<-- Union de almas -->

La luna brillaba intensamente. Su luz iluminaba parte de la habitación donde Tara estudiaba un conjuro. Un conjuro de amor. Tenía entre sus manos un libro titulado "Unión de Almas" y en la otra un ramillete de oregano. Willow la miraba admirando su belleza y su sabiduría. Bastaba con una mirada de complicidad entre ambas para compartir sus sentimientos, y esto no se debía a poderes mentales, ni conjuro alguno, sino al simple hecho de que el lazo de amor que las unía era prácticamente indestructible.

Buffy patrullaba por el cementerio de Sunnydale. Una noche más caminaba entre las lápidas en espera de algún demonio o vampiro al que eliminar. Pero algo era distinto esa noche. No paseaba atenta y dispuesta para cazar, sólo vagaba sin rumbo de un extremo al otro del cementerio con una mirada pérdida....distante....vacia. Se dejó caer sobre una lápida y se acurrucó sujetando la cabeza entre las manos. De pronto, dejó correr una lágrima por su rostro. ¿Qué podía apenar de tal forma a la cazadora que la impidiera concentrarse en su tarea? Fuese lo que fuese la hizo decidir que esa noche no estaba preparada para cazar. Afortunadamente, Giles le había dicho que probablemente esa noche no habría mucho que hacer. Quizás algunos vampiros se acercaran por el Bronze, pero no se auguraba ningún suceso expecialmente trágico.

Xander dormia cuando sonó un fuerte golpeteo en la puerta. Se levanto desperezandose. Eran las 3.20 de la madrugada. Con todo el pelo revuelto y los ojos aún medio cerrados abrió la puerta. Buffy esperaba detrás, inmóvil y con la cabeza agachada. Tenía los ojos algo hinchados,  la mirada pérdida y no articuló palabra. Xander la abrazó, la cogió de la mano y la hizo entrar. 

Pasados unos diez minutos ambos conversaban sobre el porqué del estado de Buffy. Xander se limitaba a decirle que raras veces la habia visto tan afectada por algo, y que nada podía ser tan malo como para no poder encontrarle una solución.

Escucha Xander - dijo Buffy visiblemente afectada.

Vale, vale....me callo....ni siquiera insinuaré...dios, ¿ha muerto alguien?...lo siento.....me callo.....cuentamelo - respondió Xander agachando la cabeza.

Se trata de Willow - una lágrima recorrió el rostro de Buffy - va a morirse..

Xander no respondió durante unos segundos. Se quedó pensativo. Entonces Buffy le contó como habia ocurrido todo.

Hacia un par de semanas que Willow no se encontraba bien, sufría fuertes jaquecas y mareos. Tara la estuvo medicando con plantas naturales para mejorar su estado de ánimo y rebajar los dolores. Hacia tán sólo un par de dias Willow había estado en la consulta del doctor Stevenson, un médico local especialista en tratamiento de cánceres. Nadie habia caído en la cuenta de que la visíta a este doctor en particular se debía a que Willow sufría de un serio cancer. El estado de este era avanzado y su rareza había impedido siquiera que un posible tratamiento hubiese prolongado su esperanza de vida. Fué un autentico shock para Willow el enterarse de que aquellas dolencias no eran más que el último aviso de la enfermedad que se la comía por dentro. Antes de estar completamente segura de que era un tipo de cancer inusual, por tanto sin cura, no quiso alarmar a sus amigos. Solo Tara era conocedora de la trágica noticia. Esa misma mañana Buffy había ido a visitar a Willow y esta le habia contado todo lo sucedido. Se mantuvo  serena y a veces esbozaba una sonrisa cuando veía que Buffy se desmoronaba por dentro a pesar de que se esforzaba en ocultarlo.

Esto era algo para lo que no estaba preparada. Algo para lo que ninguno de ellos estaba preparado. Ni siquiera podían recurrir a Giles (que casi siempre tenia soluciones para todo). Ni vampiros, ni demonios, ni brujas, ni encantamientos, ni conjuros, ni el mismísimo Drácula habían sido capaces destruir la unión entre ellos, de hacer que Buffy se sintiese absolutamente inútil.

No se trataba de las fuerzas del lado oscuro, sino de algo mucho peor e imparable.

Cuando Buffy terminó su relato, a Xander le costaba contener las lágrimas y la firmeza. Un horrible sentimiento de rabia e impotencia le llenaban por dentro. ¿Por qué? ¿Por qué a ella? ¿Por qué ahora?

Quiero verla - dijo Xander secamente.

Vamos - contesto Buffy, dirigiendose hacia la puerta.

Sobraban las palabras de camino a casa de Tara. Cada uno interiormente se repetía la historia para llegar a asimilarla. Ambos meditaban soluciones, pero angustiados no podian encontrarlas. Nada racional podía salvarla, ya que ni los mismos medicos conocían la procedencia ni el modo operandis de la enfermedad.

LLamaron a la puerta. Tara, con un rostro de preocupación y dureza abrió y los invitó a pasar.

Willow esta la cama - dijo.

Pasaron por el salón. Había libros de brujería tirados por todas partes. Un desorden inusual en casa de Tara.. Desorden que denotaba su desesperación.

¿Como va Willow?- dijo animadamente Xander, dandose cuenta de cuán estúpida había sido su fingida alegría

Bien - dijo ella secamente- No quiero que os precupeis por nada -continuó- lo que tenga que ser será, sólo necesito que sigais a mi lado.

Buffy sintió admiración por su amiga. Era increible cuanta madurez demostraba con su actitud ante dicha situación. Pero por otra parte, el rendirse tan pronto, demostraba debilidad,y eso era contrario a la filosofía de la cazadora.

Tiene que haber algo que podamos hacer - intervino Xander - lo siento pero no me quedaré aqui sentado esperando a Willow muera, debemos hacer algo.

Tienes razón, quizás haya algún conjuro, quizás Giles conoce a algún brujo, quizás....- fué sugiriendo Buffy dandose cuenta de que había cada vez menos posiblidades.

Chicos, callaos- gritó Willow- se que es difícil de creer pero no hay nada que podamos...

¡Escuchad !- cortó Tara- he ojeado un libro en el que hay un conjuro que quizá podría salvarla. Tenía que asegurarme de que puede dar buen resultado, y no quería dar falsas esperanzas a nadie porque yo...yo también estoy destrozada, yo tampoco puedo creer......-estalló en un llantó desconsolado- Perdonadme.

Willow se levantó y la abrazó. Parecía que se hubiesen invertido los papeles. Willow consolaba a una débil Tara y la sostenía entre sus brazos con cariño. Le apartó el cabello de la cara con una caricia y la besó suavemente.

Todo saldrá bien- le dijo tranquilizándola.

Uhmm...no quiero quitarle magia a este momento, os juro que nadie lo ha disfrutado mas que yo, pero, pongamonos manos a la obra con ese conjuro - dijo Xander sonriendo.

Tara, estoy a tu disposición - dijo Buffy, recuperando la esperanza pérdida instantes atrás. y esbozando una sonrisa.

Mirad, os explicaré las complicaciones que pueden surgir en la ejecución de este conjuro. No es nada sencillo. De hecho, en congresos de brujería a los que he asistido han desaconsejado el uso de este tipo de conjuros. Consiste en unir las almas de dos amantes para evitar que uno de ellos sea arrastrado hacia la muerte, pero puede provocar que ambos lo sean.-Tara se aclaró la voz, su rostro estaba serio- Deposito en vosotros toda mi confianza y espero que podaís conducir el conjuro vosotros solos, ya que yo y Willow realizaremos una especie de viaje astral del que quizá no volvamos.

¡Espera! Tu no arriesgarás tu vida por...... por mi -intervino Willow- ya has hecho bastante.

Venga Willow, ¿lo dudas? te quiero y daría lo que fuese por tí - contestó airada Tara- no seas tonta.

De eso se trata el conjuro. Dos personas que se aman unirás sus almas para siempre -Buffy continuó leyendo el párrafo del texto incluido en el libro "Unión de almas"- evitando así que una de ellas muera, ya que su alma esta atada a una que todavía se encuentra en vida terrenal.

Suena bien - dijo Xander mientras Buffy cerraba el libro bruscamente.

Voy a buscar a Giles -dijo Buffy- Estaré de vuelta en 30 minutos.

Nerviosa y excitada por el nuevo plan con el que, si nada se volvía en su contra, lograrían salvar a Willow, Buffy corría hacia casa de Giles para que este les ayudara con la ejecución del conjuro.

Nada debía fallar. Con un solo descuido, no sólo perderían a Willow, sino que Tara moriría tambíen. Era mucha responsabilidad, pero Buffy es responsable cada dia de la continuidad de la paz y de la aniquilación del lado oscuro, así que podría soportar la presión.

Antes de las 5 de la mañana, Giles, Xander y Buffy se disponian en un círculo alrededor de Willow y Tara que yacían tumbadas, una al lado de la otra, cogidas de la mano. Estaban rodeadas de rosas rojas y negras; y el oregano que horas antes sujetaba Tara entre las manos, estaba ahora ardiendo en una pequeña hogera. La luz de la luna todavía brillaba con intensidad y hacia innecesarío el uso de la corriente eléctrica. Tan sólo diez velas rojas alumbraban el círculo dispuesto a comenzar con el ritual. No se despidieron. Todos confiaron en que aquello funcionaría....y sino, mejor era evitar el dolor previo y que eso pudiera enturviar el propio desarrollo del conjuro. Las instrucciones estaban claras. Una vez comenzaran el viaje astral, Willow, cercana ya a las puertas de la muerte, dejaría a su alma abondonar su cuerpo y moriría. Su alma ya habría sido unida a la de Tara mediante la lectura de unas oraciones (de lo que se encargaría Buffy) y el esparcimiento de unos polvos de flores y especias.

Si todo salía según lo planeado, las almas de las amantes se habrían unido, y contando con que la de Tara fuese lo suficientemente fuerte, y así lo fuese su amor por Willow, ganaría la batalla a la muerte, arrastrando el alma de Willow, de nuevo al mundo terrenal. Este ritual, alta demostración de la fuerza del amor, provocaría que la persona que había muerto, volviera plena de facultades y rebosante de salud una vez su alma retornara al cuerpo.

Amô änc wuil où luvë fur sempú - repetía Buffy- Willow et Tara, Tara and Willow, Willow y Tara, Tara i Willow . Amô änc wuil où luvë fur sempú. Amô änc wuil où luvë fur sempú.

Flores y polvos de colores volavan a su alrededor, una especie de remolino repleto de mágia y fuerza las rodeaba. Buffy repetía el conjuro y Giles seguía dejando ir los polvos mientras Xander miraba desde cierta distancia el espectáculo completamente boquiabierto. Los dos cuerpos y sus manos unidas comenzaron a proyectar una luz intensa mientras las primeras luces del alba penetraban por las ventanas de la casa. La intensidad de la luminosidad aumentó de un modo vertiginoso y de pronto ambos cuerpos parecieron estallar convirtiéndose en flores y finos rayos de luz....

Cuando todos abrieron los ojos ,que habian quedado cegados durante unos segundos, la normalidad había vuelto a la habitación. Las flores yacían en el suelo, y ya no había remolino o brisa alguna en la estancia. Una pacífica tranquilidad reinaba en el ambiente y todos miraban espectantes a Willow y Tara, que todavía estaban dormidas en el suelo.

Poco a poco comenzaron a moverse, y desperezandose, como si de un largo sueño estuviesen despertando, ambas se incorporaron y se miraron una vez más con esa complicidad que las caracteriza. Se abrazaron satisfechas y Xandler y Buffy se tiraron encima de ellas, abrazandolas y besándolas tan fuerte como nunca antes lo habían hecho. Giles los felicitó sin poder reprimir una lágrima que secó de su rostro con rapidez.

La fuerza del amor había hecho sanar a Willow.

Una vez más, lo extraterrenal, lo mágico, aquello que nadie puede demostrar pero que indudablemente existe, pudo salvar a dos amantes.