La ira del Dragón:

 

Prólogo:

 Rage miraba con una expresión maligna la ciudad de Sunnydale desde el apartamento de Glory. Era un hombre alto, de edad madura, ojos azules y fríos y una cabellera corta y albina. Sabía que en algún lugar de la ciudad, que ahora se encontraba a oscuras, se encontraba la llave que le permitiría regresar al infierno, su hogar, al que había sido expulsado tras haber intentado hacerse con el poder tras el exilio de Glory, pero fracasó de manera estúpida, al igual que era estúpida la manera de que esa lunática se había dejado matar: No debió dejarse convencer por ella cuando le dijo que podía ocuparse de todo ella sola.

-       No importa.- Pensó el Dios, con malicia.- Ahora se quien es la llave y la Cazadora no está aquí para protegerla, y yo triunfaré donde Glory falló, ya que no poseo sus debilidades: No estoy atrapado en un cuerpo mortal y no necesito devorar las mentes de esos patéticos humanos. Bien pequeña Dawn, nos veremos pronto.

 

 En ese momento, en el otro lado de la ciudad, Willow y Tara se encontraban de patrulla, al menos era lo que le habían dicho a los demás, pero en realidad habían salido para estar un rato a solas: la noche anterior Tara había recuperado la cordura que Glory le había arrebatado y Willow había perdido a su mejor amiga, y cada una de ellas necesitaban hablar a solas con la otra.

 - ¿Co...Co...Como estás?- Preguntó Willow con el habitual tartamudeo que le salía cada vez que estaba nerviosa.

 - Mas o menos igual que la última vez que me preguntaste hace diez minutos.- Respondió Tara con su dulce sonrisa, a la que su interlocutora adoraba.

 Willow respondió con tristeza: - Lo siento, es que todavía me siento culpable por lo que te pasó, y también por lo de Buffy. Me siento una inútil incapaz de hacer nada bien...

 -¡No digas eso!- Le recriminó Tara.- Tu no tuviste la culpa de ninguna de las dos cosas, de hecho he vuelto a ser la que era gracias a ti, si de verás fueses una inútil, ahora seguiría siendo poco más que un vegetal.

 Willow le dedicó una tímida sonrisa, a la que Tara le correspondió con la suya y una caricia en la mejilla. De repente, ambas brujas sintieron una poderosa presencia cerca de ellas, con un estremecimiento, empezaron a mirar alrededor suya con temor, mientras Willow preparaba un hechizo defensivo, por si era necesario.

-       Hola.- Saludo un joven que había salido de la nada.- Siento interrumpir, Willow y Tara ¿No?

 Ambas chicas miraron con temor al desconocido que había aparecido ante ellas. Era un joven de unos 20 años, atractivo, de ojos verdes y larga cabellera negra. Llevaba puesta una ropa informal pero elegante, toda ella de color ébano. Aunque parecía una persona agradable, ellas no se confiaron, ambas sentían que él no era lo que aparentaba.

 -¿Quien eres?- Se atrevió a preguntar Willow.

 - Mi nombre no importa.-Respondió con una sonrisa, aunque luego pareció pensárselo mejor.- Podéis llamarme Drake.

 - ¿Eres humano?

 Antes de que las brujas se dieran cuenta, el desconocido se encontraba detrás de Willow, pegado a ella y con su mejilla derecha apoyada en la izquierda de la chica.

-       Creo que sabes la respuesta.- Respondió en un susurro.

 Otro instante después, Drake se encontraba donde estaba antes, dando la espalda a las mujeres, Willow era incapaz de hacer ni decir nada ante el poder avasallador que había sentido cuando Drake la toco.

 - La chica sigue en peligro.- Dijo mientras se iba alejando despacio.- Hay otro Dios Oscuro llamado Rage que quiere terminar lo que Glory no pudo, os aconsejo que vayáis junto a Down y al resto de los demás y les pongáis sobre aviso.

 -¿Que eres? ¿Otro Dios?- Se atrevió a preguntar Tara, mientras abrazaba a una sobrecogida Willow.

 El aludido se dio la vuelta con una sonrisa antes de desaparecer entre las sombras.

-       Que más quisiera él.- Fue su única respuesta.

 

 

Capitulo 1: El duelo entre las Tormentas

 Willow y Tara se encontraban en la tienda de magia, contando a los demás lo que les había pasado a ellas hacia apenas una hora antes, Giles, Xander y Anya escuchaban con gran interés mientras Dawn dormía en un sillón, con los ojos manchados de lágrimas tras haber llorado todo el día.

-          Era muy rápido.- Explicaba Willow con angustia.- y desprendía un poder mágico inmenso. Era la clase de persona, o lo que fuera, que no me gustaría tener como enemigo.

-          ¿Estáis seguras de que no era un Dios?- Pregunto Giles con interés.

-          Sobre eso, no creo que nos mintiera, si la respuesta que nos dio se puede considerar eso.- Fue la contestación de Tara.- En sus ojos había algo claramente humano, algo que no vi en los de Glory ni ningún demonio…

 Todos permanecieron en silencio durante un rato, mientras contemplaban a Dawn, que seguía dormida en el sillón, sin ser consciente que la pesadilla que le había arrebatado a su hermana parecía volver a empezar, pero sin que esta vez estuviera Buffy para protegerla; hasta que Xander hablo:

-          Bueno, ¿y ahora que?

-          No lo se- Dijo Giles con un suspiro.- Si Drake o como se llamara nos dijo la verdad, ahora hay ahí fuera un Dios llamado Rage que anda detrás de Dawn y no se que hacer, sin Buffy yo…

 Todos enmudecieron al pensar en su amiga, hacia menos de un día que se había ido y todavía no se habían hecho a la idea, en especial Dawn y Spike, que ahora se encontraba en su cripta emborrachándose. La chica en cambio se había pasado el día llorando, mientras era consolada por la pandilla.

 De repente, alguien llamó a la puerta de la tienda, todos se sobresaltaron. En la puerta estaba el cartel de cerrado, así que nadie tendría que saber que había alguien en la tienda. Giles se acercó a la puerta, mientras que con la mano derecha hacia un gesto que indicaba silencio. Al llegar a la puerta grito:

-          Esta cerrado, vuelva mañana

-          Discúlpeme, estoy buscando a las hermanas Summers, he ido a su casa y los vecinos me han dicho que podrían estar aquí, vengo de parte de su padre y …

-          ¿¿De Papa??- Gritó Dawn, que se había despertado sin que nadie se diera cuenta.

 De repente, la puerta se vino abajo. Giles apenas pudo echarse hacia atrás para evitar ser aplastado. Rage estaba en el umbral, sus ojos recorrieron la estancia hasta clavarse en la adolescente.

-          Vaya, vaya… así que tu eres Dawn, encantado de conocerte, yo soy…

-          ¡¡Rage!!.- Gritaron todos los demás al unísono.

 El Dios Oscuro miró con sorpresa a la concurrencia antes de preguntar:

 - ¿Cómo es que sabéis mi nombre?

 - Porque yo se lo dije.- Contesto una voz detrás de él.

 Rage se dio la vuelta… solo para recibir una patada en el estomago que le lanzó por los aires hasta estrellarse contra el mostrador de la tienda.

 Un joven apareció en la entrada, para apto seguido, realizar un impresionante salto y situarse entre el caído y su objetivo, después se dirigió al sobrecogido grupo:

-          Será mejor que os marchéis.- Dijo con urgencia.- No podré mantenerlo ocupado eternamente.

 Willow fue la única en responder, los demás estaban demasiado sorprendidos para reaccionar.

-          Drake.- Fue lo único que dijo antes de coger a Dawn y a su portátil. El aludido hizo un saludo con la cabeza- Vamos, tenemos que irnos.

Cuando se disponían a salir de la tienda, oyeron la voz atronadora de Rage, dirigiéndose a su inesperado adversario.

-          ¡¡Tu!!, sucio mal nacido, creí haber acabado contigo en Grecia.

-          Pues ya ves que no.- respondió el aludido con una sonrisa burlona.- Tú mejor que nadie deberías saber que soy realmente difícil de matar.

 Rage se levantó despacio, con la mirada fija en Drake. Apto seguido, arranco una tabla de madera del destrozado mostrador y la empuñó como si fuera una espada, con una de las puntas astilladas cara su enemigo.

 Drake, por su parte, se limito a adquirir una aptitud marcial.

 Los dos adversarios se miraron fijamente durante un largo rato, ambos inmóviles, con la templaza de luchadores veteranos. Los ojos gélidos de Rage miraban directamente a los ojos fríos de Drake. Entre ellos se veían el odio y el conocimiento uno del otro que dos viejos enemigos tenían.

 Finalmente, Rage hizo el primer movimiento, avanzo con paso firme hacia su rival, con el trozo de madera apuntando al corazón de Drake, mientras lanzaba un feroz y atronador grito de guerra, que hizo temblar los cristales del establecimiento.

 Drake, que esperaba el ataque, supo como responder, con una de las manos, detuvo el ataque mientras que con la otra realizo un poderoso puñetazo en el estomago, para apto seguido, continuar con una patada que fue esquivada por su rival. Entonces Drake no perdió el tiempo y agarro a Rage por los hombros y lo empujo contra una de las paredes de la tienda, atravesándola ambos.

 La sala continua era un el gimnasio donde Buffy y los demás entrenaban. Rage volteo a su enemigo y lo lanzo contra un potro, que se astillo por el tremendo golpe que recibió cuando Drake impacto con él. Inmediatamente, el joven se puso en pie y se encaro a Rage: Una fea brecha que se había hecho en la frente a causa de la caída había empezado a cerrarse antes de que se pusiera en pie, cuando ya lo estaba, tal herida ya no existía.

-          Veo que no va a ser fácil acabar contigo.- Exclamo Rage con burla a su adversario.

-          ¿Alguna vez lo ha sido?-Se limito a responder.

 En ese momento, Rage se lazo sobre Drake y le aturdió de un cabezazo para, acto seguido, levantar a su enemigo y lo utilizarlo como un ariete contra la pared, provocando que la cabeza de Drake quedara incrustada y permaneciendo este inmóvil. A continuación, Rage decidió ir detrás de su objetivo desde un principio. Mientras salía de la tienda, Rage maldecía la inoportuna aparición de Drake.

 -Maldito seas.- Pensó con odio.- Si no tuviera el tiempo en contra, acabaría contigo, costara lo que costara, pero mi última oportunidad es esta noche, y no tengo tiempo para una  vieja vendetta.

 

 En ese momento, Willow y los demás habían decidido esconderse en la cripta de Spike hasta decidir que hacer. El vampiro se encontraba hablando a su ataúd a causa del exceso de alcohol que había estado tomando.

-          Chabes prechiosa, yo…yo… yo echa antech un vampiro temible, en cherio, pero llegaron echos cabritos de la Iniciativa y me puchieron echa mierda de chip, y luego todo va de mal en peor, me enamoro de una tía que me detechta, y encima va y se muere.

  En ese momento, todos entraron en tromba. Spike, que no estaba acostumbrado a esta avalancha de visitas, se mostró encantado:

-          ¡Hola muchachoch! Bienvenidoch a mi horrible, digo humilde morada, poneoch comodoch.

-          ¡Este tío tiene una castaña de campeonato!- Exclamo Xander sorprendido.

-          Déjale.- Le interrumpió Willow.- Tenemos que decidir que hacer, Rage debe de saber donde vivimos todos, y seguimos sin saber si podemos fiarnos de Drake…

-          Eso si ha sobrevivido a su enfrentamiento con Rage.- Interrumpió Anya.-

-          Yo creo que si.-Dijo Tara.- Todos oísteis a Rage, no era la primera vez que se enfrentaban. De hecho, parece que son viejos enemigos, lo que indica que Drake, sea lo que sea, es lo bastante poderoso como para sobrevivir a un enfrentamiento con Rage.

-          Bueno, lo primero es lo primero.-Opino Giles.- Willow, busca en tu ordenador cualquier referencia que pueda haber sobre Rage e incluso Drake… ¿Dawn?

 La adolescente de cabellos negros levanto temblorosa la mano para preguntar algo.

-          ¿Qué esta pasando?

 Todos se miraron, finalmente Giles hablo, contándole todo. Al terminar de oírlo, Dawn se sentó en una esquina hecha un ovillo murmurando:

 - Otra vez no, por favor.

 

 

Continuará….                                                     Deja tu opinión sobre el Fic