“Ruinas Rojas”

 

(Escrito por Federico Hernán Bravo y Foolforspike)

 

 

CAPITULO XIII

 

 

Interior Camarote de Buffy.  Barco de Lawson.  Horas después

Océano Atlántico

 

            El silencio en el barco era total, mecido apenas por la suave brisa y el fluir constante de las aguas que lo guiaban a su destino.  Una tenue luz se proyectaba por la puerta cerrada al interior proveniente del pasillo.  Por la claraboya los rayos de luna entraban besando de tanto en tanto los dos cuerpos dormidos.

 

            Buffy se hallaba recostada contra el pecho de Spike que la abrazada entre sus brazos.  Las blancas sabanas cubrían por parte sus cuerpos.  Un rayo de luz ilumino en un momento el rostro del vampiro despertándolo.  Al principio no podía recordar en donde estaba.  Miro a su alrededor en desconcierto, hasta que sintió el calido cuerpo sobre el suyo que inmortalizó todo lo vivido esa noche.  Buffy se movía en su sueño, deslizando su mejilla sobre el torso de Spike.  El cual sonrío al ver el rostro de ella iluminado por la luna.  Y acercándose aún más sus labios se perdieron en su pelo mientras con su mano movía los cabellos que cubrían la cara de Buffy.  Los ojos de ella se abrieron encontrándose con los suyos, y sonriéndole.

 

            -Hola.  –dijo Buffy como en un susurro y mirando sobre su hombro-.  ¿Qué hora es?

            -Aún no amanece.  –le contesta Spike observando el cielo-.  Falta más de una hora todavía.

            -Genial.  –dijo Buffy acurrucándose aún contra su pecho-.  ¿Qué haremos ahora?  -le pregunto después de un tiempo.

            -¿Sobre qué? –la miro interrogante

            -Sobre todo.  –y levantando el rostro-.  No podremos huir para siempre.  ¡Ya no se que hacer Spike!  –se vuelve acostar-.  Todo esto es más de lo que puedo soportar.

            -Eres fuerte Buffy.  Eres una guerrera, encontrarás la forma….

            -La encontraremos.  –le dice completando su frase.  Spike la mira con ternura.

            -Lo haremos.  –y acariciándole el brazo con su mano-.  No tienen por que saberlo.  –le dice con un extraño tono de voz que hace que Buffy levante su mirada.

            -¿Qué?

            -Lo de ahora,  lo que sucedió entre nosotros.  Ellos,… ellos no necesitan más sangrientas imágenes en su cabeza.  –la mira-.  ¡Creeme es lo mejor!

 

            Buffy se queda en silencio por un momento a su lado Spike mira las sombras que se van perdiendo entre las luces a medida que va amaneciendo.

 

            -Estas equivocado.  –murmura Buffy rompiendo el silencio

            -No sería la primera vez, pet.  –le dice Spike inclinando la cabeza-.  No hagas esto por lástima o agradecimiento.  Solo fue un poco de frió confort de vampiro.

            -No lo hago por eso,… -tomando aliento-.  Después de todo lo que vivimos, de las cosas que,… que hicimos.  Yo, yo no volvería de nuevo atrás Spike.  –lo mira-.  Te necesito, aquí conmigo,…

            -¡Buffy!  –Tomándole el rostro-.  No te pido nada que no quieras darme.  Te amo.  Y no importa las bloody razones que ponga para ello.  Nada cambiará eso. –acariciando su mejilla-.   No es sobre lo que yo quiera o desee.  Ni si es lo correcto o no.  ¡Es sobre ti!  –y mirándola-.  Sobre lo que realmente quieres, luv.

            -A ti.  –dice Buffy apenas audible-.  Te quiero a ti,… William.

 

            El rostro de Spike se transforma en la revelación.  Sus ojos brillan con un fulgor inusitado mientras la mano de Buffy rosa su cara.

 

            -Te amo.  –le repite en un susurro.  Al tiempo que sus labios se confunden con lo suyos-.  Es de lo único que estoy segura.

 

            Una gruesa lágrima desciende por la mejilla de Spike.  Mientras los labios de Buffy lavan todas las heridas que estuvieron abiertas tanto tiempo.  Afuera la luna brilla magnifica en el firmamento besando y cubriendo con sus besos de plata las dos figuras que se confunden en el camarote.

 

………………..

 

Interior.  Comedor del barco de Lawson.  Tarde

Muelle de Boston.  E.E.U.U

 

            El barco pesquero había atracado hace pocas horas en el muelle de la bahía de Boston.  Los scoobys estaban todos reunidos, esperando que llegara el atardecer para poder desembarcar.  Pasaban el tiempo jugando al poker.  En realidad intentando hacerlo para fastidio de Spike, que había desistido por completo.  Levantándose y yéndose a sentar hacia donde estaba Buffy.  Xander lo mira de reojo alejarse, sin antes mover la cabeza negativamente.

 

            -¿En qué piensas, pet?  -le pregunta Spike a Buffy una vez a su lado.

            -En Giles.  –le dice con un dejo de tristeza en su voz-.  Me parece todo tan irreal.  Aún creo que aparecerá por esa puerta en cualquier momento.  Que es solo un mal sueño.  Pero, se que es mentira y ¡odio eso!  –tomando aliento-.  ¡Debemos detenerla Spike!  No permitiré que dañe a nadie más.  ¡A nadie!

            -No la dejaré.  –le dice Spike serio-.  Pero primero debemos buscar un lugar en donde esconderlos.  –dice señalando hacia una esquina en donde estaban Andrew, Dawn y Xander-.  Ella vendrá por la pequeña en cuando tenga la primera oportunidad, y debemos estar preparados Buffy.

            -Si.  Pero no conocemos nada de ella, además de que es un Antiguo.  –se muerde el labio-. El consejo ya no existe y yo no se donde buscar….

            -Esta Ángel.  –dice Spike interrumpiéndola-. Y no es que me guste reconocerlo, pero Wesley habló de que manejan mucha información demoníaca.  Supongo que serán de ayuda.

            -¿Y esto no tiene nada que ver con presumir ante él sobre lo nuestro?

            -No, claro que no. No. –y revoleando los ojos-.  Bueno, tal vez un poco.  Pero necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir amor.

            -Si lo se Spike. –le dice Buffy pensativa

            En una esquina de la habitación Andrew se movía incomodo en su asiento.  Dawn lo mira levantando una ceja.

 

            -¿Qué pasa?  -le pregunta

            -Tengo miedo.  ¡No quiero morir!

            -¡Bienvenido al club!  -comenta Xander-. Y creo que es unánime.

            -Ya no soy malo.  Pero, pero cuando la vi era como si todo regresara de vuelta. Como si Jonathan aún,... –su voz se quiebra y dejando las cartas-.  Además no entiendo este estúpido juego.

            -Esta bien Andrew.  –le dice Dawn intentando calmarlo-.  Todos estamos asustados. Pero yo tengo las cartas ganadoras.  –y dejándolas sobre la mesa-.  ¡Hey!  Soy la llave.  ¡Wow por mí!  –sus ojos se oscurecen.

            -Nada malo te pasará Dawnnie. –le dice Xander tomando una de sus manos.

            -¡Si claro!  ¡Como si pudieras hacer algo al respecto!  –exclama frunciendo sus labios y al mirar la expresión en su rostro-.  Yo, yo lo siente no quise decir eso.  Lo siento.

            -Si esta bien, entiendo.  –y agarrando las cartas y volviendo a barajarlas-.  Vamos chicos no se rindan, yo les enseñaré.

            -¿Podemos ponernos nombres claves?  –pregunta Andrew suspirando mientras toma la barajas que Xander le reparte.

            -Es poker.  –le dice este moviendo su cabeza.

            -No se supone que es de a dos o cuatro.  –comenta Dawn recogiendo las suyas.

            -Yeap.  –dice Xander bajando la cabeza y mirando a Andrew un segundo después-. ¿Qué nombre querías?

 

            Y si pasan las horas.  Intentando sobrevivir a los temores que de vez en cuando pretenden gobernarlos.  Buscando una esperanza que los mantenga unidos y los salve de todo ese horror que estaban viviendo.  Simplemente buscando.

 

………………..

 

Interior.  Hall de un Hotel.  Noche

Boston  E.E.U.U.

 

            Todos miraban el hotel en que se encontraban.  No era precisamente el Hilton, más bien distaba mucho de tener alguna vez una estrella en su puerta.   Ellos habían llegado hasta ese hotelucho de mala muerte huyendo de Debris.  Necesitaban ocultarse por un tiempo hasta poder tener algún plan, que le permitiera poder hacerle frente y detenerla.  Las cosa jamás habían estado más oscura que hasta ese momento.

 

            El conserje los mira bostezando estruendosamente.  Esperando a que se decidieran a pedir una habitación.  De vez en cuando dirige una hojeada a la televisión que tiene colocada en un extremo del mostrador. La señal se va. Y una puteada seguida por un manotazo, hace que vuelva la imagen que iba y venia mientras intentaba sintonizar un partido de Fútbol Americano.

 

            -Genial.  –dice cuando vuelve la imagen medio borrosa y mirándolos-.  ¿Van a querer una habitación o qué?

            Spike mira a Buffy y acercándose observa el tablero con las llaves colocadas a la espalda del hombre.

 

            -No veo mucha solicitud amigo.  –y frunciendo sus labios-.  Pero si, necesitamos un par de habitaciones.

            -¿Cuántas pregunta?  -mirando al grupo con una torva sonrisa.

            -Tres.  –le responde Buffy acercándosele-.  Y en el mismo piso.  –agrega a continuación.

            -Tres. ¿Por qué tres?  –le pregunta Xander en un susurro a Buffy

 

            Atrás el hombre se bajo de su asiento y dirigiéndose al tablero selecciona las llaves. Y sacudiéndole el polvo con un soplido vuelve hacia donde estaban ellos.

 

            -Aquí tienen.  –le dice depositándolas en el mostrador-.  Segundo piso a la izquierda.  5B, 8B y 9B.  ¿Por cuánto tiempo? –le pregunta abriendo un libro.

            -No lo sabemos.  Pagaremos por tres días por ahora.  –le dice Buffy entregándole unos billetes.  Este los mira y  guardándolos en el cajón.

            -Es por ahí.  -les dice señalando una escalera-.  El ascensor no funciona.  –agrega a continuación.

            -¡Que sorpresa!  -exclama Xander tomando las llaves

            -¡Un momento!  –los llama el conserje-. Necesito sus nombres  para el registro. –les dice señalándole el grueso libro abierto

            -Encargate por favor Xander.  –le pide Buffy y acercándose a Spike  se quedan charlando un momento.  Xander mueve la cabeza y con un suspiro le da los nombres al hombre para su registro.

 

            Minutos más tarde ascienden por las escaleras y abren las puertas de los cuartos.  La primera era una habitación doble con dos camas a cada costado.

 

            -Quiero esta. –dice Andrew apenas la ve-. La mía es la de la ventana. –agrega mirando a Xander.

            -¿Por qué yo? –pregunta con un suspiro

            -¿Quieres dormir con Spike?  -lo interroga Dawn sonriente.

            -Nop.  Creo que me quedo con esta. –dice tomando la llave.

 

            La siguiente era una habitación simple que se encontraba en frente de la Xander y Andrew.  Dawn la mira y dándose vuelta toma la llave y dice.

 

            -Supongo que esta es mía. –dice observándola críticamente-.  No esta mal.  Por lo menos está limpia.           

            -Gracias.  –le dice Buffy acariciándole el rostro.  Y con un amplio suspiro se dirige hacia el último cuarto.  Atrás de ella Spike la sigue.

 

            Los otros se quedan mirando entre ellos.  Dawn se encoge de hombros y tomando el brazo de Xander le susurra.

 

            -Está bien por mí.  –el se da vuelta y la mira.

            -No haré una fiesta por esto.  Aún sigo pensando que es un gran,… gran error.  Pero los dejaré en paz. –y con un suspiro-.  Primero Willow, luego Giles y ahora Buffy y Spike. Me muero por saber lo que sigue.

            -¡Jamás vuelvas a decir eso!  –dice Dawn abriendo los ojos de par en par-.  Siempre que alguien dice eso algo malo sucede.

            -Sip.  –afirma Andrew con un asentimiento de su cabeza-. ¿Crees que los escuchemos desde aquí?  -dice mirando hacia un extremo del pasillo.

            -¿Escuchar qué?  -pregunta Dawn frunciendo el entrecejo

            -Ruiditos nocturnos.  –dice Andrew ruborizándose.

            -Ewwwww. –exclama Dawn

            -Tenías que mencionarlo.  ¡Tenías que hacerlo! –dice Xander y moviendo sus manos en frente de su cara-. ¡Fuera imágenes!  ¡Fuera imágenes!  Mente libre, mente libre. –y mirando a Andrew-.  No funciona.  –lo agarra del brazo y tirando de él-. Vámonos.

 

            Dawn ríe mientras lo ve irse y cerrando la puerta detrás de ella se dirige a la ventana.  Y abriéndola se queda contemplando la ciudad que se extiende bajo su vista.

 

………………..

 

Interior habitación Spike y Buffy.  Viejo hotel.  Noche

Boston   E.E.U.U.

 

            Spike se encontraba recostado contra la ventana, miraba fumando distraídamente un 

cigarrillo.  Buffy se le acerca por atrás y pasando su brazo por su cintura se apoya contra él. Lo mira por un instante y levantando una ceja

 

            -¿En que piensas?

            Spike no le responde inmediatamente y tomando otra bocanada.

            -Solo recordaba viejos tiempos.  –le dice mirándola-. Las cosas no han cambiado mucho desde la última vez que estuve aquí.

            -¿Ya estuviste aquí?  ¿Y cuando fue eso?  Digo, si quieres contarme.

            -Fue en la década del 60.  Dru y yo, pasamos un tiempo por esta ciudad.  –se detiene al ver el rostro de Buffy-.  Ya te dije vieja historia.

            -Si entiendo. –dice Buffy con una media sonrisa y mirando a su alrededor-. Supongo que no en este hotel.

            -No.  –dice Spike mirándola sonriente

            -Genial. ¿Y qué hicieron la loca de Drusilla y tú?  -hace una pausa-.  No es que me interese

            -No.  Ya veo, pet.  –e inclinando la cabeza-. Tomare esto como celos.

            -¿Yo? Celosa de esa.  No.  –haciendo un gesto con sus labios al tiempo que mueve su cabeza-. ¡Claro que no!  ¿Por qué lo estaría?

            -Nada de que preocuparte.  Tú sabes quién ocupa mi corazón, luv.  –le dice besando su frente.

            -Si lo sé.  –Buffy sonríe mirándolo-. Pero,... ¿qué hicieron ustedes?  Además de todas esas cosas de vampiro que no quiero saber.  –Spike sonríe entre dientes y aspirando una vez más de su cigarrillo.

            -En ese tiempo buscábamos diversión.   Y  Boston  era ciudad  como  cualquier  otra

para un par de vampiros.  Teníamos lo que queríamos.  Todas esas personas a nuestra disposición, los mejores hoteles y la sangrienta diversión.  –hace un silencio exhalando una bocanada de humo-.  Fue bueno mientras duro.  Pensamos en pasar un tiempo más por aquí y luego movernos.  Entonces empezaron todos esos rumores, había miedo en las calles. 

            -¿Rumores?  ¿Qué clase de rumores?

            -No de eso que salen en los periódicos, pet.  –le dice mirándola a los ojos-. Sino de los que se deslizaban en las calles, en los bares de demonios.  Se comentaba que algo los estaba matando a demonios y vampiros.  El miedo se percibía en el ambiente.  Y para mí y Dru eso era un afrodisíaco.  –sonríe-.  Y decidimos quedarnos.

            -Eso suena sensato.  –dice Buffy levantando las cejas-.  Me imagino que la idea fue de Drusilla.

            -Mas bien de sus visiones.  Ella, ella era buena en eso.  –Spike mira por la ventana-. Siempre hablaba con la luna me decía que le susurraba cosas al oído.  Que le mostraba imágenes más allá de este mundo.

            -¡La guía ideal!  -exclama socarronamente Buffy-.  ¿Y quién era ese gran malo que decidió matar vampiros?

            -Un inmortal.  Fue la primera vez que oí hablar de él.

            -¿Y qué era?  ¿Una especie de demonio o algo parecido?

            -Hay de todas clases, luv.  Pero este era un hombre. –el gira la cabeza para mirarla-. Una especie de justiciero.  Ya sabes como a las personas les gusta presumir con eso.

            -Y tú decidiste crear una leyenda.

            -Esa era la sangrienta idea.  –dice Spike aplastando la colilla contra el marco inferior de la ventana-.  Una sola pelea, cuerpo a cuerpo, golpe a golpe.  Sabía que no tenía todas las cartas conmigo, pero iba a ser una buena lucha.

            -¿Y qué paso?  Obviamente no te mato.  –dice Buffy mirándolo-. ¿Qué sucedió entonces?

            -Una noche nos enfrentamos.  Peleamos durantes hora, estuvo a punto de matarme un par de veces, pero no lo consiguió. En un momento en el medio de una batalla, las columnas que sostenían la mampostería de la casa cayeron sobre el sepultándolo.  Por minutos el polvo cubrió el ambiente.  No se podía percibir nada a nuestro alrededor.  Dru estaba extasiada, sus ojos brillaban de placer.  Nos quedamos esperando por un tiempo pero ningún sonido provenía de esa torre de escombros.  Luego nos fuimos. 

            -Pero no se supone que no puede morir.  –pregunta Buffy frunciendo el cejo.  Spike se encoge de hombros.

            -Supongo que habrá estado inconsciente bajo esa pila de rocas por un buen rato.  –tomando aliento-. El tiene todo el tiempo del mundo, pet.  Tal vez le llevo horas o quizás días salir de allí.  Pero lo hizo.  –vuelve a mirar hacia las sombras-. Con el correr de los años, a veces se oían rumores en el submundo, de un hombre que no muere recorriendo las calles haciendo una especie de justicia.  Estos se perdían por un tiempo y luego volvían a renacer con más fuerza.  Con los años se convirtió en leyenda.  Y ya sabes de lo que dicen de las leyendas.

            -Que nunca mueren

            -Yeap.

 

            Y lo dos se quedan en silencio contemplando la ciudad.  Sintiendo el paso de los años implacables de distancia.  Y a un hombre sumido en ese olvido perpetuo del tiempo sin retorno.   

………………..

 

Tres días después

 

Exterior.  Por unas calles solitarias.  Noche

Boston  E.E.U.U.

 

            Hace rato que recorrían las calles a esas horas casi desiertas.  La ciudad dormitaba un sueño perdido envuelta en esa tranquilidad que precede a la tormenta.  Una suave brisa comienza a colarse por los callejones, a medida que se van alejando de los lugares más poblados.  A pocos metros de donde estaban un amplio parque se extendía cubriendo parte del horizonte.

 

            Spike y Buffy empiezan a recorrerlo observándolo con curiosidad.  No habría pasado un par de minutos, que sienten unos ruidos provenientes de entre unos matorrales no lejos de ellos.  Ambos se miran dirigiéndose a averiguar que estaba sucediendo.  Y antes de llegar al sitio, se ven rodeados por un grupo de vampiros que los observan sonrientes, los cuales comienzan a rodearlos.  Buffy y Spike se ponen espalda contra espalda para enfrentarlos.  La cazadora saca de su saco un par de estacas y dándole una al vampiro los esperan en medio del claro del parque.

 

            Y la batalla se inicia.  Spike se enfrenta como a dos de estos vampiros al mismo tiempo, lo mismo que Buffy mientras otros tres más adelante miran sonrientes.  Por momentos solo se oyen los golpes de puños y patadas que se profieren.  Dos de ellos son convertidos en polvo rápidamente.  Esto solo provoca el enojo de sus compañeros que atacan con más saña a la pareja.  Buffy patea a uno haciéndolo volar contra unos arbustos. Cuando se le acerca este la recibe con un golpe que ella detiene con su brazo, mientras con el otro le clava la estaca en el corazón.  Spike a su vez, le da un fuerte puñetazo a su contrincante mandándolo contra unas cercas que por poco lo atraviesan.  Y cuando esta por levantarse lo último que ve, es la imagen del vampiro enterrando un pedazo de verja contra su pecho.  Un gris polvo domina el ambiente.

 

            Y en el momento en que se disponían a combatir contra el resto de los vampiros.  Un misterioso joven rubio muy apuesto, de cabellos largos y con una espada afilada en mano aparece y los ayuda.  De inmediato ataca a uno de los vampiros que tenía más cerca y haciendo uso de su espada le corta la cabeza.  Sin siquiera inmutarse sigue peleando contra otro de ellos.  Buffy reacciona a su vez y ataca desasiéndose de un nuevo vampiro.  El hombre sigue como una máquina perfecta de matar.  Decapitando cabezas, dando certeros golpes sin preocuparse por protegerse o ser herido.  Y cuando ya no hay oponentes a quienes liquidar se da vuelta y se los queda observando.  Una profunda arruga se dibuja en su rostro.

 

            Spike que hasta ese momento se había mantenido entre las sombras se acerca, y con paso resuelto se coloca entre el misterioso recién llegado y Buffy. Y frunciendo sus labios le dice.

 

            -Nos volvemos a ver,…   Inmortal.     -y  transformando su cara  se prepara  a luchar

contra él.  El otro hombre blande su espada moviéndola en frente suyo listo para la batalla.

            -No has cambiado nada Spike.  –le dice con un tono seco en la voz.

 

            Buffy no comprendía del todo lo que estaba sucediendo.  Pero las palabras de Spike golpearon con nitidez en sus oídos, y ante de que fuera demasiado tarde se interpone entre los dos para evitar una masacre.

 

            -¿Quién eres?  -le pregunta Buffy mirándolo desafiante

            -Sal del medio muchacha.  –le dice la voz calmada del hombre-.  Si no quieres morir. 

            -No lo haré.  –dice tomando una posición de pelea.

            -Déjalo pet.  –la interrumpe desde atrás la voz de Spike-.  Yo puedo con él.

            -Nadie peleará con nadie.  –dice Buffy sería-.  A no ser que me respondas lo que quiero saber.  –agrega mirando al alto hombre.

            -Una humana defendiendo un vampiro.  ¡Jamás pensé ver eso!  –le dice acercándosele-.  No quiero hacerte daño.  Será mejor que te vallas.

            -Pierdes tu tiempo amigo.  –le dice Spike con una media sonrisa-.  No sabes lo testaruda que Buffy puede ser. 

            El  joven guerrero al oír el nombre de la chica se detiene y observándola de pies a cabeza pregunta.

            -¿Tú eres Buffy?

            -Si ¿por qué?

            -He escuchados muchas cosas de ti.  Te imaginé de otra forma.  Pero nunca pensé que defendías a asesinos.  –dice señalando a Spike -. Y menos a un vampiro como ese.

            -El es diferente ahora.  Spike tiene alma.  –agrega de inmediato Buffy-.  Y aún no me dices tu nombre.

            -Todos me llaman El Inmortal.  ¿Cuál es la diferencia?  -y mirándolos serio-. ¿Qué hacen Boston La Elegida y  William el sangriento?

            -Esta no es tu maldita ciudad. ¿Cuando vas a entender eso?  –le dice Spike acercándosele.

            -¡Spike!  –lo detiene Buffy-.  ¡Ahora no es el tiempo!

 

            Y dándose vuelta le explica al extraño hombre porque están allí, y los sucesos de esos últimos días que los habían llevado hasta este lugar.  También le habla sobre Spike y la nueva situación en la que se encontraba el vampiro.  Para disgusto de los dos que se miraban recelosos.

 

            -¿Así que se supone que ahora luchas por las causas justas?  –le pregunta clavándole sus ojos como de hielo

            -Es lo que dicen.  –dice Spike encogiéndose de hombros-.  No hago un gran desfile por ello.

 

            El hombre frunce el ceño observándolo de reojo y bajando su espada le dice

            -Les creeré por el momento.  –se da vuelta y mirando hacia las sombras-  Se hace tarde deben irse.

 

            -No estoy muy acostumbrada a obedecer.  –le dice Buffy cruzando sus brazos.

            -Ni a seguir reglas por lo que veo.  ¡Esta bien!  –agrega después de un rato y acercándosele le entrega a Buffy un papel-.  Los espero a todos mañana en mi mansión.

            -¿Qué?  -pregunta Buffy sorprendida mirando la tarjeta entre sus dedos

            -Tal vez necesite su ayuda.  –le dice de repente-.  Confiare en ustedes

            -Esta bien allí estaremos.  –le responde Buffy

 

            Este hace una leve inclinación con su cabeza y se aleja perdiéndose entre las sombras.

            -¿Mansión? –pregunta Spike mientras lo ve alejarse.

            -Así parece.  –le dice Buffy mostrándole el papel

            -No es que quiera sonar desconfiado Buffy, pero por qué un inmortal necesitaría nuestra ayuda.

            -¡Hey! ¡Somos buenos ayudando!  O tal vez solo sea eso, una reunión informal.  –dice Buffy.  Spike frunce sus labios al tiempo que levanta sus cejas-.  O tal vez una entupida trampa.

            -Eso suena más lógico amor.  –y moviendo su cabeza-.  Pero aún no veo su estilo en todo esto. 

            -Mañana lo sabremos.  –dice Buffy encogiéndose de hombros mientras guarda el papel en el interior de su abrigo.

 

            Y tomando el brazo de Spike emprenden el regreso hacia el hotel.  Unos ojos ocultos en las tinieblas, no han perdido detalle de lo que allí sucede.  Su puño se aferra aún más sobre el mango de la espada, y dándose vuelta se pierde en la distancia.

 

………………..

 

Interior comedor.  Mansión del Inmortal.  Noche

Boston  E.E.U.U.

 

            Todos miran asombrados el esplendor que los rodeaba.  La mansión era una de las más antiguas y mejor conservadas de todo Boston.  En cada detalle de la misma hablaba de una opulencia y de un gusto que los dejaba mudos.  Los esplendidos muebles, las magnificas arañas que brillaban como diamantes sobre los techos.  La escalera de mármol que dominaba toda la sala.  Las pinturas y cada detalle relucían a lujo y distancia, de una época la pérdida en los recuerdos.

 

            Un hombre en ese momento baja por las escaleras.  De porte imponente como un guerrero vikingo, llevaba su largo cabello rubio atado en una cola.  Su rostro parecía más frío e impersonal bajo las luces de la sala.

 

            -Me alegro de que hallan venido.  –dijo con un tono amable pero distante en su voz-Por aquí por favor.  –señala con su mano-.  La cena está lista.  -y abriendo una puerta, les mostró una amplia mesa en donde una abundante cantidad de comida se hallaba dispuesta.

 

            Los Scoobys no salían de su asombro ante tanta opulencia y la extraña personalidad de su anfitrión.  Una vez ubicados en la mesa y presentados el resto ante el hombre.  Buffy intento romper el hielo.

            -Esto se ve estupendo.  –dice señalando los manjares allí presentes-.  Y, y no es que quiera sonar grosera pero,… me gustaría saber el ¿por qué de todo esto?

            -Entiendo.  –le dice este con un asentimiento de cabeza-.  Pero antes déjenme contarles mi historia.  Después ustedes juzgarán….

 

            Y esta es la historia del Inmortal  tal como él la contó:

 

            Mi  verdadero nombre es Marius.  Nací en la Roma Imperial, en la Edad Antigua. Mi padre era de origen germano, pero estábamos bajo la tolerancia del César, y pude acceder a los altos privilegios de los hombres libres.  En ese tiempo le debíamos lealtad al emperador y a nuestro imperio.  Yo buscaba el honor y la gloria en el campo de batalla.   Pelee muchas guerras, perdí algunas y gane otras.  La muerte, el dolor, la ambición, la nobleza, la bajeza  y el valor se mezclaban ante mis ojos como las fragancias de un mercado de especies.  Y yo aprendí a vivir con ello.  Serví por mucho tiempo como soldado bajo el mando del Emperador Augusto. Estábamos construyendo un nuevo mundo, a espada y sangre.  Ese era el precio que debíamos pagar y yo lo había aceptado.

 

            Los años pasaban como hojas frente a mí, y cada nuevo amanecer solo me recordaba lo lejos que estaba de mis sueños de juventud.  Y un día, en una batalla cualquiera que ya no recuerdo fui herido de muerte.  Por largas tres lunas, combatí esta pelea con la muerte en la que ya había perdido todas las esperanza.  Hasta que una noche, llegó al campamento en donde me encontraba agonizando, un viejo hechicero egipcio llamado Tak-Nek.  Jamás supe lo que vio en mí.  Tal vez el deseo entupido de no morir que me mantenía aferrado todavía a este mundo.  Y el se apiado de mí, eligiéndome.  Esa noche con la ayuda de uno de sus sirvientes, me saco a escondidas de mi lecho de muerte.  Y llevándome con el a una gruta secreta en las entrañas de una montaña.   Me  salvo la vida, dándole a beber un misterioso elixir mágico que curo mis heridas y me dio la inmortalidad.

 

            Jamás es cielo fue más azul que ese día, ni el sabor del agua fue tan refrescante.  Nunca supe como agradecerle al hechicero por lo que había hecho.  Solo recuerdo que me sonrió, con una sonrisa triste en lo profundo de sus ojos.  Y me dijo unas palabras que me persiguen a través del tiempo.  Que antes que las hojas de un solo árbol se extingan por completo, yo me arrepentiré del regalo que me había hecho.  Y maldeciré su recuerdo.  Reí como un poseso ante sus palabras.  Palmee sus hombros y le juré que jamás mis ojos llegarían a ver ese día.  El solo se limito a darme otra de sus extrañas sonrisas.  Y se marcho como había llegado.

 

            Pasaron las décadas, las centurias, los milenios.  Y  sus palabras se volvieron duras y frías como el acero.  Mordiendo cada nuevo año más en mi memoria.  Y era este tiempo del que ahora disponía, el que se me antojaba como una cadena encendida entre mis manos.  Y odie su recuerdo y maldije su nombre.  Desee morir mil veces,  pero la muerte se escapaba de mi como un leproso.   Prisionero de esta soledad sin olvido, deambule mucho tiempo por el mundo buscando un descanso que se me estaba prohibido.

 

            Y esta es mi historia, mi destino.  Condenado a vagar por siempre en la Tierra, decidí  tomar la senda de la Justicia.  Buscar de nuevo el honor y la gloria en la batalla. Después de todo, que más podía ser.  Y esto es lo que subsiste del hombre que una vez fui.  Solo tengo una misión en este mundo y es luchar.  Es lo único que queda.

 

            Y  el inmortal calló  y  un  silencio espectral y  sombrío  descendió como  una niebla

 helada sobre todos ellos.

            Andrew se atragantó con la comida y Xander tuvo que golpearle la espalda para que pudiera respirar.

 

            -Todos tenemos que pagar un precio.  –dice Spike cortando el silencio.         

            -Si un precio.   –repite Marius mirándolo-.    El tuyo es el alma.  El mío la eternidad-

¡La vida es irónica a veces!  Pero no los invité solo para hablar de mí.  –y tomando una copa de vino entre sus manos, se queda mirando el liquido que baila en su interior-.  Ustedes son campeones ahora.  –le dice a continuación mirando a Spike a Buffy-.  Y eso es lo que necesito.

            -No es así como trabajamos.  –le contesta Buffy con el ceño fruncido-.  ¿Quieres nuestra ayuda?  Ayudamos.  No cobramos por eso.

            Este le dedica una extraña sonrisa. 

            -Jamás espere otra cosa de ti, Buffy.  ¿Supongo que eso incluye a Spike?  –dice mirándolo con esos ojos que lo vieron todo.

            -Donde valla la chica voy yo.  –le contesta encendiendo un cigarrillo.

            -Nosotros también.  –dice Dawn mirándolo

            -Ni lo sueñes.  –la corta Buffy de inmediato-.  No creo que sea bueno buscarte nuevos problemas Dawnnie.

            -Yo, este…

            -Ya la oíste, pet.  –le dice Spike-.  Mantente alejada de los problemas mientras pueda.

            -Genial.  ¡Ahora los dos se pusieron de acuerdo en fastidiarme! –exclama Dawn moviendo la cabeza-.  Creo que sacaré mi apoyo a esa cosa que ahora tienen.

            -Ejem,… -carraspea Xander indicando con su cabeza al otro hombre.

            -Ups.  –dice Dawn bajando la cabeza avergonzada.

            -Creo que tu hermana tiene razón.  –dice la voz fría de Marius-.  El Conde Lucius Drake es realmente peligroso

            -¿Y quién es ese conde?  -pregunta Andrew mientras come un bocado de comida.

            -Un despreciable brujo que ha robado cierta reliquia de incalculable valor.  Necesitamos recuperarla antes de que sea demasiado tarde.  –y asiendo una pausa-.  Yo sabe recompensarlos por ello.  –y haciendo un gesto con su mano-.  Antes que me digan nada.  No hablo de dinero sino de información.  Puedo averiguar cosas sobre ese demonio antiguo.  Como podrán ver cuento con los medios.

            Todos se quedan mirando.

            -Acepto.  –dice Buffy de repente.

            Una sonrisa surca los labios del Inmortal.

            -Muy bien, mañana los tres iremos por él.  –y levantándose de la mesa-.  Si me perdonan los dejo.  Pablo le mostrará sus habitaciones.  Que descansen.

 

            Y se marcha por una puerta del comedor, dejando a los scoobys sumidos en sus reflexiones.

            -¿Qué hombre extraño? –comenta Xander cuando este se ha ido.

            -Ya no es un hombre.  –dice Spike con un tono profundo en su voz.

            -¿Por qué dices eso?  -pregunta Dawn alarmada.

            -Porque yo se, lo que es la inmortalidad.  Pero aún así. yo puedo morir, descansar.  –frunce sus labios y moviendo la cabeza-.  El esta condenado a una vida sin esperanza, gastada de tanto vivir.  Reseca y fría de sentimientos.  Solo lo mantiene la búsqueda de un sueño de Justicia tan eterno como la condena que arrastra.

            Y otro silencio más opresivo y profundo los envuelve a todos.

 

            En alguna parte de la mansión el Inmortal observa la oscuridad.  Y sus ojos carentes ya de todo sentimiento, de pasión y de curiosidad rozan el velo de la noche, y la siente fría como su alma.  Consumida de tanto vivir.   Porque el sabe que es la inmortalidad.  Frío.  Frío de soledad.  Frío de silencio.  Frío de eternidad.  Pero aún en medio de todo, frío de justicia.  Y a ella encausa su mirada. 

 

 

Continuará……………..

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