Notas de la autora: Universo alternativo. No sigo el argumento de la serie. Este fic se sitúa en la época en la que a Spike le colocan el chip, a partir de ahí todos los hechos se modifican a mi gusto. Espero que os guste.
Dedicatoria: Dedicado con todo mi cariño a Araquiel, my best friend
***
Prólogo: "Vendiendo tu alma en una noche de verano"
Una noche mas en Sunydale. Ni luna llena, ni eclipses extraños, solo algo de niebla y calor.
Y la noche solo había empezado. Spike se sentó en una de las tumbas más altas a contemplar el paisaje.
Encendió un cigarrillo, y se lo introdujo lentamente en los labios. Suspiro
Él era malo. Un gran malo. El malo mas... malvado. ¿Porque le trataban como a un... un...? Mejor ni decirlo.
Expiro lentamente el humo mientras pensaba en los últimos tiempos. Para ser un vampiro de mas de 150 años, que había vivido tantas cosas... era ridículo que un año durase tanto.
¿Seria por el maldito chip?
¡Diablos!
Maldijo a esos eruditos chalados de la iniciativa, a sus soldaditos que iban rastreando la ciudad intentando jugar a una versión patética de Rambo y la guerra de las galaxias.
¿Así que había pasado de ser Spike a ser el sujeto 17? ¡Puagh!
¿En que momento de su no-vida había tocado fondo? ¿Fue cuando esa zorra de Drusila le abandono por un fétido demonio del Caos? ¿Cuándo fallaron sus miles de planes de matar a esa... cazadora?
Ahora tenia que hacer precisamente, lo que mas había despreciado de su némesis, Ángel. Beber sangre de cerdo, vaca... calentada en microondas y con pajita. Incapaz de hacer daño a una mosca.
Incapaz de volver a saborear la exquisita sangre humana. De matar. Asesinar. Torturar.
¡Bloody Hell!
- ¡Maldita sea! ¡Estoy harto!- exclamo al vacío. Como mucho escuchado por algún vampiro poco madrugador.
- Vamos, querido... ¿que es lo que tanto te preocupa?- pregunto una voz femenina a su lado.
Spike se giro a gran velocidad. La chica, joven, lo que fuese estaba sentada a su lado, con una sonrisa ¿irónica? ¿Divertida?
- ¿Quien diablos eres? ¿Que quieres?- pregunto sacando su rostro vampirico a la luz.
La chica salto enfrente de el. La observo con la tenue luz de la luna. Sus ojos brillaban con un verde no natural, y en ellos no había nada bueno. Su sonrisa dejaba ver dos pequeños colmillos, pero no era una vampira. Vestía ropas de calle, oscuras y polvorientas.
- Vamos, Spikey tu has llamado, yo he acudido. Normalmente solo acudo a los humanos... pero dado tu caso... pasare unos minutos contigo- dijo la chica. Sus ojos cambiaban de tonalidades, ahora eran de un verde oscuro, amenazador.
- Mira niña- gruño él- No tengo tiempo para tonterías... a tu edad no deberías andar sólita por el cementerio... podrían hacerte daño- comento irónicamente
La chica sonrió ampliamente. Él parpadeo confundido.
- Me gustas, tienes potencial. No eres como esos otros estúpidos vampiros de pacotilla. Me diviertes. ¿Quieres jugar?- pregunto mientras permanecía parada enfrente de él.
Spike encendió otro cigarro y permaneció en silencio. ¿Quién diablos seria esa chica?
- Dime quien eres, y que propones- murmuro finalmente ofreciéndole a ella un cigarro.
- No gracias- declino ella la oferta- fumar es malo para la salud.
Spike arqueo las cejas divertido. La noche no iba a ser tan aburrida después de todo.
- Soy Astaroth, duquesa en el infierno y tu salvación- dijo ella finalmente
- ¿Un demonio?- miro él con susceptibilidad- Uno de los peces gordos, ya veo
- Cuidado niño, no me confundas con esos mestizos que andan por aquí, o podrías acabar ardiendo en mis regiones. Es un agradable paisaje, algún día te llevare- comento con una sonrisa- Ahora bien tu tienes un problema y yo puedo ayudarte. Teniendo en cuentas las circunstancias no puedo pedirte tu alma... ya que no tienes alma, así que he pensado algo divertido a cambio de mi inestimable ayuda.
- ¿Así convences a los humanos?- pregunto irónicamente Necesitas mas practica
- ¿Tu crees? Bueno, la verdad es que hacia siglos que no me pasaba por el mundo mortal... pero hoy tenia una cita, una cita importante y me di el lujo de malgastar mi tiempo contigo.
- ¿ Que te hace pensar que necesito algo de ti?- pregunto algo molesto por la situación
- Quizá el hecho, de que ahora pareces tan tierno y dulce como un gatito. Eres adorable. ¿Te lo han dicho alguna vez?- rió ella
- Yo. No. Soy. Adorable- se quejo él- Y mucho menos parecido a un asqueroso gato.
- Ohh, el gran Spike. ¿O prefieres que te llame William? William el sangriento, es un sobrenombre muy apropiado. En fin, te pasas las noches, quejándote de tu mala suerte, de tus desgracias, y demás cosas. Yo puedo ayudarte, a ser el que eras. Mejor que el que eras. Solo tienes que aceptar mi propuesta.
Spike la miro con recelo. ¿Porque un demonio de los grandes quería ayudarle? Nunca había conocido a ninguno claro, pero había oído hablar de ellos.
Seres oscuros, que se regodeaban en sus fastuosos castillos infernales, rodeados de perversión y dolor. Seres con poder inimaginable y maldad descontrolada. ¿Por ello habían sido Ángeles caídos no? Expulsados del cielo como pequeñas ratas.
¿Volver a tener su poder? ... ¿Demasiado bueno para ser cierto?
Probablemente... pero... de todas maneras el ya no tenia un alma que poder perder. Ardería igualmente en el infierno. ¿Que podía perder?
- De acuerdo, dime de que se trata y que tengo que hacer- respondió finalmente, tirando la colilla al suelo.
La chica sonrió y chasqueo los dedos.
Spike sintió como su cuerpo se desmaterializaba, una especie de vacío en su estómago y nuevamente aparecieron en un lugar tangible. Una pequeña habitación, algo así como un despacho. ¿Donde? Ni idea. Lo mas curioso eran los amplios ventanales abiertos, y el hecho de estar en total exposición con el sol ¿no era de noche? y que este no le afectase.
- Bien, seré sincera. Estoy aburrida, y siempre he sido algo traviesa... ya sabes... realmente amo a los humanos. Son increíbles, me encanta la música. Todos esos grupos satánicos que nos adoran con sus cantos. Marilyn Manson, Cradle of filth... en fin. No me gusta el hecho de matarlos. Desaparecerlos. Creo que el mundo es bonito, uno puedo divertirse con ellos, jugar y... Bueno la cuestión es que hace siglos, como te he dicho que no juego.
- ¿Un demonio que ama a los humanos?- pregunto Spike arqueando una ceja. Ella sonrió
- Haré que desaparezca el chip de tu cabeza, además te daré una fuerza superior, el poder de volar, de leer las mentes confundidas, de crear ilusiones, de no revelar tu rostro demoniaco cuando te alimentas...y el hecho de que no se te pueda matar con una estaca. Solo el sol podrá acabar contigo.
-¿No suena demasiado bueno?- pregunto el, seriamente impresionado.
- Puede ser. ¿Has leído a Anne Rice? Tengo sus libros en mi casa, amo sus vampiros... merecen la pena, como tu.
- Eres bastante extraña ¿no crees? Yo, bueno he leído alguno de esos libros... pero son pura ciencia ficción, nada que ver con la realidad
- Pues ahora los haremos reales, serás como ellos, Spikey. A cambio quiero dos cosas. Quiero que tengas un hijo con la cazadora.
- ¿QUE?- exclamo Spike asombrado
- Y quiero que la transformes. Si eso es lo que quiero- murmuró ella con una extraña sonrisa
- Pero ¿porque? No tiene sentido. La odio. Me odia. ¿Porque diablos crees que se acostaría conmigo?
- No me cuestiones. Es algo que me parece divertido. Si no se quiere acostar contigo, tendrás que convencerla- dijo y sus ojos brillaron fríamente.
Pero...- comenzó a pensar Spike. La idea fue entrando en su cabeza. No sonaba mal después de todo. Seria un gran logro en su curriculum.
Seducir a una cazadora, matarla, y llevarla a el lado oscuro. ¿No seria sumamente satisfactorio ver a Buffy siendo una vampira sedienta de sangre? Quizá mereciera la pena. Después de todo él era malo. El gran malo. Sonrió ampliamente
- Trato hecho- dijo tendiéndole la mano para sellar el trato.
Los ojos de ella brillaron con diversión y pronto volvió a sentir la extraña sensación de falta de gravedad.
Cuando volvió a abrir los ojos estaba solo. Solo y sediento de sangre humana. Poderoso, si. Un chico muy poderoso que había resurgido.
Mientras tanto en ninguna parte, en alguna hora imposible...
- Ya esta ¿Contento?- comento Astaroth mirando a el frente, donde sentado estaba otro demonio, de increíbles ojos violetas y cabello largo y plateado.
- Empieza la apuesta, sabes que ganare preciosa- comento él mientras ambos observaban su partida de ajedrez. Empezada siglos atrás.
- Ganare yo. Veras, es el tipo adecuado- comento bostezando
- Es un vampiro, es imposible... veras, todo acabara en sangre, destrucción y caos
- Puede ser, de ambas maneras seria divertido, pero... el ... en fin veremos como sigue su curso la historia.
2ª Parte