“Ruinas Rojas”

 

(Escrito por Federico Hernán Bravo y Foolforspike)

 

 

CAPITULO  IX

 

 

Interior.  Viejo Hotel.  Noche

Cleveland  Estados  Unidos.

 

            Spike estaba acostado en su habitación, por una extraña razón no podía dormir.  Un oscuro presentimiento roía por todos sus huesos.  La noche se estaba yendo en poco más de una hora amanecería.  Se levanta, acercándose hacia la ventana ve hacia el exterior.  Prende un cigarrillo y se queda fumando pensativo, su ceño se frunce en la preocupación.  Esa misma tarde regresarían con Buffy a Inglaterra.

            Dando una última pitada a su cigarrillo se dispone a bajar hacia el hall del hotel. Abre la puerta y cuando esta a punto de salir de su habitación se encuentra con Faith.  Ella iba justo a golpear a su puerta.

 

            -¡Hey!  –le dice sonriendo

            -¿Pasa algo?  -le pregunta Spike levantando una ceja.

            -No podía dormir, y pensé. ¡Que tal si el chico rudo esta despierto!  Podíamos tomar algo.  –le dice mostrando una botella de whisky-.  No es que quiera problemas.

 

            Spike hace una media sonrisa y inclinando la cabeza se la queda observando.

 

            -Solo whisky, pet.  Nada personal.  –y corriéndose de la puerta la deja pasar-.  ¿No buscas problemas  eso suena raro?  Pensé que Problemas era tu carta de presentación.

            -Sonó real mientras te lo dije.  –le dice mirándolo-.  Después pura pantalla de humo.

            -Puedo apreciarlo.  –dice Spike viendo como Faith se sienta en la cama.  Y yendo a buscar un par de vasos, le entrega uno a Faith sentándose en una silla del frente.  -¿Cuál es el problema? 

            -¡Hey estoy bien!   ¡Cinco por cinco!  -exclama levantando sus brazos.

 

            Spike levanta una ceja mirándola incrédulo

 

            -¡Vamos pet!  -sirviéndole-.  Nadie toca a la puerta de la habitación de un vampiro solo para tomar whisky y nada más.  Algo pasa

            -No quiero estar sola esta noche,….. –y como excusándose ante el rostro que  Spike le pone-.  Ya te dije nada personal.  ¡Calmo las hormonas!  No quiero los puños de Buffy en mi cara.  –y estirándose más en la cama-.  Pero podíamos hacer un poco de ruido.  Ya sabes, del tipo charla sin sentido nadando en alcohol.  –se encoge de hombros-. Sigo librando mis batallas

            -Todas las luchas son sangrientas.  –le dice Spike bebiendo un trago de la botella, Faith bebe a su vez-.   Lo siento luv, pero son guerras personales.  Nadie las peleará por ti.

            -Yeap.  Me llegó la noticia.

 

            Hacen un silencio mientras siguen bebiendo quedándose pensativos por un momento. Afuera el cielo se torno más oscuro que antes, las últimas estrellas palidecieron de repente sumergiendo al lugar en una oscuridad más densa y penetrante.

 

            -¿Así que decidiste hacer tus reglas?  -le pregunta Faith luego de un tiempo

            -Bueno que quieres que te diga, sigo mi sangriento camino.  –se acomoda en la silla-No me quejo.

            -¿Y B cómo entra en este juego?

            -No mucha participación por ahora. –Spike frunce sus labios-. Tiene una manía de complicarlo todo.  Supongo que no debe ser fácil para ella.  –dice mientras bebe otro trago.

            -No lo es para nadie.  Por eso yo decidí no seguirlas.  –dice Faith mientras estira sus brazos sobre su cabeza-.  Mi vida, mis reglas.

            -Es una opción.

            -Funciona para mí.

            -Puedo apreciarlo, pet. 

            -¿Qué harán entonces?   Digo cuando lleguen, yo creo que ella……

 

            Un ruido interrumpe su conversación.  Se oyen unos murmullos provenientes del primer piso.  Spike se para de repente oliendo el aire.  Se miran por un momento, y es cuando un grito rompe con la tranquilidad de la noche.  Salen corriendo de la habitación, en ese momento Buffy sale a su vez de su cuarto encontrándose cara a cara.  El rostro de Buffy se pone serio de repente sin dejar de observarlos a ambos.

 

            -¿Qué fue eso?  -les pregunta con mala cara

            -Se oyó como un grito B. Parece que venía del extremo del pasillo.  –le contesta Faith escrutando las sombras.

            -Son varios.  –dice Spike mientras olfatea el aire-.  Y son humanos, aunque cargados de un extraño poder.

            -¿Dónde están?  -le pregunta Buffy

            -En todas partes.  –y mirándola-.  ¡Esto no me gusta nada, pet!  ¡Hay algo más podrido que esto en todo este asunto!

 

             Otro fuerte golpe hace que se dirijan corriendo a donde provenían los ruidos.  Caminan hacia extremo izquierdo del pasillo cuando se chocan con Wesley que venía acompañado de un grupo de cazadoras todas ellas armadas.

 

            -¿Alguien vio algo?  –pregunta Wesley cuando se los encuentra.

            -No.  Solo los gritos.  –dice Faith y mirando al grupo-.  ¿Están todas bien?  Faltan chicas.  –agrega a continuación-.  ¿Dónde están Cynthia y Rachel?

            -Muertas.  –le dice una de las chicas.

            -Algo las apuñaló mientras dormían.  –le contesta otra.

            -¡Patearé unos traseros esta noche!  –dice Faith enojada

            -Seremos dos entonces.  –agrega Buffy mientras no deja de observar a Faith y Spike

            -¡Silencio!  –las interrumpe de pronto Spike-.  Están abajo, puedo sentirlos

            -¡Ok, sigamos al vampiro entonces!  –dice Faith tomando una espada de la mano de una de las cazadora-.  Es hora de un poco de acción.  Como en los buenos tiempos, ¿no B?

            -Así parece.

 

            Dos chicas más aparecen bajando corriendo las escaleras.

           

            -Unos monjes no atacaron.  –dicen casi sin aliento-.  Mataron a Melisa, pero murieron antes de que pudieran escapar.

            -Bien después nos encargaremos de ellos.  –dice Faith asintiendo con la cabeza-.  ¡Ahora tomen un arma y sígannos!

 

            Abajo el hall era invadido por unas extrañas figuras encapuchadas. Varias de ellas se encontraban ya en los pisos superiores a juzgar por las corridas y los golpes que se sentían.  Buffy, Spike y Faith bajan corriendo las escaleras para enfrentarse con esos extraños individuos que al grito de

 

            -“Hermanos a ellos”  “Muerte a los sacrílegos”

           

            Comienzan la batalla.    

 

………………..

 

En ese mismo momento

 

Exterior.  Ruinas de un Templo.  Antes del amanecer

Afueras de Londres  Inglaterra

 

            El paisaje se hacía más verde a medida que avanzaban por la ruta.  No lejos de allí el camino serpenteaba en subida hacia una especie de ruinas ubicadas sobre una de las colinas cercanas.  No pasaron más de unos cuantos minutos cuando el automóvil se detuvo.  Los imponentes dólmenes de piedra parecían centinelas de un mundo perdido en el tiempo.  Algunos se conservaban todavía en pie, otros yacían en el suelo derruidos por el paso de los años ocultos a medias por el musgo y la verde vegetación del lugar.  Un aire a distancia se respiraba en el lugar.

 

            Roger seguido por las dos chicas bajaron del auto.  Se quedaron observando en silencio la magnificencia que despedía cada piedra.  Una sonrisa de satisfacción surcó el rostro del hombre.  Unos cuantos metros más atrás se oyó detener a la furgoneta.  Los hombres del Consejo que los habían acompañado, se bajaron e igual que ellos se quedaron mirando con un aire respetuoso a la solitaria colina.   Permanecieron en silencio por un tiempo.  Roger se les acercó y se queda hablando con el líder de grupo por escasos minutos.  Al finalizar, se da la vuelta hacia donde estaban las dos chicas y con un amplio suspiro se encamina hacia ellas.

 

            -¡Bien! ¿qué les parece?  -les pregunto una vez a su lado

            -Es interesante.  –dijo Willow un poco nerviosa por el lugar

            -Solitario más bien diría yo.  –agrega Kennedy mirando en su alrededor.

            -Bueno a los antiguos les gustaba estar más cerca de los Dioses.  –dice Roger mirándolas sonriente-.  Por eso elegían para erguir sus templos lugares altos e inaccesibles como este. –hace un silencio-.  Que les permitiera entrar en comunión con su poder.  Estar unidos a su creador.

            -¿Y qué supones que vinimos hacer aquí?  –pregunta Kennedy sin dejar de moverse por el lugar.

            -Ya lo verán.  –les dice con una extraña sonrisa en sus labios y mirando hacia el horizonte-.  Debemos apresurarnos pronto amanecerá

            -¿Y eso es malo?  –pregunta Willow con un dejo de duda

            -No al contrario, es……¡perfecto!  –dice Roger cada vez más sonriente y volviéndose hacia Willow-.  Ya sabes el poder que tiene la naturaleza y los elementos.  Y nada mejor que ver un nuevo amanecer.  ¡El renacer de un nuevo día Will! –y elevando sus brazos al cielo-.  ¡Eso es poder!

            -No lo dudo Roger.  –dice Willow asintiendo con la cabeza-.  Pero este, umm yo pensé que querías que viera unas viejas ruinas o algo parecido.

            -Si, si, claro para eso hemos venido.  –le dice volviéndose para mirarla-. No están muy lejos de aquí.  Ya lo verás Will,….. ¡te encantarán!

            -Si tú lo dices.  –le responde Willow con una tibia sonrisa en sus labios

            -Que raro está refrescando.  –comenta Kennedy frunciendo el entrecejo.  Por una rara razón ese lugar no lo gustaba para nada a la joven cazadora. Y un estremecimiento antiguo como esas ruinas surcó sobre su cuerpo.

 

            La voz del vigilante la retrotrajo a la realidad.

 

            -¡Apresúrense! ¡Es por aquí!  –les dice señalando un sendero que se pierde tras unos dólmenes de piedra.

 

            Caminan por un tiempo por el camino de piedra internándose cada vez más en esos muros de roca cubiertos por las hierbas.  Alejándose del resto del grupo que aguarda en la base de la colina.  Kennedy observa el lugar, mira hacia abajo y mueve la cabeza negativamente.  Willow se la queda observando

 

            -¿Pasa algo honney? –le pregunta al ver la extraña expresión en el rostro de la morena.

            -No nada.  –dice esta de inmediato.

            -¡Vamos amor!  ¡No me mientas!  Te conozco perfectamente, algo te preocupa. –le dice Willow mirándola a los ojos como si pudiera adivinar los pensamientos de la chica.  Frunce su boca en disgusto.

            -¡Bueno está bien Will!  -exclama Kennedy revoleando los ojos al ver el gesto en su rostro-.  Llámame supersticiosa o lo que quieras pero, no me gusta para nada este lugar.  Siento como si hubiera algo.  No se como explicártelo, pero no me gusta. 

            -¿Instintos de Cazadora?  –le pregunta sonriente.

            -¡Instinto de supervivencia más bien!  –vuelve a mover la cabeza-.  ¡No sé!  ¡No me hagas caso!  Lo que pasa es que nunca me gustaron los lugares abandonados.  ¡Eso debe ser!  -le sonríe.

            -No se lo digas a Roger, pero esta excursión no es lo que yo llamaría ¡whoa de divertido!  –le susurra Willow revoleando los ojos mientras baja la voz-.  No quiero ofenderlo el ha sido muy bueno conmigo.

            -Si lo se honney.  –le dice Kennedy sonriente-.  Bueno después de esto podemos divertirnos tú y yo ¿qué te parece?

            -¡Uhmmm déjamelo pensar…. no sé!

            -¡Hey!, última proposición roja o perderás el tren

            -Creo que me subiré entonces.  –dice Willow abrazando el brazo de la morena, mas adelante un ansioso Roger no deja de caminar escrutándolo todo

            -¡Miren!  –las llama después de un tiempo de observar un grabado en una roca y volviéndose sonriendo-.  ¡Lo hallé!

 

            Las ruinas del templo se alzaban sobre un semicírculo de columnas de piedras, la vegetación interrumpía sinuosa por entre las grietas entremezclándose.  Un viento helado comenzó a deslizarse por el lugar.  Las chicas se acercaron hacia donde estaba el vigilante.  El cual les mostró un grabado tallado en una de aquellas columnas.  Sus ojos se expandían en la ansiedad.      

                

            -¿No es hermoso?  –le pregunta a Willow mostrándole el grabado.

 

            Willow lo observa detalladamente.  El dibujo mostraba un hermoso templo parecido al donde ellos estaban, de pero de una proporciones y magnificencia que jamás hubiera tenidos esas ruinas que los rodeaban.

 

            -Si lo es.  –dice Willow con un susurro-.  Parece muy antiguo, más que este en el que estamos.  ¡Aunque se le parece!

            -Si este solo es una burda copia.  –agrega Roger con dejo de disgusto en su voz-. Un intento de los hombres por levantar aquel que cobijo a los Antiguos.

            -¿Antiguos qué?  ¿Este es un templo a un Dios?  –pregunta Willow mirando en su alrededor.

            -No. Solo una memoria a sus recuerdos.    Estas ruinas nos conectan con su historia, con el deseo del hombre por encontrar lo que estaba perdido.  Lo que yace oculto tras las sombras de su memoria.  ¡Pero son solo cuentos Will!  –dice volviéndose sonriente-.  El mundo ya perdió la conexión con ellos.

            -¿Y como se llaman esos Antiguos?  Además de,… ¡hey soy Los Antiguos!

            -Bueno este es el templo a uno de ellos.  El templo de Debris.

            -Debris.  –susurra Willow pensativa.

 

            Y una brisa helada recorre las extrañas construcciones de piedra moviendo la roja cabellera de Willow. 

 

………………..

 

En ese mismo momento

 

Interior. Sótano del Viejo Hotel

Cleveland  Estados Unidos

 

            Una docena de encapuchados, cubiertos con extrañas túnicas negras se arremolinan en torno a ellos blandiendo unos raros cuchillos rituales.  A pesar de ser hombres comunes están protegidos por una clase de conjuro que los hace extremadamente peligroso.  En sus ojos brilla una especie de demencia que se extiende como una droga de uno a otro.  Y a una señal de su líder atacan sin piedad.

            La pelea es cruenta y violenta.  Las cazadoras son expertas en su trabajo, dando patadas voladoras y golpes no tardan en deshacerse de la mayoría de ellos.  Y aún cuando son heridas por los mismos, no dejan de pelear.  En un par de minutos casi los han matado a todos, cubriendo el hall con sus cadáveres.

            Buffy, Faith y Spike siguen peleando con el grupo que parece ser el más resistente.  Wesley a sus espaldas mata a uno de ellos cortándole la cabeza.  Buffy se deshace de su atacante clavándole la misma daga con la que intento herirla.  Le tuerce el brazo haciendo que resbale sobre ella.  Entonces ve el rostro del hombre por un momento tras la capucha y comprende.  Ella se gira para ver Spike y Faith seguir luchando y es cuando les grita:

 

            -¡No los maten!

 

            Ellos se dan vuelta y asienten con la cabeza.  Noqueando en dos tiempos a sus oponentes que quedan desmayados en medio del hall del hotel.  Todos se acercan a contemplar los caídos, y un silencio más pesado y profundo se hace presente.

 

            -Necesitamos prisioneros.  –dice Buffy acercándose.

            -Necesitamos información.  –abrega Wesley a sus espaldas-.  No pienso que esto sea casual.  Primero el Ubervamp, ahora esto.   –se saca los anteojos-.  Algo se está cocinando y no creo que sea nuestra cena.

            -Esto apesta más de lo que parece.  –dice Spike mirando los cuerpos inconscientes-.  Puedo sentirlo.  ¡Algo malo está por venir luv!  -agrega mirando a Buffy-. ¡Algo realmente malo!

            -¡Está bien!  Nos encargaremos de ellos.  –dice Buffy con un movimiento de su cabeza-. 

            -Entonces estos pájaros tendrán que hablar, ¡quieran o no!  –agrega Faith levantando la cabeza de uno de ellos-.  ¡Y yo me encargaré de eso!  -y haciendo una señal llama a un grupo de cazadoras-.  ¡Llévenselos!

 

 

Minutos más tarde.

 

            El sótano del viejo hotel, estaba acondicionado como un gimnasio en donde Faith entrenabas a las cazadoras a su cargo.  Más allá en un extremo del mismo se podía distinguir un grupo de cadenas enclavadas en los muros.  Los dos encapuchados yacían atados por sendas cadenas a las paredes aún permanecían inconscientes.

            Unas luces mortecinas daban al lugar un aire a gruta resaltado aún más por los raros atuendos de los hombres.  Y el espeso silencio es roto por el ruido de unos pasos acercándose.

           

            Spike mira la pared

            -No preguntaré por las cadenas.  –dice Spike levantando una ceja hacia Faith cuando llegan-.    Viene con el llamado, ¿no?  –le dice sonriendo.

            -Lo hace más personal.  –le contesta con una voz cada vez más ronca.

            -¡Ejem!  –dice la voz de Buffy a sus espaldas-.  Podrían concentrarse en el problema.

            -¡Ya te dije que te calmaras B!  Necesitas hacer algo para relajarte.  –dice Faith mirando sugestivamente a Spike.  Este esboza una sonrisa.

            -¿Qué?  -pregunta Buffy indignada, cuando Wesley la interrumpe.

            -Creo que nuestros huéspedes están despertando.  –dice Wesley mirando hacia donde están los dos hombres encadenados.

            -¡Genial!  ¡Llego la hora de charlar!  –exclama Faith con una sonrisa extraña en su rostro mientras avanza hacia ellos.

            -Pienso que lo disfruta.  –comenta Buffy dirigiéndose a Spike.

            -Tengo recuerdos de eso.  –dice Spike sonriendo y mirando la expresión que le dedica Buffy-. ¡Hey vampiro!   Antes malo, ¿recuerdas?

 

            Los encapuchados se levantan de a poco observándose primero entre ellos, pasan su mano sobre su boca y cierran los ojos.  Luego el que parecía ser el líder del grupo se los queda mirando detenidamente mientras se acercan.  Una extraña sonrisa se perfila en su rostro.  Faith se le aproxima mostrándole uno de los cuchillos que ellos mismos usaron momentos antes.

 

            -¿Lo reconoces?  –le pregunta pasando su hoja por sobre la cara de este-.  ¿Por qué me gustaría saber si eres invulnerable a él?  Aunque tengo una teoría.  –hace un silencio-. ¡Creo que no!

 

            El hombre nada le responde.  Se la queda mirando con esa rara expresión cincelada en su rostro.

 

            -¿Qué acaso no tienes lengua?  –le susurra al oído-.  No importa, ¡lo averiguaré!  -y bajando el cuchillo hacia el torso del hombre.

            -Ya es tarde.  –le dice este de repente con una voz pastosa y profunda

            -¿Tarde para qué?  –le pregunta Buffy acercándose.

            -La nueva era ha comenzado.  –dice elevando su vista al cielo-.  ¡Ya está aquí!  ¡Nuestro amo se aproxima!  ¡Ya está aquí!

 

            Una fuerte convulsión se apodera del cuerpo del hombre.  Sus ojos se dan vuelta quedando en blanco, mientras una espesa baba amarillenta comienza a caer por la comisura de sus labios. Cuando unos espasmos más profundo hacen que caiga de golpe contra el piso muerto.  Faith se aparta, retrocediendo.  El otro hombre comienza con los mismos síntomas, hasta que un fuerte gorgoteo es lo último que se escucha de el.  Sus ojos ya sin vida siguen contemplando ese cielo que solo ellos pueden ver.

 

            -Están, están….  –balbucea una cazadora

            -Muertos.  –dice Wesley.

            -¿Cómo?  -pregunta Buffy sin dejar de mirar los cadáveres

            -Suicidio.  –responde Spike serio mientras se acerca y revisando sus manos descubre el anillo que contenía el veneno-.  No muy cooperativos.  –agrega soltándolo

            -¿Qué aremos ahora?  -pregunta Faith

            -Regresaremos a Londres lo antes posible.  –dice Buffy-.  Esto no fue casualidad hay nuevos enemigos tras de nosotros

            -Yo volveré a los Ángeles a ver si puedo descubrir algo. –dice Wesley sobándose la barbilla-.

            -Si será lo mejor.  –agrega Buffy mirándolo y girando hacia Spike-.  ¡No se! ¡Esto no me gusta nada!  Cuando llegue la tarde partiremos

            -Lo que tú digas, pet.  –le dice Spike

 

            Mientras afuera un rojo amanecer se iba adueñando del firmamento.   

 

………………..

 

En ese mismo momento

 

Interior.  De las Ruinas de un Templo.  Amanecer

Afueras de Londres  Inglaterra  

 

            Un amanecer rojo se extiende en el horizonte, los primeros rayos de sol golpean de lleno contra el antiguo grabado, iluminando el centro del mismo.  Una proyección de luz se propagó del dibujo hacia el suelo marcando una piedra del círculo.  Todos se quedaron asombrados viendo el efecto que el sol acusaba sobre la roca, perdiéndose dentro de ella.

 

            Roger se acerca cada vez más ansioso, se inclina sobre la misma e introduce sus dedos en la hendidura por la cual la luz se perdía.  Un ruido pesado y como arenoso se oye desde el interior.  La gran piedra se desliza con una suavidad inusitada para su tamaño y peso.  La abertura queda expuesta en medio de ellos.  Los rayos de sol se filtran en la entrada iluminando una serie de escalones que conducían hacia el interior de lo que parecía ser una recámara subterránea.  Un cielo enrojecido comenzaba a cubrir el lugar tiñendo las piedras de un extraño color.  Las chicas dan un paso atrás.

 

            El hombre comienza a descender por las escaleras, cuando se hallaba oculto ya la mitad del cuerpo se da vuelta.  Agarrando una antorcha ubicada en la pared, saca el encendedor de su bolsillo y la enciende.  Y mirándolas le dice:

 

            -¡Vamos Willow, ven!   –y bajando un escalón más-.  Esto es lo que quería mostrarte.  El antiguo templo de Debris.

            Willow comienza a avanzar hacia donde Roger la está esperando.  En eso Kennedy la detiene del brazo. 

            -¿Crees que sea seguro?  ¡No se! ¡No me gusta!  –le susurra al oído.

            -No te preocupes amor.  –le dice Willow sonriendo-.  Cuando más rápido entremos más rápido nos iremos de aquí.  Además,… -baja el tono de voz-.  todo este efecto Indiana Jones me está gustando.

            -Mientras no nos persiga una gran roca en la escalera.  ¡Todo bien por mí!  –hace un profundo suspiro-.  ¡Bien vamos!

           

            Las chicas comienzan a descender por la empinada escalera conducidas por Roger que va iluminando el camino con la antorcha.  Por momentos los resbaladizos escalones parecieran no tener fin.  Se introducen en el corazón de la colina en esos pasadizos excavados por manos extintas hace años.  El descenso cada vez se hace más lento, y la luz ya no alumbra como antes.  La escalera se asemeja a una serpiente que se enrolla en las entrañas de la tierra, hundiéndose más en la oscuridad del lugar.  De pronto esta llega a su fin.  Una amplia bóveda se extiende a sus pies.  Una veintena de columnas parecían sostener la montaña encima de ellas.  Y en el medio de todo, la extraña joya brillaba con una intensidad casi de fuego.

 

            Todos se quedan absortos mirando esa rara maravilla como de otro mundo que se alzaba silenciosa ante sus ojos.  Y a su sombra las paredes de la bóveda parecían adquirir una luz propia, que competía con las leves sombras que extendían las columnas.

 

            Roger camina hacia el centro del lugar, donde descansa esa joya de sangre.  Esta se encuentra apoyada en una especie de columna de medio metro, que en su parte superior estaba tallada una especie de lenguas de fuego que sostenían a la extraña gema.

 

            -Dios esto es……..

            -¡Imponente!  –dice Willow  cortando a Kennedy sin dejar de mirar el lugar.

            -Es el viejo altar.   Ya nadie recuerda su existencia.  –dice Roger dándose vuelta-.  Solo unos pocos sabemos en donde se encuentra.  Aquí residía todo el poder, en el corazón mismo de la montaña.  O por lo menos eso era lo que creían los antiguos.

            -¿Y Giles sabe de su existencia?  -le pregunta Willow

            -Solo los elegidos.  –le dice y avanzando-.  ¡Ven Will!

 

            Roger conduce a Willow hacia esa especie de altar erguido en medio de las columnas.  Donde descansa de hace siglos la joya de Debris.  La cual brilla con un inusitado fulgor apenas ellos se acercan.

 

            -¡Es magnífica!  –dice Roger conteniendo a duras penas su emoción-.  Es, es perfecta.  –y dándose vuelta le dice a Willow-.  ¡Tómala!   ¡Toma la joya!

            -Yo no se.  No me parece Roger.

            -¡O vamos Will, confía en mi!  Esta joya es más poderosa que la piedra de la Luna.  Yo creo en ti.  –le dice sonriendo-.  Es tú presente,….. ¡te lo mereces!

            -¿Y que voy hacer con ella?  -dice Willow mirando la gema-.  ¡No tengo idea como funciona!

            -Puedes estudiarla.  Yo te ayudaré. Te enseñare todo lo que se sobre el templo y muchas cosas más. ¡Por favor tómala!  -vuelve a insistir con los ojos cada vez más brillantes-.   ¡Es tuya!

            -¡No se, Roger!  ¡No sé!

            -¡Está bien!  ¡Como quieras! ¡Pensé que me tendrías más confianza, pero veo que eres igual a Wesley!  -dice Roger disgustado-. ¡Será mejor que nos marchemos! Se hace tarde.  –agrega con un tono seco en su voz.

            -No. ¡Ummm este, lo siento!  No quise ofenderte. ¡Por favor perdóname Roger!  –dice Willow suplicándole y dándose vuelta mira la gema-. De verdad este yo,…. gracias. ¡Gracias!

 

            Willow comienza acercarse para tomarla entre sus manos y  cuando está a punto de agarrarla la voz de Kennedy la detiene.

 

            -¿Estás segura amor?

            -Si.  –le dice con una sonrisa y mirando a Roger-.  Todo saldrá bien

           

            Willow toma la joya roja entre sus manos, un haz de luz brilla en su interior cada vez más potente y enceguecedor.  Todos retroceden de repente.  Willow se encuentra como hipnotizada alzando la piedra.  Sus ojos se pierden en lo profundo de la joya, y es cuando una especie de energía la golpea por completo rodeándola.  Willow pega un grito, al sentir como esa masa de energía ingresa dentro de ella dominándola por completo.  La gema vuelve a brillar una vez más, apagándose de repente en el mismo momento que Willow cae inconsciente en el suelo.

 

            -¡Will!  -se escucha el grito desesperado de Kennedy, que corre a su lado.  Intenta darla vuelta apartando los pelos de su cara. Mientras una joya casi blanca ahora se desliza inofensiva de su mano.  Kennedy levanta la vista casi llorosa hacia Roger.

            -¿Qué fue eso?  -le pregunta

            -Su destino.  –le dice con un tono extraño en la voz del hombre haciéndola más cavernosa y profunda.

            -¿Quién eres tú?  -le pregunta  Kennedy alarmada intentando vanamente despertar a Willow.

            -Tu muerte.  –le dice Roger en un siseo mientras la apuñala clavándole una daga en el estómago.

 

            El cuerpo de Kennedy cae pesadamente contra las rocas bañándola con su sangre. Minutos después parte de ella se extiende como un rió, acariciando la inerte joya que yace entre ellas.

 

 

Continuará………….

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