“Ruinas Rojas”

 

(Escrito por Federico Hernán Bravo y Foolforspike)

 

 

CAPITULO  XXI

 

 

Interior.  Sala de reuniones W&H.  Día.

Los Ángeles.  California.

 

            La puerta de la sala de abre de repente.  Varios pares de ojos se dan vuelta para observar la figura de Buffy entrar a la carrera.  Su rostro se hallaba desvastado por la desesperación y el miedo.

 

            -¿Qué paso Buffy?  -le pregunta Ángel incorporándose de su asiento.  Y antes de que ella pudiera contestar Spike dice:

            -Dawn.  –y sus ojos se encuentran con los de Buffy que le confirman todo.  Ella asiente con la cabeza y tomando un fuerte respiro, trata de contener el llanto que esta por dominarla.

            -Debris, Debris se la llevó.  –hace un silencio y apretando sus labios intenta continuar-.  Yo, yo no pude detenerla. 

            -¿Cómo?  -le pregunta Fred acomodándose los anteojos-.  Ella estaba inconsciente en el laboratorio.

            -Ella despertó.  Mató al chico, a…. –Buffy hace un esfuerzo por recordar el hombre.

            -Knox.  –le dice Ángel.  Ella asiente con la cabeza.

            -Es mi culpa, es mi culpa.  Debía hacer algo.  –murmura Buffy afligida mientras una lágrima desciende por su mejilla, se la seca de inmediato-.  Ella confiaba en mí, y le fallé.

            Spike mueve la cabeza y acercándosele.

            -Mírame, pet.  –le dice levantándole su cabeza-.  No es tu culpa.  Hiciste todo lo que podías.

            -No fue suficiente Spike.  –protesta Buffy mordiéndose los labios.

            -No, es verdad.  –la mira-.  ¿Pero de que serviría haberte echo matar?  Eso no ayudará a la pequeña.  Ella te necesita viva.  –la atrae hacia él, y limpiándole las lágrimas-.  Debemos ser fuertes, Buffy si queremos ayudarla.

 

            Buffy recuesta su cabeza contra el pecho de Spike, cerrando sus ojos.  Ángel se queda observando a la pareja.  Se quedan así por un instante.

 

            Luego sienten las primeras vibraciones que produce el fuerte terremoto que hace mover todos los cimientos de W&H.  Las paredes crujen como si fueran aplastadas por la mano de un gigante.  Mientras se escuchan las continuas corridas por los pasillos.  Los libros se caen de las estanterías deslizándose hacia el suelo, los cuadros y los adornos se rompen en su caída.  Un temblor más fuerte se hace sentir sobre el edificio.  Después todo es calma. 

            Todos se miran entre ellos.  La preocupación se percibe en cada rostro mientras se limpian el polvo de sus ropas.  Un silencio sigue al caos, afuera comienzan a sonar las primeras sirenas.  La voz de Fred interrumpe el falso silencio.

 

            -Es el comienzo.  –mira a Ángel-.  El Universo se está desestabilizando, esto solo es el principio Ángel.  El Fin se aproxima.

            -Lo sé.  Lo sé.  –murmura Ángel cabizbajo, tratando de evitar el rostro de Buffy-.  Tendremos que encontrar una salida.  –agrega a continuación.

            -Matar a Dawn no cuenta como salida.  –le dice Buffy mirándolo.

            -Nadie dijo eso.  –se defiende Ángel molesto.

            -No podemos perder tiempo.  –le dice Fred-.  Cada hora que pasa las cosas se pondrán peor.  –y mira hacia el horizonte preocupada.

            -¿Y cuál sería tu idea, pet?  -le pregunta Spike levantando una ceja-.  Ilumínanos. 

            La chica baja la mirada.

            -Esto se está saliendo de proporción.  –dice Ángel moviendo su cabeza-.  Debemos pensar en algo, no pelearnos entre nosotros.

 

            Y se vuelve hacer un silencio entre todos los presentes.  Mientras afuera los gritas y las sirenas resuenan con mayor fuerza.

 

………………….

 

Ciudad de Los Ángeles.  En esos momentos.

 

            Afuera la ciudad se encontraba sumergida en un profundo desconcierto.  Todo era nerviosismo, y miedo mezclado con un extraño silencio, que sólo fue el prólogo para el Caos que se avecinaba.  Y como respondiendo a una llamada silenciosa, el pandemonio se abatió sobre la ciudad.

            Las bocinas de los autos se alzaban por sobre todos los demás ruidos, seguido por las corridas y las frenadas casi en sucesión que se escuchaban en las calles.  La gente corría de un lado a otro desesperada, llevándose todo lo que podía.  Otros se dedicaban a saquear los negocios.  Ante la impotente mirada de los policías, que se sentían desbordados por ese mar de gente, que se abalanzaba como una tormenta sobre ellos.  El ruido de una vidriera rompiéndose se oyó en una esquina.  Y el ulular constante de las sirenas, se deslizaba por cada esquina como un lamento.

            Arriba el cielo, se hundía en la oscuridad sin nombre.  Mientras el sol permanecía oculto por la luna, en aquella mañana donde el destino del mundo se teñía de negro irremediablemente.

            Y la serpiente de acero se expandía sobre el horizonte cubriendo con su clamor el ambiente.  Una infinita caravana de autos, se apiñaban uno detrás del otro tratando de huir del horror de ese día.  Era casi imposible avanzar, por la larga fila de autos que apenas se movía.  Y el insistente sonar de las bocinas, se mezclaba con los gritos y nerviosismo de la gente.  Mientras el cielo los cubría de negro.

            El ruido de una frenada, encima del paragolpe hizo que su ocupante saliera como loco del auto.

 

            -¡Fíjate lo que haces!  -le grita exaltado al otro hombre, que lo observa furioso del interior de su coche. 

            Este cierra la ventanilla.  El otro se lo queda mirando.  Va su auto revuelve entre sus cosas del asiento de atrás, buscando algo.  Y cuando lo encuentra sale con un gran bat de béisbol entre sus manos.  Este se acerca amenazante al conductor, que intenta retroceder sin éxito, solo para chocar contra otro auto que se encontraba detrás de él.  Las puteadas y los gritos se alzan por la calles.

 

            -¡Maldito bastardo!  -le grita el hombre blandiendo el bat entre sus manos.  –¡Bájate infeliz!…. –le dice mientras lo llama con una mano.

 

            El otro intenta maniobrar con su auto para salir de allí, pero cuando estaba intentándolo un fuerte estruendo se oye a su alrededor.  Y el vidrio de enfrente se resquebraja por el golpe.  Cayendo sobre él.  Mientras una mano lo arrastra hacia fuera de su auto, haciéndolo cortarse parte de su rostro.  El hombre mira desesperado.  En ese instante un estruendo aún mayor hace que todos se den vuelta a observarlo, tirándose al suelo de inmediato.

            Una detonación, como el de una pequeña bomba repercutió en las calles.  A unas cuantas manzanas de allí, un edificio comenzaba a incendiarse.  Un inmenso camión que transportaba combustible se había estrellado contra la esquina de este, haciendo volar parte de su estructura.  Las sirenas resonaran con mayor violencia en el aire.  Y los gritos y la desesperación de las gente se volvía cada vez más asfixiante.

            Fue cuando el primer temblor de tierra abrió paso al Caos.  La tierra tembló, y con ella se llevo lo último humano que podría haber en esa carrera sin destino.    

            Mientras las lenguas de fuego se comenzaban a adueñar de los cimientos.  Era inútil tratar de mantener el control, cada instante, cada segundo todo parecía más duro y cruel que antes.

            Y desde arriba la luna, miraba el espectáculo que se extendía ante sus ojos de plata callada. Contemplando el pavor en los rostros del hombre impotente ante ella.  Mientras otros demonios, y dioses antiguos esperaban su turno en este juego de poder, y los peones abajo continua su éxodo sin esperanzas.

 

………………..

 

Interior.  Sala de reuniones W&H.  Mañana.

Los Ángeles.  California.

 

            Las voces se alzaban una sobre otras interrumpiéndose.  Todos parecían disgustados los unos con los otros.  Ángel precedía la improvisada reunión al frente de la gran mesa.  A su lado Gunn releía unos informes que tenía ante su vista.  Más apartados de los demás Buffy y Spike permanecían en silencio.

 

            -Esto no nos llevará a nada.  –dice Ángel de repente.  Todos lo observan-.  A los Socios Mayoritarios no les conviene Debris. Muy bien, ese es un punto para nosotros.  –agrega cruzándose de brazos.

            -¿Y piensas usarlos?  –le pregunta Spike apretando sus labios-.  ¿Y quién te garantiza que no estén jugando con nosotros?

            -Bueno, para ser sincero Spike.  –le responde Ángel clavándole la mirada-.  Es lo que espero que estén haciendo.

            -Muy bien.  –dice Buffy incorporándose en parte de su asiento-.  ¿Qué parte de la historia me perdí?

 

            -Es simple.  –le contesta Ángel observándolos a todos-.  Utilizaremos al Mal, para deshacernos del Mal.  Ellos no son los únicos que están jugando este juego.

            -Está bien Kasparov.  –le dice Spike mirándolo-.  ¿Cuál es tu sangrienta idea?

            -Usaremos los recursos de Wolfram and Hart para deshacernos de Debris y detenerla.  A su vez que usaremos la necesidad de los Socios Mayoritarios de destruir a Debris, para aniquilarlos.  –hace un silencio-.  Claro que con más detalles, pero ese sería el plan de ataque.

            -Después dicen que yo soy el de los planes locos.  –comenta Spike frunciendo el ceño y mirándolo-.  Me gusta.  –Ángel sonríe.

 

            En ese momento la puerta de la sala se abre.  Wesley entra con un par de carpetas en la mano y sentándose en su asiento los mira a todos serio.

 

            -Perdón por la demora Ángel.  –se disculpa de inmediato mientras apoya los legajos sobre la mesa.

            -Esta bien Wes.  –le dice Ángel-.  ¿Averiguaste algo?

            -Este, bueno…. Si.  –mira los papeles y levantando su vista-.  Estuve trabajando con los místicos de W&H y ellos creen haber localizado el lugar en donde se halla el Templo de Debris.  –hace un silencio.

            -¿Dónde está?  -le pregunta Buffy mientras no deja de clavarle la mirada.  El hombre no le responde.

            -¡Habla por Dios!  –le dice Ángel.

            -Será mejor que lo vean por ustedes mismo.  –comenta Wesley mientras comienza a repartir las carpetas.  Todos la abren y ven unas fotos de un gran cráter.

            -¿Qué es esto?  -pregunta Gunn observándolas.

            -Sunnydale.  –dice la voz de Buffy.

            -¿Están seguros?  -pregunta Spike frunciendo el ceño.

            -Si.  Ellos están convencidos que allí se encuentran las Ruinas del Templo.  –le contesta Wes y cierra su carpeta con un fuerte suspiro-.  Del verdadero Templo.

            -Bueno tiene sentido.  –dice Fred mirándolos-.  Debe ser una zona de alta energía demoníaca, muy poderosa y la puerta de entrada para abrir las dimensiones infernales.

            -Entonces volvemos a casa.  –comenta Buffy con un dejo de tristeza en su voz.  Spike le aprieta la mano.  Ella le sonríe y se la aprieta a su vez.

            -Comencemos con el plan.  –dice Ángel mirándolos.  Todos asienten con la cabeza. 

 

…………………..

 

Interior de un cráter.  Mañana.

Sunnydale.  California.

           

            El lugar estaba desbastado.  Escombro sobre escombros se alzaban indiferentes al viento que se arremolinaba en su loco intento de despertarlo de ese sueño de piedra.  Una luz brillo de repente, en medio de esa desolación.  Dos figuras se fueron formando lentamente entre ese relampagazo de claridad.  Una jovencita se retorcía, entre los brazos de la otra mujer tratando de liberarse.

 

            -¡Quédate quieta!  -le grita esta cuando intentaba soltarse.

            -¡Suéltame!  -le dice mirándola entre miedo y desesperación.  La otra la observa con una sonrisa siniestra.  Y empujándola.

            -¡Ya está!  Ya eres libre, Dawnnie.  ¿Y ahora qué?  -le pregunta Debris poniendo sus manos en la cadera-.  Gritaras y gritaras, ¿hasta que? –mira a su alrededor-.  Nadie vendrá por ti.  Estás sola.  –hace un silencio y avanzando hacia ella relamiéndose como un gato ante su presa-.  Aún no te has dado cuenta.  No sabes donde estamos.  –le dice con una voz corrosiva.

 

            Dawn observa a su alrededor.  Mira el inmenso cráter en donde se encontraba y una sensación de familiaridad y horror se cierne sobre ella.

 

            -Sunnydale.  –susurra para si misma, mientras una lágrima desciende por su rostro.

            -Corrección la Ruinas de Sunnydale.  –y mirando hacia arriba-.  Me encanta como suena eso.  –se da vuelta y la observa, con una sonrisa en la comisura de sus labios-.  Ruinas, ruinas, ruinas,…. –canturrea moviendo su rostro al cielo-.  ¡Que magnifica visión!  ¡Que subyugante historia!  -y volviéndola a mirar-.  ¿Quieres saber como termina?  -y una atroz carcajada retumba sólida sobre los escombros.

 

            Dawn da dos paso hacia atrás aterrada.   Sus ojos se abrieron en la desesperación al ver ese rostro demoníaco, mirarla sin piedad.

 

            -¡Oh! ¿Tienes miedo?  -le pregunta mientras hace un puchero como si estuviera por llorar, y sonriéndole luego-.  ¡Está bien que temas Dawnnie!  -y acercándosele-.  Esto no te dolerá,….. –hace un silencio-.  Mucho.

            -¡Déjame!  -grita Dawn aterrada-.  ¡No te me acerques!

            -¡Oh, por favor!  -le dice frunciendo el ceño Debris-.  ¿No te cansas de gritar?  Porque francamente es bastante molesto.  –y moviendo la cabeza-.  Sabes que,…. Creo que el mundo me agradecerá por salvarlo de tus grititos.   –y esbozando una sonrisa-.  Tal vez me levanten un monumento, Debris la redentora del mundo.  –se le acerca y tomándola de un brazo-.  ¿No te parezco magnánima?  -y la arrastra hacia el centro del cráter.

            -Willow, escúchame por favor tú no quieres hacer esto.  –le dice Dawn entre sollozos.

            -Eso no funcionará.  –le contesta Debris revoleando los ojos y zarandeándola con fuerza, la tira contra el suelo.  Esta la mira aterrorizada-.  Ella no te escucha.  ¡No pierdas mi tiempo!

 

            Y sus ojos se concentran en un punto perdido del cráter.  De pronto sus pelos comienzan a flotar en el aire como si un extraño viento los moviera.  Sus pupilas se tornan más negras brillando con una luz extraña en su interior.  De sus manos una bola de energía se empieza a formar chisporroteando como en pequeñas descargas eléctricas.

 

            -¿Qué estás haciendo?  -le pregunta Dawn aturdida desde el piso.

            -Ya lo verás.  –le dice con una mueca divertida-.  Ten paciencia.

 

            Y de las ruinas de Sunnydale, va emergiendo lentamente de sus entrañas, el Templo Satánico de Debris.  Un crujido como si la tierra se estuviera desgarrando a su alrededor se apodero del lugar.  Y con cada nuevo destello de energía este surgía desde las sombras.  Y cada roca, cada resplandor del mismo solo era el principio de terror sin nombre que se avecinaba.  Y en el momento en que el portal se abriera.  Todo lo que se conociera del mundo se perdería para siempre en medio de esa dimensión de sangre y fuego.                 

 

…………………..

 

Interior.  Despacho de Ángel.  Mañana.

Los Ángeles.  California.

 

            Buffy se encuentra mirando distraídamente el despacho, mientras escucha al timbre del teléfono repercutir en la otra línea por unos segundos que le parecen eterno.  Después la voz rompe con el silencio.

 

            -Hola. 

            -Hola si. ¿Está Faith?  –pregunta Buffy saliendo de sus pensamientos.

            -Un momento.  –se oye como la chica apoya el tubo sobre la mesa, mientras sus pasos se pierden por un pasillo.  Segundos después….

            -Hola si.  ¿Quién habla?  -pregunta una voz ronca en la otra línea.

            -Faith.  Soy yo Buffy.

            -¿Qué pasa B.?  Te oyes mal. 

            -Si.  Bien.  –tomando aliento-. Escúchame Faith.  ¿Xander está ahí verdad?  -le pregunta mientras se sienta en el escritorio.

            -Si el bucanero llego hace unos días.  ¿Por qué?  -hace un silencio-.  ¿Quieres que te lo pase?

            -No.  No.  Solo quería saber, ¿si ya hablaste con él?  Él te contó,….

            -Si.  –la interrumpe Faith desde el otro lado-.  Se lo de Giles.  Lo siento B.  –hace un silencio-.  También me contó sobre esa cosa que tiene a la roja.  Las cosas han estado un poco movidas por lo que veo.

            -Y es solo el principio.  –dice Buffy seria-.  Yo, este…..

            -Está bien, no tienes que decírmelo.  –la vuelve a cortar-.  Me lo imaginaba, no eres muy discreta B.  –le dice con un torno de burla en su voz.

            -¿Qué?

            -En realidad Xander estuvo llorando sobre eso por un buen tiempo. 

            -¿De qué estamos hablando?  -le pregunta Buffy frunciendo el ceño.

            -Vamos B. no te hagas.  Volvimos a lo de revolcarnos y sudar con el vampiro.  –le dice con un tono ronco de voz.

            -¡Okey!  ¡Mataré a Xander!  -exclama Buffy revoleando los ojos.

            -¿Entonces es verdad?  -le pregunta con un dejo de curiosidad.

            -Bueno, yo…. –hace un profundo suspiro-.  Spike y yo estamos juntos, si es eso lo que quieres saber.  Pero no te llamé por eso.

            -Está bien te escucho B.  –le dice con una sonrisa.

 

            Entonces Buffy le cuenta todo lo ocurrido con Debris, el secuestro de Dawn y lo que Ángel y compañía estuvieron averiguando al respecto.  El plan de batalla y lo vital de su ayuda en todo esto.  Cuando calla, la morena se queda pensativa viendo el corredor del hotel, en esos momentos desiertos.

 

            -Wow.  –exclama a continuación-.  Nos están pateando el trasero B.

            -Dímelo a mí.  –le contesta Buffy con un resoplido.

            -¿Y cuál es el plan?

            -Reúne a todas las cazadoras, formen un ejército como jamás se haya visto.  Nos encontraremos en el cráter de Sunnydale.  Si Debris quiere un Apocalipsis se lo daremos.

            -Recuerdo ese espíritu B.  –le contesta sonriente Faith-.  No te preocupes allí estaremos.

            -Faith.

            -Si.

            -Cuida a Xander.  Cuéntale todo lo que te dije y dile que no haga nada estúpido.

            -¿Crees que me haga caso?  -le pregunta Faith moviendo la cabeza.

            -Díselo por favor.  –hace otro silencio-. El momento de la Batalla Final ha comenzado, y debemos estar preparados.

            -Siempre lista para patear traseros B.  –le dice Faith poniendo una mano en su cadera.

            -Gracias.

 

…………………..

 

Interior.  Sala de Conferencias de W&H.  Tarde.

Los Ángeles.  California.

 

            Todos estaban reunidos en la Sala de Conferencias de W&H  El clima de tensión no se disipaba en ningún momento.     A medida que pasaba el tiempo este se iba haciendo más

asfixiante.  Harmony entra en ese momento trayendo unas tazas de café que deposita en el centro de la gran mesa.  Mira como esperando una orden, Ángel se da cuenta.

 

            -Puedes irte.  –le dice mirándola-.  Y que nadie nos moleste.

            -Si jefecito.  –le contesta esta sonriendo.  Y se va cerrando la puerta tras de ella.

            -¿En qué estábamos?  -pregunta una vez solos Ángel.

            -Bueno, ¿cuál es la idea?  -le interroga Wesley mirándolo-.  ¿Qué haremos con Morrigan y Los Socios Mayoritarios?

            -Seguirles el juego.  Sé que nos estamos arriesgando mucho pero por el momento no veo otra salida.  –dice Ángel recostándose contra el escritorio-.  Necesitamos toda la información que ellos poseen para poder detener a Debris, y saber a qué es lo que están cocinando de cena para nosotros.

            -Nada bueno me imagino.  –comenta Spike arrugando su frente.

            -Coincido con el rubio.  –acota Gunn a continuación, mientras Fred le pasa una taza de café-.  Cada nuevo informe solo habla de la red de poder que los Socios han venido tendiendo con el inframundo.  –dando un sorbo-.  Obviamente desean quedarse con el titulo de Malo Mayor.

            -Y a nosotros nos tienen aquí jugando a las adivinanzas, mientras ellos se apoderan del mundo, preparando su propio Apocalipsis.  –dice Wesley con un suspiro.

            -Está bien.  Son malos.  –interrumpe Buffy la conversación-.  Pero ya no hay tiempo que perder Debris tiene a Dawn y debemos detenerla.  –y haciendo una mueca de fastidio-.  Ya me estoy cansando de reuniones y más reuniones.  ¡Es hora de luchar!

            -Si Buffy.  ¿Pero cómo?  -le pregunta Ángel serio.

            -Cómo sea.  –le contesta terminante y haciendo un silencio-.  Lo siento Ángel, pero este no es mi estilo.

            -No tu estilo va ser el que nos mate a todos. –le dice Wesley seco.

            -¿Qué?  -Buffy lo mira furiosa.

            -¡Okay!  Suficiente amigo.  –se enoja Spike observándolo serio-.  Nosotros no somos los que vendimos nuestros traseros a una firma de abogados demoníaca.  –y haciendo una mueca divertida-.  Quisieron probar el mal.  ¡Aquí tienen su aperitivo!  –les dice señalando el cielo oscuro de la mañana que nunca llegó.

            -Sabes muy bien por lo que lo hicimos.  –le corta Ángel molesto-.  No vamos a volver a discutir sobre el tema Spike.

            -Si marcar una maldita diferencia.  –y negando con su cabeza-.  No la veo por ninguna parte, peach.

 

            Todos se vuelven a quedar en silencio.  El rostro de Ángel parece más serio y pensativo que antes.  Wesley se quita los anteojos y se queda sobando los ojos por un tiempo.  Buffy le da dos sorbos al café que tiene delante de ella, a su lado Spike no deja de observar un punto distante de la habitación.

 

            -Muy bien.  ¡Déjense de hacer lo que están haciendo!  –se queja Lorne tomándose la cabeza-.  Las malas vibras me están matando.  Creo que necesitare un analgésico.

            -Estás más verde.  –le dice Fred con una semi sonrisa, y frunciendo el ceño-.  ¿Es eso posible?

            -¡Honney! En esta oficina, en este ambiente y con estás auras. ¡Creeme todo es posible!  –e inclinándose hacia atrás-.  Hoy necesitaré mi jakussi. 

            -¿Qué haremos entonces?  -pregunta Fred

            -Pelear.  –contesta Ángel después de un tiempo-.  No tenemos alternativa.  –y mirándolos a todos-.  Pero nosotros elegiremos el momento y la forma.

            -¿Crees que sea este Ángel, el Apocalipsis del que habla la profecía?  -le pregunta Wesley mirándolo intrigado.

            -¿El del Shanshu?  -lo interroga Ángel.  El ex vigilante asiente con la cabeza-.  No lo sé.  Tal vez, pero eso……

            -Es este.  –dice la voz de Cordelia.   Todos se giran para observarla.

            -¿Cómo lo sabes?  -le pregunta Gunn, que no dejaba de mirarla.

 

            Ella esboza una tibia sonrisa y mirando a Ángel dice:

 

            -Los Poderes me lo revelaron.  –hace un pequeño silencio y mirando a ambos vampiros-.  Me dijeron que el Vampiro de la Profecía será aquel que vaya a luchar contra Debris,….. usando el amuleto.

 

            Las palabras cayeron como una lápida entre los presentes.  Spike agacha la mirada.

 

            -¿Qué?  ¿Estás segura?  -pregunta Buffy sin dejar de observar a ambos vampiros.

            -Si.  Lo siento Buffy.   Pero es todo lo que sé.  –le contesta Cordelia con un dejo triste en su voz.

            -Esto es una broma.  –insiste Buffy indignada.

            -No puede ser.  Debe haber otra salida.  –agrega Wesley-.  Todo sabemos como funciona esa cosa,…

            -Si hace flameé a quien lo usa.  –dice Spike rompiendo el silencio.

            -Por lo visto no puede haber dos vampiros con alma.  –comenta Ángel recostándose contra el sillón-.  El club quiere seguir siendo unipersonal.

            -Muy gracioso Angelito.  –lo reta Lorne-.  Pero no es el momento para bromas.

            -Nadie está bromeando.  –y cruzándose de brazos-.  Esa cosa matará al portador.  Y el que lo lleve….

            -Yo lo haré.  –lo interrumpe la voz de Spike-.  Al fin de cuentas el sangriento amuleto era mío. 

            -¡No!  –exclama Buffy mirándolo alarmada-.  ¡No lo harás Spike!

            -Vamos pet.  Sabes que debo hacerlo.  –le dice acariciándole la mejilla, y observando a los demás-.  Pero no me interesa el maldito premio.  Sólo lo hago por la pequeña y la roja, ellas me ayudaron,…. –y encogiéndose de hombros-.  Se sentirá bien salvar sus vidas.

            -No.  –vuelve a insistir Buffy-.  Tiene que haber otra forma.  ¡Spike por favor!  -gruesas lágrimas comienzan a descender de sus mejillas-.  No me hagas esto.  No ahora.

            -Quiero que vivas Buffy y esta es la única manera.  –le dice con un tono profundo de voz-.  Si no la detenemos, no habrá mundo para ninguno de nosotros.  –Buffy desvía la cabeza, apretando fuertemente sus labios.

            -Spike tiene razón.  –agrega Ángel con los ojos oscurecidos.

            -No. Esto es una locura.  –le retruca Buffy mirándolo molesta-.  No voy a pasar por esto otra vez.

            -Es su destino Buffy no trates de evitarlo.  –le dice la voz de Ángel después de un momento-.  Spike es el vampiro de la profecía, el verdadero Campeón.  –hace un silencio-.  No hay shanshu para mí.

            -No puedes renunciar al shanshu Ángel ¿o sí?.  –le pregunta Fred mirándolo con los ojos grandes por la sorpresa-.  No así como así.  Sin pelear.

            -No renuncio.  –se defiende Ángel y torciendo sus labios-.  Jamás fue mío.  Nadie renuncia a lo que no le pertenece.  –sus ojos se opacan.

            -Todo esto te está resultando muy cómodo ¿verdad Ángel?  -le pregunta Buffy furiosa.

            -Desquítate conmigo si eso te hace bien.  –le contesta Ángel con un dejo de tristeza-Pero yo tengo otra guerra que pelear Buffy.  Y no creo que sobreviva a ella, en realidad no me importa.  –los mira-.  Soy el jefe de esta firma, muy bien e decidido cerrarla.  Acabaré con los Socios Mayoritarios y con toda esta empresa.  Les daré su propio Apocalipsis.  Y espero que estén furiosos.  –se cruza de brazos-.  Esta es mi guerra.

 

            Todos quedan callados.  Buffy se limpia de un manotazo las gruesas lágrimas que comenzaban a descender sobre sus mejillas.  Nadie es capaz de mirar el rostro de los otros, cada uno se sumerge en sus propias batallas.  Y con un amplio suspiro la voz de Wesley rompe el encantamiento.

           

            -La guerra se aproxima y yo estaré allí peleando.  –y mirando a Ángel-.  Lord Sebassis es mío.

            -Es peligroso Wes.  –le comenta Ángel-.  No tienes porque hacerlo.

            -Si lo tengo Ángel.  –le dice con un dejo de tristeza en su voz-.  Mi padre estaba equivocado.  –y levantando la cabeza los mira a todos-.  Le demostraré que vale la pena luchar a favor del Bien.

 

            Todos se miran entre ellos, mientras afuera el cielo continuaba ennegrecido.

 

………………..

 

Interior.  Despacho de Ángeles.  Horas después.

Los Ángeles.  California.

 

            Ángel observaba abajo la ciudad, que continuaba en su loca carrera desesperada.  Los autos parecían perderse en ese horizonte de metal y acero.  En ningún momento cesaron las prisas y el ruido ahora monocorde de las bocinas y sirenas.  Unos pasos a su espalda hace que gire la cabeza.  Spike había entrado en ese momento y lo estaba observando.

 

            -Aquí te escondes.  –le dice Spike acercándosele.

            -Esta es mi oficina Spike.  –cruzándose de brazos-.  ¿Qué quieres?

            -Hablarte.  –mira hacia abajo a través del gran ventanal-. ¿Cuál es la historia?

            -Eres peor que una plaga Spike.  –le dice Ángel apretándose los ojos-.  No hay historia.

            -¿Y qué fue todo ese teatro que montaste hace unas horas, peach?  –le pregunta Spike señalándolo.

            -Bueno mira quien habla,…. William.  –le contesta Ángel mientras camina hacia su escritorio-.  Buffy recibió un buen espectáculo.

            -Saca a Buffy de esto Ángel.  –le dice molesto Spike-.  Ya me esperaran sus sangrientos reproches esta noche.  –agrega haciendo una mueca mientras mueve su cabeza.            -¿Por qué lo hiciste?  -le pregunta Ángel mirándolo.

            -No quiero que muera.  –le contesta tomando un innecesario respiro-.  No creas que me agrada asarme a las brasas.  –y mirándolo-.  ¿Por qué renunciaste?  Pensé que el Sahnshu era tu destino.  Hacías una buena obra de chico deprimido, en busca de su redención.  ¿Qué cambió ahora?  -y le clava sus ojos en lo del vampiro moreno.

            -Digamos que lucho otra batalla Spike.  –le dice mirando hacia el horizonte.                            -Destruir a W&H.  ¿no?  -le pregunta.  Ángel asiente con la cabeza-.  ¿Quieres saber lo que opino de todo eso?  -le interroga levantando una ceja.

            -En realidad no.  –le contesta Ángel sentándose en el escritorio.  Spike se encoge de hombros.

            -Basura.  –le dice apuntándolo con su mano-.  ¡Un maldito teatro!  –y revoleando los ojos.  Ese puede ser tu motivo ahora, pero no el de antes.

            -¿Qué es lo quieres decir?  ¡Habla!

            -Esto.  –le dice Spike señalando el lugar-.  ¿Por qué lo hiciste?  No sólo fue por la chica.  Ella tiene cara de no estar muy contenta.  –y haciendo un silencio-.  Hay algo más.

            -Eres un verdadero fastidio.  ¿Lo sabias Spike?  -comenta Ángel moviendo la cabeza.

            -Es lo que dicen.  –y acercándose se sienta a su lado.  Ángel agacha la cabeza y girando después lo mira.

            -Cordelia fue uno de los motivos pero no el único.   –y observando hacia el frente-.  Nadie lo recuerda, es mejor así.  Hice un trato.  Yo me encargaría de las oficinas de W&H de los Ángeles si ellos le daban una nueva vida a Connor.  –hace un silencio-.  Claro que para eso nadie tenía que recordar su existencia.  –lo mira-.  Así que modifique sus recuerdos.  Ese fue el trato. 

 

            Spike lo mira con el ceño fruncido.

 

            -Muy bien.  ¿Quién es Connor?  -y levantando una ceja-.  ¿Y por qué demonios lavaste la mente de todos?

            -Es mi hijo Spike.  –le dice Ángel observándolo-.  Mío y de Darla.  No me mires así.  Larga historia.

            -Te escucho.  No tengo a otro lugar donde ir.  –le dice mirando hacia delante.  Ángel baja la cabeza y mirándolo comienza a relatar su historia.

            -Y ese es el motivo.  –le dice finalizando-.  Connor estaba fuera de control y Cordelia en coma.  Ya había perdido a Cordy, no quería que ocurriera lo mismo con mi hijo.  El tendría una vida normal que yo nunca podría darle y todos estaríamos bien.

            -Así no funcionan las cosas Ángel y lo sabes.  –le dice Spike observándolo con un dejo de tristeza en sus ojos.

            -Si pero ya es demasiado tarde para eso.  –Ángel se levanta y se acerca al ventanal-.  Ahora es otra guerra la que tengo que luchar Spike.  –y dándose vuelta lo mira-.  Yo también quiero este mundo para Connor.

 

            Ambos se quedan callados mirando el horizonte.  Mientras las luces oscurecen a su alrededor.

 

Continuará………..

 

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