Quotes de la 1ª Temporada

 

1x13 - ELLA

 

Cordelia: Hola, ¿te diviertes?

Angel: Pues claro. Esto es...

Cordelia: Un infierno.

Angel: En el Infierno sueles conocer a mucha gente.


Chica: Hola.

Wesley: ¡Hola!

Chica: Bonito jersey, ¿hecho a mano?

Wesley: Pero no por mi.

Chica: No pretendía... Es un suéter precioso.

Wesley: Pues... ya se lo diré. A la persona que lo tejió. Bueno, lo haría si supiera quien fue. Pero no lo sé. Así que no se lo diré a nadie. (la chica huye)


Laura: ¿No te apetece bailar?

Angel: (se imagina bailando como Wesley) Yo no bailo.


Angel: Fue muy divertida la fiesta.

Cordelia: Me alegra que vinieras. Ya sabes como son las fiestas, te preocupa que alguien las arrastre hacia un enorme agujero negro de aburrimiento mortal. Pero... allí estabas tú, animando.

Angel: Yo no... ¿Qué dices?

Cordelia: ¡Antes eras persona! ¿Nunca hacías ninguna fiesta? ¿La gente no se reunía antiguamente?


Angel: Tengo 2 actitudes con la gente: morder y evitar. Es difícil cambiar. No puedo acercarme mucho a las mujeres...

Cordelia: Se amable. Oye, Laura no iba a tirarte al suelo del salón para empezar a desnudarte y... Bueno... Quizá...

Angel: Me esforzaré. Aunque, lo de ser tranquilo y reservado, ¿no te parece que me hace interesante?

Cordelia: (entra Wesley) El lo es más.


Angel: Ah, estoy deprimido.

Wesley: Pues yo me siento de lo más jovial.


Wesley: Oye, ¿no habrán quedado sobras de ayer? ¿Algún... bocadito de gamba perdido?

Angel: Estás tieso, ¿verdad?

Wesley: ¡Angel! Las finanzas de un hombre son asunto suyo.

Angel: ¿Quieres trabajo?

Wesley: ¡Ah, sí por favor!

Angel: No, no tengo mucho. Pero mientras seas de utilidad aquí tienes derecho a una parte.

Wesley: No... No sé que decir.

Cordelia: ¡Esto es genial! Ahora somos... ¿Se reducirá mi sueldo? (Angel lo niega) ¡Un equipo!

Angel: (al intentar abrazarle Wesley) Eh, eh.

Wesley: (conteniéndose) No te arrepentirás. Tengo... algo en un ojo.


Wesley: Voy contigo. Intento ganarme el pan. Ah, hablando de pan, por cierto...

Angel: No hay comida.

Wesley: Vale, pues me aguantaré.


Cordelia: ¿He dicho que odio este don?


Wesley: Jefe, ¿por qué no...?

Angel: Quédate aquí.

Wesley: ¿...me quedo aquí y te espero?


Angel: ¿Quién eres? No hablo mucho, dejo que los demás lleven la conversación. Aunque se me da muy bien atravesar cabezas con esto (alza una palanca de hierro)


Angel: No es de esta dimensión.

Wesley: Ah... Habrá entrado a través de portales.

Cordelia: ¿Portales? ¿Ahora hay portales? Pero... ¿cuándo han puesto portales? ¿No hay bastante con que vengan demonios malignos y... pirómanos?

Wesley: Averiguaremos quién es y de dónde viene. Jefe, cuente con ello.

Cordelia: Wesley... ¡No seas tan pelota! No es que nos sobre tiempo.


Angel: (a Cordelia) Odio este móvil que me has dado.


Angel: Y... esto nos lleva hasta el incomparable cuadro de Monet “La music aux Tuileries”, expuesto por primera vez en 1863. (...) A la izquierda se puede ver al propio pintor. Hacia la mitad está el poeta y crítico francés Baudelaire, amigo del artista. Baudelaire... Un tipo interesante. En su poema “El vampiro” escribió: “Vos, que cortante como un cuchillo, irrumpisteis en mi corazón”. Estaba... convencido de que... las... fuerzas malignas acechaban a la humanidad. Y se especuló con que el poema... tratase de un vampiro de verdad. (sonríe) Oh, y, eh, Baudelaire era un poco más alto y mucho más bebedor de lo que aparece.


Wesley: ¡Ajá!

Cordelia: (se despierta) Espero que ese “ajá” sea de triunfo. Estaba soñando que había liquidación total en “Neimans”.


Jhiera: Eres un... vampiro.

Angel: Entre otras cosas.


Jhiera: ¿Por qué voy a hablar contigo sin hacerte daño?

Angel: Correré el riesgo. No permitiré que los turistas vayan quemando a los lugareños.


Jhiera: ¿Por qué lo haces? ¿Los vampiros no son asesinos?

Angel: Lo son. Pero a mi me maldijeron los gitanos.

Jhiera: ¿Para ayudar a todos?

Angel: Si. Los gitanos tienen un... extraño sentido del humor.


Jhiera: En Oden Tal, nuestra personalidad, nuestros sentimientos... Esos impulsos están en una zona del cuerpo llamada el Ko (le muestra las protuberancias de su nuca)

Angel: Y vuestros perseguidores quieren arrebatároslo.

Jhiera: A las mujeres si. Cuando las mujeres llegamos a una edad el Ko controla nuestro poder físico y sexual. Indica cuando estamos... excitadas al conocer un compañero deseable. Pero al extraérnoslo...

Angel: Sois más fáciles de controlar.

Jhiera: Nos casamos con quien dicen. Le servimos sin rechistar. Dejamos atrás los sueños.


Cordelia: ¿Dónde crees que guardarán aquí el abono?

Wesley: Sigamos nuestro olfato.


Chico: Mi chamán tiene un lugar en el desierto. Nunca rechazará a unas mujeres ligeras de ropa, de la dimensión que sean.


Wesley: (intentando llamar a Angel por el móvil) Sigue sin contestar.

Cordelia: Se le habrá vuelto a olvidar encenderlo. Alguien capaz de utilizar un antiguo arco de los escitas podría averiguar como usar un móvil.


Angel: Este es el plan: Entramos, yo me lío a golpes con todos... Y a ver que pasa.


Wesley: (bajo el influjo de las chicas de Oden Tal) Ese conjunto... Te sienta de maravilla, ¿sabes?

Cordelia: Wesley, contrólate. No van a poder retenerlos todo el día.

Wesley: Me... controlo. Es muy... fácil. Es evidente que estoy firme bajo la ropa. Fíjate.

Cordelia: Estás patético y a punto de que se te salgan los ojos.

Wesley: No, oye... Solo... Un beso de despedida.


Wesley: (resbala con los granos de café que se le acaban de caer a Angel) Tranquilo, es culpa mía, seguro. (recogiéndolos) ¡Que traviesillos! Los lavaré de uno en uno. Quedarán como nuevos. Mejor.

Angel: Wesley, quieto.

Cordelia: Vaya, ser servil no es una forma de ganarte la vida, es un arte.

Wesley: No soy servil. (a Angel) ¡Por favor, no me despidas! Lo que pasó ayer fue anormal. No estoy acostumbrado a ser un rehén.

Angel: Ya lo sé y... no estás despedido.

Wesley: ¿A no?

Angel: No fue culpa tuya. Y, ¿sabes algo? Te las apañaste muy bien.

Wesley: Eso es... No sé que decirte... Soy tu fiel servidor, Angel.

Cordelia: Lo que decía. Un arte.

 

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