“Ruinas Rojas”
(Escrito por Federico Hernán Bravo y Foolforspike)
CAPITULO I
Tres meses después
Nuevo Consejo de Vigilantes
Londres Inglaterra
Varios hombres se hallaban reunidos en el inmenso salón principal. Una gran mesa de cedro ocupaba el centro de la sala. Todos hablaban al mismo tiempo, el nerviosismo se iba generalizando a medida que el tiempo transcurría. Apartados de los demás un grupo de cinco hombres charlaban entre ellos. Estos eran los miembros más antiguos de lo que quedaba del viejo consejo, o bien los únicos que habían sobrevivido al ataque del Primero. Tenían en sus manos la reorganización del Antiguo Orden. Los nuevos miembros y aún aquellos que se encontraban en formación, no habían tenido su bautismo de fuego. Las cazadoras dispersas en el mundo era otro de los temas que también les preocupaba, últimamente estaban recibiendo informes para nada entusiastas sobre un gran número de ellas.
La puerta se abre de un golpe. Un joven entra atropellándose, trayendo entre sus brazos una cantidad considerable de gruesos volúmenes, que deposita con un resoplido sobre la mesa. Varias cabezas giran a verlo. Este se mueve nerviosamente, saludando con timidez al grupo de hombres reunidos en un extremo de la sala. Y tragando saliva se dirige hacia ellos. Giles lo ve acercarse, carraspea y haciendo una seña los demás hombres guardan silencio. Andrew, se encuentra en medio del grupo sonriendo, saludando a cada uno con una inclinación de cabeza.
-¿Pasa algo? -le pregunta Giles a ver que seguía sin moverse.
-Nop. Ya traje los libros que me pediste. –y mirando la mesita en la que habían un par de copas de coñac, toma una y bebiendo un sorbo empieza a toser ruidosamente-. ¡Cool! No sabía que había tratados sobre vigilantes. –dejando la copa sin dejar de observarlos-. Es bueno leer que dirán las generaciones futuras sobre nosotros. –Una sonrisa se dibuja en los labios de un hombre. Giles revolea los ojos como único comentario-. Aunque estos son técnicamente, sobre vigilantes muertos. –y con mayor entusiasmo-. Yo puedo ser como Frodo, que escribió la continuación del Libro Rojo de Bilbo. “Crónicas del Vigilante” por Andrew “El último vigilante” desde la Comarca de Londres, eso sería genial…
-¡Oh, por Dios misericordioso! -exclama Giles exasperado-. ¿No tienes nada que hacer en otro lado? –dice mirándolo mientras se acomoda los anteojos. Otros hombres sonríen sin ningún disimulo. Andrew parece ofendido.
-No. –contesta, moviendo sus dedos índices sobre la mesa.
-¡Ultimo vigilante! ¡Dios nos proteja! -exclama Giles resoplando-. ¿Qué clase de mundo sería ese?
-Uno cool. –dice en un susurro Andrew
-Uno en el que definitivamente no estaré. –y volviéndose hacia los demás hombres-. Este es Andrew, él es, uhm…. –mirándolo-. Digamos que una especie de estudiante. Nos ayudo con el Primero. Y este, él conoce de demonios, eh…., así que…. –sobándose la frente-. ¡No estamos en condiciones de ser exigentes! –comenta con resignación al final Giles.
Los demás hombres, lo observan de arriba abajo. Se miran entre ellos y con una sonrisa comienzan a presentarse. Andrew los saluda afectuosamente, provocando el asombro de más de un par de acartonados ingleses.
-¡Ejem! Después de disfrutar de la hospitalidad americana. –dice el más joven de ellos sin dejar de mirarlo de arriba a bajo-. Me gustaría saber ¿qué clase de conocimiento tiene el joven aquí presente?
-El es Peter. –le informa Giles a Andrew, y volviéndose al hombre-. Uhm, em…..verás, él um, posee variados recursos sobre asuntos demoníacos. Genealogía, invocaciones…., -se saca los anteojos-. umm claro que también nos está ayudando con las traducciones. Es rápido aprendiendo.
Andrew no deja de sonreír y moverse sobre la punta de sus pies, afirmando con su cabeza ante cada palabra que Giles dice:
-Conozco además sobre Star Treek, tengo todas sus temporadas en DVD,… -lo interrumpe Andrew-. El Barón Rojo, ¡ah!, Las Guerras de las Galaxias,…. –sigue enumerando con sus dedos. Giles lo detiene bajándole la mano-. ¿Qué? ¡Ah, cierto! –achicando los ojos-. También camine por el lado oscuro…, -e intentando hacer sonar a su voz mas oscura y maligna-. Fui como Dark Vader, -y modificándola de repente-. ¡pero cambié y ahora soy bueno! –dice sonriendo.
-Dije que era aprendiz ¿verdad? –interroga Giles mirándolos a todos desesperadamente. Los demás asienten con la cabeza y cambiando de tema-. ¿Qué me querían preguntar?
-Si ya hablaste con tu cazadora, sobre nuestra proposición. ¡La necesitamos Giles! –dice el hombre llamado Peter.
-Aún no. Pero conociéndola no creo que acepte. –volviéndose a poner los lentes-. Buffy tiene unas teorías muy particulares al respecto sobre las reglas y el, este bueno… Consejo.
-¡Pero ahora es distinto! –comento un hombre sonrosado y gordo-. Nosotros estamos a cargo. Hay nuevas reglas y la política es diferente. ¡Dile eso!
-Se lo diré. –dice Giles pensativamente-. Yo más que nadie pienso que es la indicada. Si la vieran es, es… extraordinaria.
-¡Buffy es hot! –comenta Andrew haciendo que bebe de la copa de coñac.
-Olviden eso. –dice Giles mirándolos sonrojado.
Los hombres siguen hablando por un largo rato, organizando todo sobre el Nuevo Consejo. Ellos encabezan el grupo de los cinco, encargados de la resolución de los problemas más importantes y de su reorganización en otras ciudades. Afuera los primeros rayos de luna comenzaron a filtrarse por entre los inmensos ventanales.
………………..
Interior. Casa Summers. Tarde
Londres Inglaterra
Todos los scoobys se encuentran reunidos en la sala, mientras Buffy habla por teléfono en el pasillo. El ruido de las conversaciones le llega hasta ella con total nitidez. Se tapa un oído para poder escuchar mejor a la persona con la que está hablando. Después de momento cuelga el receptor y se dirige hacia donde están los demás. Se apoya contra el dintel de la puerta y cruzándose de brazos se los queda observando.
-¿Quién era? -pregunta Dawn viendo a su hermana detrás de ellos.
-Era Willow. –dice sentándose en el sofá-. Regresará dentro de tres días con Kennedy. Parece bastante entusiasta.
-Eso es bueno. –comenta Dawn llevándose unos pop corn a la boca.
-¿Y cómo marchan las cosas por Cleveland? -interroga Xander, robándole pop corn del pote de Dawn
-Ya tienen organizado casi todo por allá. –dice Buffy revoleando los ojos-. Faith se encargará del grupo de cazadoras. –levantándose de hombros-. Hará todo un show al respecto.
-¿Las sobrevivientes de Sunnydale? -pregunta Dawn sorbiendo lo que le queda de gaseosa
-Sí, son las mejor preparadas y con experiencia en Apocalipsis. –responde Giles, aproximándose al grupo desde la cocina-. ¿Creo que lo harán bien? -sentándose en el sofá
-¿Morir? No hay problema con eso -dice Buffy secamente.
-Están preparadas Buffy -la corta Giles molesto
-Como tú digas. –y cruzándose de brazos-. Muéstrame el manual donde se enseña eso, porque debe estar agotado. –dice Buffy haciendo un mohín de disgusto con sus labios-¡Oh, a lo mejor me perdí todas las ediciones! -termina sarcástica.
-¡Sabes a lo que me refiero! –exclama Giles dejando su taza sobre la mesa
-No, siento decepcionarte. ¡Pero no! –sigue moviéndose molesta en su lugar-. ¡Y tengo la experiencia creeme! Pero aún no capte la idea. –negando con la cabeza-. ¡Nunca fui muy buena con eso!
-¡Okay! Lamento interrumpir su “agradable” charla, -dice Xander de repente-. Pero, ¿alguien quiere más gaseosa? Porque yo sí. ¿Dawn?
-Yeap Te ayudo. Mi vaso está seco. –comenta Dawn moviéndolo, haciendo bailar la pajilla dentro de él.
Se levantan ambos dirigiéndose a la cocina. Una vez allí se dan vuelta y miran a la pareja que sigue silenciosa en la sala.
-¿Estarán bien? -pregunta Dawn de repente.
-¡Yea! -dice Xander y mirándola-. Sabes perdí un ojo, ¡no la mano! A veces pienso en comprarme un Loro y un garfio para completar el look.
-Eso sería súper,…… - dice mientras llena los vasos-. como en esas películas de piratas con botines y doncellas indefensas que se la pasan gritando. ¡Hey, soy buena en eso!
-Me llegaron comentarios. –comenta Xander sonriendo.
Giles vuelve a tomar la taza entre sus manos, bebe un sorbo y observa de soslayo a su cazadora. Esta continúa con la mirada perdida en la distancia y una arruga surcando su frente.
-No sabes cuanto me alegra verlas adaptadas a esta nueva vida. –dice Giles tratando de cortar el silencio incómodo que los envolvía.
-En proceso. –responde Buffy y mirándolo-. Todos ayudan así la cosa es más fácil. Aunque costo al principio. –esbozando una pequeña sonrisa-. ¡Es bueno tenerlos cerca!
-¿Y ya pensaste que hacer? -le pregunta Giles dudoso
-¿Sobre qué?
-Con tu vida. Digo, -sacándose los anteojos-. después de todo lo que has pasado. No sé pienso que….
-Que debería tomar un rumbo. ¡Si lo sé, yo también pienso en eso! –encogiéndose de hombros-. Dawn empezará la semana que viene el colegio. –y suspirando-. Y yo bueno, tendré que buscar un trabajo, ¡ya sabes!, comida, ropa, más comida… generalmente uno necesita eso.
-Yo podía ayudarte. –se apresura a decirle Giles-. Sé que preferirías nada relacionado con demonios, pero eres la más indicada para esto. Además ya tienes experiencia
-En comandar niñas a la muerte. ¡Oh, si tengo el crédito! –dice Buffy y su rostro se pone serio de repente-. ¡No sé Giles! Quiero alejarme de todo esto, pero al parecer es lo único que se hacer. ¡Es exasperante!
-Eres la elegida Buffy. Nada cambiará eso.
-No soy la única Giles. ¡Ya no más! Ahora hay miles de cazadoras que pueden hacer mi trabajo. Colgué la estaca. Se terminó el turno de Buffy, que pase la siguiente.
-¡No es suficiente! ¿Eres consiente de eso?
-¡Si lo sé!, pero……
-Necesitan una guía, alguien que las entienda, que comprenda su misión, su poder. ¡Esa eres tú Buffy! ¡Y lo sabes! -agacha la cabeza, luego la levanta y se la queda mirando-Pase lo que pase, o hagas lo que hagas nada cambiará lo que eres. La cazadora. Es tu destino, tu esencia.
-¿Desde cuándo te volviste tan extraordinariamente irritante?
-Desde que apareciste por primera vez en la biblioteca de Sunnydale. –le dice con una sonrisa en sus labios.
Un par de ojos lo observan desde la cocina
-¿Debemos ir? -pregunta Dawn dudosa
-Mejor no. Además aquí tenemos toda la diversión. –dice Xander agitando una bolsa de papas fritas.
Buffy se para de su asiento y caminando hacia un extremo de la habitación dice:
-Está bien.
………………..
Salón de Trofeos. Nuevo Consejo. Tarde
Londres Inglaterra
En el centro de la sala de trofeos bajo una urna de cristal, se encontraba la guadaña. A su costado se podía observar una serie de papeles y extraños pergaminos, que mostraban diferentes dibujos grabados en ellos. El lugar se hallaba iluminado por un inmenso candelabro que colgaba del techo de la habitación. En sus paredes se podía apreciar un sin fin de trofeos y armas medievales, junto con extensos paneles de libros de incalculable antigüedad. Las pisadas y voces de unas personas acercándose rompieron con la solemnidad del recinto.
-¡Adelante aquí es! -dijo Giles mientras abría la puerta.
-¡Whoa! ¡Esto definitivamente es solemne! -dice Xander señalando el lugar-. Siento que pierdo dinero por estar aquí parado.
-Es el salón de las cazadoras. –comenta Giles avanzando por el recinto-. Aquí está todo lo que se pudo salvar del último ataque.
-¡Hey guys! ¿Piensan que me debo poner en un rincón y cobrar entrada? -los demás se dan vuelta a mirarla-. ¡Ya saben! Cazadora. Como en esos museos de cera. Pero Buffy de carne y hueso-. Y observando a su alrededor-. ¡Mejor no!
-Yo pagaría. –dice Dawn riendo.
-Gracias Dawnnie.
-No los traje para eso, en realidad quería mostrarles…. –dice Giles y dándose vuelta hacia el ruido de unas pisadas-. ¡Ah, Andrew llegaste! Bien estamos todos. –agrega mirándolos serio- En que estaba, ¡ah si! Como encargado del Nuevo Consejo….
-¡Corrección Orden de los Cinco! ¡Eso tiene poder! –dice Andrew con una exclamación de admiración en su voz
-¿Orden de los Cinco? -pregunta Buffy sin poder contener una risita
-Es provisorio. –dice Giles con su orgullo herido
-Mientras no comiencen a usar túnicas, y recitar cánticos en medio de la noche yo lo apoyo. –comenta Xander divertido.
-Túnicas Blancas, tipo Gandalf. ¡Espero que no haya un Saruman entre ustedes! –dice Dawn sin dejar de observar divertida a Giles que se acomoda la corbata nerviosamente.
-Apuntar túnicas blancas. –comenta Andrew para sí achicando los ojos mientras afirma con su cabeza.
-¡Oh, por el amor de Dios no importa! -grita levantando sus cejas en la exasperación-. Los traje aquí para mostrarle las instalaciones. Y para decirle lo importante y trascendental que es que estén aquí. De nuevo todos juntos. ¡Los necesito! Ustedes son supervivientes. ¡Son fuertes! El Consejo los necesita. ¡Yo los necesito!
Todos se quedaron en silencio por un momento. Mirándose entre ellos, una tibia sonrisa se dibujo en sus labios. Después con un profundo suspiro Buffy dijo:
-De acuerdo.
-No te arrepentirás, te lo prometo. –dijo Giles con una amplia sonrisa. Buffy nada dijo se limito a esbozar una sonrisa-. ¡Ninguno de ustedes lo hará!
Continuaron hablando por un par de minutos más entre ellos. Giles se encargaba de informarle de las nuevas disposiciones y que se esperaba de cada uno en esta su nueva vida. Andrew se alejó del grupo y se apoyó contra la urna de vidrio. Un crujido vino detrás de su espalda. El pedestal se tambaleó de su sitio, moviéndose levemente. Los demás continuaban hablando entre ellos sin prestarle atención. Andrew se dio vuelta tratando de acomodar la urna que se había movido de su posición, con tanta mala suerte que sólo logró empujarla aún más. Esta calló estrepitosamente al suelo, rompiéndose en varios pedazos. La guadaña voló de su sitial estrellándose contra el piso, las hojas revolotearon esparciéndose a su alrededor. El fuerte estampido había sobresaltado a todos, dándose vuelta de inmediato. Para ver a un Andrew agachado tratando de juntar los pedazos de vidrio en un intento de unirlos entre sí. Todos se acercaron mirándolo molestos.
-¿Estás bien? -pregunto Giles. El otro asintió con la cabeza-. ¿Qué diablos fue lo que pasó? –le dijo mirando los destrozos que invadían el lugar.
-Yo, yo lo siento. –Tartamudeo Andrew-. Sólo me apoyé. Quería verla de cerca. –dice bajando la cabeza.
-Si conseguiste un lindo espectáculo. –comenta Xander mirándolo-. ¡Levántate! -extendiéndole la mano-. Deja eso, te vas a cortar.
Buffy se adelanta y recoge la guadaña, la hace girar en el aire dice:
-Irrompible. Es lo que me gusta de estas armas. -y colocándola luego sobre una repisa. Observa a su alrededor y ve los papeles esparcidos por el suelo. Sus ojos se achican de repente. Se agacha y recoge uno de ellos. En el se puede ver el dibujo de un medallón con una extraña inscripción a sus pies. Y con una voz extraña pregunta-. ¿Qué hace esto aquí? Pensé que se había quemado en el gran cráter.
Giles se acerca para ver lo que Buffy sostiene entre sus manos, y con voz entrecortada:
-Bue, bueno…. Yo pensé que lo mejor era tener toda esta información a la mano. Esto, lo tenía por si lo llegáramos a necesitar. ¡Sabes muy bien que no tuvimos tiempo de leer todo sobre!….
-¡Hey! ¡Hay algo ahí! - Andrew los interrumpe. Los dos se dan vuelta a mirarlo. Este toma el papel de la mano de Buffy y señalando las extrañas inscripciones al pie del amuleto agrega: Parece un conjuro.
-¡A ver! –dice Giles colocándose los anteojos-. No recuerdo que estuviera esto aquí-. Y sobándose la frente. –Si no me equivoco este lenguaje es en parte Arameo, con una mezcla de latín antiguo. No, nos llevará mucho tiempo descifrarlo.
-¡Yo puedo hacerlo! ¡Soy bueno en eso! –dice Andrew con una amplia sonrisa en su rostro.
-Ya veremos. –comenta Giles y viendo la cara seria de Buffy le pregunta-: ¿Sucede algo?
-Ese no es. –dice sin dejar de ver el grabado del medallón-. Se parece pero no es.
-¿Estas segura? -le pregunta dudoso Giles.
-¡Oh, claro que lo estoy! ¡Yo se lo di! ¿Recuerdas? -dice Buffy y señalándole el dibujo-. No recuerdo que tuviera esta gema engarzada en el centro.
-¿Cuál gema? -y sin dejar de mirarla examina más detenidamente el grabado-. Más
bien parece como un punto rojo en medio de ella-. ¡Un momento esto no son los papeles que te dio Ángel! -moviendo la cabeza-. ¡Si, es extraño! ¡Investigare!
El rostro de Buffy se mantuvo taciturno todo el tiempo. Giles intenta cambiar de tema….
-¿Qué pasa con el montón de polvo? -pregunta Xander acercándose. Giles le pone mala cara-. ¿Qué? -dice este sin dejar de mirar a Buffy. Que se aleja a un rincón de la sala.
Andrew vuelve a tomar los papeles entre sus manos. Y sonriendo se sienta en el suelo mientras apoya su cabeza entre sus manos. Después con una exclamación de alegría y con voz resuelta dice:
“Liber scriptus proferectur “Se abrirán los libros proféticos
quid quid latet todo se manifestará
rogaturus inmolatun. invocarán al inmolado.
Libera anima liberarán su alma
de poenis inferni de las penas del infierno
in obscurum. de la oscuridad.
Qua resurget ex favilla El resurgirá de las cenizas
fac eas, Domine ex morte haced que pase de la muerte
transire ad vital. a la vida.
Ar’a, shemaya, inferni Tierra, cielo, infierno
rogaturus ex shemak invocamos su nombre
libera, peshina, libera” libera, libera, libera”
Recitando como una letanía cada palabra. El extraño lenguaje parecía adueñarse de la habitación llenándola, llevándose todos los sonidos con su conjuro. De repente una luz se proyecto de las palabras que parecían cobrar vida de repente. Un torbellino de luces y de hojas se arremolino donde Andrew estaba, este se para de un salto. Todos los demás observaban anonadados ese torbellino de luz que invadió la sala. Giles frunció el seño molesto. Y un grito desgarrador se adueño del lugar, y en medio de todos como materializándose de la nada,…. Spike estaba entre ellos. Un haz de luz más poderoso lo golpeó de repente. Las hojas dejaron de moverse a su alrededor. Y como en un suspiro se desintegraron en el aire.
-¡Oh Dios misericordioso! -dijo Giles mirándolo
-¡Spike! -exclamo alegre Andrew al verlo.
Este parecía desconcertado. Achicó su vista sin comprender lo que sucedía, de pronto de todo ese caso la voz de ella retumbó con claridad en sus oídos.
-Spike. –dijo Buffy como en un susurro. Mientras sus miradas se unieron por primera vez.
-¿Buffy? -preguntó dudoso. Y un silencio más profundo los envolvió a ambos.
Continuara……