ser así?

 

-Sueltala…

 

Buffy salio al encuentro del Príncipe de las Tinieblas, en compañía de Spike y de Faith. El resto, permanecíamos detrás, ocultos.

 

-¡¡Buffy!!!

 

Dawn gritó, contenta. Mefisto frunció el ceño y enfrentó a los recién llegados sin mostrarse atemorizado.

 

-Dicen que eres el mismo Diablo- decía la Cazadora, sonriendo sarcásticamente- Sin embargo, yo tengo mis dudas…

 

-¡Niña ilusa! ¡Largate mientras puedas!

 

-No. Lo siento, pero no… A menos que me entregues a mi hermana.

 

-Idiota… No sabes a quien te enfrentas.

 

A una orden de Buffy, Faith y Spike atacaron. Mefistófeles sonrió y sufrió una violenta transformación física…

 

Sus alas negras emergieron de su espalda, pero ahora eran correosas, feísimas, como de murciélago. Su rostro juvenil y humano se vio deformado hasta convertirse en una suerte de parodia de una cara, muy semejante a la cara de un reptil. Sus manos, incluso fueron cambiadas por garras filosas y lo peor, era que había aumentado su tamaño.

 

Por lo demás, dos cuernos horribles y enroscados se habían asomado sobre su frente abultada.

 

Spike fue el primero en luchar contra él. Sin mucho esfuerzo, Mefisto lo golpeo en la cara y lo tomó del cuello con sus garras, revoleándolo por el aire en contra de Faith. Ambos casi caen por un andamio de metal al piso (ubicado a varios metros debajo de ellos) de no haber sido por que en el ultimo momento, la segunda Cazadora logró asirse de una saliente metálica y salvarlos a ambos.

 

Buffy fue la siguiente. Con una espada entre las manos, se dispuso a decapitar a la Bestia, pero abriendo una dentada boca repleta de colmillos, el Ángel de las Tinieblas le escupió una violentísima bola de fuego que casi le daba de lleno…

 

Digo que casi le daba por que a último momento, salí de mi escondite y arrojándome hacia ella, la tumbé de un golpe y evité que esto sucediera.

 

-¿Estas bien?- le pregunté. Ambos habíamos caído muy cerca de donde el andamio en el que estábamos se terminaba. Desde ese lugar, se podía ver todo Sunnydale.

 

-Si… Me salvaste la vida.

 

Sonreí. Me puse de pie y me dirigí a enfrentar a Mefisto.

 

-¡Espera! ¿Qué vas a hacer?- me gritó Buffy, sorprendida.

 

-Detener esta locura.

 

Volviendo a esgrimir su daga o cuchillo, Mefistófeles se acerco a Dawn y le hizo un tajo en un brazo. La niña gritó y varias gotas de su sangre salieron de su cuerpo, atrapadas por el viento. Las gotas volaron por el aire e inmediatamente, rasgaron el tejido de la realidad. Una suerte de agujero de luz comenzó a abrirse, atronadoramente, en mitad de una impresionante descarga de rayos eléctricos y un terremoto.

 

La torre entera tembló y parecía que se vendría abajo.

 

-¡AL FIN!- la voz que broto de los labios de Mefisto era realmente gutural- ¡¡¡EL PODER SUPREMO ES MIO!!!

 

-Te equivocas- dije, parándome delante de él.

 

-¿TÚ? ¡QUE FASTIDIO! DEBERIAS HABER HUIDO CUANDO PODIAS.

 

-Ni remotamente pensaba hacerlo. ¡Me mentiste! ¡Me usaste como un maldito peón, demonio de porquería! Pero este se terminó… ¡Voy a acabar con tu locura!

 

Mi rostro cambio por el de vampiro. Rugiendo, tomé la espada que Buffy había intentado usar contra el enemigo.

 

-¡ESTAS LOCO! ¿QUE NO VES QUE ES INUTIL PELEAR? ¡YA NADA PUEDE DETENERME!

 

-Estas equivocado… Existe alguien que puede detenerte: ¡YO!

 

Sin mediar más palabras, me le tire encima. Aquella bestia horrible (que al fin mostraba su verdadero aspecto, que nada tenia que ver con el anterior, ya que también aquel fue una mentira) me recibió con un alarido tremendo y descargo su furia dándome un golpe en el abdomen.

 

Por un momento, trastabillé. Escupí sangre y todo me dio vueltas. Casi caía del andamio.

 

Riéndose, Mefistófeles voló hacia mí con sus alas de murciélago y me aferró con sus garras, levantándome en el aire. Como si yo fuera sencillamente un muñeco de trapo, me arrojó contra una viga de acero, haciéndome golpear la columna.

 

El dolor fue espantoso...  Escupí mas sangre y a punto estuve de perder la conciencia.

 

-ES INUTIL LUCHAR- me dijo- PERDERAS…

 

-Me mentiste- mascullé, mirándolo con odio- ¡Me mentiste! Todo fue un engaño, ¿verdad? Desde tu aspecto físico hasta nuestro viaje al Infierno… y todo para hacerme robar la Llave, para que pudieras volver al Cielo… para que pudieras vengarte de Dios por haberte desterrado.

 

-¡IDIOTA! ¡TÚ NO COMPRENDES MI DOLOR!- gritó, enfurecido- ¡MILES DE AÑOS HE VIVIDO ANCLADO EN ESTA ROCA INMUNDA! ¡MILES DE AÑOS DE SUFRIMIENTO! Y MIRAME… ¡MIRAME!- se señalo al rostro, un rostro bestial y horripilante- ¡ESTO QUE VES AHORA ES EL PRECIO POR HABERME OPUESTO A DIOS! ¡YO ERA HERMOSO, EL MAS GRANDE, EL MAS BELLO DE LOS ÁNGELES! ¿Y QUE HIZO TU MISERICORDIOSO DIOS DESPUES DE DERROTARME, EN MI REBELION? ¡ME CONDENO A ESTO! ¡ME CONVIRTIO EN UN MONSTRUO!

 

-¡Te lo tienes merecido, por soberbio!- grité a mi vez- ¡Eres la cosa mas horrible que he visto en mi vida! ¡Esto se termina aquí y ahora!

 

Con mi mano derecha aferrada en la espada de Buffy, rugí y me le tire encima una vez más. La hoja de acero del arma se hundió en su pútrida carne y lo atravesó de lado a lado.

 

Cerca nuestro, en el aire, el portal dimensional se abría más y más. El lugar temblaba y decididamente la torre se vendría abajo.

 

-¡Buffy!- grité, volviéndome hacia ella rápidamente- ¡Saca a tu hermana de aquí y váyanse!

 

La Cazadora protestó pero sus amigos obedecieron. Entre Spike y Faith, liberaron a Dawn y emprendieron la huida con Willow, Xander y Kennedy.

 

…Por mi parte, esperaba que lo que había planeado funcionase…

 

-Muy bien… Creo que es hora de acabar con esto.

 

Empujando fuertemente a Mefistófeles (que se debatía intentando sacarse la espada que le enterré en el pecho) ambos caímos del andamio de metal hacia el bullente portal dimensional abierto en el aire por la sangre de Dawn.

 

-¡¡NOOOOO!!

 

Se produjo un violentísimo fogonazo de luz. Sentí que una energía poderosa, increíble, me invadía. Envueltos en esa luz, Mefisto y yo nos calcinábamos en mitad de un estruendo ensordecedor.

 

-Dru…- alcance a decir y entonces, el portal se cerró sobre si mismo.

 

************

 

Flotaba…

 

Sorprendentemente, me hallaba flotando en una suerte de limbo de bruma blanca y me sentía ligero, sutil, etéreo.

 

No había rastros de Mefistófeles por ninguna parte. Si había sobrevivido a la destrucción del portal, ignoraba adonde fue a parar. Aquellas cosas ya poco me importaban… En aquel sitio donde me encontraba estaba feliz, contento y libre del dolor.

 

Fue entonces que una figura luminosa apareció delante de mí. Se trataba de un anciano, de cabellos largos y barba blanca, vestido con una túnica del mismo color.

 

La mirada de aquél hombre era afable. Me sonrió y creo que yo también le sonreí. Sabía que estaba allí para comunicarme algo muy importante…

 

-NO TEMAS- me dijo- VIVIRAS.

 

Su voz era como siete truenos ensordecedores, pero curiosamente, a pesar de ello no lastimo ni me hirió los tímpanos. Aquél venerable anciano emanaba un aura de infinita sabiduría y comprensión… Sabía quien era yo, lo que había sido y que había hecho.

 

…Aquel anciano sabía TODO…

 

-¿Es usted Dios?- le pregunté.

 

Solo obtuve por respuesta el silencio y una sonrisa cordial, como cómplice. Por un momento se me antojo que aquel sujeto era como un abuelo muy bueno… con toda la sabiduría del Cosmos.

 

-VIVIRAS- repitió- Y NO ESTARAS SOLO…

 

Iba a replicar algo pero entonces sentí como que me jalaban de aquel limbo brumoso donde flotaba. La figura del venerable anciano pareció alejarse de mí.

 

-TE ESPERAN GRANDES COSAS- sonó su voz, a medida que me alejaba de él- ESTO NO HA TERMINADO AQUÍ…

 

************

 

Abrí mis ojos.

 

El cielo tachonado de estrellas se encontraba sobre mí. Por un momento, me sentí desorientado, perdido. Luego, me di cuenta en que sitio estaba y donde…

 

Seguía en Sunnydale, claro. Estaba tirado a los pies de la torre metálica. Cerca, unos sorprendidos Buffy y Spike no tardaron en acercárseme, para ayudarme.

 

-¿Estas bien?- me preguntó el rubio vampiro, ayudándome con la Cazadora a ponerme de pie.

 

-¿Qué pasó?

 

-Eso es lo que nosotros quisiéramos saber…- dijo Buffy, mirando hacia el cielo, en el lugar donde el portal dimensional se había cerrado- Por un momento pensamos que esa cosa te tragaría, pero luego… Resulta que caes del cielo por el mismo lado.

 

-Y sin ningún rasguño- Spike señalo al piso. No había sangre por ninguna parte ni miembros rotos en mi cuerpo.

 

-Un milagro- sentí que dijo alguien a mis espaldas. Era Xander.

 

Asentí. Tenía la cabeza revuelta y me dolía.

 

-¿Dónde esta Mefistófeles?- quise saber.

 

-Pues aquí no, ya que no lo vimos- me informó Spike- Cuando lo empujaste al portal, desapareció. Creo que se lo tragó o lo mando a vaya uno a saber donde…

 

-¿Están todos bien?- pregunté, mirándolos- ¿Cómo esta Dawn?

 

-Tiene una herida en el brazo pero Will ya se encargo de curársela, con un hechizo de regeneración…- me informó Buffy, señalando a su hermana menor y a la bruja pelirroja.

 

-Me alegro… Gracias a Dios- dije y el recuerdo del anciano vestido de blanco vino a mi memoria.

 

-Bueno… supongo que todo se ha terminado- Buffy me miraba como si esperase a que yo dijese algo mas.

 

Asentí y suspiré. Mire al cielo estrellado.

 

-Si… Se ha terminado.

 

No tardamos entonces en emprender la marcha de regreso a la casa Summers. A pesar de que la cosa se había acabado, sin embargo, todavía me faltaba observar ciertas cosas que sin duda alguna, serian definitivas para sentar la base en mi vida futura de vampiro…

 

 

 

CONTINUARA…

Buffy Web Argentina