Quotes de la 2ª Temporada

 

2x03 - PRIMERAS IMPRESIONES

 

Lorne: Si, pones mucho tu corazón. La cuestión es... ¿qué le pasará ahora?

Angel: ¿Le?

Lorne: A tu corazón sensiblero. Puede que no lata pero aun puede romperse.

Angel: ¿De que hablas?

Lorne: Que has llegado a una especie de cruce en tu camino personal hacia arriba, hermano. Si eso te hace aflojar el paso... es tu elección.


Angel: Aun no puedo creer que estés aquí porque... yo te maté.

Darla: Lo he superado. ¿No le habrás hablado a nadie de las citas que estamos teniendo, ¿verdad?

Angel: No. Te quiero para mi solo.

Darla: Sé como te sientes.


Lorne: Que les den una habitación a estos dos vampiros.


Cordelia: (por Angel) Está durmiendo.

Gunn: ¿Durmiendo? ¡Son las 3 de la tarde! Y yo he madrugado.

Cordelia: No entiende el concepto “criatura de la noche”, ¿no crees?


Gunn: Uno de vosotros podría ir a llamar a su ataúd.

Cordelia: El no duerme en un ataúd. Y tal vez no hayas oído la expresión “Deja que los vampiros duerman”. Se levantará él solo. Siempre lo hace. Tal vez podamos ayudarte.

Gunn: ¿Vosotros? Si encuentro a Deevak necesitaré mas que a R2-D2 y Barbie como defensa. No os ofendáis.


David Nabbit: Demonios del inframundo, ¡cuidado! Vuestro tiempo en la tierra está llegando a su fin.


David: ¿Qué? ¿Dónde está Angel?

Cordelia: Es que... todavía está durmiendo.

David: ¿A las 3? Yo he madrugado.


David: Ya estoy listo para luchar, señor. ¿Qué necesita?

Angel: Consejo financiero.

David: (algo desencantado) De acuerdo. (se recupera) Di.

Angel: Vamos a hacer de este hotel nuestra nueva base. Lo estamos alquilando por 6 meses con opción a compra.

David: ¿Cuánto queréis pagar?

Cordelia: Nada estaría bien.

David: Ah, es fácil. Buscad financiación de compra, asumir los pagos del dueño y pasad del banco. O pedid una subvención por conservación, ofreceros a restaurar la decoración y que el ayuntamiento os exima de impuestos y os conceda un préstamo a bajo interés. O pedir un FHA en lugar de hacer un pago al contado.

Cordelia: (impresionada) ¿Alguien ha entendido algo? Di eso de... eximir resultados y no pagar nada otra vez.


David: Lo de pelear con demonios mola, ¿eh?


Angel: No puedo levantar el brazo.

Gunn: El vampiro me golpeó las costillas.

Wesley: Ah, se me ha clavado algo en la espalda.(saca un móvil destrozado)

Cordelia: Tengo todo el traje lleno de manchas de grasa. (se la quedan mirando) ¡De acuerdo! Tal vez mi dolor no sea físico, pero ¿tenéis una idea de la factura de la tintorería?

 

Gunn: Vosotros descansad. Localizaré a Jameel y le haré hablar.

Cordelia: Cuando le encuentres tal vez quieras ser como Guy Pierce en “Los Angeles Confidencial” y no como Michael Madsen en “Reservoir Dogs”.

Gunn: No veo películas desde que a Denzel le robaron el Oscar por “Malcom X”. Hasta luego.

Wesley: Fue toda una interpretación.

Cordelia: Lo sé, pero está demasiado agresivo.

Wesley: ¡No! Yo hablo de Denzel.

Cordelia: Ah. Bueno, siempre está bien.

Wesley: ¿Tú que dices?

Angel: ¿A quien no le gusta Denzel?


Cordelia: Hotel, dulce hogar.


Angel: (sujetando a Wesley del cuello después de que lo despierte) ¿Qué estas haciendo aquí?

Wesley: Gunn tiene problemas. No puedo respirar.

Angel: ¿Gunn no puede respirar?

Wesley: Yo no puedo.

Angel: (soltándole el cuello) Oh, perdona.

Wesley: (tras recuperar el aliento) Tranquilo. ¿Por qué estás desnudo?

Angel: Ah... Ahora me visto.

Wesley: Te lo agradecería.


Gunn: (a Cordelia) Gracias por la ayuda. Realza la reputación de un tío que una cursi blanca venga a rescatarle delante de su grupo.


Cordelia: Se lo grosero que quieras. No voy a irme hasta que sepa que estás a salvo.

Gunn: ¿Yo grosero? Fuiste tú quien entro en mi casa, ataco a mi colega y luego decidió secuestrar mi vida. Yo encontraré el coche para ti y tú me devolverás mi libertad.

Cordelia: Así no es como funciona. Necesitas protección.

Gunn: ¿Y exactamente como planeas protegerme? ¿Acaso con un hacha para señoritas?

Cordelia: Que digan Jo y su cráneo roto lo que soy capaz de hacer. Además, también tengo esto. (saca un spray) Pimienta.

Gunn: ¿Pimienta?

Cordelia: Para rociarla justo en los ojos.

Gunn: ¿Acaso esperas que me ataquen un par de demonios robabolsos?

Cordelia: Pues esto tendrá que valer porque... soy tu protectora te guste o no te guste.

Gunn: Más vale que alguien me ataque pronto o no podré aguantar esto.


Wesley: (montado en su moto) ¿A que estas esperando?

Angel: (con un casco rosa en la mano) Yo... No creo que me vaya a valer.

Wesley: Claro que si. Póntelo.

Angel: Ah, no necesito un casco que me proteja.

Wesley: Angel, es la ley de California. ¿Es que quieres que nos paren?

Angel: No.

Wesley: ¿Y cuál es el problema?

Angel: Verás, es... es que... Es por la... visibilidad. Me gusta ver bien las cosas. Y además, ¿por qué demonios tengo que utilizar un casco de mujer?

Wesley: Deja ya de quejarte y póntelo. (se lo pone y Wesley se aguanta la risa y se pone el suyo, negro) Muy bien. ¡Sube a bordo, guapa!

Angel: Esta me la pagarás.


Cordelia: (a Gunn) Caray. ¿La cuerda es demasiado corta o es que te pone cachondo todo eso de ejercer el poder?


Gunn: Cuando estemos dentro cállate y no te alejes.

Cordelia: Retén el carro, generalísimo. No soy uno de tus soldados de juguete a los que... marimandoneas.

Gunn: Ni siquiera te quiero aquí.

Cordelia: ¡Que pena! Estoy aquí y no voy a admitir tus ordenes, tan solo las que me da Angel. El cuando las da utiliza un estilo distinto. Y además, no necesito que me digas como portarme en una fiesta. ¡Confía en mi, sé mezclarme! (cuando ve la fiesta) De acuerdo, no voy a mezclarme... Tal vez me calle y no me aleje de ti.


Verónica: ¿Quién es tu chica?

Cordelia: ¿Quién, yo? No soy su chica. Solo vengo por negocios. Soy chica de la calle. Lo he dicho mal, porque obviamente no soy “chica de la calle”... No es que no pudiera serlo si quisiera. Claro que podría. Eso ha sonado algo pedante. No... no quería insinuar que yo podría ser una chica de la calle y tu no, Dios me libre. ¡Tu lo harías genial! ¿Qué tal si me indicas los hor d'oeuvers?


Cordelia: ¿Tus amigos son todos unos delincuentes?

Gunn: ¿Crees que todos estos son delincuentes?

Cordelia: ¿No lo son?

Gunn: ¿Cómo tu amigo David Nabbit? ¿Se convirtió en millonario siendo un buen ciudadano?

Cordelia: En efecto, así es. Ganó sus primeros millones desarrollando software que permite a los ciegos acceder a la Red. Además, creó una fundación que dona 20 millones de dólares al año a innumerables causas de caridad.

Gunn: Comunícamelo cuando algo de ese maíz caiga por estos lares.


Gunn: Que conozca ladrones no significa que lo sea.


Gunn: Vete.

Cordelia: Ni hablar.

Gunn: ¡Vete!

Cordelia: ¡No voy a dejarte!

Deevak: Que conmovedor. Una mujer dispuesta a morir con su hombre.

Cordelia: Ah, no. El no es mi hombre, es... es mi amigo. Y, en cuanto a lo de dispuesta a morir...


Cordelia: Eres tú, Charles. Tu eres el peligro.

Gunn: ¿Disculpa?

Cordelia: Es como vives tu vida. No solo te enfrentas al peligro, tu lo creas. Corres el riesgo de autodestruirte a no ser que alguien lo impida.

Gunn: Pss. No me trago esas estupideces, amiga.

Cordelia: Sabes que es verdad. Necesitas ayuda seriamente. Y ese trabajo está hecho a mi medida.

Gunn: Uh, no me digas.

Cordelia: Pues si. Será mejor que esté contigo durante un tiempo. Hasta que encuentres algo de paz.

Gunn: Podría tardar.

Cordelia: Ah, no importa. Ayudar a las personas es lo que solemos hacer.

Gunn: Menuda suerte.

Cordelia: ¡Eh! ¿Qué hay del gracias? (se sonríen)


Darla: ¿Has salvado alguna vida?

Angel: Unas cuantas.

Darla: ¿Y alguno de ellos te ha dado las gracias?

Angel: No exactamente.

Darla: Umm, típico. Es desesperante soportar la ingratitud de las personas.

Angel: Es igual.

Darla: No, no lo es. Tu les das, y les das, y les das.

Angel: Estoy acostumbrado.

Darla: Siempre el protector, nunca el protegido.

Angel: Tengo tantas cosas que compensar.

Darla: Y lo haces. Te dedicas a cuidar de tantas personas... ¿Pero quien está cuidando de ti?

Angel: Tu lo haces.

Darla: ¡Eso es! ¡Yo lo hago! Vamos. ¡Vamos! Túmbate. Ahora debes relajarte y dejar que Darla te cuide.


Darla: Solo estoy empezando, pequeño. Sé como darte placer. Lo único que tienes que hacer es dejarme. Quisiera tenerte siempre dentro de mi.

 

 

 

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