“EL REGRESO DE DRUSILLA”

 

(Escrito por Federico Hernán Bravo)

 

SEGUNDA PARTE

 

EDIFICIO DE WOLFRAM & HART, DIVISION ARGENTINA, UN PAR DE DIAS DESPUES…

 

Me levanté como de costumbre, por la mañana y sin temor a que los rayos solares pudieran hacerme daño, me acerqué a una de las tantas ventanas del edificio recubierta con el “Necro-cristal”. Afuera, el día estaba estupendo…

 

Habían pasado un par de semanas desde mi llegada a Wolfram & Hart. Casi a mi pesar, terminé adaptándome al lugar y a sus manejos, aunque no compartiera ni la mitad de las actividades que allí se hacían.

 

Aquella mañana, como de costumbre, Harmony se encontraba en su escritorio, revisando el extenso correo recibido y apenas me vio salir de mi cuarto y dirigirme a mi oficina, el rostro se le ilumino…

 

-¡Buen día, jefe! ¿Cómo ha dormido?- me preguntó.

 

-Bien… gracias, Har- dije, sonriendo de manera forzada.

 

En realidad, muy pocas eran mis horas de sueño que realmente podría decirse que disfrutaba. Desde hacia días, me veía asaltado por diversas pesadillas… pesadillas tan reales que cuando despertaba me era imposible volver a conciliar el sueño.

 

…Pesadillas en las que Drusilla aparecía…

 

Me sentía confundido. Ansiaba hablarlo con alguien desesperadamente pero decidí que lo mejor era callar. No sabia todavía que pretendía W & H conmigo, por lo que de momento, el asunto quedaría relegado a sencillos episodios desagradables nocturnos.

 

-¿Alguna novedad para hoy?- le pregunté a Harmony, antes de entrar en la oficina.  

 

-Veamos…- la eficiente vampiresa rubia comenzó a revisar en su agenda, la cual, tenia como decorativo una pegatina de un osito cariñoso que sonreía- Una conferencia para presentar su ultimo libro, “El Ángel Caído” a las 12… Otra conferencia / debate con varios escritores del área local a las 3 y… visitar al personal en sus puestos luego…

 

-¿Eso es todo?

 

-Eso es todo…

 

-¿No dice nada acerca de matar a nadie ni de estafar, verdad?

 

-No… Eso no figura por aquí.

 

-Es raro…

 

-¿Qué cosa es rara, jefe?

 

-Hace un par de semanas que mis actividades en este sitio son controlar que todo se haga bien… y nada mas. Salvo el asunto de mis libros (que ahora me los publica la editorial que W & H tiene), la cosa es bastante…

 

-…Aburrida…

 

-Si, cierto.

 

Harmony sonrió.

 

-Bueno… Eso no es tan malo. Yo, por el contrario, tengo mucho trabajo que hacer… Tengo que contestar por ejemplo todas esas cartas que le mandan sus admiradores… Ah, ese si que es un trabajo agotador.

 

Me quede asombrado de escuchar aquello.

 

-¿Admiradores?

 

-Si… Gente que leyó tus libros…

 

-¿Gente humana normal?

 

-¡Claro! ¿Sino quien los leería?

 

-Bien… No sabia que tenía admiradores- dije y le eché un vistazo a la gran cantidad de cartas sobre el escritorio.

 

-La mayoría son mujeres… Chicas jóvenes. Creo que se ha convertido en todo un ganador en lo referente al sexo femenino, jefe- al decir esto, Harmony me guiño un ojo, cómplice.

 

-Bueno, bueno… no exageremos… Déjame algunas de las cartas para leer después… Voy a mi oficina.

 

-¡Ah! Casi me olvido… Adentro lo esperan.

 

-¿Quién?

 

-La señorita Eve.

 

************

 

Eve se encontraba sentada en mi lugar, en la oficina. Cuando me vio, sonrió y se levantó.

 

-Hola. Es bueno verte, amigo- me dijo.

 

-¿Qué esta no era mi oficina?

 

-Sentido del humor. Adoro la gente que lo tiene.

 

Eve tomó asiento en otra silla y yo procedí a ocupar mi puesto.

 

-¿Cómo te ha estado tratando la cosa?- me preguntó.

 

-Bien… Bah… Aburrida. No hay mucho para hacer.

 

-Dime que no es tan mala después de todo la vida del nuevo rico, ¿eh?- bromeó.

 

-Que graciosa… La verdad es que ustedes me tiene todavía con el nudo en al garganta. Estoy sinceramente esperando a que me pasen la factura en cualquier momento.

 

-Creeme que eso no va a pasar.

 

-Tengo un pequeño problema con respecto a creerle a la gente que siempre viste de rojo- le aseguré, señalando a su traje.

 

-Me gusta el rojo… Es sensual.

 

-Si tú lo dices…

 

-Si estas aburrido… ¿Por qué no pruebas en leer los archivos de clientes? ¿O visitar la biblioteca?

 

-¿Puedo hacer eso?

 

-Claro… Eres el jefe de este lugar, ¿no?

 

Sonreí. Nuevamente, Eve se puso de pie, lista para irse.

 

-¿Ya te vas?

 

-Si… Solo estoy de pasada… Ando con mucho trabajo por Los Ángeles.

 

-¿El asunto Ángel supongo?

 

-Puedes felicitar a tu amigo vampiro con alma- me dijo, emprendiendo el camino hacia la puerta- Se sacó la lotería, al igual que tú.

 

-¿A que te refieres?

 

-Los Socios Mayores le dieron el control de la oficina de L.A,

 

-¿A él también?

 

-Si… Creo que los Socios se están volviendo muy generosos- Eve abrió la puerta y salio- Que te diviertas.

 

Me quede pensando largo rato en lo que Eve me contó. ¿Así que Ángel también había hecho un trato con Wolfram & Hart? Quien lo hubiera creído…

 

Decidí que más adelante me informaría acerca de eso. De momento, sentía curiosidad acerca de lo que Eve me dijo del archivo de clientes de la firma y la mentada biblioteca.

 

-Har, ¿estas ahí?- pegunté, presionando un botón en el intercomunicador de mi escritorio.

 

-Se ha comunicado con la Sección de Asuntos Satánicos. Si quiere sacrificar una cabra, presione por favor el numero seis…- sonó una voz grabada del otro lado del auricular.

 

-Genial… Me equivoque de botón- presioné otro- ¿Harmony?

 

-Esta es la oficina de Federico. ¿En que puedo ayudarlo?- sonó la voz de la vampiresa, ahora.

 

-Har, soy yo.

 

-¡Jefe! ¿Cómo esta? ¿Necesita algo? ¿Le mando a Lugones al despacho?

 

-No, no, gracias… ¿Me puedes decir adónde quedan los archivos de clientes?

 

************

 

El ascensor se detuvo en el sótano.

 

Una inmensa sala llena de polvo se levantaba delante de mi vista. En todas partes, había cajones repletos de archivos, convenientemente acomodados alfabéticamente.

 

Pasé un largo rato perdiéndome entre los laberínticos corredores que aquellos archiveros formaban hasta que me decidí abrir uno. Entre una pila de nombres desconocidos (clientes de la firma) halle unos cuantos interesantísimos que me dejaron con la boca abierta.

 

-Esto es increíble…- dije, en voz alta. Me encontraba totalmente solo en ese lugar- ¡Yo sabia que estos tipos tenían que tener algo para haber llegado al lugar donde están!

 

No voy a dar nombres concretos, pero solo diré que cierto político de nombre curioso (y muy conocido para la realidad Argentina, en especial, para la década del noventa) había logrado ser presidente del país dos veces gracias a sus tratos con W & H… Que otro, un tanto descolgado, se había convertido en Ministro de Economía después de firmar un acuerdo y por ultimo, que otro también consiguió ser presidente de la nación gracias a la ayuda de W & H, pero que debido a que quiso rescindir su contrato, los abogados armaron una gran revuelta que terminó sacándolo del país.

 

El lector de Argentina sin duda sacará de inmediato a estas tres personas, gente conocida del ambiente político local. Como temo una demanda de parte de ellos, prefiero no nombrarlos.

 

…Todo esto leía yo en el archivo de  W & H, cuando de repente, sentí que no estaba solo…

 

Mis finos oídos de vampiro registraron algo cerca de donde estaba: Un gemido.

 

Me quede en silencio un largo rato, tratando de definir de que lugar venia el gemido, pero fue inútil. Cuando creía que venia de mi derecha, venia de mi izquierda y cuando creía que venia de ese lado… venia del otro.

 

A la final, el gemido lastimero se sintió mucho mas cerca y una punzada de terror me invadió.

 

-¿Quién anda ahí?- pregunté, alerta.

 

“Federico… Federico…”, llegó a mis oídos la voz.

 

-¿Quién anda ahí?- repetí, nervioso.

 

Silencio. Nadie respondió.

 

-¿Necesita ayuda?

 

Nada. El silencio se podía cortar con un cuchillo… Fue entonces que sentí los pasos.

 

Venían rápido, por un pasillo a mi derecha, entre los archiveros. Rápidamente, guarde el legajo que había sacado y me di la media vuelta, decidido a salir de allí.

 

Sea lo que sea, me seguía. Cuando di una vuelta en una esquina enfilando hacia el ascensor, me siguió. Venia detrás de mí y por lo que parecía, seguía llamándome…

 

“Federico… Federico…”

 

Corrí. No sabía por que, pero corrí… Sentía que aquello estaba muy cerca. Es más… Hubiera jurado que me respiraba la nuca.

 

Llegué al ascensor y me metí, rápido. Presioné el botón y esperé a que las puertas se cerraran solas. Cuando lo hicieron, antes de que el ascensor emprendiera la marcha hacia arriba, el algo que me seguía golpeo las puertas metálicas levemente.

 

************

 

Volví a mi oficina. Una vez allí, llamé a Harmony…

 

-¿Sucede algo malo, jefe?- me preguntó, al ver mi cara de espanto.

 

-¿Crees en los fantasmas, Har?

 

-Cuando era chica, vi uno…- hizo una pausa- ¿Qué pasa?

 

-Creo que me ronda uno… Y no muy común.

 

-¿Drusilla?

 

-Si.

 

-¿Entonces era cierto lo que cuentas en el libro de Spike? ¿De verdad la tuviste que matar?*

 

*(Para mas información al respecto, leer “William, el Sangriento”, fanfic publicado en esta misma pagina. Nota del autor)

 

-Si.

 

-¡Eso es terrible!

 

Mi secretaria me miró con cierta aversión. Luego, se disculpó…

 

-Perdón…

 

-Estoy desesperado, Har… Hace semanas que sueño con ella- confesé. No podía callármelo más. La verdad es que me estaba matando por dentro todo aquello.

 

-¿Sueñas con ella?

 

-Si… Se me aparece siempre de la misma manera: sufriendo.

 

-Que feo.

 

-Creo que me quiere decir algo… ¿Te das cuenta? ¡Se esta comunicando conmigo!

 

-¿Si?

 

-Así parece… Durante mi viaje con Mefistófeles, la vi en el Infierno, Har… Sufría. ¿Y si esta allí en verdad? Yo creía que lo que Mefisto me mostró era una suerte de ilusión… una mentira, pero… ¿Y si no lo era?

 

-¿Y que vas a hacer?

 

Lo pensé un largo rato antes de responderle.

 

-Lo único que puedo hacer… Pedir la ayuda de la única persona en este mundo que tiene el suficiente poder para comunicarse con los muertos. Tengo que saber como esta y en donde, Har…- dije, tomando el teléfono sobre mi escritorio.

 

-¿A quien llamas?

 

-A una buena amiga mía… Solo espero que este de humor como para venirse para acá…

 

************

 

Nuria llegó dos días después.

 

La trajeron desde el aeropuerto directamente al edificio, en una limousine negra. La esperé pacientemente por la noche, en el interior de mi oficina, ignorante de que pensaría de semejante despliegue…

 

El lector recordará a Nuria. Ella me ayudo en el pasado con el asunto del fantasma de Darla…* Para ser mas específicos y resumírselos, Nuria era una bruja con el poder de evocar a las almas de los muertos y permitirles manifestarse usando su forma física, su cuerpo.

 

*(Ver mi fanfic “Darla”, para mas información. Nota del autor)

 

Confiaba en que ella seria la única que podría decirme si realmente era Drusilla la misteriosa presencia que al parecer, estaba rondándome.

 

Supe que Nuria llegó cuando escuché el siguiente revuelo fuera de la oficina:

 

-¡Déjenme pasar, demonios!- exigía una voz femenina con un marcado acento español- ¡Que tengo cita con él!

 

-¿Quiere calmarse?- le pedía Harmony, exasperada- ¡Necesito que me diga su nombre primero!

 

-¿Mi nombre? ¡Joder! ¡¿Y desde cuando necesito dar mi nombre?! ¡O me dejas pasar, niña rubia, o te echó una maldición!

 

-Me temo que tendrá que venir conmigo, señora- esa tercera voz era la de Lugones, el guardaespaldas (creo que de todas formas, eso es lo que es) quien sin duda, estaba aferrando con sus grandes manos la menuda figura de mi pelirroja amiga española.

 

-¡Suéltame, gorila! ¡Que me sueltes, te digo!

 

Decidí intervenir. Salí de mi oficina y me topé con el gracioso cuadro de Nuria forcejeando con aquel mastodonte vestido de negro y lentes oscuros (la viva imagen del Terminator T-800). Al lado de ambos, una exasperada Harmony observaba todo resguardándose de la bruja detrás de una silla.

 

-¿Qué pasa acá, Lugones?- pregunté, intentando darme un aire de autoridad. La verdad es que la sola visión de aquel tipo grandote me intimidaba, a pesar de ser yo un vampiro.

 

-¡Jefe!- exclamo Harmony y se vino corriendo hasta colocarse detrás de mi- ¡Esa mujer dice que lo conoce! Dice… que es bruja… ¡Amenazó con echarme una maldición!

 

 

-¡Demonios, chaval! ¿Le puedes decir a este zopenco que me suelte?- me suplicó Nuria, fastidiada- ¡Con la fuerza que tiene me esta destrozando el brazo!

 

-Déjala, Lugones… Es Nuria. Es amiga mía y tiene mi permiso para estar acá.

 

-¿Esta seguro, señor?- me preguntó Lugones, mirando de soslayo a mi amiga.

 

-Totalmente. Me hago responsable por ella.

 

-Tendré que reportar su visita a la señorita Eve…

 

-¡Lugones, suéltala de una buena vez!- le ordené- ¿No se supone que yo soy el jefe?

 

-C-Claro…

 

-¡Entonces suéltala!

 

Obediente, Lugones soltó a Nuria. La bruja le sacó la lengua y pasó hecha un huracán a mi despacho. Me encogí de hombros y la seguí… Antes de cerrar la puerta, le pedí a Harmony que nadie nos molestara, mientras hablábamos.

 

-¡Joder, cabron! ¡Menudo gorila tienes de seguridad!- se quejó Nuria, desplomándose en una silla- ¡El muy maldito casi me parte el brazo!

 

-Te pido perdón… Sinceramente, yo había dejado dicho que iba a tener visitas… Voy a pensar que me andan saboteando…

 

-No me extrañaría… en un lugar así.

 

Silencio. Mi amiga española y yo nos miramos en el más completo silencio por un largo rato.

 

-Bueno, cabron… ¿No piensas darme siquiera un abrazo?

 

Sonreí. Me le acerqué y la abracé.

 

-¡Que cosa seria que eres, niño!- me dijo- Otra vez pasan unos cuantos meses y sin noticias tuyas… ¿Por qué no me escribes?

 

-Perdón… Se me pasó…

 

-Y por lo que veo, las cosas han cambiado mucho…- le echó una mirada a la oficina- ¿Desde cuando te has sacado la lotería?

 

-Es una larga historia que necesito contarte… Y empieza justamente después de la última vez que nos vimos…

 

************

 

Nuria escuchó todo en completo silencio. Mi extenso relato abarcó desde mi viaje con Mefistófeles hasta la firma del contrato con Wolfram & Hart. Cuando terminé, entendió de cómo iba la mano…

 

-Menudo lío en el que te has metido- dijo- ¿Así que eres el jefe de este sitio?

 

-Yo no me llamaría el “jefe”, pero… de acuerdo a ese contrato, todo esto es mío.

 

-No esta nada mal… ¡En mi vida voy a tener una oficina como esta!

 

-Nuria, te hice venir por ese asunto…- la interrumpí, decidido a empezar con el tema- Por la presencia que me ronda.

 

-Ya… ¿Sospechas que es el fantasma de Drusilla?

 

-Si. Pero no sé que es lo que quiere… Me acusa de haberla olvidado, me dice que sufre y yo sinceramente… creo que me estoy volviendo loco con todo esto.

 

-Te entiendo.

 

-¿Hay una firme posibilidad de que sea ella? ¿Podría realmente estar sufriendo?

 

-Bueno, chaval… Es una posibilidad. De por si, presiento una energía fuerte cerca de ti…- los ojos verdes de mi amiga parecían observar un halo invisible a mi alrededor- Si… Decididamente, es muy fuerte… Esta conectada contigo.

 

-¿Es ella?

 

-Eso no te lo puedo decir así nomás. Tenemos que tratar de enfocarnos…

 

-Estoy a tu entera disposición. ¿Qué necesitas?

 

-Como la vez anterior, necesito velas… Cierra esta oficina y tráeme algo que le haya pertenecido a la difunta… ¿Tienes algo de ella, no?

 

-Tengo cosas de ella, si… Muy bien, manos a la obra- me incliné sobre mi escritorio y pulse el botón del intercomunicador- ¿Har? ¿Estas ahí?

 

-A su disposición para lo que ordene, jefecito- sonó la voz de Harmony.

 

-Quiero que hagas un pedido de ciertas cosas.

 

-Adelante… acá tengo mi agenda lista para anotar.

 

-Velas. Todas blancas y en gran cantidad.

 

-¿Para que las necesitas?

 

-Har… Tú solo anótame el pedido y que me lo traigan cuanto antes- dije y corté la comunicación.

 

-¿Esa rubia oxigenada es tu secretaria privada?

 

-Algo así.

 

-¡Pues despídela! Es una completa tonta.

 

Me reí. Nuria suspiró y miro con cariño una botella de Ron que estaba cerca.

 

-¿Tienes sed?- pregunté.

 

-¿Y a ti que te parece, mal amigo?

 

Sonreí y le alcancé la botella. No esperó a que le diera un vaso y ya estaba tomando de la botella misma.

 

-Mmhhh… Que rico- dijo.

 

-Nunca abandonamos los malos hábitos, ¿eh?

 

-¿Y por casa como andamos?

 

-Que graciosa…

 

Intercambiamos una larga mirada silenciosa. A mi memoria volvieron los recuerdos de mi encuentro anterior con mi amiga. Recordaba concretamente una noche en la playa de Mallorca en la que ambos habíamos compartido mucho más que una sencilla amistad…

 

-Te extrañé, tonto- dijo ella, con los ojos llorosos.

 

-Yo también, bruja.

 

-Mira que eres cabron… Podrías escribirme…

 

-Pasaron muchas cosas, Nuria… Descubrí las respuestas a mis preguntas… y sinceramente, creo que le perdí el sentido a la vida.

 

-Me imagino… pero sigues en la carrera.

 

-Sigo en la pelea… pero no sé cuanto mas. Ahora tengo un nuevo sentido…

 

-Ya.

 

-Quiero saber si es Dru la que se contacta conmigo… Quiero saber si puedo ayudarla.

 

Nuria no me respondió. Me miraba totalmente en silencio.

 

-¿Qué sucede?- pregunté.

 

-Sigues enamorado de ella, ¿verdad?

 

-Siempre la ame, Nuria… No veo que tiene que ver con… ¡Oh!

 

Enmudecí. Me reproché a mi mismo mi falta de tacto.

 

-Lo siento.

 

-¿Por qué?

 

-Por lo que dije… Yo… Yo creo que tendría que haberte vuelto a escribir… tendría que haber vuelto contigo…

 

-¿Y para que? No me amas a mí. La amas a ella, ¿no?

 

-Nuria…

 

-No me tienes que explicar nada, chaval…- había un tono resignado en su voz- Sé que la cosa entre ambos no hubiese funcionado. Es sencillo… Y no voy a pedirte que la olvides. Es el amor de tu vida y por más que me duela… Yo no puedo ir en contra del amor.

 

-Eres admirable- dije, luego de haber permanecido en silencio por un rato.

 

-No, cabron, soy realista… y adulta- dijo y tomó otro sorbo de Ron- Y hay veces en las que me odio a mi misma por eso.

 

************

 

Un segundo después, la oficina estaba cubierta de velas blancas.

 

Harmony me ayudo a colocarlas. En todo momento, miraba a Nuria de reojo, como temiendo que la hechicera le hiciera algo. Nuria se enteró de esto y en más de una ocasión, le sacaba la lengua a la pobre, dándole cada sobresalto de miedo…

 

-¿Qué es lo que van a hacer con todas estas velas?- quiso saber Harmony, cuando terminamos de colocarlas.

 

-Un conjuro para evocar a los muertos- respondió Nuria, antes de que yo pudiera decir algo siquiera.

 

El tono de su voz era tan lúgubre que Harmony se la quedo mirando un largo rato hasta que chasquee mis dedos delante de su cara para devolverla a la realidad.

 

-Har, necesito que me ayudes con esto- le dije.

 

-Cuenta conmigo.

 

-Necesito que si Eve, Lugones o cualquier otro pez gordo de W & H aparece, no los dejes pasar, ¿esta claro? Esto es privado y quiero que siga así.

 

-Si.

 

-¿Puedo confiar en ti, Har?

 

-Claro.

 

Mas rápido que el viento, Harmony salio del cuarto y cerro detrás de ella las puertas.

 

-Me pregunto que infeliz hizo a esa chica una vampiro- comentó Nuria, revisando las velas.

 

-Espero que esto te sirva- le alcancé a mi amiga un vestido negro- Era de Dru… lo conservo con algunas de sus cosas…

 

Nuria sostuvo el vestido negro y arrugo el ceño, concentrada. Lo colocó sobre mi escritorio y lo miró en silencio.

 

-Servirá.

 

-Muy bien… Adelante.

 

Nuria asintió y colocó sus manos sobre el vestido. Cerró sus ojos y se concentró profundamente, como si replegara su mente dentro de si misma.

 

-¡Espíritus, yo os invoco!- dijo, levantando la voz- ¡Os imploro que me prestéis atención! ¡Llamo a la Tierra a la dueña de este vestido! Drusilla, es tu nombre… ¡YO TE INVOCO!

 

Un viento helado se coló en la habitación. Las velas se apagaron todas al mismo tiempo y sorprendentemente, mi amiga Nuria fue arrojada por una fuerza invisible contra una pared cercana.

 

-¡Nuria!

 

Corrí a ayudarla, pero cuando empezaba a levantarla, sus ojos cambiaron bruscamente de color, volviéndose blancos…

 

-¡AYUDAME!- gritó la voz de Drusilla, manifestándose a través de mi amiga- ¡AYUDAME!

 

-¿Dru? ¿Eres tú?

 

-¡AYUDAME! ¡ESTOY SUFRIENDO!

 

-¡Dime donde estas, Dru! ¡Dime como llego hasta ti!

 

La posesión era fuerte. Nuria se retorcía en el piso y casi me costo retenerla en un lugar quieta para poder hablarle. Dentro de ella, estaba el espíritu atormentado de Drusilla…

 

-¡DOLOR! ¡DOLOR! ¡¡AYUDAME!!

 

-¡Dru! ¡Dime donde estas!

 

-OSCURIDAD… SOMBRAS… ESTOY… ESTOY ATRAPADA- dijo la voz fantasmal- ¡LIBERAME! ¡HAZ QUE PARE!

 

-¡Tienes que darme una pista mas concreta! ¿Dónde estas?

 

-¡¡NEKRON!!- el grito fue realmente espantoso.

 

Iba a preguntar algo más, pero entonces se corto el lazo. El espíritu de Dru abandono el cuerpo…

 

-¿Nuria?

 

Los ojos de mi amiga hechicera volvieron a ser normales. Por unos segundos, se me quedo mirando en silencio, mientras sudaba…

 

-¡Dios misericordioso y justo!- exclamó, luego de un rato- Es terrible…

 

-¿Qué pudiste sentir?

 

-Un dolor horrible, chaval…- el rostro de Nuria pareció reflejar por unos segundos esa turbación de la que era presa Drusilla-… Sin duda, es ella… pero sufre.

 

-Menciono algo al final… Un nombre… “Nekron”.

 

-No lo sé… Sentí… Sentí otra energía fuerte en el último momento, pero…

 

-Muy bien… ¿¿¿Qué rayos sucede aquí???

 

Una voz atronadora sonó a nuestras espaldas, en la puerta de la oficina. Tres siluetas se hallaban paradas allí, mirándonos con diferentes gestos.

 

-Eve- dije, sin mucho entusiasmo.

 

Acercándose con los brazos en jarras, Eve se paró en el centro de la sala desafiante, echando miradas furibundas a la gran cantidad de velas colocadas en toda la oficina. En la puerta, todavía se encontraban Lugones, el de seguridad y Harmony, con cara de: “Lo siento, pero no pude detenerlos…”

 

-¿Qué se supone que es esto?

 

-¿Quién es ella?- me preguntó entre susurros Nuria.

 

-Eve… Mi “jefa”- me volví hacia ella- Creo que no tengo nada que explicarte, Eve.

 

-Si que lo tienes… ¿Desde cuando se realizan ceremonias esotéricas a espaldas de la empresa?

 

-¿Y eso es algún problema?

 

-En cierta medida, si- Eve me miró, seria- Violaste varios derechos y reglas de este lugar… Deberías haber leído mas bien el contrato antes de firmarlo. Si vas a realizar alguna ceremonia esotérica o cualquier tipo de actividad sobrenatural, debes comunicármelo y pedir la aprobación de los Socios Mayores.

 

-¡Un momento! ¿No soy acaso el jefe de este lugar? ¿Desde cuando tengo que dar explicaciones?

 

-De acuerdo con el contrato, se te entrega la oficina de W & H de Argentina para tu uso personal, pero no es propiamente tuya. Si violas alguna de las reglas inscriptas en el contrato, tu autoridad queda suspendida… o revocada… Eso depende de que tipo de actividad realizaste.

 

-Me parece un reverendo fraude…- repliqué- ¡No tengo que darles explicaciones de mis actividades!

 

-¿Qué es todo esto?- insistió en saber Eve, ignorando mis quejas.

 

-Es para una sesión de evocación espiritista- intervino Nuria, seria.

 

Eve le dedico una mirada irónica.

 

-¿Y usted es…?

 

-Nuria- dije, también serio- Es amiga mía.

 

-¿Es una hechicera?

 

-Algo así.

 

-¿Sabias que eso también es ilegal?

 

-¿Qué cosa?

 

-Traer gente de afuera… Es ilegal- Eve apagó una de las velas de un soplido- W & H tiene personal de sobra experto en casos paranormales… Esta prohibido consultar a gente de afuera.

 

-Supongo entonces que tus “expertos” sabrán ayudarme con este asuntito que tengo en puerta… ¿Te dice algo el nombre de Nekron?

 

Pensé que Eve iba a volver a ignorarme o que iba a salirse con alguna de sus frases irónicas, pero no ocurrió así. Al oír semejante nombre sus ojos parecieron abrirse como platos. Me miró por un momento completamente en silencio y luego, meneó la cabeza negativamente…

 

-Por tu reacción, veo que conoces el nombre…- dije.

 

-Lugones, quiero que toda esta oficina sea inmediatamente limpiada- dijo al guardaespaldas sin siquiera mirarme- Esta todo hecho un desorden…

 

-¡Eve! ¿Por qué me estas ignorando? ¡Te hice una pregunta!

 

-Mira, Federico, conviene aclarar algunos asuntos… Que el contrato te haga el jefe de aquí no indica que puedas darme órdenes.

 

-A mi me importa poco todo eso… O me dices que cuernos es Nekron o puedes dar por terminado mi contrato.

 

-¿Perdón? ¿Cómo dices?

 

-Lo que oíste.

 

Eve sonrió.

 

-Estas en broma, claro.

 

-No bromeo nada.

 

-¡No puedes romper el contrato que firmaste! Es un contrato a perpetuidad…

 

-Me importa un comino la perpetuidad… Eve, quiero respuestas- exigí- ¿Me vas a decir que es Nekron?

 

Otro tenso silencio se produjo en la sala. Lugones permanecía quieto en su lugar; Harmony jugueteaba ahora con los pliegues de una cortina, atemorizada; Nuria nos miraba atentamente con los brazos cruzados, sin mostrar miedo a nada…

 

-Nekron es una dimensión demoníaca- me explicó- El lugar adonde van las almas de los muertos perdidos… Es un lugar terrible gobernado por, justamente, Nekron, el dios de los muertos.

 

-El dios de los muertos…- repetí.

 

-Es un ser sumamente poderoso… Basa ese poder en las almas de las que lo toma, las cuales, tortura eternamente.

 

Asentí. Me volví hacia mi amiga Nuria.

 

-Con que a eso era lo que se refería…- le dije- Dru esta allí… atrapada. Se contactó conmigo porque…

 

-...Quiere que las liberes- terminó la frase mi amiga.

 

-Es una completa locura- declaró Eve- Vamos, Lugones… Hay que limpiar esta oficina.

 

-¡Tengo que viajar a ese sitio y liberarla!- exclamé.

 

-Ni lo sueñes- Eve rió- ¡No sabes lo que dices! Nadie vivo puede viajar a Nekron y desafiar al dios.

 

-Vencí a Mefistófeles, ¿te acuerdas? Un “dios” no va a detenerme.

 

La sonrisa se desvaneció del rostro de Eve.

 

-Si supieras…- hizo una pausa- Es una completa locura. ¡No puedes ir a ese lugar! Los Socios Mayores nunca lo aprobarían…

 

-¿Por qué no?

 

-Nekron… bueno, Nekron es uno de nuestros clientes- me informó, dubitativa- El mejor cliente de Wolfram & Hart…Los Socios no se dan el lujo de perder clientes, ¿sabes?

 

-No me importa… Es mas, creo que los Socios en persona me van a autorizar a ir a verlo.

 

-Ahora si que perdiste la cabeza… ¡Los Socios jamás van a hablar directamente contigo! Estas completamente desquiciado… Ellos nunca se rebajarían a…

 

De repente, un teléfono sonó. Era el teléfono que estaba sobre mi escritorio.

 

-Yo atiendo- se apresuró a decir Harmony y descolgó el tubo- Oficina de Federico, ¿diga?

 

El rostro de Harmony pareció congestionarse por un momento, luego, le pasó el teléfono a Eve totalmente confundida…

 

-¿Si?- preguntó Eve, escuchando atentamente a la voz del otro lado de la línea. Con una cara de igual confusión que la vampiresa, asintió a todo lo que le dijeron y colgó.

 

-¿Quién era?

 

-Los Socios… Dicen… Dicen que… quieren verte… PERSONALMENTE.

 

 

 

CONTINUARA…

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