Drusilla:

 

         TERCERA PARTE

 

El ambiente de la charla debió cambiar de escenario. El pequeño bar donde estábamos estaba a punto de cerrar ya y el dueño nos miraba de reojo indicándonos que debíamos salir.

 

Drusilla no se opuso a este cambio, es mas, lo acepto gustosa. El bar la había terminado incomodando y como la noche estaba tan linda y calida, no le incomodo salir a recorrerla y continuar con su relato en otra parte… un tanto más acorde con su naturaleza vampirica.

 

Lo siguiente fue la más agradable de las caminatas que yo recuerdo por una ciudad de Buenos Aires dormida. A nuestro alrededor, se levantaban las fachadas de varias casas y edificios sumidos en las sombras, indicando que sus ocupantes ya dormían… En otros casos, alguna que otra luz se asomaba por entre alguna persiana, dando a entender que allí dentro veían la televisión hasta tarde…

 

Dru caminaba a mi lado sonriendo. Era realmente un espectáculo insólito y soñadoramente gótico verla moverse en la noche con la gracia de un felino. Sin duda, estaba en su ambiente…

 

Yo, por otra parte, me movía de manera torpe y aletargada, como cualquier ser humano normal. Intentaba seguirle el paso, cargando mi mochila y con el grabador colocado en pausa en mis manos. Me sentí un tonto y por un momento me pregunté que hacia yo al lado de semejante criatura infernal… de semejante dama de la noche.

 

En ese breve paseo, Dru me contó que amaba esta ciudad. Buenos Aires tenia ese “no sabia qué”, que la hacia especial… Dijo que tenía una vida nocturna interesante y que contrario a lo que se creía, los vampiros solían abundar por estas tierras sudamericanas.

 

-¿Mas vampiros en Argentina?- pregunté, asombrado.

 

-No veo por que tanta sorpresa. ¿No te has fijado en la cantidad de crímenes que hay en esta ciudad permanentemente?

 

-Si, es cierto.

 

-En esta ciudad los vampiros se sienten como en casa. Creo que tal vez haya una “Hellmouth” por aquí.

 

“Hellmouth”, esa fue la palabra que uso en su idioma original, el ingles. La traducción exacta era “Boca del Infierno”. Dru me hablo de eso… una suerte de portal o zona donde la barrera de la realidad falla y el Infierno se conecta con la Tierra.

 

Un pequeño pueblo de California, Estados Unidos, llamado Sunnydale, esta construido sobre ella. Desde ese rincón del mundo había venido Dru a la Argentina, en donde supuestamente, estaba refugiada de quienes podrían destruirla.

 

Al final, el lugar para continuar con el relato de mi dama nocturna resulto elegido: un banco de plaza.

 

-¿Estas segura de que quieres estar aquí?- dije, mirando hacia todos lados. El sitio lucia realmente vacío de gente. Solo un loco iría a esas horas a lugar semejante, exponiéndose a asaltos o hasta asesinatos.

 

-Me parece perfecto- dijo ella y se sentó, aspirando una gran bocanada de aire mezclada con el aroma de unas flores cercanas.

 

Sonreí, rendido y me senté a su lado. Al fin de cuentas… ¿Tenia que temer? Estaba al lado de una genuina vampiro.

 

-Dijiste que Ángelus fue maldecido- le recordé- Que le devolvieron el alma… ¿Cómo ocurrió? ¿Quién lo hizo?

 

-Fue en el año 1898… en el mes de Agosto, en Borsa, Rumania. Ángelus había estado rondando a la hija de un clan de gitanos, los Kalderash. Tuvo la impertinencia de matarla… Mala elección. Los gitanos lo maldijeron. Ellos saben hechizos… conocen la magia mas antigua… Ten cuidado de los gitanos, sobre todo, de los mas antiguos…

“Ángelus se había ido… ahora, en su lugar, quedo una criatura asustadiza y aterrada por la culpa… un vampiro abrumado por el remordimiento cometido durante su existencia en las tinieblas…”

 

-¿Cómo tomaron la buena nueva?

 

-Mal. Darla no lo podía creer… Lo consideró sucio e indigno, lo desprecio y lo echó. Era el fin de Ángelus… desde ese momento se le conocería con el nombre de “Ángel”.

 

-¿Y Spike y tú?

 

-También estábamos consternados con lo ocurrido. Darla nos ordeno destruir a todo el campamento de los gitanos, en venganza. Lo hicimos, pero eso no nos devolvió a Ángelus… Las cosas se acabaron entonces. Una desahuciada Darla nos acompaño durante un tiempo mas, sin encontrar un rumbo muy fijo en su existencia… Creo que se sintió descolocada sin su igual. Esos dos compartieron mucho en esos años.

 

-¿Y no lo volvieron a ver? ¿Ángelus (o Ángel) no apareció más?

 

-Si, lo volvimos a ver dos años después, en el 1900, en China, durante la Rebelión Boxer. Spike seguía obsesionado con las Cazadoras y encontró la pista que le condujo a una de ellas, Xin Rong. En mitad del estruendo producido por la batalla civil, Darla se reencontró con Ángel e intentó hacerlo volver al camino de las sombras… no pudo hacerlo. Mi Ángel jamás volvería a probar el gusto del Mal nunca más. Mientras todo eso pasaba, mi Spike lucho valientemente contra la Cazadora de ese país, hasta que al final venció y la mató…

 

-¿Mató a una Cazavampiros? Pensé que habías dicho que eran muy fuertes.

 

-Lo son, pero Spike fue mas listo que ella. Lo hice fuerte… fuerte como su madre- dijo, sonriendo y mirando al cielo, donde la luna flotaba suspendida.

 

-¿Qué pasó con Darla?

 

-Se fue. Nos abandono. Regreso con el Maestro. Desde ese momento, Spike y yo nos quedamos solos…

 

-¿Qué hicieron?

 

-Lo que siempre hicimos, tesoro. Alimentarnos, cazar, divertirnos… Viajar por el mundo. Ver cosas… Podría contarte de muchas de ellas. Estábamos entrando en el nuevo y reciamente nacido siglo 20, el siglo del razonamiento. Había maravillas que los mortales inventaban y que nos deslumbraban… la maquina fotográfica, el ferrocarril, los paseos en globos, etc, etc, etc… Era un mundo nuevo y pujante, un mundo que seguía avanzando y nosotros estábamos allí para verlo, en lugar de yacer enterrados o hechos polvos como todos los humanos que nos precedieron.

 

-Me imagino como debía ser todo eso… Todavía me quedo sin aliento solamente por saber que tú has vivido mucho mas antes que yo…- le confesé- Ya vivías cuando yo era… nada.

 

Drusilla sonrió y me sorprendió con un gesto inesperado… Se acercó y me beso en la mejilla tiernamente. Fue algo increíble. El contacto con su piel fue sedoso y frío, pero en cierta medida, agradable.

 

-¡Woa! ¿Y eso por que fue?

 

-No sé. Tenia ganas de hacerlo.

 

-¿Sabes que mis lectores no me van a creer todo esto? Digo, quizás ellos esperaban un relato de una criatura sanguinaria y despiadada, no el de una hermosura nocturna.

 

-No soy inocente- dijo y por primera vez, la sonrisa de su rostro se desvaneció totalmente- He hecho cosas terribles y no siento ningún remordimiento por eso… Sé que tus lectores sin duda consideraran que no me merezco más que el fuego del Averno y el sufrimiento… un castigo por todos mis actos crueles… Allá ellos. Quizás realmente el Infierno me espera y quizás el mismo Diablo tenga planes para mi… eso no lo sé.

 

Su rostro estaba relajado. Demostraba una profunda meditación y tristeza…

 

-Dru… ¿Crees en Dios?

 

-No... Ya no. ¿Tú si?

 

-No… Bueno, si…

 

-¿Si o no?

 

-Si, si creo… pero no creo que le interesemos mucho. Tengo una teoría elaborada al respecto.

 

-Cuéntamela. Me gustaría escucharla…

 

Sonreí y volví a poner en pausa mi grabador, para no gastar la cinta.

 

-Ay… ¿Por donde empiezo?

 

-Creo que por la teoría del Big Bang.

 

-Graciosa… Creeme, no es fácil.

 

-Yo te ayudo. ¿Cómo crees que es Dios?

 

-Pienso que es un Ser Superior…. Una entidad sin forma. Por lo menos, no tendría la típica forma de un anciano…

 

-¿Y donde se encontraría?

 

-¿En el Cielo?- sonreí- No. No lo sé. En alguna otra dimensión… como sea, creo que él existe y que es una especie de energía poderosa que comprende todo y abarca todo el Cosmos.

 

-Si Dios es taaaaaaaan omnipotente y bondadoso… ¿Por qué no interviene en este mundo? ¿Por qué no elimina a los malos sencillamente en vez de dejar que la gente buena que lo adora muera? ¿¿Por qué no me destruye a mí y a los demás vampiros??

 

Eran muchas preguntas. Fije mis ojos en el infinito estrellado y vacile en la respuesta.

 

-No lo sé. Supongo que al ser Todopoderoso y tan elevado, poco puede ser que le importemos. Solo somos seres mortales… ¿Quién sabe? Quizás si le importamos, pero no interviene por… No lo sé.

 

-Un callejón sin salida- canturreo mi compañera vampiresca, riéndose- Mejor dejemos las cuestiones divinas en otra parte, o tus lectores se van a aburrir… ¿Vas a poner esta charla sobre Dios en tu libro?

 

-No.

 

-No te creo. Es más, este tema te fascina. Lo vas a poner.

 

-No- insistí.

 

-¿Temes que digan que eres un hereje? Lo más posible que pase es que no les importe en absoluto. Al fin de cuentas, ellos ya no creen en Dios…

 

-Eso no lo comparto, Dru. Creo que alguno de ellos va a tener fuertes convicciones religiosas y eso es digno de admiración… por lo menos, para mí. Yo reconozco mis límites. Sé que no tengo todas las respuestas, pero decir que algo no existe por el simple hecho de no verlo… no va conmigo.

 

-Eres admirable…- hizo una pausa- ¿Seguimos con el relato?

 

-Adelante- dije y volví a presionar el botón de play del grabador.

 

************   

 

-La vida con Spike fue larga y duro su tiempo. Los años pasaron y el mundo mortal cada vez nos deslumbraba más… Por supuesto, mi amado cachorrito no había olvidado sus ideas de encontrar a las Cazadoras y eliminarlas- siguió relatando Dru- Tuvimos que esperar muchos años antes de que un nuevo enfrentamiento con una Cazadora se produjera. Antes de eso, en el año 1956, tuvimos un problema que casi me cuesta la vida en Hungría…

 

-¿Qué pasó?

 

-Un grupo de soldados soviéticos y los habitantes de una villa casi me matan- dijo, como quien dice algo normal- Spike me salvo, pero ese descuido casi acabo conmigo. Desde entonces, mi fuerza se había mermado mucho. El hecho fue demasiado para mi…

 

-Yo te veo bien- tercie- De hecho, te ves muy bien.

 

-Ahora, pero quede muy mal. Débil. Spike debió cuidar de mi mucho tiempo.

 

-¿Y el asuntito de las Cazadoras?

 

-Spike viajo hasta Nueva York conmigo, para averiguar las pistas de la nueva Cazadora de ese periodo de tiempo. Fue en el año 1977 cuando dimos con ella y él se encargo de eliminarla… Su nombre era Nikki y era muy poderosa.

 

-Veo que Spike no era un vampiro ordinario. ¿Cómo hizo para matar a las Cazadoras?

 

-No lo sé. Contó con suerte, supongo… De todas formas, las Cazadoras si bien son poderosas, no son la gran cosa… yo mate a una.

 

-¿¿Mataste a una??

 

-Pero eso te lo diré mas adelante… ¿En que estábamos?

 

-Spike había matado a su segunda Cazadora…

 

-Ah, si. Luego de esto, lo años pasaron. No ocurrió nada relevante en ese periodo de tiempo… Spike y yo vivimos durante muchos años en NY, hasta que recibimos el “llamado”… había una nueva Cazadora funcionando en Sunnydale y al parecer, esta era diferente a todas sus predecesoras… Era fuerte, astuta e invencible. Había matado al Maestro…

 

-Buffy Anne Summers- dije- ¿Así era como dijiste que se llamaba?

 

-Si. Spike se obsesiono por enfrentarla. Dos Cazadoras habían muerto bajo su mano y su fama se había acrecentado mucho. Estaba decidido a eliminar a esta también… en el año 1998, viajamos a Sunnydale y nos hicimos con el control del lugar. El Maestro no mandaba mas en ese sitio y los poquísimos discípulos suyos fueron eliminados… pero a pesar de lograr tomar el control del submundo infernal del pueblo, Spike no pudo acabar con Buffy.

“Día a día, la Cazadora frustro nuestros planes. La situación se fue de control… Hubo un momento en que le sugerí a Spike que deberíamos dejar este asunto, pero no quería. Mi amado Spike quería terminar su trabajo, destruir a la Cazadora. Finalmente, el destino nos dio una mano y Ángel (que se encontraba allí, trabajando en nuestra contra y ayudando a la Cazadora y a sus amigos) terminó perdiendo su alma de nuevo, permitiéndole a Ángelus renacer…”

 

-Pensé que Ángelus nunca volvería.

 

-El hechizo que los gitanos pusieron a Ángel era este: cuando encontrara el amor verdadero, su alma se perdería. Era el castigo justo, por quitar la felicidad… cuando él consiguiera la suya, su alma moriría y el mal renacería para destruir lo que pudo amar en ese tiempo en que fue parte de ellos.

 

-Entonces Ángelus regresó.

 

-Si y fue un regreso maravilloso- dijo Dru, entrecerrando los ojos mientras sonreía- De un día a otro, la Cazadora debió enfrentarse al vampiro del que se había enamorado. Ángelus estaba de vuelta y la victoria casi fue nuestra… pero desgraciadamente, el hechizo para restaurar su alma fue rehecho y Ángelus desapareció de nuevo. Buffy lo mató en un momento antes de que un portal dimensional se abriera y sumergiera el mundo en el desastre… lo mato a pesar de que había recuperado su alma.

 

Drusilla enmudeció. Yo también permanecí callado.

 

-En esa ocasión, Spike se puso en nuestra contra. Creo que fueron los celos lo que lo motivaron a semejante cambio. Ángelus y yo… digamos que estuvimos muy juntos en ese tiempo. Spike se sintió celoso y conspiró en nuestra contra, haciendo un trato con la Cazadora en el cual decía que nos iríamos del pueblo al terminar la amenaza. Así fue… Spike me llevo por la fuerza de Sunnydale.

 

-Dijiste que la Cazadora mató a Ángel… pero él esta vivo ahora.

 

-Regreso del Infierno. No se sabe como, pero volvió.

 

-¿Qué sucedió con ustedes dos después de que se fueron de Sunnydale?

 

-Nos refugiamos en otra parte… pero la relación entre Spike y yo se terminó. Ya no era el mismo… su obsesión por la Cazadora se había tornado insoportable. Lo deje… Fue en ese punto en que vine a Sudamérica. Visite Brasil y luego, vine acá, a Argentina…

 

-…En donde nos conocimos…

 

Dru asintió en silencio. Me le quede mirando absorto en mis pensamientos, rememorando lo que me había revelado hasta ahora, cuando la cinta del grabador provoco su habitual chasquido haciendo entender que se había acabado.

 

-Se te terminó la cinta- me dijo.

 

-Ya me di cuenta.

 

-¿Estas satisfecho?

 

-¿Eso es todo?

 

-Mi vida al completo… o debería decir “no-vida”. Pero creo que me queda agregar unas cuantas cosas más. Posteriormente, volví a Sunnydale, pero el Spike que encontré allí estaba años luz de ser el que conocí. Por supuesto, él también había vuelto antes y ahora estaba enamorado de la Cazadora.

 

-¿Enamorado?

 

-Si. Una relación extraña- dijo y sonrió estúpidamente- Me fui del pueblo, pero me dirigí hacia Los Ángeles, en donde una firma de abogados siniestros llamada Wolfram & Hart se contactaron conmigo y me informaron de las novedades que había por allí. Ángel estaba en la ciudad y les arruinaba sus planes… Wolfram & Hart era un bufete de abogados un tanto particular… tenían planes para con el mundo... Grandes planes… Ellos se contactaron conmigo y me dijeron de la resurrección de Darla.

 

-¿Resurrección de Darla?

 

-Darla había muerto mucho antes. Ángel y Buffy la habían matado. Wolfram & Hart la resucito para ponerla en contra de Ángel, pero la revivieron como humana. Fui yo quien entro en el juego y la convertí en vampiro otra vez.

 

-Cielos. Que complicado- dije y sonreí nervioso.

 

-Espero que tus lectores entienda todo esto.

 

-¿Así que volviste a Darla en vampiro? ¿Y que pasó?

 

-Nos revelamos contra la empresa que nos contrató… Atacamos a sus principales directivos. Luego de eso, Darla quería recuperar a Ángel, pero la situación se fue de control una vez más. Ángel casi nos mató en una oportunidad… nos quemo de manera tal que…

 

Dru enmudeció. Su cara se había tornado de terror. Sin duda, rememoraba algo realmente horrible.

 

-Fuego, fuego, fuego…- comenzó a repetir, en mitad de jadeos asfixiantes.

 

-¡Drusilla! ¡Dru! ¿Qué pasa? ¡Reacciona!

 

Se había puesto a llorar histéricamente, como si el fuego la estuviera envolviendo. Se abrazó a si misma con sus manos y comenzó a bambolearse de un lado a otro, sumergida en su memoria.

 

-Fuego, fuego… el fuego…

 

-¡¡¡DRU!!!

 

Mi grito la devolvió a la realidad. Sus ojos grandes se fijaron en los míos, arrasados por las lágrimas.

 

-¡N-No lo soporto mas! ¡T-Todos los días es igual! Recuerdo el fuego… como Ángel casi nos quemo… el dolor…

 

-Pero tus heridas sanaron. Ahora estas bien- intenté por todos los medios de calmarla, pero no podía evitar que dejase de llorar.

 

-Mi carne sanó, pero tengo heridas mas profundas… heridas en mi interior- sollozó- Estoy sola, Federico. Spike me ha dejado… ama a la Cazadora. ¡Estoy sola!

 

…La abrace. Me dolía verla así…

 

Dios santo. La entendía… Entendía a la criatura sentada a mi lado. Entendía su sufrimiento, su dolor… entendía que era victima de una naturaleza que la obligaba a hacer cosas aberrantes… la entendía y la amaba.

 

Su soledad era terrible y espantosa. Me vi reflejado en ella… en ese dolor.

 

-Calma, calma- le dije- Dru, calmate.

 

Su llanto se terminó, pero entonces, se apretó contra mi cuerpo de manera tierna. Me estremecí, sorprendido. Podía oler todavía su perfume, ver muy de cerca ese cabello suyo, tan brilloso y sedoso.

 

Ella se separó de mí y me miró. Luego, me beso en la boca.

 

Me quede helado.

 

-Lo siento- dijo, al separarse.

 

-No… no lo sientas… Te amo- le confesé.

 

-¿Después de lo que has oído? ¿Después de escuchar lo aberrante de mi vida? Soy un demonio, Federico… No te confundas.

 

-Dru… te amo. No hay minuto en que no piense en ti… Sé que tu existencia significa maldad y oscuridad, pero…- me encogí de hombros, sintiendo las lagrimas en mi rostro- Te amo.

 

Esta vez volvimos a besarnos y ya había perdido toda mi voluntad.

 

************

 

El techo de mi habitación jamás se vio tan hermoso desde mi cama como en ese momento.

 

Una hora después me encontraba en mi casa. Dru estaba conmigo, acostada a mi lado, mirando al techo de igual forma y en silencio. Su cabello estaba totalmente revuelto y un sudor pegajoso recorría nuestros cuerpos.

 

-¿En que piensas?- le dije, observándola.

 

-Esto esta mal.

 

-¿Qué cosa?

 

-Te estas metiendo en muchos problemas, ¿sabias?- dijo, volviéndose para mirarme- ¿Estas realmente seguro que quieres seguir con esto?

 

-Te amo, ya te lo dije… y no tengo miedo.

 

-Por favor… Reconsidéralo.

 

-¿Qué hay que reconsiderar?

 

-Si te convierto… perderías tu alma. No existe la vuelta atrás… Y tienes una vida por delante.

 

-No tengo miedo- repetí, decidido.

 

Ella sonrió dulcemente.

 

-No sabes lo que pides- dijo- Es sumergirse en la oscuridad. Todo lo bueno que eres, se revierte y ya no queda nada… Reconsidéralo.

 

-Lo quiero. No hay nada que reconsiderar… Dru, desde que te conocí, le encontré sentido a mi vida. Y ya no quiero perderte… quiero ser parte de ti. Hazme tuyo, Dru… Quiero ser tuyo para siempre.

 

Drusilla se incorporó en la cama. Sus ojos jamás resplandecieron a la luz tenue de las lámparas artificiales de manera tan bella como esa vez. Su cuerpo sudoroso, desnudo, era realmente espectacular… era una estatua cincelada ante mi, una diosa de la noche esperando para acogerme en sus brazos.

 

Sonrió y su rostro sufrió una transformación. La frente abultada, los ojos amarillentos y los colmillos aparecieron. Me estremecí, pero estaba decidido a seguir adelante…

 

-No dolerá… te lo prometo- susurró, acercándose a mi.

 

-Hazme tuyo- dije, cerrando los ojos.

 

Ese fue el final de mi vida como ser humano… y el principio de mi nueva vida de vampiro.

 

         EPILOGO

 

Mis dedos bailaban sobre el teclado de mi computadora portátil con una velocidad sobrehumana. A mi lado, en la mesa en la que usaba de escritorio, yacían desparramados una inmensa cantidad de papeles… notas garabateadas, transcripciones de la entrevista con Drusilla.

 

A toda velocidad, pasaba yo todo aquello a las mágicas letras electrónicas de mi computadora, dando los últimos toques de mi libro.

 

Mientras escribía, no podía dejarme de mirar las manos… Ahora, eran blancas, relucientes. Mis dedos se habían alargado de tal manera que eran medio finos… y muy ágiles.

 

…Los dedos de un vampiro…

 

Me detuve y suspiré. Me levante de mi asiento y me dirigí hacia un gran espejo colocado en la habitación. Trague saliva y me mire en él…

 

Contrario a la creencia popular errónea, los vampiros sí se reflejan en los espejos. Todavía no sé quien inventó aquello del “no-reflejo”, pero deberían darle una patada en sus partes más nobles por mentir tan descaradamente.

 

La figura que el espejo me devolvía era la mía, sin duda, pero transformada. La sangre vampirica de Drusilla corría por mis venas, provocando cambios fundamentales en la que antes fue una fisonomía humana y enteramente mortal.

 

Para empezar, después de lo de los dedos y las manos, mi piel se había tornado mas blanca… tan blanca como la de mi “creadora”. Por otro lado, mis ojos (negros cuando era un ser humano) ahora se vieron repentinamente convertidos… su color actual era una mezcla entre celeste y blanco, que los convertían en algo realmente exótico. Ignoraba el porque de semejante cambio fundamental, pero si a eso le sumábamos que mi vista torpe y medio miope de humano había sido reemplazada por una de lince (capaz de ver colores mas vivos que nunca o en la oscuridad), no me podía quejar.

 

Por lo demás, estaba más o menos igual que antes. Si, me sentía más fuerte, mas vivo… Sabía que poseía ahora una fuerza sobrenatural y que podía si me lo proponía, dar un salto tan alto hasta llegar a una terraza o partirle el cuello a alguien con una sola mano.

 

Esperaba que algo así no sucediera nunca.

 

Pido perdón al lector de nuevo. Creo que debería haber empezado esta parte del relato hablando de lo que sucedió después de que Dru me dio la sangre… después de mi conversión.

 

Pasé por la experiencia que todo vampiro pasa cuando es creado. La muerte se abatió sobre mi cuerpo, mientras bebía la sangre que mi amada dama nocturna me ofrecía…

 

Ella se mantuvo sublime hasta el último minuto, mirándome. Mientras ocurría la magia, se limitó a susurrarme cosas para tranquilizarme. Era algo extraño… Que le diera tanto amor a un acto que a ella se lo habían hecho de una forma tan… brutal, tan sanguinaria.

 

¿Cuántas veces habrá desangrado a alguien hasta la muerte? ¿Cuántas vidas habrá cegado, sin mostrarle tanto afecto como a mí en este caso?

 

Eso no importaba.

 

Se mantuvo conmigo hasta que ya no pude verla más y las tinieblas de la muerte se abatieron sobre mí… una muerte que duro 3 días hasta el despertar, acostado en una mullida cama en el interior del departamento lujosísimo que ella tenia en el microcentro de la ciudad de Buenos Aires, su refugio privado.

 

¿Qué vi cuando estuve muerto? Ese es todo un tema.

 

Recuerdo nebulosamente cosas. Esperaba que todo fuera como Dru dijo que le sucedió en su génesis de vampiro, pero en mi caso… fue distinto. Recuerdo flotar en un espacio nebuloso y sentir (o ver) la presencia de mucha más gente en ese lugar. Era un sitio enorme y de alguna forma, sabia que era ilimitado. Podíamos decir que el Cielo y el Infierno juntos podrían haber cabido perfectamente en aquel sitio, estuviese donde estuviese.

 

Recuerdo que algo o alguien se me acercó en esa bruma y que ese alguien resplandecía mucho. Ese ser (sea lo que sea) me habló y estoy seguro de que dijo cosas importantes, pero no guardo recuerdos de nada de lo que me dijo.

 

Después, vino mi despertar. El renacimiento como vampiro.

 

Dru estaba allí. Me acompaño en todo momento… algo que agradeceré eternamente.

 

Lo más difícil y traumático vino luego: tenía hambre.

 

Los vampiros jóvenes siempre tienen hambre. Debía alimentarme… eso significa que debía matar.

 

Dru se ofreció a acompañarme en mi primera cacería. Sentí algo de miedo y hasta casi creí que no podría hacerlo, pero luego, las cosas cambiaron.

 

Me llevó a un barrio apartado del centro, un lugar realmente desagradable. Creo que era una gran villa, con casas destartaladas y de techos de chapas. Gente muy pobre y humilde vivía allí… gente que día a día se esforzaba de todas las maneras posibles por salir del tugurio miserable al que sus vidas fue sumergida por culpa del destino… pero también vivían los otros. Los delincuentes, los ladrones, violadores y asesinos. Gente que traficaba drogas y que no tenía escrúpulos a la hora de matar a sus semejantes.

 

Sentía un hambre atroz y el dolor se tornaba insoportable. Dru dijo que todo seria instintivo y que sabría que hacer. Era cierto… apenas me acerque a la primera casa, me di cuenta que era verdad.

 

Eché un vistazo por una ventana de la manera en que los vampiros lo hacen sin ser descubiertos. Había cuatro sujetos ahí dentro, traficantes de drogas, delincuentes. Hablaban de sus próximos atracos, de las cosas terribles que iban a hacer sin duda alguna al día siguiente… cosas que involucrarían la muerte de gente inocente que en esos momentos dormían apacibles en sus casas.

 

Me enfurecí. De verdad, me enfurecí al escuchar esto. Decidí salir de mi puesto apacible y entré en la casa dando un salto, rompiendo la ventana. Los delincuentes no se esperaban esto y fue por eso que tardaron tanto en reaccionar. Aquello me fue muy a favor…

 

Sentí que mi rostro cambiaba. Lo sentí de una manera que se me hace difícil explicar. Mis huesos y mi carne eran elásticas y asumieron la terrible cara de un demonio ávido de sangre. Mis colmillos crecieron hasta afilarse y recuerdo bien que los ataqué. Fue muy rápido y hasta tengo que decir que quizás no sintieron dolor…

 

Dru miró todo desde afuera. Observó cada detalle sin perdérselo. Cuando sacie mi hambre primeriza, regrese a su lado. Sonreía, satisfecha…

 

-Te he hecho un ser muy fuerte- me dijo, acariciándome el rostro, que ya volvía a relajarse para volver a ser el de un humano- Tienes la fuerza de diez hombres juntos… quizás mas.

 

Era cierto.

 

Varios días pasaron desde esa primera vez. Desde entonces, Dru y yo hemos recorrido muchas veces la noche de esta ciudad, conociendo cosas que nunca soñé que conocería…

 

Pero en el momento presente, terminaba yo de escribir los últimos párrafos del libro que planeaba publicar, sobre su vida. Ese era el motivo de toda esta aventura sobrenatural… dar a conocer al mundo su historia.

 

Hay cosas que quedaran en el tintero de mi propia conversión en vampiro. ¿Qué vi en el tiempo en que estuve muerto? ¿Qué secreta revelación me fue confiada antes de que la magia oscura de los no-muertos me sacara de ese lugar espiritual donde flotaba?

 

No lo sé. Tal vez solamente lo soñé… Tal vez fue una suerte de alucinación mientras mi cerebro moría y revivía.

 

Tal vez después de la muerte no hay nada y esta nueva segunda vida es lo único que nos queda como posibilidad de subsistir. No lo sé.

 

Mientras cavilaba en semejantes cosas, Dru apareció en la habitación. Vestía de negro como de costumbre y su semblante seguía igual de pulcro y de exótico, como el de una estatua. Sonrió y se me acercó, abrazándome por la espalda, en un gesto tan intimo y sensual que no pude menos que entrecerrar los ojos mientras olía su perfume… ese perfume que se convirtió en mi perdición.

 

Dije que varias cosas quedarían en el tintero sobre mi propia conversión en vampiro… hay otra cosa mas que creo que me hace distinto de los demás seres de la noche que hay.

 

Se supone que cuando te conviertes en un vampiro, pierdes tu alma, lazo fundamental con el mundo de los mortales… te transformas en una criatura siniestra y ávida de muerte…

 

Pues bien… no sé por que, pero eso no pasó. NUNCA PERDI MI ALMA.

 

El fenómeno inquietaba a Dru de sobremanera. Ella no tenía explicación para este suceso. Los únicos vampiros con alma que había en la Tierra actualmente (por lo menos, conocidos) eran 2: Ángel y Spike.

 

El primero es sabido que se la habían restaurado hace tiempo, el segundo la había recuperado hacia cosa de un año y fue una suerte de sacrificio personal para ganarse el amor de la Cazadora.

 

En mi caso, todo era diferente. Nunca perdí mi alma. Nunca se fue el lazo que me unía al mundo que acababa de abandonar.

 

Después de las primeras vidas que me cobre para detener el dolor y saciar mi hambre de demonio nocturno, sentí culpa, remordimiento… creí que no podía continuar.

 

Todavía siento esos sentimientos y creo que serán el precio por haber logrado una vida que seguirá hasta el final de los tiempos… eso si alguna Cazadora no me mata primero.

 

Decidí por voluntad propia nunca jamás tomar la vida de un inocente. Las vidas con las que me alimentaría, serian las de los criminales, de aquellos humanos que se alejaban por voluntad de sus congeneres, convirtiéndose en depredadores de sus hermanos. Para la paz de esa alma que no me abandonó, era lo correcto.

 

Mas, no me proporcionaba ningún placer matar.

 

-¿Cómo va mi libro?- me preguntó Drusilla, sacándome de mis pensamientos.

 

-Bien. Solo le faltan unos retoques.

 

-¿No tendrás problemas para publicarlo? ¿No crees que comenzaran a sospechar de ti cuando les lleves el manuscrito?

 

-La editorial tiene un convenio conmigo. No hacen tantas preguntas… si el material es bueno y vende, no les importa. Además, como ves, puedo pasar por humano una vez que me alimento.

 

-Estoy emocionada. No sé si estaré preparada para el precio de la fama.

 

-No te hagas muchas ilusiones, amor- dije, separándome de ella y volviendo a mi lugar, a terminar de escribir la historia- El libro puede venderse bien, pero no creo que vaya a ser masivo.

 

-Me conformo con que lo lean diez personas. Es la primera vez que hago algo como esto.

 

-¿Ya pensaste que haremos después?

 

-Si que lo pensé… ¿Te gustaría ver el mundo?- preguntó, sonriendo misteriosamente.

 

-¿De que hablas?

 

Dru se me acercó y me mostró un par de pasajes para avión.

 

-Vaya… Estoy impresionado- dije, leyéndolos- ¿”Los Ángeles”? ¿Planeas visitar a tus viejos conocidos? ¿Un desvío para Sunnydale por ahí, quizás?

 

-Bueno…- suspiró, poniendo cara de niña inocente- ¿Qué pretendías? Tengo algunas cuantas ganas de volverlos a ver a todos… y además, quisiera saber como reaccionaran mi Ángel y mi Spike al ver que tienen competencia ahora… Un nuevo vampiro con alma…

 

-Por favor, Dru… Creo que ellos son más lindos que yo- comenté, riéndome- Creo que ni podrían hacer una serie de TV conmigo…

 

Drusilla se rió con ganas. Luego, se sentó sobre mis rodillas y me estrecho tiernamente entre sus brazos.

 

-Piensalo bien, querido. Tal vez podrías seguir escribiendo libros- dijo- Tal vez Ángel te cuente su vida… o Spike… o cualquier otro vampiro o demonio…

 

Sonreí. Era verdad. Se me estaba abriendo una posibilidad sin igual…

 

Sabía que de ahí en más, mi vida (mi nueva vida) estaría plagada de revelaciones increíbles. También sabia que la cosa no iba a ser fácil y que estaban cuestiones mas practicas como el hecho de que ahora pertenecía a un mundo oscuro y temido… pero también estaba el hecho de saber que había cosas sobre mi que tendría que descubrir. Cosas que debería investigar…

 

¿Qué vi cuando estaba muerto? ¿Quién me habló? ¿Por que no perdí mi alma?

¿De quien era la voz que habló con Drusilla cuando su poder de tener visiones volvió?  Y lo más fundamental… ¿Qué motivó a Dru a no matarme?

 

-¿Por qué no acabaste con mi vida cuando nos conocimos por primera vez?- quise saber.

 

-Porque tuve una visión.

 

Silencio. La mire a los ojos.

 

-¿Cuándo me atacaste tuviste una visión?

 

-Si.

 

-¿Qué viste?

 

Sonrió. Me acarició la cara.

 

-Luz.

 

-¿Luz?

 

-Y muchas cosas más…

 

-Vas a hacer que piense que soy un enviado divino- bromeé- ¿No me puedes decir mas?

 

-Puedo, pero no lo voy a hacer.

 

-Mira que eres mala, ¿eh?- la regañe, besándola en la mejilla.

 

-¿Qué esperabas? Soy una vampiro…

 

 

Buenos Aires, Argentina.

13 de Septiembre de 2003

 

           Fin

                                                                     Deja un mensaje al autor