El Adios (VI):

 

Capítulo VI      El Reencuentro

 

Spike cerró la puerta a su paso, los dos se miraron a los ojos durante un rato. Ella lo miraba pero parecía ausente, su mente estaba en otro lugar. Él se fue acercando poco a poco hasta que llegó a su lado, con su mano la acarició el cabello y la habló dulcemente;

Spike: Buff, ..., estás bien? –la voz del chico era suave intentando que ella se tranquilizase porque veía que estaba perdida y debía traerla de vuelta. Se sentó despacio a su lado, ella estaba sobre una vieja cama. De pronto ella pareció reaccionar y con cara extrañada miró al rubio vampiro para hablarle-

Buffy: Pero...., cómo has podido entrar aquí, Spike? Eres un vampiro y como tal no puedes.... –Spike la interrumpió rápidamente-

Spike: Buffy, el mal está por todas partes, lo envuelve todo, ha impregnado el pueblo de su esencia y así, nosotros podemos andar libremente por la calle y entrar en las casas que nos plazca. Por eso es tan importante que vuelvas y luches, todos te necesitan, ...., te necesitamos.....-su voz se volvió más suave por la emoción, bajó la mirada y tomó aire. Volvió su rostro hacia el de ella de nuevo-

El chico la miraba fijamente sin pestañear, el rostro de ella se mostraba cansado y dolorido. Esa imagen de Buffy, antaño fuerte y fría, le partía el corazón al vampiro, no soportaba verla así. 

Spike: Además tengo algo para ti –dijo mientras sacaba la Guadaña de su bolsillo. La chica lo miraba extrañada, no entendía muy bien qué era esa cosa tan pequeña y porqué era importante para ella- Esta es un arma que encontramos en los viñedos, sólo puede usarla La Cazadora, sólo ELLA, es un arma para acabar con el mal en estado puro. Creo que la tenían allí para atraernos pero no tenían pensado que nosotros pudiéramos salir vivos de allí para poder usarla. Ha sido un grave error por su parte...

Buffy: Necesito estar sola, Spike, tengo que pensar en lo que ha pasado esta  maldita noche, por favor, déjame –dijo apartando la mirada de la del vampiro e intentando no mirar esa pequeña arma que el chico tenía en sus manos-

Spike: Bien, como quieras –se dio la vuelta guardando la Guadaña en uno de los bolsillos de su saco de cuero, cuando llegaba a la puerta se giró para seguir hablando- Quiero que sepas una cosa muy importante, para mí tú eres la Única Cazadora, tú eres la líder de este grupo aunque los demás no quieran aceptarlo –se iba a girar de nuevo para irse pero volvió a hablar-Sólo una cosa más, tengo que decirte algo que me ayudó a no desesperar y a no caer en manos de The First cuando él me estaba torturando,...... YO CONFÍO EN TI, Buffy, no lo olvides nunca.

 

Dicho esto Spike se volvió hacia la puerta para emprender el camino de regreso a su cripta. Cuando su mano no había tocado la manilla de la puerta Buffy lo llamó;

Buffy: Espera!!! –el tono de ruego en su voz hizo que el vampiro de diera la vuelta para observarla- Lo siento, Spike, siento haberte pedido que te fueras, no quiero estar sola, por favor, no te vayas –su mirada era inocente como la de una niña pequeña asustada y tierna. Spike enmudeció ante su petición, no se la esperaba por nada del mundo. Rehizo sus pasos y se volvió a sentar al lado de la chica- Abrázame por favor...., sólo abrázame.

Spike la rodeo fuertemente con sus brazos como queriendo que con solo su fuerza pudiera evitar que ella siguiera sufriendo. Después de varios minutos así la recostó en la cama dulcemente. En principio ella se negó dando un pequeño respingo pero sólo mirándole a los ojos supo que él no quería besarla ni hacerla daño. La apoyó contra la cama y él mismo de tumbó a su lado apoyando su cabeza sobre uno de sus brazos. Se quedó así durante minutos, sólo mirando su belleza y su dulce rostro. Ella lo miraba también hipnotizada por el azul de sus ojos, por sus rasgos duros pero hermosos, parecía que para ellos el tiempo no pasaba, no existía. Así se quedaron dormidos, uno en los brazos del otro.

 

Pasaron varias horas, la noche era calurosa y despejada, la luna llena tan hermosa reinaba en el firmamento en esos días. Buffy estaba con los ojos abiertos mirando cómo Spike dormía, elevó su mano y rozando levemente con sus dedos acarició el rostro del vampiro que se despertó con un respingo. Ella se sobresaltó pero se tranquilizó cuando observó el maravilloso ser que tenía delante de ella, él emitía serenidad, paz. Durante unos minutos estuvieron observándose como intentando conocer los pensamientos el uno del otro. Entonces Spike acercó sus labios a los de ella y depositó un dulce beso. Ella no supo reaccionar ante el beso tan cálido y sensual con el que el vampiro la había obsequiado. Estaba deseosa de besarlo ardientemente pero el miedo la hacía retroceder, como siempre en casi la mitad de su vida, el miedo se interponía a sus deseos. La joven retrocedió bruscamente, miró fijamente al hombre que estaba delante de sus ojos, ese hombre que lo había arriesgado todo por ella, ese hombre que había luchado y cambiado tanto por el amor de ella, el hombre que ocupaba su corazón desde hacía tiempo pero del que no quería aceptar que estaba enamorada. Él rozó dulcemente su mejilla con la parte superior de su mano y poco a poco fue bajándola hasta llegar al cuello. Buffy temblaba ya por la emoción y por la pasión. Cerró los ojos y comenzó a sentir más intensamente cada uno de los movimientos que esa mano curiosa hacía mientras recorría cada uno de los rincones más íntimos, algo en su interior la quemaba. Sus cuerpos comenzaron a moverse mientras el vampiro iba desabrochando la camisa de la joven, en su movimiento la pasión dentro de ella estalló como una llama en el infierno y les quemaba como si de un papel en un fuego se tratase. Ella no se quedaba pasiva, sus manos recorrían el pecho de Spike notando cada una de las curvas que lo formaban, un pecho perfecto que antaño tanto había besado pero al que nunca había deseado tanto como en ese momento.

Su mano llegó a la altura del estómago, su cuerpo fibroso y sudoroso hacía presagiar una gran noche para los dos. Su mano ansiosa de calor siguió bajando, el cuerpo del chico reaccionó instantáneamente al movimiento de las manos de ella, su piel se estremecía a cada paso de esas manos ávidas y deseosas de amor. Comenzó a desatar el pantalón del vampiro haciendo que el cuerpo de éste se endureciese por la pasión. La boca de Spike buscaba ávidamente la de la chica mientras sus manos no paraban de moverse dentro de ella. Buffy, con los ojos cerrados y la pasión desbordada seguía en su empeño de desprender al vampiro de sus pantalones. Cuando lo logró se puso sobre él, los dos se miraron fijamente y el movimiento rítmico comenzó. Buffy cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás mientras el vampiro la hacía suya, la pasión entre los dos emanaba un calor que inundaba la habitación. Ellos dos eran uno solo, sus cuerpos se movían totalmente sincronizados mientras la pasión los envolvía en una manta de locura y amor. Los jadeos fueron surgiendo poco a poco de sus gargantas como truenos que hacen presagiar una tormenta, una tormenta de pasión y sexo desenfrenado que por fin anunciaba lo que los dos ya conocían, el amor que sentían el uno por el otro.

Sus cuerpos sudorosos y tensos a causa de la locura y la pasión brillaban por el reflejo de los rayos de luna que se colaban furtivos por la ventana. Allí, los dos juntos, unidos por un amor puro y por fin sincero, llegaban al cenit del placer y del deseo mientras sus cuerpos temblaban como nunca antes lo habían hecho, por fin se habían confesado su amor de la manera más maravillosa y hermosa posible. Sus cuerpos seguían temblando por la pasión, sus movimientos, cada vez más rápidos y voraces hacía que el sudor y los besos les inundaran por completo. De repente, todo cesó, Spike se desplomó al lado de Buffy, se colocó boca a arriba, mirando al techo mientras su respiración volvía a su estado normal intentado ahogar los jadeos que aun surgían de su garganta. Ella intentaba tragar saliva, el calor que los inundaba le había secado la boca hasta tal punto que se le hacía difícil respirar. Los dos chicos se miraron y sonrieron, poco a poco se quedaron dormidos abrazados y unidos, una unión que ya nadie podría destruir......, o sí?

 

Pasadas unas horas y aun con la oscuridad sobre las calles de Sunnydale Buffy se vistió intentando no hacer ruido y no despertar al vampiro. Se quedó largo rato observando cómo dormía, su cara angelical la hizo sonreír levemente. Se acercó y depositando una nota en la almohada y un beso en la frente del vampiro, salió de la casa llevando consigo la Guadaña.

Spike se despertó justo antes de amanecer, abrió los ojos sonriendo e intentando acercarse a Buffy pero sólo encontró un trozo de papel con cuatro líneas escritas. Las leyó en alto con el rostro entristecido por no encontrar a la chica dormida a su lado;

Spike: Spike, gracias por esta noche tan maravillosa –leyó con voz apagada- me has hecho confiar en mí de nuevo y encontrar las fuerzas necesarias para afrontar este último reto. He cogido la Guadaña, sólo yo puedo usarla. Me enfrentaré hoy mismo con Caleb. Gracias.

Spike tiró la carta al suelo arrugándola y se dirigió a la ventana. Él sentía que había sido una despedida muy fría después de lo que había pasado entre ellos esa noche, después de haberle hecho sentir por fin amado.

 El día comenzaba lentamente, los primeros rayos de sol saludaban al nuevo día, no era un buen momento para salir, debía de esperar a que la noche cayese de nuevo e intentar ayudar a Buffy con Caleb. El vampiro se quedó allí sentado, esperando preocupado por Buffy la llegada de la oscuridad.

 

 

 

En otro lugar del pueblo, unas horas después. Está anocheciendo......

Buffy caminaba sola por uno de los  cementerios de Sunnydale, su instinto le indicaba que cerca se encontraba  Caleb. Llevaba la mano metida en el bolsillo siempre rozando la Guadaña, cerca de su mano para poder usarla.

Buffy miraba atentamente cada rincón del cementerio, las lápidas eran muy altas y anchas, era fácil esconderse y pasar desapercibido de alguien detrás de una de ellas, ella lo había hecho en más de una ocasión.

Una sombra se acercó a Buffy por detrás, ella movió sus ojos intentando ver quién se aproximaba pero sin girarse. Se dio la vuelta bruscamente. Allí, delante de ella estaba Caleb mirándola con una sonrisa malévola.

Caleb: Hola Buffy, cuánto tiempo sin vernos, qué tal está tu amigo? Está bien de la vista –su tono era sarcástico e hiriente, la Cazadora le miraba con el odio reflejado en sus ojos- Venga, no me mires así, él vivirá, no? E incluso me lo tendrías que agradecer, así podrá pedir una pensión al gobierno por invalidez... –en su rostro se dibujó una sonrisa terrorífica. Buffy lo miraba mientras se acercaba a él con paso firme y seguro. Acabaría con la vida de ese maldito monstruo aunque fuera lo último que haría, por Xander y por las potenciales muertas-

Buffy comenzó a pegar a Caleb, él no paraba los golpes ni los devolvía, dejaba que ella se desahogase, descargase su furia y así se cansase. Ella lo golpeaba con mucha fuerza, la cara del sacerdote comenzaba a hincharse levemente pero no demasiado. De un fuerte golpe lo lanzó lejos.

La respiración de Buffy era dificultosa, estaba cansada por la furia con la que estaba golpeando al cura pero algo en su interior no la dejaba parar de hacerlo. Se acercó rápidamente donde Caleb estaba tumbado, aturdido, y cuando iba a clavarle la Guadaña, él lanzó una fuerte patada a la chica que la hizo volar por los aires. Buffy cayó a cinco metros del sacerdote, éste sonreía mientras se levantaba;

Caleb: Qué pensabas, niña? Que sólo con tus golpes podrías acabar conmigo? –mientras hablaba movía la cabeza en tono de negación y con un gesto burlón en su cara-  Necesitas mucho más para terminar con el hijo del MAL...., parece que subestimas mi poder- dicho esto y cuando se disponía a golpear a la joven en el estómago una sombra surgió de la nada lanzando a Caleb por los aires-

Buffy estaba extrañada, quién sería la persona que la había salvado? Sería Spike? Una sonrisa se dibujó en sus labios al recordar al rubio vampiro y la noche que habían pasado juntos....

 

 

Mientras en otro lugar de Sunnydale.........

Spike salía de la casa, ya había anochecido prácticamente, estaba preocupado por Buffy. Aunque ella era muy fuerte y tenía la Guadaña, estaba muy sensibilizada por la matanza del día anterior, podría fallar y cometer errores...

Spike comenzó a olfatear su olor, hacía mucho tiempo que ella había salido de la casa pero su olor aun permanecía en el aire, no claramente pero lo suficiente como para que el vampiro la oliese y la sintiese.

El rastro no había sido mancillado por nadie, la gente del pueblo había salido huyendo de allí como alma que lleva el diablo desde que los acontecimientos se complicaron. Sólo quedaban allí algunos vagabundos, los scoobies y algún loco que no estaba dispuesto a abandonar su hogar y sus pertenencias aunque eso significara perder la vida.

Spike iba oliendo el aire, tenía un punto afrutado y de rosa, recordó entonces el olor de ella cuando estaba sobre él, la deseaba tanto...., la amaba tanto....

De vez en cuando se paraba un poco para cerciorarse de que el camino que estaba tomando era el indicado, el rastro en algunos sitios era casi inapreciable pero el agudo olfato del vampiro lograba de nuevo encontrar el camino.

 

Mientras en el cementerio...........

La sombra que había derribado a Caleb se acercó a Buffy. Era una persona alta y corpulenta pero no sabía a ciencia cierta de quién se trataba, la oscuridad era demasiado cerrada incluso para la Cazadora.

La sombra se acercó más y tendió una mano a la joven que aceptó sin dudar. La levantó con fuerza y cuando lo tuvo a su altura se dio cuenta de que se trataba de................Angel!!!!

Buffy se quedó sin palabras, estaba asombrada por la aparición más que oportuna de su antiguo amor. Los dos se miraban envelesados mientras la noche los envolvía...

Buffy: An.....Angel!! - Dijo con sorpresa la joven mientras él sonreía levemente y giraba su cabeza hacia un lado –

Angel: Hola Buff, cuánto tiempo, verdad? –su mirada buscaba la de la chica, sus ojos se encontraron. Los dos poseían un brillo especial, un brillo del recuerdo de lo que una vez fue, de lo que una vez terminó-

Buffy: Pero......, qué haces tú aquí? –se alegraba de ver al vampiro, por supuesto, pero la sorpresa había sido mayúscula-

Angel: He venido a luchar con The First, recuerda que somos viejos conocidos..... –su voz expresaba odio y dolor por un tiempo pasado - Cómo estás?

Buffy: Bien..., supongo.

 

Mientras hablaban Caleb se levantaba del suelo y se dirigía a la pareja que seguía hablando. Cuando se acercó a ellos Buffy se dio la vuelta con tal rapidez que pilló desprevenido al sacerdote. La joven, sacando con agilidad la Guadaña, la introdujo hasta lo más profundo que pudo ante la mirada de sorpresa del cura. Ella sacó de su interior el arma bañada en sangre, una sangre de color negro como la de la muerte haciendo que Caleb se derrumbara al suelo mientras miraba sin comprender cómo la joven menuda que estaba ante sus ojos podía haber acabado con un ser tan superior como él y pensando en qué podía haber fallado.

Buffy lo miraba exultante, acababa de matar al hijo del MAL, y el siguiente sería el MAL en estado puro......

 

Mientras cerca del cementerio.......

Spike se acercaba con rapidez, no sabía si llegaba tarde, esperaba que no, no se lo perdonaría si algo le sucediese a Buffy.

Atravesó una verja y comenzó a subir una especie de colina que estaba en el interior del cementerio, cuando estuvo en la cima, algo que vio lo hizo parar en seco, allí, a pocos metros de él, Buffy y Angel se miraban en medio de la noche. La cara del vampiro cambió radicalmente, pasó de la preocupación al odio, del calor al frío, del amor al dolor....

 

Mientras, Buffy y Angel...........

Angel se acercó a Buffy y la abrazó. Ella no lo dudó, esa persona había sido muy importante para ella, y aun lo seguía siendo.

Angel: Te he echado de menos, sabes? Ha pasado demasiado tiempo desde que nos vimos por última vez....

Buffy: Sí –dijo mientras le acariciaba el pelo dulcemente- Y no podías haber venido en el mejor momento, gracias.

 

Spike observaba la escena muy serio y callado. Se sentía traicionado mientras las manos que esa misma noche habían tocado su cuerpo y lo habían hecho estremecer, ahora acariciaban el rostro de ese maldito vampiro con alma.

The First estaba a su lado mirando seriamente al vampiro, su forma era la de Buffy y sonreía malévolamente.

 

Abajo, los dos chicos se miraban fijamente, él se acercó un poco más y la agarró por la cintura. Ella se aproximó un poco a él y se fundieron en un tierno abrazo. Él la miró tiernamente y con un dedo levantó el rostro de la chica. Los dos se fundieron en un beso, un beso tierno nacido de la amistad,  del antiguo amor y deseo, un amor y deseo ya pasado, ya extinguido como una llama en medio de una tormenta.

 

Spike no daba crédito a lo que veían sus ojos. Estaba petrificado ante el beso que la pareja se estaba dando y ante lo que todo esto significaba para él. Cerró los ojos intentando no ver el espectáculo tan terrible que la noche le traía.

 

The First/Buffy: Bien, Spike, ya ves que soy una perra. Me encanta jugar contigo al gato y el ratón, pero tú siempre eres el tonto gato que nunca me atrapa, Spiky –dijo de manera insinuante. Continuó hablando mientras se le acercaba susurrante a su oído, esta vez cambió su forma a la de Dru mientras en el rostro de Spike se dibujaba el dolor y el sufrimiento- Cariño, sabes todo lo que nos hemos amado, sabes que yo también jugué contigo pero no así, no te hice tanto daño como esta pequeña zorrita, tú lo sabes...., además, fue por su culpa por lo que yo te tuve que dejar, no podías acabar con ella amor..., y eso me dolía..... – siguió hablando hasta que el vampiro volvió a abrir los ojos, ahora con el rostro de su madre continuó diciéndole- Me ayudarás, William –la voz de su madre era triste y suplicante - Spike la miró enternecido mientras se daba la vuelta dejando a su espalda a la pareja. Su cara se convirtió en la de vampiro....-

Spike: Sí –dijo con odio y rabia- Dime sólo lo que tengo que hacer.

 

  

                                                                                        Capitulo 7