“Ruinas Rojas”

 

(Escrito por Federico Hernán Bravo y Foolforspike)

 

 

CAPITULO  XI

 

 

Interior.  Ruinas del Templo de Debris.  Noche

Afueras de Londres.  Inglaterra.

 

            La alta columna se resquebrajaba ante ellos cayendo estruendosamente hacia un costado.  Spike empuja a Buffy con todas sus fuerzas evitando que una parte de la misma caiga sobre ella.  Un resplandor de luz más poderoso aún se adueña del lugar.  Debris avanza hacia donde están con una sonrisa desdeñosa en sus labios.  Se oye el taconeo de sus pasos repercutir como un eco en la bóveda de la montaña.  Buffy se levanta en ese momento.

 

            -Patéticos insectos.  Osan desafiarme.  ¡A mí!  Yo soy la ruina de su mundo.

            -Y también gritas demasiado.  –dice Buffy recogiendo la guadaña-.  ¿Qué le hiciste? –pregunta sin dejar de observar detrás de ese demonio el cuerpo cautivo de Willow.

            -O ella está bien.  ¡Me gusta mi cuerpo!  –dice pasando sus manos sobre él-.  ¿Creo que haré un buen uso de él?

            -¡Ni siquiera lo intentes!  –exclama Buffy indignada caminando hacia ella.

            -¿O qué?  ¿Me golpearas con ese escarbadientes? –la interroga mirando la guadaña.

            -Haré algo mejor.  –le contesta Buffy golpeándola-.  Usaré mis puños.

 

            Buffy la golpea con todas sus fuerzas, haciéndola caer al suelo.  Debris se ríe desde el piso y acomodándose el pelo:

 

            -No estuvo mal.  Pero,… ¡haber que opinas de esto!  –le dice mientras de sus manos sale un brillo de poder que envía a Buffy contra una columna-.   Ahora me siento mejor. –agrega levantándose mientras se acomoda el cabello.

 

            Spike aprovecha el momento de distracción para golpearla, mandándola volar contra un sector del templo.  Esta se levanta furiosa y sacudiéndose el polvo.

 

            -¡Idiota!  ¡Aún no saben a quién se enfrentan!  Patético Vampiro.  –le dice enviándole una descarga de energía a Spike que lo golpea de lleno.

            -Golpeas como niña.  –se le burla Spike limpiándose la sangre que sale de su boca-.  Y tú te llamas el Portador de desgracias.  –otra descarga lo manda contra la pared.

            -Huelo tu alma desde aquí.  ¡Y apesta! –exclama Debris acercándosele con las manos en las caderas-.  Eres débil.  Un vampiro con alma.  –Spike intenta pararse, sacude su cabeza-.  Como disfrutaré sacándotela trozo a trozo.  Devorándola por completo.

            -¿Por qué no te devoras esto?  -dice Buffy arrojándole una patada en el rostro.

 

            Debris apenas se inmuta, golpeándola también ella.  Buffy trastabilla hacia atrás.

 

            -¡Buffy!  -grita Spike arrojándole la guadaña.

            Esta la toma en el aire y se prepara a enfrentar al demonio.  Lanza un par de golpes intentando no lastimar el cuerpo de su amiga, pero ve que es imposible.  Debris solo juega con ella.  Buffy la vuelve a atacar,  asestando un poderoso golpe que Debris detiene sosteniéndola por el filo.  Sus ojos brillan aún más de placer y con un brusco movimiento de sus manos rompe la hoja de la guadaña.  Empujando a Buffy lejos de ella.

 

            -¿Qué más tienen?  –le pregunta burlona, mientras avanza hacia ella-.  Esto me esta aburriendo.  –dice poniendo cara de niña traviesa-.  Esperaba más de una cazadora.  Todas esas leyendas.  Todo ese poder.  –dice con una mueca en sus labios-.  ¿Quieres poder Buffy? 

           

            Una nueva fuerza de energía es despedida del cuerpo de Debris lanzando a Spike y a

Buffy contra las paredes del templo.  Ella ríe como una posesa, alzando sus manos hacia ese cielo oculto por la montaña, mientras sus ojos se tornan más negros y brillantes.

 

            -Soy Debris portador de Desgracias.  La Ruina del mundo.  Bajo mi poder han perecido ciudades, he aniquilado a miles, millares de inútiles humanos.  –haciendo un silencio-.  Y he regresado.  Y todos templaran ante mi solo nombre.

            -¿No te cansas de hablar?  -le dice Spike golpeándola con su puño, haciéndola trastabillar-.  ¡Por qué francamente me estás aburriendo!

 

            Un nuevo golpe de energía lo lanza contra el altar, derribándolo.

 

            -¿Crees que esto me detendrá? No sabes a quién te enfrenta.  La pureza de nuestra raza lo domina todo.  En tiempos de Los Antiguos, el mundo era nuestro.  Éramos amos y señores de la vida y la muerte.  ¡La gloria era nuestra! ¡El dolor! La destrucción. –se detiene mirándolos-.  Y a ella volveremos. –y una sonrisa satánica se adueño de su rostro.

            -Te detendré.  Ya lo he hecho antes.  –dice Buffy acercándosele desafiante-.  Aunque tenga que ir al mismísimo infierno,… ¡lo haré!

            -¡Uhhhhhhh, grandes palabras!  ¿Pero no te cansas de repetirlas?  –le dice burlona-.  Soy la cazadora, la elegida, la única, bla bla bla.  No aprendiste nada todavía.  ¿Te gusta el dolor Buffy?  No hay problema.  Puedo dártelo.  –agrega golpeándola con una descarga de energía que la hace caer contra una esquina.

 

            Spike intenta golpearla, pero Debris se da vuelta mirándolo sonriente

 

            -Tú tampoco aprendes,…. William.  –le dice socarrona.  Lanzándolo hacia donde esta Buffy casi desmayada.

 

            Debris avanza como una gata, disfrutando del espectáculo que se alza sobre su rostro. Y mirando sus manos.

 

            -¡Me encanta este cuerpo!

            -Déjala en paz.  –logra murmurar Buffy limpiándose la sangre de sus labios

 

            Un destello de luz más fuerte resplandeció en las manos de Willow, mientras se acercaba hacia los cuerpos caídos de Spike y Buffy

 

            -Tengo una misión que cumplir en este mundo y no es pelear con Cazadoras.  Si no

abrir el portar para nuestra raza.  ¡O que glorioso día será ese!  Un día de sangre y masacre para beneplácito nuestro.  Que hermoso sufrimiento habrá entonces.  –y volviéndose los mira burlona-.  Pero necesito mi llave para eso. -y mirando a Buffy le pregunta-.  ¿Dónde crees que esté?  -y con una atroz carcajada se desvanece en el aire.

 

            Buffy se levanta aterrada observando a su alrededor la destrucción reinante.  Un fuerte ruido comienza a oírse proveniente del techo.  Las gruesas columnas empiezan a resquebrajarse, las paredes y el piso tiemblan, y unas grietas comienzan a formarse sobre el.  Spike la agarra por un brazo y la arrastra fuera de ese infierno, subiendo las escaleras a una velocidad increíble intentando escapar de toda esa locura.

 

            -Vamonos, pet.  –le dice llevándosela con él-.  Ya viví esta película. 

 

            Corren por minutos subiendo por la interminable escalera que cruje bajo sus pasos. Corren en una carrera que saben que van perdiendo.  Una vez afuera, la noche los recibe mansamente.  Un estruendo más profundo y sombrío se escucha provenir del interior mismo de la montaña.  Luego el silencio es más opresivo aún que todos esos escombros. 

 

…………………

 

Unos minutos antes

 

Interior.  Oficina de Giles.  Nuevo Consejo

Londres.  Inglaterra

 

            Hacia ya varias horas que Spike y Buffy habían partido.  En nerviosismo en el ambiente hería como un cuchillo.  Por más que intentaran disimularlo este residía en cada gesto de los scoobys allí presentes.  Tampoco en ese lapso de tiempo habían recibido ninguna información del grupo del Consejo que acompañaron a Willow y Roger.  Esto era lo que más inquietaba a Giles.

 

            -¿Qué horas es?  -pregunto Xander sin dejar de moverse de un lado a otro del despacho. 

            -Dos minutos más tarde que la última vez que preguntaste.  –dice Giles fastidiado-.  ¡Y por el amor de Dios Xander siéntate que me estás poniendo nervioso!

            -¿Crees que estén bien?  -pregunta Dawn desde su asiento y mirando el reloj-. Willow ya debería estar aquí. ¿Qué puede haberles pasado? –insiste mientras observa hacia la puerta.

            -Buffy no permitirá que nada malo le pase.  –le dice Xander apoyando una mano sobre el hombro de Dawn-.  Ya lo verás.

            -Esto está más allá de lo que quiera Buffy, o todos nosotros.  –comenta Giles acomodándose los anteojos-.  Estamos hablando de Los Antiguos Demonios, de seres tan perversos y poderosos que las más oscuras pesadillas te sabrían a cuentos de niños.  Hablamos de un horror más allá de las palabras. –agrega abatido Giles mientras se sienta en una silla-.  Donde todo lo que conocemos y sabemos sólo será cenizas si no los detenemos.

            -No se a ustedes, pero no me gusta como suena eso.  –comenta Andrew achicándose aún más contra el sillón en el cual se encontraba.

            -¿Y por qué Roger querría a Willow?  -pregunta Xander mientras se reclina contra un costado del la pared-.  ¿Qué es lo que buscaba?

            -Nada bueno me temo.  Ya no se que pensar, jamás imaginé esto de él.  –dice Giles pasándose una mano sobre la frente-. Los poderes con los que sus seguidores están jugando están más allá de sus manos.  Y esto es lo que me asusta.  No sabemos nada de ello, todo se perdió en el tiempo.  Los antiguos Poderes están tan lejos de nosotros ahora.  –agrega lúgubre, observando un grueso libro sobre su  escritorio.

            -¡No sigas por favor!  -exclama Andrew-.  Realmente me estoy asustando.  Tendré pesadillas esta noche.   –dice mientras mira por encima de su hombro-.  ¡Odio a Los Antiguos!

            -Si llegamos a la noche.  –comenta Dawn lúgubremente con un suspiro-.  ¿Por qué no llegan?

            -Optimismo. ¡Optimismo! ¿Recuerdan el optimismo?  Porque yo sí.  ¡Hey! ¡El chico de un ojo! ¿Quién más optimista?  -dice Xander moviendo sus manos enfatizando cada palabra.

            -Perdona que no compartamos tu entusiasmo sin sentido Xander, pero creo que las cosas son serias.  –dice Giles levantando la vista del libro-.  Y cada minuto que pasa se pone peor.  –agrega mirando el reloj que cuelga en una pared del despacho.  En donde los minuto se arrastran con la pesadez de una cadena.

 

            Todos se miran en silencio.  Cada uno se hunde en su propio mundo de soledad y miedo, mientras el monótono  tic tac del reloj ocupa todos los sonidos del ambiente.

 

            Unas corridas comienzan escucharse tras los muros en donde voces preocupadas resonaban por los pasillos.  Giles se levanta de su asiento y se dirige hacia la puerta.  La abre, en los corredores reinaba el caos y la confusión.  Varios miembros del Consejo corrían y bajaban apresuradamente por las escaleras y el pasillo.  Orden y contraorden se emitían casi al unísono.  En ese instante un hombre pasa frente a Giles.

 

            -¡Jenkins!  –dice este llamándolo.  El aludido detiene su marcha en seco 

            -¡Ah Giles! ¡Disculpa no te vi!  –le contesta dándose vuelta y acercándosele-.  ¿No viste a Roger? –le pregunta sin dejar de observar el corredor.

            -No. ¿Por qué?  -lo interroga Giles alarmado-. ¿Ocurre algo grave?  ¿Qué es todo este movimiento?  -dice mirando el incesante ir y venir de la gente por los pasillos.

            -Alguien nos esta atacando.  El escudo protector esta fallando.  –le informa Jenkins con un tono nervioso en su voz-.  Hay una orden de evacuar los pisos superiores hasta nuevo aviso.  El tratar de reconstruir nuestras defensas, y el escudo que protege al Consejo.

            -¿Y qué tiene que ver Roger con todo esto?  -le pregunta Giles que seguía sin comprender del todo lo que allí sucedía.  El otro lo mira alarmado.

            -¿Qué no lo sabías?  Roger es el encargado de su funcionamiento, por eso es imprescindible que aparezca.

            -Lo siento pero el no está. –y como midiendo sus palabras-.  Salio con Willow y un grupo del Consejo hacia unas ruinas.

            -¿Qué ruinas?  -los ojos del hombre se agrandan-. Yo no sabía nada. Esto esta fuera de sus atribuciones, hay permisos y ordenes que debemos seguir.  ¿Estas seguro?  -le pregunta mirándolo dudoso.

            -Por lo visto no soy el único que ignora todas las actividades de los miembros del Consejo, sobre todo las de Roger.  –y acomodándose los lentes-.  Parece que no estamos recibiendo toda la información que debíamos.

            -Yo, este…….

 

            Unos gritos interrumpieron su conversación. Nuevas corridas se escucharon provenientes de la planta de abajo.  Y un destello de luz envuelve por completo el lugar.  Todos cerraron los ojos cubriéndose de ese resplandor enceguecedor, cuando un estruendo mayor que ningún otro resonó sobre el edificio.

 

            -¿Qué fue eso?  -pregunta Giles mientras sus ojos lentamente tratan de acostumbrarse a la luz que cubría al pasillo.

            -Han destruido el escudo protector.  –murmura Jenkins-.  ¡Dios nos proteja!  -dice mirando a su alrededor.

 

            La puerta detrás de Giles se abre de pronto.

 

            -¿Qué sucedió?  -pregunta Xander que seguía cubriéndose su ojo-.  No es que me oponga a los juegos de luces pero este,… ¿qué?  -se detiene al observar el rostro del vigilante-.  ¿Qué dije?

            -Necesito unos anteojos.  –comenta Andrew saliendo del despacho seguido por Dawn-.  ¿Por qué corren?  -pregunta al mirar a la gente cruzar corriendo por frente de ellos-  ¿Qué estamos en un tipo de concurso de cámara oculta?  Me gustan los concursos.  Yo les dije de la vez,….

            -¡Ha entrado!  ¡Ha entrado!  ¡Que Dios nos proteja!  -dice un hombre pasando a la carrera.

            -Ok, eso sonó aterrador.  –comenta Xander sin perder de vista al hombre que ya doblaba por una esquina del pasillo-.  ¿Alguien me puede decir que demonios está pasando?

 

            Y de pronto el caos se apoderó del lugar.

 

………………..

 

En esos mismos momentos

 

En mitad de la ruta.  A bordo de un automóvil.  Noche

Afueras de Londres.  Inglaterra

 

            El automóvil vuela por la carretera.  Spike no baja la velocidad ni siquiera en las curvas.  Buffy a su lado no pierde la vista del camino, un gesto de angustia y preocupación domina todo su rostro.  El auto muerde de vez en cuando las grabas al borde del camino, derrapando en las curvas mientras los neumáticos chirrían baja las manos del vampiro.  Sus ojos se concentran en el sendero delante de su vista, agudizando su visión hasta el extremo por la velocidad a la que iban.

 

            -¡Oh Dios Spike apúrate!  -murmura Buffy a su lado

            -Es lo que hago, pet.  –dice Spike apretando con más fuerza el acelerador-.  Este armatoste no puede ir más rápido.  –agrega pegando un volantazo en una curva.  Los neumáticos vuelven a chirrían bajo la presión a lo que son sometidos, haciéndolos moverse a ambos de sus asientos hacia un costado.

 

            Mas adelante la carretera se extendía fría y distante.

 

            -Todo es mi culpa.  –comenta Buffy de repente mirándolo-.  Tuve que haberme imaginado todo esto.  Jamás me gusto ese tal Roger.  Debí haberlo estrellado contra la pared apenas lo vi. 

            -No te hagas esto Buffy.  –le dice Spike sin despegar la vista de la carretera-.  Así no eres tú.  Encontraremos la forma de solucionarlo ya lo veras.  Confía en mí.

            -¿Y si es demasiado tarde para eso?  ¿Si ya no hay forma de volver atrás?  -le pregunta tratando de contener la rabia y frustración que la embargaba.

            -Aún no lo sabremos, y por eso debemos luchar, pet.  No hay otra alternativa en esta condenada vida.  ¡Lo se creeme!  -y su voz se vuelve triste y ronca.

            -Si te creo.  –le dice mirándolo detenidamente-.  ¿Nunca te cansas verdad William? –le pregunta melancólica.

            -¿De que?  -la interroga Spike desviando por primera vez su vista del camino.

            -De luchar, de ser fuerte.  De estar parado allí en medio de todo, aunque no sepas a donde ir de todas maneras.

            -¡Así es la vida Buffy!  No se vivirla de otra forma.  –Spike se da vuelta y la observa a lo profundo de los ojos.  Ella se lo queda mirando y bajando la cabeza le dice:

            -Debemos detenerla.

            -La detendremos.  –y tomando aliento-. Dawn estará bien por el momento.  Esa cosa la necesita para abrir un portal, eso siempre requiere de horas y días determinados.  Así que no la dañará hasta entonces.  –la mira-. Son los otros lo que en realidad corren peligro, pet.

            -¡Dios!  -exclama Buffy cerrando los ojos-.  Pero, ¿pero cómo sabía de Dawn o de nosotros?

            -Debe usar los recuerdos de Willow de alguna manera.  Eso la vuelve más peligrosa de lo que ya es.  Sabe todo de nosotros a diferencia nuestra.

            -Y yo que pensé que con Glory el asunto de la llave se había terminado.  –Buffy reclina la cabeza contra la ventanilla-.  ¿Por qué ahora esto esta sucediendo de nuevo?

            -Es cuestión de sangre.  –dice Spike serio-.  La sangre es vida, es la fuente de todo.  Por eso la necesitan.  Ella le abrirá las puertas a su mundo.  Es lo que busca.

            -Para que retornen los Antiguos Demonios y dominen lo que antes era su sangriento mundo.  –murmura Buffy con el seño fruncido.  Spike asiente en silencio con su cabeza-. Y nos maten a todos en el proceso ¿verdad?

            -Si ese debe ser su plan.  –dice Spike encogiéndose de hombros-.  Les gusta fanfarronear con su poder.  Demostrar quien es el mas malo y poderoso.  No hay que ser un genio para saber que irá por un gran final.

            -Debo detenerla.  – le dice Buffy de repente-.  Pero no quiero lastimar a Willow

            -Lo se

            -Pero si no hay otra manera de hacerlo,… -tomando aliento-.  Lo tendré que hacer.  –lo mira-.  ¡Ayúdame Spike!  ¡Ayúdame por favor a que no pase!

            -¡Lo haré, luv!  ¡Lo haré!

            Se quedan en silencio mientras devoran las distancias que lo separan del Consejo y de ese horror inenarrable que se alzaba tenaz y letal sobre ellos.

           

………………..

 

En esos mismos momentos

 

En algún lugar del Nuevo Consejo.  Noche

Londres.  Inglaterra                

 

            El infierno se había desatado en todo el edificio.  Los gritos provenían de todas las direcciones.  El caos y el terror eran generalizados.  Por momentos parecía que la locura lo dominaría todo por completo, hasta poco a poco se van armando las primeras defensas.

 

            Un grupo de no más de cinco cazadoras que allí se encontraban con unos vigilantes, se dirigen a enfrentar a este nuevo enemigo que había decidido atacarlos abiertamente.  Otros mientras tanto intentaban hacer un nuevo hechizo protector, que les diera el tiempo necesario para poder enfrentarlo en igualdad de condiciones.

 

            Giles se da vuelta y mirando al resto de los scoobys

 

            -Debemos salir de aquí. –les dice mientras rompe una vitrina para tomar unas armas allí guardadas-. Todo esto es el infierno ahora.  –y entregándoselas-. Buscaremos un lugar seguro en el que poder refugiarnos.

            -¿No nos quedaremos?  -pregunta Dawn mirando todo a su alrededor-.  Buffy y Spike pueden regresar,  ¿y si no nos encuentra?

            -Tendremos que arriesgarnos.  Ellos pueden cuidarse solos.  –mirando el puñal que blandía en su mano-. El Consejo no es seguro.  ¡No ahora!  –dice Giles acomodándose luego los anteojos-.  Y esto solo es el principio me temo.

            -No quiero morir.  Soy muy joven todavía.  –se queja Andrew sosteniéndose del brazo de Xander-.  No es cool.

            -Nadie lo quiere.  –agrega Xander mirándolo de reojo-.  Y a mi brazo le gusta estar libre.  –comenta con una media sonrisa.

            -Lo siento.  –murmura Andrew avergonzado.

 

            En ese momento alguien llama a Jenkins, este lo mira y le hace una señal con la cabeza.  El hombre se queda en su lugar esperándolo.

 

            -Debo irme.  –le informa dirigiéndose hacia Giles-.  Traten de ponerse a salvo.  Es lo único que nos queda.  –y diciendo esto se marcha de su lado.

 

            Los dos hombres se quedan hablando en un rincón, de vez en cuando uno de ellos echaba miradas hacia donde estaban ellos.  El rostro de Jenkins enmudeció en el espanto, poniéndose libido de repente.  Le dedico unas palabras a su compañero y emprendió el regreso hacia donde Giles estaba.  El cual no había perdido ni un gesto de todo lo que allí ocurría.  Frunció el ceño.

 

            -¿Jenkins que sucede?  -le pregunta preocupado cuando lo ve acercarse de nuevo.

            -Willow apareció.  –dijo este clavándole la mirada

            -¿Y Buffy esta con ella?  -pregunta interesada Dawn-.  ¿Están bien todos?

            -No vino sola. –le contesta y agachando la cabeza-.  Algo malo sucedió en las ruinas, yo no se como,……..

 

            Y una vocecita tras de el lo interrumpió burlona.

 

            -¡Oh, no por favor! ¡No me arruines la sorpresa!  Si es como para morirse.  –dice caminando con las manos en la cadera y una expresión de placer en todo su rostro-.  ¡Hey chicos! ¿adivinen quien volvió?  ¡Sorpresa!  -y un destello de luz  resplandeció en sus manos.

 

            Al suelo grito Giles mientras una bola de energía surcaba en el medio del corredor.

 

            -¡Dios Willow!  ¿Qué sucedió?  -le pregunta Xander levantando la cabeza

            -Nada que soluciones con un lápiz amarillo y estúpidos discursos.  Estoy más allá de todo eso.  –dice clavándole sus ojos de carbones mientras su pelo parece más rojo bajo la luz de las lámparas.

            -Ignórala Xander.  Esa cosa no es Willow.  –le dice Giles levantándose, mientras ayuda a parase a Dawn.

            -¡Oh el Gran Giles!  ¡El de las respuestas justas! Intentando hacer siempre lo correcto.  Pobre, patético, hombrecito.  –hace dos pasos avanzando hacia ellos con una sonrisa irónica en la punta de sus labios-.  ¿No te cansas de hacer siempre lo mismo?  ¡Porque yo si de oírte!  –y una descarga de energía le da de lleno en el pecho.

            -¡Giles!  –grita Dawn corriendo hacia el cuerpo caído del vigilante-.  ¿Qué le hiciste  Willow?  ¿por qué actúas así?  -dice volviendo su rostro hacia ella, mientras trata de auxiliar al caído.

            -No es Willow.  –repite casi sin voz Giles mientras se agarra el pecho-.   Alguna cosa la esta dominando.  Y sea lo que sea,…. te detendremos.  –agrega sosteniéndose en los hombros de Dawn.

            -¡Uyy uy uy!  ¿Debo temblar?  -dice Debris poniendo sus manos como si rezara y cambiando su voz por una más profunda y casi masculina-.  No sabes quien soy.  ¡Soy Debris el portador de desgracias!  La ruina de este mundo y su muerte.  –y otro resplandor de luz más poderoso centello entre sus manos.

 

              Unos hombres aparecieron corriendo en esos momentos, llevaban consigo a un grupo de cazadoras todas armadas y listas para la pelea.  Debris los escucha venir por sus espaldas, inclina la cabeza y dándose vuelta le dice:

 

            -Y el show ha comenzado.

            -¡Estén atentas!  –grita un hombre a las chicas-.  No la dejen escapar.  ¡Mantengan sus posiciones!  ¡Firmes!  ¡Firmes!

            -¿Quién quiere huir?  -dice Debris dirigiéndose al grupo-.  ¿Y saben qué?  ¡Creo que llego la hora de tomar un nuevo bocado!   -su roja cabellera se mueve sobre sus hombros-. ¡Me muero de hambre!

            -¡Richard noooo!  –le grita Giles-.  ¡Haz que se vayan!  ¡Retrocedan! ¡Huyan!  –les dice desesperado.

            -Demasiado tarde.  –agrega con un tono profundo y casi gutural Debris.

 

            Y con una fuerza invisible, levanta por el aire a dos de los vigilantes que tiene más cerca.  Estos se retuercen gritando de dolor mientras se van secando de adentro hacia fuera, hasta quedar reducidos a un polvo negro sobre el piso del pasillo.  Los demás retroceden aterrorizados ante tan macabro espectáculo.

 

            -Eso era lo que necesitaba.  –dice Debris complacida y su piel se torna más blanco y los ojos brillan como carbones encendidos-.  Y ahora vamos por el postre.  –agrega mientras sus tacos resuenan por todo el corredor, cuando camina hacia el grupo de cazadoras que la miran asustadas.

 

            El terror es absoluto.  Siente a sus espíritus doblegarse por un momento pero como si tomaran valor de repente comienzan el ataque. Una de ellas le tira un puñal que Debris desvía con su mano.  Los golpes, y patadas que recibe parecen ni siquiera inmutarla.  Es mas se ríe ante los intentos de las cazadoras en lastimarla.  Y es cuando Debris sostiene el brazo de una de las chicas que en esos momentos intentaba golpearla y doblándoselo se lo  quiebra, mientras con su otra mano lanza una descarga de energía contra el grupo.  Dos cazadoras caen mortalmente heridas.

 

            -Me aburren.  -dice y soltando a su victima que grita de dolor-.  Ahora conocerán el verdadero sufrimiento  -y todo su cuerpo se enciende y una luz casi transparente las envuelve.  Los gritos se adueñan del lugar, y cuando terminan solo montículo renegrido son el testimonio de las vidas que antes allí había.

 

            Giles aprovecha el momento de distracción para arrastrar al resto de los scoobys fuera de ese infierno.  Debris se da vuelta y mirándolo burlona.

 

            -¡Aún no!  –le dice-.  Necesito mi llave.  ¿Sabes donde puedo conseguirla?  -agrega con una atroz carcajada.  Dawn abre los ojos aterrada.

            -¡Giles no!  -logra articular apenas Dawn.

            -Ni lo intentes.  –le dice Giles desafiante mientras le lanza un puñal que se clava en el hombro de Willow.  Esta mira como su sangre comienza a correr por la herida.  Y sacándose el puñal lo observa detenidamente-.  Eso no fue amable de tu parte.  –agrega arrojándoselo.  Giles se agacha al tiempo que este le pasa rozando por su cabeza.

            -¡Corran!  –grita de repente-.  ¡Corran!

 

            Y todos emprenden una salvaje huida por el corredor hacia las escaleras.  Tras sus espaldas Debris esboza una sonrisa y pasando su mano por sobre la herida la cierra de repente.  Giles, seguido por Dawn, Xander y Andrew bajan agitados por los escalones sin ni siquiera mirar atrás.  No se atreven,  solo los ecos de sus pasos por la escalera y el martilleo de su corazón llenan su mundo. Y es cuando están por llegar al descanso que Debris se les materializa frente a ellos.

 

            -No, no, no.  Chicos malos.  El juego no se termino todavía.  –y en sus manos reluce una bola de energía-.  Vamos a jugar.  ¡Juguemos!  –dice sonriente

            -Y vas a perder.  –le dice una voz tras sus espaldas.

 

            Buffy y Spike están en medio de la sala ambos sosteniendo espadas mirándola desafiante.  Debris inclina la cabeza y sus ojos brillan de placer.

 

            -¡Oh como disfrutaré todo esto!

 

Continuará…………….

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