Angel: “Los Angeles. La ves de noche y brilla. Como un faro.
Atrae a las personas. A las personas y a otras cosas. Vienen por todo tipo de razones. La
mía no es muy original. Empezó por una chica.”
Doyle: (sobre la vida de Angel) Es un cuento algo tonto. Le falta
sexo en mi opinión.
Doyle: No se trata de pelear y cosas por el estilo, sino de llegar a la gente. Demostrarles que aun hay esperanza.
Vagabunda: ¿Lleva algo suelto?
Doyle: ¡Busque trabajo, vaga asquerosa! Se trata de abrirles tu
corazón. No es solo salvar vidas, es salvar almas. ¡Eh! Y posiblemente la tuya en el
intento.
Angel: Dime quien te envía.
Doyle: Eso no lo tengo claro.
Angel: ¿Por qué iba a hablar conmigo si ella no me conoce?
Doyle: ¿Te has mirado al espejo ulti...? No. No lo habrás hecho,
claro.
Cordelia: Y... ¿Qué, aun “grrr”? (intentando poner cara de vampiro)
Angel: Si. Lo cierto es que eso no tiene cura.
Angel: He preparado té.
Tina: Gracias.
Angel: ¿Con leche y azúcar?
Tina: Si.
Angel: No tengo de esas cosas. No me hacen visitas.
Tina: Ahora es cuando querrás consolarme, y te lo has ganado.
Angel: No. Tienes un lugar seguro donde quedarte mientras resolvemos esto.
Tina: ¿Entonces no quieres...?
Angel: Ya hay muchos aprovechándose de ti.
Tina: Es raro conocer a alguien así.
Doyle: Vaya, va a ser toda una guerra. Seguro que has visto unas cuantas ya.
Angel: Catorce, sin incluir Vietnam. No la declararon.
Cordelia: Me invitan al fin a una casa bonita sin... sin espejos y... un montón de cortinas. ¡Eh, usted es un vampiro!
Russell: ¿Qué? No lo soy.
Cordelia: Claro que si.
Russell: No sé de qué me hablas.
Cordelia: Soy de Sunnydale, teníamos una boca del infierno.
Reconozco un vampiro cuando... se me... coloca delante y... No lo puedo remediar, ¿sabe?
Creo que el hambre me está haciendo desvariar un poco. ¡Estoy de broma! ¡Se lo aseguro!
Cordelia: Necesitas a alguien que organice y a ti no se te ve puesto Señor “Estuve-vivo-durante-200-años-y-nunca-se-me-ocurrió-hacer-una-inversión”.
