<-- Regreso a Sunnydale -->
por Witchy Poo

Giles decidió irse de Sunnydale para siempre, después de la muerte de Buffy y sin tener a quien entrenar decidió regresar a su hogar, a Inglaterra.

Sin embargo, los scooby’s no podían permitir que se fuera sin despedirse, así que decidieron alcanzarlo en al aeropuerto y entregarle algunos presentes que harían que nunca los olvidara: a ellos, a Sunnydale y mucho menos a su cazadora.

Después de una improvisada despedida, Giles decidió abordar el avión que lo llevara de regreso a su hogar, después de tantos años, casi había olvidado que su hogar no era el viejo Dale.

Era el momento el vuelo 39-82 con destino a Los Ángeles y Londres anunciaba su partida.

Sin embargo el regreso de Giles se vería interrumpido por aquella ligera escala, antes de viajar a Inglaterra iría a Los Ángeles.

Penal de Máxima Seguridad. Los Ángeles, California

Ahí estaba el vigilante, no podía creerlo después de lo que había pasado y la primera persona que vería después de su partida, no era precisamente a quien le hubiera gustado ver pero tenia que estar seguro que ella estuviera enterada de tan fatal “accidente”, no sabía cuál sería su reacción, probablemente se alegraría, después de todo era lo que siempre había buscado, la muerte de Buffy.

-¿Qué haces aquí?

Pregunto su morena interlocutora con un aspecto mezclado entre sorpresa, molestia y desilusión

-Creí que nunca te volvería a ver, sabes el único que me visitaba era Ángel. Sin embargo no ha venido en por lo menos tres meses. ¿Sabes que pasa? ¿Por qué se fue tan repentinamente?

No podía creerlo, Ángel visitando a esta psicópata, después de que trato de matarlo le mostraba no solo compasión sino ¿afecto?

-Bien Faith. Lo que voy a decirte es muy importante. No estoy seguro si ya lo sabías, pero Buffy murió... aproximadamente hace tres meses. Por lo tanto tú eres la única cazadora con la que el consejo puede contar.

Se detuvo, un nudo en la garganta le impidió seguir hablando, decirle a aquella chica que sabía que odiaba a Buffy, la muerte de esta y sobre todo decirle que era la única arma del consejo para atacar a las fuerzas de la oscuridad... simplemente era demasiado.

-Ya lo sabía

Contesto la chica, con un dejo de tristeza en la mirada. ¿Tristeza? Se preguntaba el vigilante, como era posible que la chica demostrara ese sentimiento, tal vez no saltaría de gusto pero al menos esperaba que se burlara de él o lo lastimara con algún comentario tan típico de ella.

-¿Cómo? ¿Quién te lo dijo? ¿Cuándo?

Ahora él hostigaba a la joven cazadora con múltiples preguntas.

-Willow, bien no me lo dijo ella en persona, me dejo una carta preguntando si ahora era feliz con B muerta, diciéndome que ya podía dejar la actuación de chica arrepentida y volver a lo habitual, ya sabes, tratar de arruinar su vida. 

Contesto con una ligera sonrisa que desconcertó al caballero.

-¿Entonces...?

-No puedo creer que tu esperaras lo mismo que la pelirroja, ni siquiera se tomaron un minuto para conocerme mientras estuve en Sunnydale. ¡¡No puedes venir diciéndome que la única persona que al menos trato de conocerme murió y creer que estaría  bailando de alegría!!

Contesto ahora una ligeramente sobresaltada Faith. A lo que siguió un interrogatorio por parte de ella y las verdaderas razones por las que el vigilante se encontraba allí.

-Pero ¿a qué vienes realmente?, No fue para darme la noticia, debiste suponer que cuando Willow vino a avisarle a... Ángel, ¿Cómo esta él? Dios, debe estar destrozado con la noticia.

-Así es Faith, obviamente no le causo un gran placer el saber que Buffy esta muerta, por lo que sé, se fue de aquí. No dejo de pensar que se siente un poco culpable.

-Entonces esa es la razón por la que no ha venido. Lo entiendo. Pero... no has contestado, ¿Qué haces aquí realmente?

-Bien, esto es importante.

Trago una gran bocanada de aire antes de seguir con la explicación. Lo que le iba a decir a Faith no era algo que realmente sintiera. Él pensaba que debía de haber otra solución. ¡Tenía que haber otra solución!

-El Consejo te quiere fuera.

Fueron sus palabras, pero la chica no entendió.

-Fuera, ¿De dónde?

-De aquí, te quiere libre, eres... la cazadora.

Al decir estas palabras de nuevo se formo un nudo en la garganta del vigilante, pero esa era la verdad y siempre la había sido. Faith era la cazadora y no Buffy. Importaba mas la vida de esta niña que la de su rubia desobediente.

-¿Libre? Estas seguro, por que la última vez que nos vimos, si me querían fuera... Pero de este mundo.

Al decir estas palabras, volvió a salir aquella chica ligeramente cínica que todos conocían.

-Y que van a hacer para sacarme de aquí, sabes la condena por homicidio es un poco extensa.

-Aún no lo sé. Pero es lo que me pidieron. Que viniera a informarte. Que te quieren fuera de la cárcel.

Mientras tanto. En la oficina del director del penal.

-Por supuesto que no puedo permitirlo.

-¿Por qué no? Lo ha hecho antes.

Contesto un hombre mayor, cabello cano, bien vestido y con un marcado acento inglés. Al director del penal, quien se encontraba visiblemente sobresaltado.

-Mire Quentin este no es cualquier caso. Esa chica nos causó grandes problemas. Sobre todo con los medios, los teníamos encima cuando comenzó su captura y después les pareció sospechoso que ella misma se entregara a pesar de la intensa e ineficaz persecución de la que fue objeto.

-Señor Travers por favor. Que más da. Ha pasado tiempo y los medios han dejado de presionarlo.

-Esta bien señor Travers pero no es así, además hay un elemento de la policía que sigue atentamente este caso. Aunque sé de buena fuente que fue despedida no puedo correr tremendo riesgo.

-Debería reconsiderar. Podemos darle algún aliciente.

Mientras Quentin Travers decía esta frase abría un portafolio lleno de dinero, billetes de diversas denominaciones. Había por lo menos un millón de dólares, era difícil saberlo a ciencia cierta, pero la cantidad debía de ser muy alta.

-Creo que me esta confundiendo señor.

Contesto el sobresaltado director ante tal ofrecimiento.

-Creo que no. Debo decirle que pertenezco a una asociación muy poderosa, y lo hemos... como decirle... vigilado de cerca. Sabemos que tipo de negocios le gusta hacer, que lugares visita cuando busca algo de... diversión. No creo que a sus superiores les guste saber de donde provienen algunos de sus ingresos. Y a su esposa, cree que le gustara saber de aquella joven a la que va a ver por las noches. Además sabemos que los papeles de sus hijos no están en regla, no querrá que los pobres sean deportados o ¿sí?

-Ah... claro que no.

Contesto ahora un desconcertado y temeroso director.

-Pero, ¿Qué propone? Como le digo tengo mucha gente al pendiente de este caso en particular.

-La muerte. Por supuesto.

-¿Cómo dijo?

-Así es. Que le parece la muerte de la chica. Así evitaríamos que la policía la comience a buscar. Ya sabe. Si se tratase de una fuga eso pasaría.

-Pero eso es muy complicado.

-Sabemos que la prisionera ha participado en diversas peleas aquí dentro. Sería lo más normal que falleciera en una de estas peleas.

-Pero todos saben que es extremadamente fuerte, rápida y posee una gran habilidad para pelear. Sería imposible que muriera en una de ellas.

-Ya lo sabemos, pero todo será arreglado por nosotros. No hay por que preocuparse.

-Pues... sí ustedes arreglan todo y no mencionan mi participación. Con gusto los ayudare.

-Bien.

-Pero, esto no puede ser ahora. La chica debe cumplir al menos con un par de años de su condena. Esperemos por lo menos algunos meses. Además podemos debilitarla y hacer más creíble su... muerte.

-Entonces. Como usted comprenderá. No podemos darle su gratificación hasta no terminado el trabajo.

-Claro. Lo comprendo.

-Recuerde, en cuanto este todo listo llámeme, lo estaremos vigilando.

Y terminaron la plática con un fuerte apretón de manos.

Mientras Giles se despedía de la chica.

-Y que harás ahora. Digo con B tres metros bajo tierra. No creo que tengas algo más que hacer en Sunnydale.

-Tienes razón. Por eso decidí regresar a Inglaterra.

-Y el Consejo. ¿Qué opina?

-Nada. Esto es una decisión personal y no tienen porque entrometerse.

-Entonces es probable que no te vuelva a ver.

-Así es. Espero que te vaya bien. 

-Gracias. Y aunque tú y la pelirroja no lo crean siento la muerte de B.

El vigilante se despidió dejando a una Faith un tanto desconcertada.

Camino a su celda. La chica no podía borrar las palabras del vigilante de su mente. El Consejo la quería fuera. Como era eso posible. Sabía que cuando el Consejo tomaba una decisión era porque esta era definitiva. No sólo era eso. Ver a Giles de alguna forma le recordaba porque estaba ahí. Una solitaria lagrima se asomo en su rostro. Era incapaz de creer que Buffy había muerto. Nunca le pidió perdón. Y no tendría la oportunidad de hacerlo. No podía negar que le agradaba la chica. Su carácter, el hecho de que sea la única persona, además de Ángel claro, capaz de patearle el trasero y hacerla huir. Hubiera querido arreglar las cosas con ella.

Hasta ahora se había negado a la posibilidad de su muerte. Pero era cierto. Así como Buffy había muerto. Ella también podía hacerlo y sabía que no estaba preparada para hacerlo.

Si el Consejo tramaba algo. Ella los enfrentaría sin importar las consecuencias. Estaba decidida. Lo haría por ella y por Buffy. Como una manera de pedirle perdón y honrarla después de su muerte, al final de cuentas Buffy nunca se dejo llevar por el Consejo.

A las afueras de la prisión. Giles se encontró con Quentin Travers.

-Y bien. ¿Cómo la viste Rupert?

-Bien. Recuperada. Ha sufrido un gran cambio en su comportamiento. Creo que las visitas que Ángel le ha hecho han sido trascendentales. Aunque no descarto una decaída estoy seguro que realizara sus funciones al servicio del Consejo de manera correcta. Aunque en este momento no confía en él.

-Eso no importa. Lo único que nos preocupa es que vuelva a ponerse en nuestra contra.

-No lo creo. Ha recapacitado y meditado. No la siento totalmente arrepentida de su conducta en el pasado. Pero creo que no volvería a actuar de esa forma si le es concedida su libertad.

-Le hablaste de nuestros planes ¿Verdad?

-Claro. Sé lo importante que es para el Consejo esta misión. Y le informe que la querían fuera. Que ella es la cazadora y que tiene que hacer su trabajo.

-Bien. Supongo que ahora si partirás a casa.

-Así es. No tengo nada más que hacer aquí. Mi trabajo como vigilante ha terminado. Como debía ser.

-Siento mucho lo de tu cazadora. Buen Viaje.

-Gracias.

Se despidieron y partieron en rumbos diferentes. Era momento en que Giles hiciera ese viaje que lo llevaría de regreso a Inglaterra. Era momento de olvidar lo pasado y solo recordar los buenos momentos que vivió aquí. Su trabajo estaba finalizado y termino como debía de terminar. No había porque arrepentirse ni porque sentirse mal.

Mientras tanto en Sunnydale

Después de la muerte de Buffy todo había cambiado. Sin una cazadora vigilando sabían que los demonios y demás criaturas atacarían sin piedad y sin temor. Willow había reparado a la Buffybot de Spike para aparentar que aún estaba la cazadora. Mientras preparaba un plan para traer a Buffy de regreso.

Después de analizarlo junto con Tara se decidió a llevarlo a cabo. Para eso necesitaría la ayuda de Xander y Anya, pero por seguridad ni Spike, ni Dawn y mucho menos Giles serían avisados, al menos no hasta esperar a ver los resultados.

-Extraño a Buffy. Pero la vida no se acaba solo porque ella ya no esta.

-Buffy no murió de una forma natural. Tenemos una oportunidad.

-¿Tenemos todo lo que necesitamos?

-Es el momento.

-¿Estas segura Willow? Hablamos de resucitar a los muertos.

-Es tiempo que dejemos de hablar. Mañana por la noche traeremos a Buffy de regreso.           

El ritual fue violento, al inicio unas terribles cortadas aparecieron en los brazos de Willow, después se comenzaron a formar unos pequeños bultos bajo su piel transformándose en una serpiente que salió e su boca, todo era parte de una prueba, los Scooby las miraban atónitos como era posible que la bruja no les hubiera advertido sobre las reacciones que tendría.

Todo era una prueba se repetía Tara cada vez más consternada, mientras esperaba que todo acabara para poder abrazar a Willow.

Sin embargo no todo iba muy bien, unos demonios que perseguían a una herida Buffybot, quien tenía que ir a ser reparada con Willow, aparecieron justo donde se realizaba el hechizo. Pasaron por encima de la tumba de la rubia cazadora y destruyeron la urna de Osiris, elemento fundamental para terminar el ritual. Ahora parecía todo perdido, Buffy no regresaría al mundo de los vivos.

Sin embargo, lo que habían podido hacer del hechizo resulto suficiente, el cadáver ya descompuesto de Buffy comenzó a regenerarse hasta quedar como si se hubiese acabado de enterrar. Una confundida y recién resucitada Buffy luchó por salir de la tumba en la que estaba encerrada, desorientada camino sin rumbo por las calles de Sunnydale, hasta que se encontró con sus amigos.

-Buffy... ¿eres tu?

Aproximadamente 2 meses después.

Penal de Máxima Seguridad. Los Ángeles, California

Habían pasado casi dos años desde que estaba encerrada y no había pasado nada inusual desde la visita de Giles, a excepción que la habían castigado y le habían rebajado la comida. Aún no sabía porque, se había portado bien, había hecho sus tareas y no había peleado. Hasta ahora la dejaban salir al patio.

Estaba debilitada a causa del encierro y la falta de alimento. Ese no era el problema, había pasado por cosas peores desde que era niña. Pero algo la desconcertaba. Su instinto de cazadora pocas veces fallaba. Algo le decía que iba a pasarle algo. Sentía que alguien la atacaría de un momento a otro, pero eso era prácticamente imposible no había salido en poco más de dos meses. ¿Quién querría hacerle daño?

Pero no estaba equivocada. En cuanto salió un grupo de presas la observaba. Las conocía muy bien, desde que había llegado ahí había tenido problemas con ellas, la molestaban y por supuesto no iba a dejar que ellas ganasen. En una ocasión mando a una a la enfermería porque le pareció gracioso ver su comida en la cara de Faith y por supuesto Faith no le encontraba algún chiste a servirle de plato.

-Vaya, vaya. Hasta que la princesa se digno a visitarnos.

Siempre era lo mismo, la misma mujer la que la molestaba. Sin embargo nunca la había enfrentado cara a cara. Siempre era una de sus “ayudantes” con la que tenía que pelear.

-No fastidies

-¿Por qué tan molesta princesita? Será porque no has comido muy bien. No te preocupes, aquí te tengo un banquete digno de la realeza. Vamos ¡Pruébalo!

Al decir esto le arrojo un plato de una extraña sustancia que parecía ser comida. Este fue a dar directo a la cara de la cazadora.

-¿Qué te pasa, no te gusto el platillo principal?

No respondió. Prefirió buscar algún rincón donde descansar y pasar el receso. Había sido un terrible encierro. Recordó las palabras de Giles. Sí el Consejo la quería fuera, tenía que portarse bien, no podía arriesgarse, tal vez le rebajaría la condena.

Lo que Faith no sabía era que el director del plantel le había pagado a esta mujer para que iniciara una pelea y la dejara inconsciente, sólo eso. Un descuido y tendría encima al Consejo. Así que era mejor hacerlo todo cuanto antes. Si la reclusa no la dejaba inconsciente, seguro lo haría el hambre o el entumecimiento que el encierro en las frías celdas le había provocado.

-¡Princesa! Ven, come con nosotros, aquí te apartamos un lugar.

Era obvio que lo que buscaba era un pleito, no se dejaría provocar. Además estaba muy débil, seguro que si peleaba no le resultaría tan fácil como antes.

-No molestes.

-Vaya, la princesita se ha enojado, ¿será porque su príncipe no la ha visitado?

Eso era lo más la molestaba. Decían que su príncipe era Ángel. Era imposible saber como se habían enterado que no había venido a visitarla desde hace algún tiempo. Pero lo que más le molestaba era que la llamaran princesa y se burlaran. Sabía que si seguía ahí, terminaría por hacer caso a la rea e iniciaría una pelea.

Así que decidió marcharse lejos de ahí.

-Faith, ven aquí. Come conmigo. Toma algo de mi plato. ¿Quieres la manzana?

Bien, no todas las reclusas eran tan molestas. Había ahí gente que no debía estar ahí. Ese era el caso de Amber. Era una chica amable y tímida. Su cabello era rubio, sus ojos eran de un color amarillo intenso, ámbar tal vez y grandes, parecían dos piedras brillantes. Era un poco más pequeña que ella aunque de la misma edad mas o menos, no era afecta a las peleas mas bien le gustaba jugar con los ratones que en múltiples ocasiones las visitaban, ya que compartían la celda, y gustaba de leer algunos libros que Ángel le llevaba a Faith. No sabía como había ido a parar ahí, había llegado un par de meses antes que ella. Parecía algo de un robo a una gran empresa, papeles o algo así. Pero Faith sabía que eso no era cierto. Había algo más que no le quería decir. Amber no era del tipo de personas que se meten en problemas, además era extraño el hecho de que nadie la hubiese visitado en los dos años que habían estado juntas.

-Gracias .

-No te preocupes. ¿Cómo estas? ¿Sigues sin saber por que te encerraron?

Amber era la única persona que se preocupaba por Faith ahí dentro. Y Faith le había tomado cariño, era como la hermana que no había tenido, tal vez si se hubiera dado la oportunidad tendría una relación igual con Buffy, pero ya nadie lo sabría.

Así que no era de sorprender su reacción cuando la mujer que la estaba molestando atacó directamente a Amber, le arrojo un plato de comida y le dio un golpe que la mando a volar por encima de un par de mesas.

Esto hizo que Faith explotara, se lanzó contra la mas alta del grupo, que también era la más fuerte, de un salto la mando al suelo, ambas rodaron tirando algunas mesas, Faith quedo sobre la líder del grupo, y comenzó a golpearla, Amber que apenas se había podido incorporar corrió a tratar de separarlas, sabía que si las celadoras se enteraban de la pelea castigarían a Faith, y esta no soportaría más tiempo sin comer y encerrada en una oscura y fría celda.

Sin embargo no pudo hacer mucho, cuando iba a separarlas otra presa le saltó encima impidiendo que separase a su amiga de su contrincante. No supo más, le arrojaron una silla en la cabeza y no se enteró de la suerte de su amiga.

Justo en ese momento la corpulenta mujer cambio la posición y ahora ella se encontraba sobre una Faith que lucía muy pequeña debajo de ella. En ese momento un pequeño grupo de prisioneras se fue contra las dos mujeres, eran al menos cinco personas sobre Faith. Ninguna de las reclusas hizo algo para ayudarla, sabían que eso sería suficiente para arruinar su estancia, se ganarían el odio de estas reclusas y probablemente terminarían muertas en alguno de los baños.

Mientras las celadoras corrían a detener la pelea, lo último que las reclusas vieron antes de ser enviadas a sus celdas fue a una Faith mal herida, con un gran golpe en la cabeza y a su contrincante no en mejores condiciones, pero al menos consciente.

En la enfermería

-¿Cree que sobreviva doctor?

-No lo sé, pero ha demostrado tener una condición física envidiable. Por desgracia fue encerrada por mucho tiempo y además presenta una anemia preocupante.

-Pero necesito que sobreviva, el Consejo no me dejara en paz, me arruinaran.

-Lo sé, pero la pelea fue muy cruel, desigual. Solo un milagro la salvaría.

-Pues hágalo.

Después de esto el director se fue preocupado a su oficina, a sus encargadas se les había pasado la mano y no solo era la vida de la Cazadora, también estaba la de Amber, ella era inocente en todo esto, además le habían encargado que la cuidaran, nada le podía pasar a la rubia, o pagaría las consecuencias.

En ese momento una confundida Amber despertaba. Con un tremendo dolor en la cabeza se dirigió a la cama donde estaba su compañera.

-Faith... Faith... despierta.

-Por favor señorita deje a la paciente descansar.

Amber no pudo evitar una gran sonrisa, ¿Paciente? ¿Faith? Era claro que no la conocía.

-Esta bien, pero se va a recuperar ¿verdad?

-No estoy seguro, tendremos suerte si logra pasar la noche. Ahora vaya a la otra habitación a que le revise el golpe.

Faith comenzaba a despertar, en ese momento el doctor llamó al director.

-¿Estas seguro?

-Así es, ya despertó, es un milagro.

-No me importa, es el momento. Estas seguro que nadie la vio despertar.

-Así es, la otra reclusa esta en su celda y la otra chica esta en la otra habitación.

-Bien, ahora has el anuncio de su muerte y la llevas a mi oficina. Tengo que hacer una llamada.

Pero ninguno de los caballeros se dio cuanta que una rubia cabeza se asomaba por la puerta, Amber vio a Faith despertar y la oyó quejarse, pero ¿qué tramaban? Tenía que proteger a su amiga. Sin embargo no le dio tiempo de hacer nada. La enfermera la llamó y le dijo que podía irse a su celda.

-Ya esta listo todo señor. Ya se dio el anuncio oficial, ya vinieron los encargados y se llevaron un cuerpo.

-Perfecto. Ya están aquí las personas que vienen por la difunta.

Al decir estas palabras una siniestra sonrisa iluminó su rostro, pensando en la gratificación que obtendría una vez terminado el trabajo. Pero algo no dejaba de inquietar al corrupto director. No podía dejar de pensar en lo cerca que estuvo de perder a su rea “consentida”, no podía permitir que nada le pasara a Amber, se le había dicho que la vida de esa rubia valía más que la de todas les reclusas del penal.

-Y ¿Cómo esta la otra chica?

-Bien señor, no fueron golpes graves.

-No puedo seguirme arriesgando. Con lo que paso seguramente no dejaran de molestarla. Tengo que encontrar una manera de deshacerme de ella.

Una adolorida y confundida Faith despertaba y pedía que le llevasen un poco de agua, al oírla el director tuvo una idea. ¿Por qué no? Favor con favor se paga, estas dos chicas parecían llevarse bien y seguramente Faith la protegería, después de todo para algo la quería el Consejo fuera de ahí.

Justo en ese momento llegó Quentin Travers acompañado de algunos chicos del Consejo.

-¿Cómo esta la chica?

-Un poco adolorida, pero estable, vivirá.

-Bien, ¿Ya quedo todo arreglado?

-Así es, ya se dio el anuncio oficial de su fallecimiento. Así que ya cumplí con mi parte del trato.

-Perfecto, ahora mismo le entregaré su pagó a tan buen trabajo.

-Sí, gracias. Sólo hay una condición que me gustaría que conociera.

-¿Una condición? ¿Cuál es?

-Bien, sucede que tengo aquí a una chica que no debería estar aquí, me han encargado que la cuide. Sin embargo ya ha pasado mucho tiempo, todo marchaba bien, pero a la pobre se le ocurrió entrometerse en la pelea. Resulto herida por defender a su chica. Por desgracia golpeo a una de sus contrincantes, y en vista de ese accidente no la podré mantener a salvó aquí dentro. Así que pensé, en vista de que ambas parecen haber entablado una amistad, que Faith podría cuidar de ella durante algún tiempo. ¿Qué piensa?

-Creo que esta equivocado, las razones por las que queremos a Faith fuera de aquí, son porque tiene un trabajo que debe cumplir, no puede estar de guardaespaldas de su muchacha.

-Solo le digo que sí no cumple con este trato, su chica no saldrá de aquí.

-Pues entonces que así sea. Sólo le digo que Faith no hace amigos, no se preocupa por nadie y puede abandonarla en algún lugar desconocido para ella.

-Tomare el riesgo.

-Entonces, lleve a ambas chicas a la parte trasera del penal, ahí las estaremos esperando.

Tal como lo habían acordado Faith y Amber fueron llevadas a la parte trasera de la prisión. Faith aún iba bastante desorientada, solo podía sentir que se movía. Amber llevaba consigo la mochila de Faith, única propiedad de esta cuando llego a la prisión.

-¿Dónde vamos?

Pregunto una tímida y confundida Amber a los hombres que las llevaban, estos solo se limitaron a lanzarle una mirada feroz que la congeló y enmudeció por el resto del trayecto a la salida.

Afuera las esperaba un par de camionetas negras, vidrios polarizados, dentro de ellas había algunos hombres muy extraños que aparentemente las esperaban.

-¿Quién es ella?

Preguntó uno de ellos, alto, delgado y con una cara de pocos amigos

-Te explicó en el camino. Ira con nosotros.

-Bien, súbelas.

Quentin hizo subir a Faith a la camioneta y le ordeno a Amber que hiciera lo mismo, después cerro la puerta y la rubia no volvió a saber nada de él.

Al poco rato ya se encontraban algo lejos del penal. Pero Amber no podía saber dónde estaban, se había quedado dormida durante el trayecto y por lo que se había dado cuenta tampoco Faith había despertado, sin embargo no quiso preguntar no confiaba en esa gente sólo podía esperar tal vez Faith si pudiera hacer algo.

Faith, la miraba dormir, bueno de hecho aun estaba algo afectada por la pelea, sabía que aquella chica era especial aunque realmente no la conociera. Pero por desgracia no podía permanecer con ella por mucho tiempo, la perseguían, un amigo le había dicho que ellos no buscarían en la cárcel, no se arriesgarían, así que ahí estaría a salvo pero ahora, al director no le agradaba y no contaría con su apoyo solo el dinero que le dio su amigo lo logro convencer pero aún así ya se había desecho de ella, no, no arriesgaría a Faith simplemente no soportaba la idea de que le pasara algo malo. Por eso debía separase de ella cuanto antes, no la podía arriesgar.

La camioneta seguía avanzando no podían ver donde estaban, Faith comenzaba a despertar y salvo por los golpes que traía, se notaba estable, casi recuperada era impresionante ver como se encontraba, sobre todo para Amber que creyó que la chica no se recuperaría en mucho tiempo, mejor así podría irse estando más tranquila. Repentinamente la camioneta se detuvo.

-Bien niñas, hasta aquí llegamos.

-¿Dónde estamos?

Pregunto una desconcertada cazadora, su primera reacción fue atacar al conductor, pero el hombre que iba en el asiento del copiloto la detuvo, la cazadora no pudo evitar lanzarle una mirada de asombro y desprecio tal vez no lo había visto antes, pero no pudo olvidar las palabras de Giles, sabía que esto era obra del Consejo

-No te importa niña.

-¿Quién eres? Seguramente trabajas para el Consejo. Bien,  dile a tus jefes que me dejen tranquila o sí no...

-¿Qué? Nos golpearas hasta morir. No lo creo. Ni siquiera creo que puedas mantenerte en pie así como estas. Fue una buena pelea. Ligeramente desigual pero... al Consejo no  deja de asombrarle lo buena cazadora que eres.

Al pronunciar las últimas palabras el hombre dejo notar un sarcasmo al referirse a Faith como la cazadora.

Si bien Faith sospechaba que el Consejo tenía algo que ver con su encierro y con la pelea ahora no tenía ninguna duda. Se disponía a golpear al hombre cuando sintió una mano apoyada en su hombro, inmediatamente volteo y se encontró con la mirada de Amber, desconcertada pregunto que hacía ella ahí.

-El Consejo la envío junto contigo, aparentemente el director del penal quería deshacerse de ella y le pidió al Consejo que tú la protegieras.

-¿Yo? ¿Por qué querría el Consejo cuidar a esta chica?

-No lo sé y no me importa. Esas fueron las ordenes. Ahora bajen.

Ambas chicas bajaron entonces Faith notó que traía atadas las manos y pies, trato de liberarse pero no pudo. Miro a Amber y vio que ella no estaba atada, traía una mochila al hombro, mochila que reconoció como suya, no había prestado atención, pero hacia frío y la rubia no paraba de temblar.

-¿Pueden darle algo con que cubrirse?

Pregunto la cazadora, justo le iban a contestar cuando apareció Quentin. Se encontraban en un extraño poblado era un lugar que se encontraba en las cercanías de algún desierto.

Fueron llevadas a un pequeño hotel, las encerraron, era una habitación pequeña con dos camas aún más pequeñas y aunque había una ventana esta no era lo suficientemente grande como para que escaparan, ni siquiera se cerraba bien lo que ocasiono que al abrirla entrara una corriente de aire helado, como la del desierto debe ser, así que ahí pasaron la noche Faith le dio su chamarra a una Amber, como una manera de pedirle perdón por haber abierto la ventana, que parecía que iba a morir de frío.

-¿Qué crees que nos vayan a hacer?

Pregunto una temerosa Amber.

-No lo sé.

-¿Tienes miedo?

-No, lo que sea que me vayan a hacer no me importa. Pero a ti, no te harán nada si son lo suficientemente inteligentes.

Al dar esta respuesta Faith le sonrío a Amber de tal manera que esta oculto su sonrojado rostro entre la sabana que parecía servir más para un museo que para cubrirse.         

-Buenas noches Faith.

-Buenas mm zzzz.

Fue la respuesta de una ya profundamente dormida cazadora. A Amber no dejaba de dolerle la idea de tener que separarse de Faith, pero ese era su destino, al menos sabía que los abogados le habían perdido la pista... por el momento.

A la mañana siguiente fueron despertadas por el chofer y llevadas a otra habitación donde Quentin habló con Faith en privado mientras Amber tomaba lo que le habían dicho era su desayuno. No alcanzó a escuchar la conversación, sin embargo en cuanto esta llegó al punto más importante las pequeñas voces se convirtieron en gritos del inglés y reclamos de la cazadora que incluso un pequeño ratón que jugaba son un trozo de pan que Amber generosamente le ofreció, salió disparado a su agujero con todo y pan.

-¡No puede ser posible!

-Faith te aseguro que es lo mejor para todos.

-Lo mejor... Me estas diciendo que quieres que desaparezca para que el Consejo pueda hacer algo para conseguir otra cazadora.

-Eso no es totalmente cierto y lo sabes.

-¿Lo sé? Pues si no es cierto, entonces que es la parte que no he entendido.

-Tu seguirás como cazadora si es lo que deseas. Y si no, puedes hacer tu vida como te plazca, el Consejo no interferirá más.

-Bien, pero, ¿No se supone que debo morir para que haya otra cazadora?

-Así es, pero como te digo, el consejo arreglará ese error.

-¿Error? Claro, no notaron que Buffy no había muerto y entonces enviaron a Sandra

-Kendra

-Como sea. La chica murió, no era muy buena cazadora si murió tan pronto, y me envían a mí a Sunnydale.

-Entonces te volviste mala, ya sabes el detalle de asesinato, caíste en coma, despertaste, golpeaste a mis chicos y después huiste a la cárcel.

-No huí.

-Como sea.

-¿Y Amber? ¿Para que demonios la quieren? No les ha hecho nada y si tus chicos le hacen algo me las pagarán.

-Vaya, la chica te preocupa, eso es nuevo en ti, ni siquiera Buffy te preocupo tanto.

-Eso no les importa. Y deja que B descanse en paz.

-¿Qué Buffy descanse en paz? Entonces aún no te has enterado.

-Enterarme ¿De qué?

-Buffy... esta viva. El vampiro no te lo dijo.

-¿Viva? ¿Cómo?

-Al parecer una bruja la revivió utilizando un complicado hechizo, incluso consiguió la urna de Osiris que ha sido buscada por cientos de años por miles de hombres. Me gustaría saber quien es ella y como la consiguió.

-Willow

-¿Qué?

-Viva y cuando fue eso.

-Hace aproximadamente dos meses.

-Cuando Giles vino a hablar conmigo.

-Así es. Al parecer el no conocía los planes de esta chica.

-Y ¿Cómo esta ella?

-Honestamente no lo sé.

-Amber, ¿para qué la quieren?

-Tu amiga no nos sirve de nada. El director de la cárcel la puso como condición para dejarte salir. Tienes que cuidarla o algo así.

-Cuidarla. ¿De quién?

-De...

En el instante en que iba a contestar Amber entró de manera precipitada a la habitación, interrumpiendo al señor e impidiendo que le dijera a Faith quienes la perseguían.

-¡Amber!

-Lo siento es que no has desayunado, ni usted tampoco y sus hombres salieron y me dejaron sola.

-Bien, como te decía, toma este dinero y vete. No quiero volver a verte Faith. Si alguien del Consejo te ve ten por seguro que tratara de matarte. Y por la policía no te preocupes ya nos hicimos cargo.

-Me cuidare Quentin. No me volverás a ver.

-Bien. Entonces llévate a la chica lejos y desaparezcan.

Travers se fue dejando un sobre con dinero. Cuando Faith lo abrió quedo impresionada, al parecer el Consejo había sido muy generoso.

-¡Espera!

Salió gritando Faith.

-¿Dónde estamos?

-A las afueras de Los Ángeles.

-Gracias.

-Toma esto Faith. Creo que lo querrás usar. Es de mi parte.

Quentin le lanzó otro sobre un poco más abultado que el otro. Al abrirlo Faith miró con sorpresa que dentro había dos pasajes de ida a Sunnydale, una estaca y un reloj.

-Sale a las cuatro. Faith, aprovecha esta oportunidad que el Consejo te esta dando. Eres una chica realmente valiosa y sabemos que saldrás adelante.

-Lo haré. Y el Consejo estará ahí para verme. Gracias.

Así, ambos partieron en rumbos opuestos.

-Bien. ¿Adónde vamos Faith?

-Tengo que visitar a alguien. Vamos a que conozcas a unos amigos.

-Sí. Pero ¿Dónde?

-Vamos a Sunnydale

Penal de Máxima Seguridad. Los Ángeles, California

-Hola, vengo a visitar a Faith.

-¿Cuál es su nombre?

-Ángel, de Investigaciones Ángel

-¿A quién viene a visitar?

-Faith, pequeña, cabello castaño, bonita, continuamente en medio de alguna pelea.

-Ah sí. Lo siento señor.

-¿Qué pasa?

-La chica. Murió hace poco.

-¿Murió?

-En una pelea, estaba muy débil cuando le levantaron el castigo. La provocaron e inicio la pelea, muchas reclusas se lanzaron contra ella al mismo tiempo. Al parecer ni siquiera despertó.

-¿Cuándo?

-Ayer por la tarde.

-¿El cuerpo?

-Vinieron unos señores y se lo llevaron lo más pronto posible.

-Gracias.

-Lo siento. ¿La quería?

-Como a una hermana

Ángel salió sumamente desconcertado, se culpaba por no haberla visitado en meses, desde lo que pasó con Buffy, ni siquiera le había ido a informar. Pero algo no estaba bien, se dirigió al hotel donde Fred y Cordelia lo esperaban. Al entrar ni siquiera las saludo, se dirigió a la recepción, tomo el teléfono y marco un número.

-Bueno

-Comunícame con Buffy.

-¿Ángel?

-Sí Willow, ¿Está Buffy?

-No. ¿Qué pasa? Me estas asustando

-Faith esta muerta.

-Faith ¿Muerta?

-Así es, fue ayer por la tarde. Avísale a Buffy.

-¿Qué paso? Espera Buffy esta aquí.

-¿Sí, Ángel qué pasa?

-Faith

-Se escapo

-No, murió.

-¿Cuándo?

-Ayer por la tarde en una pelea. Pero hay algo raro y creo que el Consejo esta detrás de esto.

-¡Ángel, Wesley y Gunn ya están aquí! Es hora de irnos

Gritó Cordelia desde el otro lado de la habitación, haciendo que Ángel terminara la conversación lo mas pronto posible.

-Buffy, tengo que marcharme

-Sí. Adiós

Pero Ángel ya había colgado, les anuncio la noticia. Wesley se mostró dolido, Cordelia no hizo nada, solo mirar a Ángel que se sentía culpable por no haber visto a Faith, Fred y Gunn se limitaron a preguntar

-¿Quién es Faith?

Sin embargo el trabajo no los dejo pasar mas que unos minutos, había que ir a cazar demonios.

En Sunnydale

-¿Qué fue lo que paso Buffy? ¿Cómo murió?

-En... una pelea al parecer.

Buffy también estaba confundida, en ese momento entró Dawn a la casa y ambas guardaron silencio, lo que inquieto a la adolescente.

-¿Qué pasa Buffy?

-Faith...

-¿Qué hay con ella?

-Murió.

En ese momento recibió una llamada de Giles que se encontraba en Inglaterra y la felicitaba por su cumpleaños. Buffy le dijo a su vigilante la noticia.

-Ya era hora.

Sin duda no era la reacción que esperaba del vigilante, pero cuando Buffy le preguntó el porque, Giles se limito a felicitarla por su cumpleaños ya que no podría hablar ese día con ella y a despedirse.

-Me tengo que ir en este momento.

-Recordó que Ángel se oía preocupado, Giles estaba en Inglaterra. ¿Tendría algo que ver su vigilante en esto?

-Adiós Buffy y... feliz cumpleaños.

-Espera Giles...

Demasiado tarde reacciono, Giles ya había colgado y Willow  y Dawn  se fueron a la cocina dejando a Buffy pensando en el viaje de Giles.

En la cocina de las Summers

-Tenemos todo lo que necesitamos

-¿Estas segura Willow?

-Sí, mañana por la noche todo estará listo

-¿Y Tara?

-No te preocupes por mí, la pelea fue conmigo no contigo y mucho menos con Buffy, estará aquí puntual con su material.

-¿Qué hacen chicas?

-Nada Buffy, le explicaba a Dawn como se pueden leer las tortillas.

-Interesante.

-Sí Buffy, en cuanto aprenda, gustosa leeré las tortillas que prepares aunque debe ser muy difícil saber que significan esas cosas deformes a las que llamas tortillas.

-¡Dawn!

-Bueno, me voy a la tienda

-Adiós Willow

En algún punto entre Sunnydale y Los Ángeles

-¡Es completamente estúpido!

-Cálmate Faith.

-¿Qué? ¿Calmarme?

-Ese camión nos abandono a mitad del desierto y quieres que me calme

-Pero fue nuestra culpa

-¿Nuestra culpa? Claro, si no te hubiera dado hambre

-No me dio hambre, la que se bajo a comer fuiste tú.

-Ahora me culpas

-No, solo digo que tal vez si corremos lo alcanzamos en la siguiente estación.

-No sé dónde esta la otra estación y no voy a perseguir un camión que Dios sabe en donde va.

-Entonces... ¿Cómo vamos a llegar a Sunnydale?

-Caminando, corriendo, pidiendo aventones, como sea... tenemos que llegar.

En eso una camioneta pasaba, Amber le hizo una señal, la camioneta se detuvo y ambas chicas subieron.

“La Caja Mágica”, Sunnydale

-¿Qué pasa Willow?

-Nada, no estoy segura que es lo que vamos a hacer.

-Podemos llevar bailarines, Xander quiere unas chicas en su cumpleaños.

-¡Anya!

-Tú lo dijiste.

-Will, ¿Qué tienes planeado?

-Un pastel, globos y nada más, alguna idea.

-¡Un payaso! Conozco un demonio-payaso que hace trucos con hámsters petrificados.

-Gracias Anya, pero creo que a Buffy no le gustan los animales petrificados ni los payasos.

-No te preocupes, sé de un lugar donde va gente como ella que le tiene miedo a tan amables y pálidas criaturas.

Esta vez el grito fue por parte de ambos.

-¡Anya!

-Y ¿Tara? ¿Vendrá?

-No lo sé, creo que es una buena ocasión para hablar con ella, Dawn la invitó pero no esta segura de que venga, espero que así sea.

-¡Sorpresa!

-¿Qué te pasa Anya? ¿Cuál sorpresa?

-La fiesta, una fiesta sorpresa.

-¿Una fiesta sorpresa? No es mala idea. Por eso me agrada mi chica.

-Y ¿Cómo planeas sorprender a la cazadora?

-Spike

-¿Spike? Sí, él podría ser una buena sorpresa.

-No, él puede distraerla por la tarde mientras preparamos todo en su casa, ya sabes la comida, los regalos, adornos, horribles sombreros y la diversión.

-Claro, puedo llevar un mago que aparezca conejos.

-Muy graciosa, como si un mago pudiera controlar a esas horribles bestias.

-Es buena idea Willow, además creo que hace falta algo que anime a Buffy.

-Tienes razón. Iré a hablar con Spike, estoy segura que aceptara.

-Bien. Ve. Yo cerrare la tienda y, me iré con Xander a nuestro hogar.

En alguna cueva de las muchas en Sunnydale había unas pequeñas criaturas con capuchas obscuras, solo relucían sus ojos a través de las sombras. Eran cinco o seis criaturillas

-Esta todo listo. Mañana al atardecer eliminaremos a la pequeña cazadora.

-Ja ja ja ja ja ja ja ja.

-Así es, la pequeña cazadora

Willow y Dawn fueron a la cripta de Spike a tratar de convencerlo para que distrajera a la cazadora mientras preparaban la fiesta.

-Tienes que hacerlo

-No

-Vamos Spike, será divertido y pasarás tiempo con Buffy.

-Ya te dije que no.

-Vamos Spike, hazlo por mí.

Sonó al fondo de la cueva una súplica

-Vamos pequeña, no quiero hacerlo, quiero alejarme de todos ustedes. No es por ti. Es por ellos.

-Entonces Hazlo por Buffy.

-Buffy...

-Esta bien. Pero será por solo un par de horas y después del atardecer.

-Gracias.

-Gracias Spike.

Dawn se despidió del vampiro con un beso en la mejilla.

-Vamos Dawn, tenemos una fiesta que preparar.

En la casa Summers.

-¡Ya llegué!

-Hola Buffy

-¿Cómo estuvo tu cacería?

-Muy bien, ya sabes algunos vampiros por aquí, demonios de formas indescriptibles por allá, lo de siempre.

-¿Cómo te sientes?

-Bien... ¿Por qué?

-Faith

-Ah sí. Sé que van a decir que tal vez estoy loca, pero no creo que haya muerto.

-¿Estas segura? Ángel se oía muy convencido por le teléfono.

-Ese es el problema, creo que Ángel la esta protegiendo de alguna manera.

-Crees que escapó y Ángel te dijo que estaba muerta para que no la persiguieras.

-No lo sé. En cuanto a Faith se refiere, Ángel y yo nunca estamos de acuerdo, él siempre la apoya.

-No lo creo Buffy, Ángel nunca te ocultaría algo así.

-Ya lo hizo una vez. Siempre es ella la que gana. Pero no quiero seguir hablando de Faith, me voy a dormir. Hasta mañana Willow. Buenas noches Dawn

-¡¿Dawn?! No deberías de estar dormida.

-Sí, pero Willow me estaba explicando algo de geometría que no entendía.

-Bien, pero ya vete a dormir o no querrás levantarte temprano mañana para ir al museo.

-Sí. No te preocupes. Buenas Noches.

-Buenas Noches.

-Hey Buffy.

-¿Sí?

-Feliz Cumpleaños

-Gracias

Buffy se fue a dormir, estaba muy cansada por la cacería, por alguna razón no había visto a Spike y mejor así. Además la cabeza le dolía, todo ese asunto de Faith, que tal vez esa loca, psicópata y demente este fuera de su encierro tramando quién sabe que cosa y ella ni siquiera estaba segura si Faith estaba lejos de ahí o ya estaba cerca. Además el hecho de que ya se iba a convertir en mayor de edad, llegar a los veintiún años con seis de cacería nocturna, un par de relaciones horribles con chicos que se van, una madre muerta, una hermana que no existía, dos muertes propias y una resurrección a cuestas, era increíble como había logrado pasar de los veinte. Aunque bueno... no lo había hecho.

Esa madrugada, a las afueras de Sunnydale un par de chicas se encuentran caminando por la autopista.

-Te dije que ese camión no era.

-No es mi culpa, tú le hiciste la señal para que nos llevara

-¡Cállate y camina! No falta mucho para llegar.

-¿Adónde vamos? ¡Exactamente!, Llevamos horas viajando y no me dices a donde vamos.

-No te preocupes, ya estamos muy cerca.

Justo frente a ellas se levanta un gran anuncio amarillo con grandes letras blancas, aunque notablemente reconstruido en varias ocasiones, donde se leía “Bienvenidos Sunnydale”.

-Bien, ya estamos en Sunnydale, ahora ¿qué?

-Buscaremos a Buffy

-La chica que murió

-Así es, esta viva y quiero ir a verla.

-¿Crees que te recibirá?

-No lo sé, tal vez si, me querrá dar una paliza acompañada de sus amigos, el gracioso Xander y Willow la bruja.

-¿Una bruja?

-Algo así. Por otra parte estoy segura que Giles ya le dijo que estaba fuera de la cárcel, así que tal vez me esperan.

-¿En la madrugada? Claro, seguro te tienen una fiesta sorpresa.

-Tienes razón, vamos sé donde podemos quedarnos.

Ambas se dirigieron al centro de la ciudad, pasaron frente Expresso Pump donde se detuvieron a comer algo, justo en ese momento, Tara pasaba por ahí para ir camino a la universidad donde se estaba quedando con un amigo ahora que ya no vivía con Willow y no podía recuperar su habitación, Scott era una buena elección, aunque no estaba segura si era ella creyó reconocer a Faith pero no a la otra chica se iba a cercar cuando Scott llegó por detrás gritando su nombre.

-¡Tara! ¡Tara!

En ese momento Faith volteó pero no pudo reconocer a Tara. Aunque no la conocía muy bien, y tal vez se confundía, sobre todo cuando la vio saludar al chico.

-¿Qué pasa Faith?

-Nada, creí ver a alguien

-Scott. ¿Qué haces aquí?

-Nada, salí a comprar algunas cosas, pero la tienda de magia esta cerrada, ¿No se porque ha cambiado tanto en los últimos meses?, Y al voltear te vi. ¿Qué haces aquí? ¿Quién es ella? ¿Nueva conquista?

-N-n-no. E-e-es alguien a quién confundí con otra persona. I-i-iba a la universidad.

Tara no pudo evitar sonrojarse, realmente nadie a excepción de Scott le hablaba tan abiertamente. ¿Otra conquista? Como si ya hubiera olvidado a Willow.

-Vamos, Tara, ya es muy noche

-Voy, quiero ir por un café.

Tenía que asegurarse que la chica de la cafetería no era aquella chica que cambió de cuerpo con Buffy.

-En la habitación hay café, ya vamonos, además ya me quiero dormir.

-Bien, ya vamonos.

Así que se fue con Scott, quien era un excelente estudiante y muy dormilón, ese chico era adorable, aún recuerda como lo conoció cuando acababa de entrar a la Universidad.

Desde que lo vio caminando por el campus le había gustado, al principio la confundió, nunca se había sentido así  mucho menos por un chico, pero él era algo especial. Alto, cabello oscuro, casi negro y un poco largo, ojos violetas muy oscuros nunca los había visto, una gran sonrisa, delgado pero con un buen cuerpo, seguramente era deportista, vestido siempre en colores oscuros pero elegantes, pantalones de piel y camisas largas siempre ceñidas a su cuerpo. Además era inteligente, le gustaba la historia, la mitología, la teología y la literatura sobre todo la antigua, era un chico muy especial.

Como siempre él fue el primero en hablar, lo que la asusto, pero Scott fue muy amable.

-¿Sabes como llegar al gimnasio?

-N-n-no. E-estoy pe-perdida

-Yo también. Soy Scott.

-Ta-tara

-Bien Tara, dime adónde vas, tengo un mapa.

-N-n-no, gracias. No te quiero molestar.

-No es molestia, de cualquier manera ya no llegué a la practica. Mira, es un mapa real.

Cuando se lo mostró Tara se puso sumamente nerviosa, tiró el mapa, cuando trato de recogerlo sus libros cayeron y Scott los levanto rápidamente.

-“Historia de la brujería”, es bueno aunque me gustan materias menos complejas.

-¿Qué?

-Sí, ya sabes sobre mitología, historia, si no los vas a usar para que pierdes tu tiempo.

Le dijo con un guiño y le mostro un libro que traía “Hechizos y Posiones para principiantes 2”

-Puedes creerlo, ni siquiera hay un volumen 1, eso es lo místico del tema.

-Ah ¿si?

-Sí, aunque no me gusta la brujería, respeto a la gente que la practica. Conoces “La Caja Mágica” es una tienda muy buena que vende cualquier cosa que necesites.

-No, acabo de llegar a Sunnydale.

-Yo también, llevo aquí solo unas semanas. Entonces, quieres que te diga donde esta “La Caja Mágica”.

Tara asintió sintiendo que su rostro se encendía cuando Scott la tomo de la mano y la llevo por el campus hasta la tienda de magia. Podía escuchar los murmullos de los chicos y las chicas alrededor, aparentemente Scott era ya un chico popular y sentía como las chicas le lanzaban miradas de desprecio y envidia al verla de la mano de aquel apuesto joven.

La llevo a la tienda, después fueron a tomar un café y desde entonces son amigos, aun cuando había atracción entre ambos, Scott siempre supo que Tara no era para él y aún así la supo comprender y ser su amigo. Cuando Tara conoció a Willow en el círculo wicca él fue el que le dijo que la buscara, le hizo caso y encontró al amor de su vida, sin embargo tuvieron que separarse Willow y la escuela no le dejaban tiempo para ver a su amigo que también estaba muy ocupado en cursos especiales y sobre todo en esa beca que ganó para estudiar un tiempo en Inglaterra. Era impresionante la manera que ganó esa beca, sobretodo superando a los de último año.

Era un chico adorable. Acababa de regresar de Londres, había pasado poco más de un año allá. Y aunque ahora era un poco más serio no dejaba de ser el chico adorable que siempre había sido. Sin duda lo había extrañado mucho sobretodo con lo de Willow y Glory. Pero ahora él estaba aquí para darle todo su apoyo y para darle su sofá, aunque le había dado su cama y él dormía en el sofá realmente lo había extrañado.

-Tara ya es hora de dormir.

-Si, ya voy

No podía evitar sentirse inquieta, sí la chica de la cafetería era Faith tenía que avisarle a Willow. Willow, mañana la volvería a ver, después de la pelea la había visto muy pocas veces en la escuela, ni siquiera se saludaban. Pero mañana la volvería a ver, le hablaría. No hubiese aceptado ir a la fiesta de Buffy de no ser porque realmente la apreciaba, desde que la defendió de su padre, le tomo un cariño muy especial, y Dawn, quería a esa niña como a una hermana, como decirle que no. Ya no se podía retractar, tendría que ir a esa fiesta aunque el corazón se le rompiera en mil pedazos al ver de nuevo a su chica.

-Vamos Tara, ¿Qué haces pegada a la ventana?

-Nada, irás conmigo a la fiesta ¿No?

-Claro que no. No voy a interrumpir tu reconciliación con la pelirroja. Además ni siquiera conozco a los chicos que estarán ahí.

-Pero tú lo prometiste. No voy a ver a Willow y te puedo presentar a los chicos. Vamos es un favor que le hago a Dawn.

-Como sea, además no puedo, tengo un examen por la mañana.

-¡Pero es sábado!

-Es por parte de la escuela en Londres. Es muy importante. ¿Qué te parece si voy por ti mas tarde y te invitó a cenar?

-Esta bien. Te estaré esperando.

-Bien, pero puedes irte a dormir.

-Sí, buenas noches.

-Buenas noches.

Cerca de Expresso Pump. Amber y Faith subían por una escalera que se encontraba al final de un callejón. Al subir entraron a un departamento que parecía abandonado.

-¿Qué estamos haciendo?

-Buscando un lugar para vivir.

-Claro, nos metemos a un departamento extraño. ¿Qué sigue? Ya sé. Atacaremos a los dueños y les pediremos dinero. Espera, el Consejo te dio dinero y te pidieron que no te metieras en problemas. ¿Qué hacemos?

-Este departamento era del alcalde, él me lo dio.

-Si este departamento es tuyo, ¿Por qué forzamos la ventana?

-Porque obviamente no tengo las llaves.

Encendieron las luces, pero descubrieron que no había nada, encontraron unas cajas con algo de ropa, se cambiaron e improvisaron una cama donde pasaron la noche.

-¿Qué vas a hacer mañana Faith?

-Voy a buscar a Buffy.

Al otro día por la mañana en la casa de las Summers.

-Buffy ya despierta, me están esperando en el museo.

-Dawn puedes irte tú sola. Tengo que ir al banco creo que esta vez sí podrán hacernos un pequeño préstamo. Dile a Willow que te prepare el desayuno .

-Willow no esta.

-¿Dónde esta Willow?

-No lo sé. Date prisa o no llegare y el profesor Valmont no me dejará entrar con el grupo entonces tú tendrás que acompañarme para poder visitar el museo y sé que no te agrada todo lo que tenga que ver con la escuela.

-Esta bien Dawn. Por cierto ¿Willow te menciono algo de Spike?

-¿Spike? No ¿Por qué?

-Me dijo que Spike quería verme hoy por la tarde. Hey tal vez me quiera dar un regalo de cumpleaños.

-Seguro

-¿No crees que Spike quiera darme algo de cumpleaños?

-Creo que vendría a la casa a dártelo. Tal vez quiere que lo ayudes con algún lío de gatitos.

-Tal vez. Bien ya vamonos.

Buffy y Dawn pasaron toda la tarde en el museo. Como siempre a Buffy se le hizo tarde y se perdió. Willow fue a “La Caja Mágica” para avisarles a Xander y Anya a que hora tenían que estar en la casa para la fiesta.

-Spike va a entretener a Buffy hasta después del atardecer. Después la traerá a la casa donde la estaremos esperando.

-No puedo cerrar temprano.

-Vamos Anya, por un día no pasara nada.

-Xander tiene razón además no podríamos comenzar la fiesta sin ustedes.

-Esta bien. Pero prometiste que no habría conejos.

-Lo cumpliré. De cualquier forma no pude conseguir al mago. Entonces los espero ahí. No lleguen tarde.

Ya por la tarde todos los scooby’s estaban listos para la fiesta. Anya había decidido cerrar temprano “La Caja Mágica”, Xander había comprado los vasos, el hielo y los gorritos. Spike se había unido a la causa y ofreció llevar algunos gatitos lo que le agrado a Dawn sin embargo Willow prefirió que los guardara para él. Además ya había ayudado mucho llevándose a Buffy por unas horas, pese a que Willow se opuso, Dawn decidió ir con Buffy y Spike de cacería. Willow por su parte se había dado la tarea de preparar las diversiones no-mágicas, después de todo Tara iba a venir, y la comida. Tara llevo el pastel y algunas golosinas a petición de Dawnie.

-Ya esta todo listo.

-¡Que comiencen las celebraciones!

-¡Anya!

-Tenemos que esperar a que lleguen.

-Entonces no entiendo porque hicieron que cerrará temprano la tienda.

-Están a punto de llegar. Tara no quieres tomar algo.

-No Willow gracias. Espero que Buffy no tarde mucho.

-No te preocupes ya llegará en cualquier momento.

-Si es que alguien vendrá por mí y le prometí que no tardaría.

-¿Alguien?

Willow no pudo evitar que se dibujara en su rostro una expresión de tristeza y desilusión. No habían hablado en semanas, solo la había visto pasar en la universidad, tal vez un saludo pero no más, ni siquiera sabía donde estaba durmiendo, esta podría ser una buena ocasión para la reconciliación, pero alguien la esperaba. Era de suponerse que no estaría mucho tiempo sola. No es que Willow creyera que Tara era capaz de conseguirse a alguien mas, tampoco que Tara dependía de ella solo sabía que alguien como ella no estaría sola por mucho tiempo.

Al mismo tiempo Tara no podía evitar sentir como su corazón latía mas y más fuerte cada vez que Willow le dirigía una mirada. Dios con solo una mirada y podía leer su mente, pero eso era lo mejor, era por su bien y si la quería tenía que dejar que ella se diese cuenta de su error. Sólo esperaba que Willow no viera a Scott o sí no todo terminaría para siempre.

En ese momento afuera de “La Caja Mágica”

-No entiendo, aquí dice que cierran hasta las nueve de la noche. ¿Por qué esta cerrada ahora? Era el único lugar donde me dijeron que Buffy podría estar a esta hora.

-Tal vez tuvieron algo que hacer.

-No lo creo. Supongo que tendré que ir a casa de Buffy. A la universidad no puedo porque probablemente estará ahí la bruja. Pero Buffy no debe estar en su casa, tal vez este patrullando.

-Entonces la buscamos por toda la ciudad, vas a su casa, vas a la universidad o la buscas mañana temprano.

-Mañana, ahora quiero divertirme. Vayamos a arreglarnos y te llevaré a un lugar divertido.

-¿Dónde?

-Al Bronze

Eran cerca de las siete cuando Buffy, Spike y Dawn regresaban a casa. Había sido una cacería muy ocupada, Buffy estaba cansada y solo quería llegar a su hogar, por otra parte Dawn estaba emocionada con el patrullaje y Spike solo quería dejar a Dawn en algún lugar donde algún demonio la callara.

-No puedo creerlo. ¿Viste como golpeé a ese vampiro?

-Si Dawn todos lo vimos.

-Claro pequeña tienes un buen brazo derecho no como tu hermana.

-¡Spike!

-Tengo razón Buffy. Un vampiro nunca te había dado tantos problemas.

-Hubiera sido más fácil si no hubieras corrido al basurero a recoger esa caja con gatitos. Además estaba cansada porque en la mañana fui con Dawn a un museo de cosas raras donde caminamos por horas.

-Era arte. Y ni siquiera recorrimos la nueva exposición que el profesor Valmont recomendó.

Justo Spike iba a decir algo sobre el arte cuando los gatitos que traía en la caja comenzaron a saltar. Buffy volteó y vio unas cosas que estaban cerca de la casa, se apresuró a alcanzarlos. No dio tiempo a que Dawn o Spike la alcanzaran y avisaran a los otros para que se prepararan.

-¡Sorpresa!

Buffy no sabía que hacer por un segundo olvido que había algo raro afuera de su casa, recibió un abrazo de los chicos y algunos regalos. Afuera Spike y Dawn fueron a la parte trasera de la casa a ver que eran esas cosas vieron que había unos sujetos pequeños cubiertos con capuchas púrpuras que huían hacia el bosque eran cinco o seis y aparentemente acababan de realizar un hechizo.

Una densa nube color violeta envolvió la casa, se metió por las ventanas y la cubrió totalmente. Spike decidió entrar a la casa a ver si todo estaba bien, después recordó que esperaban a Buffy así que debió distraerse con la fiesta y por eso tardaba tanto.

Echó a correr hacia el bosque con Dawn por detrás para saber si los sujetos pequeños aún estaban ahí. Sin embargo no los encontró. Pero encontró un objeto de metal parecía una medalla la echo en su bolsillo y fueron a la casa.

Entraron por la puerta trasera. No se escuchaba algún sonido. Era raro porque si se trataba de una fiesta todos deberían de hacer ruido. Sin embargo tal vez el hechizo les hizo algo. Dawn corrió a la sala donde vio algo que no esperaba ver. Lo único que el impacto le permitió hacer fue dar un paso hacia atrás tirando las bebidas. Spike al oír romperse algo fue directo a la sala donde no pudo articular palabra.

Una pequeña niña rubia de cómo seis años se colgó del abrigo de Spike, una niña pelirroja aproximadamente de la misma edad se soltó a llorar cuando la niña rubia de ojos cafés y el niño de cabello negro la empezaron a perseguir. Ellos también parecían de cinco o seis años. Dawn trató de detenerlos pero el chico le lazó una almohada en la cara. Todos parecían histéricos, bueno no todos, había una pequeña niña rubia de mirada dulce y azul que estaba escondida en un rincón entre la pared y uno de los sillones.

Spike se libró de la rubia y comenzó a llamar a Buffy.

-¡Buffy! ¡Buffy! Donde diablos estas.

-Aquí.

-¿Dónde?

-Aquí abajo.

Spike volteó abajo y vio que la pequeña rubia le hablaba.

-¿Tú eres Buffy?

-Sí.

-¿Qué demonios te paso?

-No sé.

-¿Sabes quién soy?

-No.

-Spike. Soy Spike.

-Y ¿Quién es ella?

-Dawn, no la recuerdas. Es tu hermana.

-No.

-Ellos son...

-No sé.

-¿Willow?

Pregunto Dawn a la pequeña pelirroja que estaba en el tercer escalón tratando de huir de Xander y Anya.

-Presente.

Xander comenzó a reírse y le dijo que Dawn no era la maestra.

-¿Xander?

-Sí.

-¿Anya?

-Sí. ¡Aaaaaaaaaaaah!

El gritó hizo que Spike volteara y vio a la pequeña rubia de ojos azules abrazada a un conejito de peluche, Anya la volteó a ver y empezó a gritar cuando ésta le ofreció el conejito.

-Y supongo que tú debes de ser Tara.

-S-si.

-¿Qué les paso?

Tara levantó los hombros y fue al lado de Anya.

-No sé pequeña. Debió ser algún tipo de hechizo.

-Tal vez fueron las cosas que estaban afuera de la casa.

-Tal vez.

-¿Qué hacemos?

-Tratar de controlarlos y averiguar que les paso.

-No creo que sea muy difícil contro... ¡auch!

Xander golpeo a Dawn mientras huía de Willow que lo perseguía con una almohada. Tara consolaba a Anya mientras le lanzaba el conejito a Spike.

En ese momento Spike y Dawn se dieron cuenta que los niños estaban medio vestidos con sus camisetas, aunque estas no los cubrían muy bien porque se les caían.

-Primero tenemos que conseguirles ropa y marcarlos con algo para que no se pierdan. Creo que no se reconocen entre ellos.

-¿Dónde? ¿En una tienda? No tengo dinero pequeña. Pero puedes ponerles un pequeño cartel con su nombre.

-Creo que en el sótano hay una caja con ropa mía y de Buffy de cuando éramos pequeñas. Bueno... ahora ella es pequeña... otra vez.

-Date prisa.

Spike trataba de controlar a los niños pero estos no dejaban de perseguirse unos a otros. Tara que al principio estaba muy asustada se unió a los demás cuando Willow la invitó a jugar.

Anya corrió a la escalera cuando Xander le enseñó el conejito. Willow y Buffy empezaron a perseguir a Xander y Tara corrió a ayudar a Anya cuando ésta rodó por las escaleras. Spike se asustó y se lanzó para atraparla pero se golpeó la cabeza con un escalón, lo que hizo que Anya cayera sobre él.

Dawn regresó con una caja llena de ropa para niños. Spike se transformo en vampiro y comenzó a gritarles.

-¡Vengan aquí en este mismo momento!

Sin embargo en vez de asustarse los niños comenzaron a reírse.

-¡Hey! ¿Quieren pastel?

Gritó Dawn captando toda la atención de los niños, Spike se volvió a transformar en humano y llevo a los niños a la sala donde comenzaron a tomar las golosinas que Tara llevó. Y gritaban impacientes al saber que el pastel venía en camino.

-¡Sí!

-Bien. Pero se tienen que quedar quietos mientras les pongo algo de ropa.

Dawn revisaba en la caja y buscaba algo de ropa para cada uno. A Buffy le puso un pequeño overol de mezclilla con una playerita verde. A Xander le encontró un traje de marinerito. A Willow le puso un short y una sudadera blanca. A Anya le dio una faldita y una playerita sin mangas y a Tara un vestido color azul, el favorito de Dawn cuando ésta tenía esa edad. También les puso un cartel alrededor del cuello porque cada que se querían hablar entre ellos lo hacían por cualquier tipo de palabra menos por su nombre.

Dawn llevó la caja a la cocina y le dijo a Spike que revisaría en la recamara de Buffy mientras él buscaba donde Willow. Mientras tanto, los pequeños comenzaron una pelea por las golosinas.

-Noooooo. Dame eso “marinerito”

-Ahhhhhhhh.

Xander corrió con la bolsa de las golosinas huyendo de Buffy que quería una paleta de caramelo. Willow los seguía con la mirada pensando en unirse a la carrera.

-¿Quieres un poco?

-¿Eh? Ah, sí gracias Tara.

-¿A mí no me das de tus dulces?

Pregunto Anya a Tara cuando vio que ésta le dio a Willow un chocolate, inmediatamente Tara metió su pequeña mano en la esquina del sofá y sacó un puñado de dulces.

-Si los dejaba afuera Xander o Fuffy se los comerían.

-Jajajajajajaja... no es fuffy, es Buffy.

-P-perdón.

-No te preocupes, no les diré na... ¡aaaaaah!

Anya gritó de nuevo cuando Xander arrojó el conejito al sofá ya que le estorbaba para huir de una enfurecida y llena de pastel Buffy.

-Espera marinero.

Tomo la bolsa que Xander había tirado, tomo los dulces que Tara tenía en la mano, ante la mirada atónita de esta ¿quién se creía para tomar sus dulces?, puso todo en la mesa y dijo de manera solemne arriba de la mesa de centro...

-Bien, somos cinco así que propongo repartir los dulces igualitivamente.

-Equitativamente

-No, me tocarían menos.

-Jajaja, no, se dice equitativamente.

-Oh, gracias Villow.

-Es Willow.

-Disculpa, pero no me gusta que me corrijan. Especialmente si es alguien con el cabello tan rojo.

-¿Cabello rojo?. Mira quien habla fenómeno extraño.

-Creo que su cabello es lindo.

-Gracias Tara, también me gusta tu cabello.

-¿Fenómeno extraño? Ya te viste el traje “marinero”

-Soy Xander, no marinero. Ya verás.

Xander se lanzó sobre Buffy e iban a iniciar otra pelea de no ser por Anya que se subió a la mesa y comenzó a repartir los dulces entre ella, Willow y Tara ya que parecía que Buffy y Xander disfrutaban mas pelear que comer dulces.

-Bien, Tara toma.

-Gracias.

-No hay de que. Willow estos son para ti.

-Y ¿todos esos que sobran? ¿Son para Buffy y Xander?

-¡No! Son para mí. Al ser el cerebro de la operación me tocan más.

-Hey

-Esta bien marinero, te daré algunos y a Buffy también.

-Gracias. Perdón por lo del cabello rojo Will.

-No hay problema.

Se sentaron todos, la sala estaba sucia, había pastel por todos lados, pero los pequeños estaban en paz disfrutando de sus golosinas.

En “La Caja Mágica” Spike y Dawn llegaron con los cinco pequeñines, aunque con un poco de problemas, cando salieron de la casa Buffy echó a correr como desquiciada casi es atropellada, de no ser porque Spike la alcanzó a lanzar a la casa de enfrente. Pero eso a Buffy no le gusto por lo que empezó a berrear sin que nada pudiese callarla, por desgracia contagio a Anya quien también lloró, Xander la trato de consolar escapándose de la mano de Dawn que estaba distraída tratando de que Willow y Tara cruzasen la calle, la pequeña rubia no quería y si ella no cruzaba, Willow no lo haría, así que al tratar de cargar a Tara, Xander se soltó y corrió hasta donde estaban Spike, Buffy y Anya.

Dawn corrió al escuchar llorar a su hermana, Tara la siguió y Willow que estaba distraída viendo a una luciérnaga se paralizó al verse sola en medio de la noche hasta que Tara volteó y le ofreció su mano. Juntas cruzaron la calle y fueron a consolar a Buffy que seguía asustada.

Al poco rato llegaron a la tienda, mentira tardaron mas de una hora debido a los niños se soltaban y salían corriendo por todos lados. Cuando por fin pudieron llegar Spike lanzó a Buffy y Xander dentro de la tienda porque se colgaron de su abrigo desde una calle antes.

-Bien pequeña, tu cuídalos mientras busco algún libro.

-¿Seguro? Porque yo conozco mejor la tienda y tu seguramente controlarías mejor a los niños.

-No pequeña, yo iré a buscar algo sobre el hechizo y tu distraerás a los niños.

-No es justo, no se quieren calmar y ya me cansaron, creí que serían más tranquilos pero ni siquiera Willow y Tara están quietas, Xander las contagió y todos corren como locos.

En ese momento los cinco comenzaron a correr por toda la tienda, Dawn trató de llevarlos a la parte trasera donde entrena Buffy, pero resulto peor porque en cuanto llegaron comenzaron a jugar con los aparatos.

-¡Buffy deja eso!

-¡No! Xander pásame ese cuchillo.

-Toma.

-Buffy deja eso, Xander ven aquí. ¿Dónde están las otras?

Xander y Buffy alzaron los hombros y empezaron a correr por todo el salón, a lanzarse contra las colchonetas y saltar sobre ellas.

Anya, Willow y Tara entraban al salón con algunos hámsters petrificados y un par de libros que habían llamado su atención.

-Dejen eso.

-¿Me lees un cuento? Mi mamá solía hacerlo.

-Si Tara, bien siéntense todos.

Dawn comenzó a leer un cuento, Hansel y Gretel, Willow y Tara se emocionaron en la parte de la bruja y lloraron al final, Buffy se limitó a decir que la bruja se lo merecía, Xander no dijo nada y Anya decía que era un mito. Dawn le explico que sí, que ninguno existía, entonces Anya dijo que era un mito que fuera un mito, que si existieron, que Hansel se volvió zapatero y Gretel fue acusada de brujería años después. Que la bruja era una mujer buena que solo quería ayudar a los niños pero ellos eran malvados.

Después los niños, ya exhaustos de correr y saltar, se quedaron dormidos. Dawn fue en busca de Spike para ver si había encontrado algo.

-¿Encontraste algo Spike?

-Eso creo pequeña, mira...

Le mostró un libro que tenía una imagen del medallón que Spike encontró.

-Perece ser algo griego. Pero no estoy seguro.

-Y no sabes dónde más buscar. ¿Qué dice ahí?

-Al parecer es para regresar a las personas a su niñez, pero ¿para qué querrían a Buffy como niña?

-No sé. ¿Hay manera de revertirlo?

-Parece que sí pero debe estar en otro libro.

-Busquemos ya están dormidos.

En el apartamento de Faith, Scott la puso en su cama. Amber estaba molesta porque no había podido hablar con Faith.

-Bien, ya me tengo que ir me están esperando.

-Gracias por traerla, nunca la había visto ebria.

-De nada, bye.

Scott salió pensando en que tal vez se encontraría a Willow en su habitación, si Tara no había llegado era por algo importante y que más importante que una reconciliación.

Amber estaba triste, empacaba sus cosas en una maleta. Tomo parte del dinero que el Consejo le dio a Faith y le dejo una nota despidiéndose. No pudo contenerse iba a comenzar a llorar y si lo hacía la despertaría, se limito a despedirse y la besó en la frente, ésta era probablemente la última vez que la veía y quería decirle cuanto significaba para ella, alguien que por fin se preocupara por ella y tendría que dejarla. Bueno, no era por mucho tiempo en cuanto acabara con esos abogados regresaría al lado de la cazadora y la seguiría en sus múltiples aventuras.

En el momento en que se disponía a salir Faith despertó y la miro extrañada, se fijo en la maleta que llevaba, en la gorra y en que no llevaba zapatos para no hacer ruido alguno.

-¿Qué haces?

-Me voy.

-¿Es por Scott? Porque él y yo no hicimos nada

-No, no es por él.

-Entonces...

-Bien, supongo que tienes que saber, mi nombre es Amber...

-Bien, eso ya lo sé. ¿Qué ocultas?

-Belkin

-¿Qué?

-Amber Belkin, creo que nunca te lo había dicho.

-No, nunca.

-Bien, entonces...

Dejo la maleta en el suelo y se acerco a la cama, retiro un oscuro mechón del rostro de la cazadora, y comenzó a contar, con un susurro por voz, su historia.

Amber nació en un pequeño poblado de Ontario, Canadá pero a los pocos años fue llevada de ahí a Estados Unidos, vivió en Washington tres años mas o menos. Su familia era una familia acomodada, tenía tres hermanos era la tercera, y después le seguía Samuel, su hermano pequeño. Su padre era el director de la oficina postal del estado, su madre, bueno, digamos que pocas veces veía a su madre que continuamente estaba de viaje porque era bailarina de la compañía nacional. Así que la mayor parte de su vida la pasaba cuidando a Samuel, peleando con sus hermanos o con su padre.

Al poco tiempo de que nació Samuel, su abuela  paterna fue a vivir con ellos desde Escocia para cuidar a sus pequeños. Quería mucho a su abuela así que el día que murió quedo desconsolada. Tuvieron que ir hasta Escocia al entierro, le gustaba cuando le contaba historias de la antigua Escocia, historias de hadas, caballeros, seres fantásticos, tal vez no le creía completamente, pero sabía que el solo escucharlas hacía feliz a su abuela.

Cuando llegaron a Escocia se encontró con algunos amigos de su abuela, al parecer les había hablado mucho de ella, durante el viaje fueron a dar un paseo con uno de estos amigos a Inglaterra, era la primera vez que visitaban en “Viejo Continente” así que tenía que ser especial.

Al poco tiempo de llegar a Londres se sintió extraña, los llevaron a una casa muy antigua, el hombre sacó un pequeño cofre que le entrego diciéndole que le pertenecía por herencia, era la única nieta. Regresaron a Canadá pocos días después y a los pocos meses partieron rumbo a Estados Unidos.

No abrió el cofre hasta después de llegar a su casa, encontró un libro muy viejo, con un candado y no estaba la llave, de hecho no tenía cerradura.

Saco el libro de su maleta y se lo mostró a la cazadora.

-Es este.

-Vaya. ¿Qué pasó?

Al lado del libro había una nota, escrita en un papel amarillo, la leyó en voz alta y, como si fuera una orden, el candado se abrió. Comenzó a hojear el libro, había dibujos extraños, versos, listas de ingredientes y muchas hojas en blanco. En la última hoja que estaba escrita se leía: “Espero que estés bien querida, si tienes este libro en tus manos es porque mi misión en este mundo ha terminado. Ahora tú estas a cargo. Te preguntaras que es esto, para que sirve y por qué tú. Bueno, nuestra familia ha sido la encargada de vigilar el mundo”... Bien, tenía doce años cuando esto pasó así que era obvio que esto la impresionara un poco.

Lo que seguía escrito era la historia de la familia, las mujeres de esa familia debían de cuidar que hubiera una especie de equilibrio en el cosmos, el mal no funciona sin el bien y viceversa, el blanco no sería blanco si no hubiera un negro, el día y la noche igual, todo en este mundo esta en equilibrio. Pero a veces este equilibrio se rompe cuando una fuerza se sobrepasa e invade el espacio de la otra.

Durante mucho tiempo ha existido ese equilibrio, el mal había sido representado en muchas maneras, la inquisición cuya misión era eliminar a aquellas personas que en un futuro pudieran arruinar sus planes, el nazismo era algo parecido, solo que este atacaba al llamado “pueblo elegido”, y así continuaba la historia. En los últimos años no había habido tanta acción, las energías de ambas fuerzas estaban concentradas en la llegada del nuevo milenio, en el nacimiento del salvador y el anticristo. Sin embargo, ninguno descansaba y mientras el bien seguía preparando a sus soldados, el mal preparaba el escenario para la batalla.

En este punto de la historia, Faith miro fijamente a Amber a los ojos, ésta le contesta de manera afirmativa. Por mas que se sorprendiera la cazadora era uno de los soldados más importantes del bien y Faith tenía esa responsabilidad.

La muerte de la abuela de Amber solo era el inicio de su participación, se suponía que el mediador no debía de intervenir a favor de una fuerza en particular. Sin embargo durante mucho tiempo había sido tentado, bueno tentada, por el mal. En la actualidad esta mal se ocultaba tras las leyes de los humanos, las usaba para su provecho.

Después de leer la hoja Amber guardo el libro y se olvido del asunto durante algunos años.

-Entonces tú eres...

-Así es Faith, la mediadora.

-¿Pero que hacías en la cárcel?

Amber le contó a Faith que la última parte la había dejado intrigada “Se ocultan tras las leyes de los humanos” al llegar a Estados Unidos, se sintió extraña, por alguna razón el bufete de abogados Wolfram & Hart le había ofrecido un puesto importante a su padre el cual acepto gustoso. Se mudaron al sur de Washington, todo iba bien, no dejaba de sorprenderle que le ofrecieran un trabajo así, su padre no sabía de leyes y las condiciones eran más que perfectas, un inmejorable sueldo, casa, escuela para los niños, auto y demás cosas que hicieron que su padre no dudara en aceptar el trabajo.

Al poco tiempo de empezar a trabajar con ellos, pasaron muchas cosas extrañas. Nunca le comento nada a nadie acerca del libro y de la nota, simplemente no lo creía pensó que era un inventó de su abuela. Sin embargo estaba muy lejos de ser un invento.

Wolfram & Hart se preparaban para la batalla final, trataron de hacer que uno de los soldados más importantes del bien se uniera a ellos, Ángel, pero les falló. Así que decidieron tratar con la mediadora, era una niña según sus informes, la localizaron y la trajeron a su terreno. Amber nunca conoció a los abogados de la firma, ni su padre, era contactado solamente por representantes de estos.

Cuando la localizaron esperaron a que tomara conciencia de lo que era, esto pasó cuando Amber tenía mas o menos quince años. La contactaron y le dijeron que trabajara para ellos, al fin entendía lo que significaba la última frase, trataba de escapar pero le resultaba difícil de huir de alguien tan poderoso, se negaba a servir al mal.

Sin embargo Wolfram & Hart no se darían por vencidos, tenían que tener a Amber de su lado a cualquier costo. Por desgracia Amber no tenía idea de lo que harían para tenerla de su parte, semanas después uno de sus hermanos fue acusado de homicidio en Texas, por desagracia la condena era la muerte, nunca se despidió de su hermano, solo recuerda que vio cuando lo llevaban, recuerda como gritaba que era inocente, que era un error; las lágrimas de su padre, sus hermanos gritando y corriendo tras el auto de la policía. Nunca recibieron el cadáver, al parecer había habido “problemas” nunca supieron que fue de él, ni siquiera si de verdad estaba muerto. Su otro hermano fue acusado de robo, pero al poco tiempo salió y regresó a Canadá.

Amber sabía o al menos intuía que todo esto tenía que ver con Wolfram & Hart no quiso arriesgar a su padre y a su hermano así que llamó a aquel hombre que le dio el cofre y le pidió que la ayudara.

-Y ¿Qué pasó? ¿Qué hizo?

-Tú que crees...

-Pues obviamente no hizo nada contra los abogados porque estos siguen fastidiando a la gente.

-Bien...

El hombre logró que una empresa importante en el ámbito intercontinental llamara al padre de Amber, le ofreció un puesto más interesante que el que tenía con W & H, ya que requería que viajara por todo el continente de manera constante, por desgracia si nunca veían a su madre, ahora no verían a su padre. Esto fue una decisión difícil, pero logro que dejaran que ella y Samuel fueran a vivir con sus tíos mientras su padre conseguía establecerse en algún lugar de Europa, y su madre... bueno, se divorció y nunca la volvió a ver.

Sin embargo no era suficiente, Samuel había sido atacado por supuestos pandilleros, decidió que tendría que apartarse de él también. Habían sido más de dos años huyendo y no quería arriesgar a Samuel, así que se fue no sin antes decirle a Samuel la razón por la que huía, antes de separarse Samuel prometió encontrar una salida.

Al poco tiempo de separarse recibió noticias: Samuel conocía a alguien que al parecer podía ayudarle, sabía que quienes la perseguían eran abogados, así que lo mejor era esconderla frente a ellos.

-Y por eso estabas en la cárcel

-Así es, no podían buscarme ahí porque si lo hacían comenzarían a investigar y al parecer la policía de Los Ángeles ya tiene sospechas de W & H.

-Y ¿Qué vas a hacer ahora que estas fuera?

-Bueno... quiero terminar con esto. Se como hundirlos y quiero que dejen de perseguirme y de hacer daño a los que quiero... no quiero que...

-... me lastimen. No tienes que preocuparte por mí y lo sabes.

-Sí, pero aún así. No los conoces, aunque creas que sí, son malvados y no descansaran hasta destruirme... porque nunca me uniría a ellos.

Faith no sabía que hacer, Amber estaba decidida y no podría impedir que se fuera. Aún sabiendo que iría a buscar su destrucción.

-No te puedo detener ¿verdad?

-No.

-Entonces déjame ayudarte.

-No vas a acompañarme.

-Nunca, pero sí sé quién te puede ayudar.

-¿Quién?

-Ángel

-¿Ángel? El vampiro con alma que no puede ser feliz y él que te visitaba y te llevaba libros a la cárcel.

-Así es, él te puede ayudar, ten... aquí lo puedes encontrar.

-Bien, trataré de buscarlo. Es muy tarde me tengo que ir

-Realmente no puedo impedir que lo hagas.

-Sabes que no.

-Entonces te deseo lo mejor y... hey, te quiero volver a ver. Recapacita, aquí estoy para ayudarte.

-Gracias.

Amber se dio media vuelta guardando la tarjeta de Investigaciones Ángel en un bolsillo de su pantalón, y salió de la habitación.

Faith no pudo evitar sentirse triste, pero no podía regresar, Wolfram & Hart también la querían y el Consejo le había advertido sobre su situación, ella estaba muerta así que no quería correr riesgos, no hasta hablar con Buffy.

En “La Caja Mágica” los niños se habían quedado dormidos después de que tiraron algunos frascos, Anya empezó a llorar en cuanto Xander leyó algunas palabras de un libro y comenzaron a aparecer conejos por todas partes, Tara y Willow estaban fascinadas con unos cristales que había sobre el mostrador pero Tara se enfadó con Willow cuando ésta tomo uno de ellos y echó a correr. Buffy solo iba tras Dawn y Spike que no podían quitársela de encima hasta que le dieron permiso para que golpeara un costal de arena.

-Entonces que hacemos Spike.

-Pues puedo ir a investigar para ver si encuentro alguien que nos ayude con el hechizo o... solo alguien.

-Tengo miedo, la mayoría de las veces estas cosas no terminan bien. ¿Conoces a alguien?

-Por desgracia no pequeña pero ya encontraremos a alguien...

Scott estaba muy preocupado, pasaban de las tres de la mañana y Tara no aparecía, había ido al dormitorio de algunas de las amigas de Tara pero nadie sabía nada de ella ni de Willow. Si Tara no estaba ahí y tampoco estaba en su cuarto ¿dónde estaba?

Comenzaba a preocuparse así que decidió salir a buscarla a algún lado, con suerte y se encontraría con Faith o Amber. Primero fue a la casa Summers, pero no había nadie, no estaba Dawn ni tampoco el chico rubio que vio cuando fue a buscar a Tara mas temprano. Así que por muy extraño que le pareciera iría a “La Caja Mágica” tal vez habían querido hacer algún hechizo para celebrar.

Cuando llegó le pareció aún mas extraño, pero a la vez se sintió aliviado de que hubiera alguien. Toco la puerta pero nadie abría así que decidió entrar. Al entrar se encontró con Dawn que revisaba algunos libros.

-Dis-disculpa ¿Dawn?

-Si, ¿quién eres?

-Scott, amigo de Tara, té vi en la casa hace unas horas, sabes sigo sin encontrarla y estoy preocupado porque ella nunca desaparece así, y si llega tarde llama antes.

-No. No sé dónde esta.

-Bien, pero si la vez dile que estoy preocupado.

-Sí, adiós.

-Adiós

Scott salió de la tienda no muy seguro de que Dawn le hubiese dicho la verdad, pero decidió seguir buscando. Tenía un mal presentimiento sobre Tara y sabía que un vigilante siempre tenía que hacer caso a sus presentimientos.

Mientras Faith había salido a dar una caminata por Sunnydale, no se sentía cómoda sabiendo que Amber había partido a L.A. y mucho menos sabiendo que era muy probable que ella nunca llamaría a Ángel para pedirle ayuda.

Decidió que lo más importante era que Amber estuviera a salvo, sin importar su misión, realmente quería verla aunque sea por ultima vez, así que fue al teléfono más cercano y comenzó a teclear el número que decía en la tarjeta.

-Bueno... ¿Ángel?

-Sí ¿quién habla?

-Faith

-¿Faith? No puede ser ella esta muerta.

-Vaya, al menos no te olvidaste de mí, no estoy muerta Ángel, estoy viva y libre.

-¿Qué paso?

-Larga historia...

En ese momento Faith vio a Scott pasar al otro lado de la calle, se veía preocupado

-Luego te cuento, mi amiga Amber esta el L.A. quiere deshacerse de Wolfram & Hart y no creo que lo logre, ¿puedes cuidarla?

-Si, pero ¿quién es?, ¿Cómo es?, ¿Qué te paso?

Scott iba a doblar la esquina cuando escucho que alguien lo llamaba y al voltear vio a la cazadora que agitaba su mano llamándolo.

-¿Qué pasa Faith?

-Nada, es rubia, ojos grandes y color miel, un poco parecida a Buffy, tal vez te llame. Me tengo que ir. Bye.

-Bien pero....

Angel no pudo hacer mas preguntas, Faith ya había colgado. Sin embargo quedo algo preocupado, en ese momento Cordelia lo llamó para decirle que alguien lo buscaba.

-¿Amber?

-Si, hola, veo que Faith te avisó.

-Así es.

-¿Faith? No estaba muerta.

-Parece que no, ¿Para qué me buscas?

-Wolfram & Hart, ¿Cómo puedo eliminarlos?

-No puedes.

-¿Quiere eliminar a Wolfram & Hart? Espera, te traeré un café.

En ese momento entraron Fred, Wesley y Gunn, traían noticias de la firma.

-¿Quién es ella?

-Angel, Wolfram & Hart están planeando algo, parece que buscan a alguien muy importante y creen que tú la proteges.

-Chicos, les presento a Amber, será nuestra huésped por un tiempo.

+++Continuara+++