Angel: (en el anuncio) Puedes contar conmigo. Soy el Vengador Oscuro.
Cordelia: Escúchame, esto no es una negociación, es una necesidad. ¿No ves que nuestro jefe esta triste? Solo es feliz cuando lucha contra el mal. ¡Así que vamos a animarle!
Doyle: (entre dientes) ¿Para qué necesitamos el mal cuando te tenemos a ti?
Cordelia: Te he oído.
Cordelia: Lo siento, es que... me siento impotente viéndole todo el día tirado como un anima en pena. Sino tiene corazón, no tendría que estar roto.
Cordelia: ¿Tal vez si le trajéramos un disfraz?
Doyle: ¿Un disfraz?
Cordelia: ¡Es un autentico héroe! ¿No puede ponerse una mallas y una capa y hacer un poco de publicidad?
Doyle: No veo a Angel llevando unas mallas. ¡Ah, no! Ni se te ocurra pedírmelo.
Doyle: Uno de nosotros ha estado bebiendo y, siento decir que, no he sido yo.
Angel: Buffy y yo estuvimos juntos hasta... que vimos que no podía ser. No nos pertenecemos. Pertenecemos a la humanidad.
Doyle: ¿Tuviste lo que más has deseado en tu vida y decidiste devolverlo?
Angel: Tal vez me equivoqué.
Doyle: O Cordelia tenia razón. Sobre lo de ser un héroe autentico y prodigioso. Yo hubiera elegido los placeres sobre el deber y el honor cualquier día de la semana. Yo no tengo esa fuerza.
Angel: No sabes tu fuerza hasta que no te pruebas.
Doyle: Vamos. Has vivido, amado, perdido, luchado y vencido todo el día, y yo busco el valor para pedirle a Cordy que cene conmigo. Sin mencionar lo de decirle que soy medio demonio. Eso debería hacerlo ya.
Doyle: Pues si es pelea lo que quieren...¿no puede dársela otro? Me parece injusto. ¿Tienes que salvar a toda la humanidad y ahora tienes que luchar contra el Apocalipsis?
Angel: Si, todo es lo mismo. Luchar y luchar, todo lo que puedas.
Doyle: Entonces, tu luchas, y yo llevo los tantos.
Cordelia: ¿Empezó el día de nuevo sabiendo que recordaría todo lo que pasó?
Doyle: Es asombroso, ¿eh?
Cordelia: Asombroso es que no comprobara los números de la loto.
Cordelia: (después de la visión de Doyle) A quien hayas visto... ¿Te ha dado la sensación de que puede pagar?
Doyle: Cuando tuve las visiones por primera vez creí que era apoplejía.
Cordelia: (sacando un spray) Aunque parezca un... (leyendo) vaporizador de elixir bucal, en realidad es un astuto disfraz de repelente de demonios. (lo pulsa)
Demonio Lister: (oliéndolo) Verde menta.
Cordelia: ¿Por qué no me dijiste que eras mediodemonio? Creí que dijimos que los secretos eran malos.
Doyle: Quería decírtelo, pero tenía miedo... de que al decírtelo me rechazaras.
Cordelia: Te he rechazado antes de saberlo. Así que mediodemonio, ¡vaya cosa! ¿Cómo has pensado que me iba a importar? Oye, trabajo para un vampiro, ¿recuerdas?
Doyle: Lo sé, es que...
Cordelia: ¿Qué te has creído que soy? ¿Superficial? Vale, eres mediodemonio. Lo ultimo de la lista. Más abajo que nada. Y... pobre. ¿Hay algo más que deba saber?
Doyle: Lo de ser mediodemonio era mi gran secreto.
Cordelia: Bien. Ya está. Lo sé. ¿Ahora me invitarás a cenar?
Doyle: ¿El lado bueno, no? No lo sabes hasta que no te pruebas. Ahora lo entiendo.
Doyle: Lastima que no sepamos (se transforma en demonio) si este es un rostro al que podrías amar.
Doyle: Venga a nuestra oficina y, verá que aún quedan héroes en este mundo. Ya está. He terminado.
