“BUFFY VS JASON”

 

(Escrito por Federico Hernán Bravo)

 

PROLOGO

 

ACLARACION AL LECTOR: Jason Voorhees, Cristal Lake y todo su entorno son propiedad de la New Line Cinema…

 

A varios kilómetros de distancia, en lo más profundo del condado de Wessex, se encuentra una pequeña y aparentemente apacible comunidad llamada “Forest Green”. Todo aquel que la ha visitado no puede menos que maravillarse de las bellezas naturales de los grandes y frondosos bosques que linderan con el poblado, bosques bordeados por un bello lago llamado “Cristal Lake”,  que tiene cierta leyenda muy popular en los últimos años...

 

El lector reconocerá ese sitio inmediatamente. Es allí en donde se alzaba (cerca del lago) el archifamoso “campamento sangriento”, llamado así por la Prensa debido a los brutales crímenes que a lo largo de varios años, se desarrollaron y que tuvieron como victimas a jóvenes inocentes… crímenes siniestros cometidos por un solo hombre, un despreciable sujeto llamado Jason Voorhees.

 

La leyenda de Jason se remonta al año 1957, época en la que muchos afirman que empezó todo.

 

Jason era un chico solitario y algo perturbado. No tenia amigos y solo vivía con su madre, la Sra. Voorhees, quien era la cocinera del campamento del Cristal Lake. Un mal día, Jason (que no sabia nadar) se ahogo en el lago y aparentemente, perdió la vida.

 

Su madre enloqueció y culpo a los responsables del campamento por haber permitido que su hijo perdiera la vida. Enajenada, la Sra. Voorhees mató a aquellos que ella creía que eran los culpables y luego, sumida en el dolor por la pérdida de su amado hijo, dicen que decidió recurrir a la magia más antigua para revivirlo.

 

Siempre siguiendo a la leyenda, Jason había vuelto a la vida, pero torcido, maléfico. Una energía siniestra había encarnado en el cuerpo del joven muerto, permitiéndole nacer a este mundo a una criatura ávida de muerte y de destrucción.

 

Como un fantasma siniestro, Jason amenazo a lo largo de los años siguientes la vida de todos aquellos que osaron reabrir el campamento del Cristal Lake, matando de manera brutal a tanta gente que la policía local estaba desesperada por ponerle freno.

 

Siempre que parecía que Jason finalmente había sido derrotado y muerto, el asesino se alzaba de su tumba y cada vez mas podrido y deforme, volvía a matar.

 

Nada parecía detenerlo, hasta que, finalmente, una serie de hechos insólitos le dieron punto final a semejante engendro diabólico, sumergiéndolo en un sopor inactivo y letárgico como el de la muerte, para siempre… *

 

…O eso se creía, hasta ahora…

 

* (Acontecimiento ocurrido en la película “Viernes 13 IX; Jason va al Infierno”. Nota del Autor)

 

************

 

La zona: Cristal Lake.

 

El lugar: Los bosques que bordeaban el lago.

 

La luna se erguía en el cielo, gibosa, sobre el lago. Cientos de árboles grandes y retorcidos crecían de manera descomunal en aquel sitio lúgubre. Un cartel medio podrido y cubierto por varias plantas anunciaba el nombre de un viejo campamento abandonado y sumido en ruinas, que una vez se alzó cerca.

 

En ese sitio, se levantaba una suerte de montículo de tierra podrida, tierra que ahora estaba cubierta por raíces gruesas y por pasto y que no llamaría la atención a nadie, excepto si ese alguien supiera que allí estaba la tumba sin lapida de Jason Voorhees desde hace 9 años.

 

A varios metros bajo tierra descansaba el cuerpo enorme y putrefacto del asesino sobrenatural. Un cuerpo en descomposición y surcado por gusanos que roían una y otra vez su carne, mientras su rostro permanecía eternamente cubierto por una mascara de Hockey, mascara que ocultaba una deforme cara que nadie había visto desde su resurrección, cuando su madre había realizado el ritual con el que pensó que su hijo volvería a su lado como siempre.

 

Ahora, Jason yacía allí, inmóvil, sumido en un letargo que duraría por siempre.

 

La repentina calma del lugar se ve entonces súbitamente rota por la aparición de un misterioso sujeto. Moviéndose sigilosamente entre la maleza, aquel misterioso hombre se acercó a la tumba con una bolsa entre sus manos. Con una torva sonrisa en su rostro, el sujeto se detuvo delante del sepulcro y sacó de la bolsa un curioso objeto, parecido a un muñeco de trapo toscamente armado, con un par de hebras de cabellos en la parte de la cabeza.

 

Murmurando un viejo conjuro en un idioma ininteligible, el hombre sacudió el muñeco sobre el montículo de tierra…

 

Hombre: Levántate de tu tumba, Engendro del Mal. ¡Tu hora de despertar ha llegado!  

 

En lo profundo de la tumba, algo se removió, en respuesta a tamaño llamado. La podrida mano derecha del asesino movió sus dedos…

 

Hombre: ¡En Nombre de Semilazaha, yo te conjuro! ¡¡¡LEVANTATE!!!

 

El grito del hombre traspaso la tierra hasta el lugar donde Jason estaba enterrado. Un par de ojos acuosos y vacuos se abrieron de golpe, detrás de la sucia mascara de Hockey. Su enorme corazón (situado en un pecho abierto y roído por las alimañas) empezó a latir frenéticamente.

 

Hombre: (riendo) Eso es. ¡Eso es! ¡Despierta! Es hora de que sigas con tu venganza… ¡Nadie tiene el poder de destruirte! ¡¡¡LEVANTATE!!!

 

Una respiración ronca se dejo oír. La tumba se partió de un golpe y dos manos grandes se alzaron hacia el cielo de la noche. Después, la figura enorme de Jason se vio liberada del podrido confinamiento al que había estado condenado luego de su derrota.

 

Hombre: Muy bien, muy bien… ¡Has vuelto!

 

El gigantesco cuerpo del asesino se acercó lentamente a la figura del sujeto, con la clara intención de acabar con él. Sin mostrar temor ante semejante engendro del Averno, el hombre levantó el muñeco hecho de trapo y se lo enseño.

 

Hombre: ¡Ah, ah, ah! No intentes nada. Me perteneces… Tu voluntad es mía, Jason. Harás lo que yo te diga.

 

Como un autómata gigantesco, Jason detuvo sus intenciones asesinas y asintió, en señal de reconocimiento. Sus grandes ojos no expresaban emoción alguna.

 

Hombre: ¡Necesito que vayas a la ciudad de Sunnydale! Allí hay niños malvados, Jason… ¡Hay alguien a quien debes castigar! ¿Entiendes?

 

El asesino volvió a asentir, en completo silencio.

 

Hombre: ¡Debes castigar a la Cazadora y a sus amigos! ¡¡Debes destruirlos!! ¡Ve, Jason! ¡Cruza el país y ve por ellos! ¡¡QUE SIENTAN TU FUERZA!!

 

Jason comenzó a caminar. Pesadamente, como un Leviatán, atravesó el bosque sumido en las sombras hasta perderse de vista. El misterioso hombre lo observo hasta que se alejó de él.

 

Se produjo una serie de nuevos movimientos cerca, en un par de matorrales próximos. Cuatro figuras encapuchadas, vestidas con túnicas, salieron al encuentro del hombre. Se trataba de sujetos extrañísimos, sin ojos, ya vistos anteriormente…

 

…Eran Bringers…

 

Caleb: (a los Bringers) Todo sale como lo planee, chicos… El peón perfecto para la venganza perfecta. ¡Buffy aprenderá que con nosotros no se juega!

 

Riéndose a carcajadas, el sacerdote caído se retira del lugar, en compañía de sus sirvientes silenciosos…

 

 

FIN DEL PROLOGO

 

 

 

CONTINUARA…  

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