Pesadillas

Buffy entra en la cripta del Maestro. Pero es incapaz de enfrentarse a él. Es una pesadilla.

Su madre la recuerda que ese fin de semana lo pasará con su padre.

En clase, Xander se mete con Cordelia por pensar que el mundo gira a su alrededor y meterse con Wendel por quitarle luz.

Empieza la clase y Buffy ve a un niño en la puerta. Es demasiado pequeño para ir al instituto aun, así que la extraña. De repente Wendel grita: un montón de arañas salen de su libro y suben por su cuerpo. Todos gritan. El niño solo dice: “Lo siento mucho”.

El Maestro instruye al Ungido: el miedo es el mayor de los sentimientos, más que el amor. Si le controlas no puede dominarte. Para demostrárselo, toca una cruz. Apenas le duele. El Maestro nota una nueva poderosa fuerza psíquica en el exterior.

La madre de Buffy la lleva a clase. Ha dormido mal y ha olvidado coger su bolsa para el fin de semana. Su madre la tranquiliza, puede pasar por casa a recogerla antes de irse. La pregunta si acaso tiene miedo de que su padre no aparezca, no tiene de que preocuparse, su padre la adora. Pero menos que ella.

Willow quiere saber si Buffy le preguntó a Giles por lo de las arañas. No la gustan nada. A Xander no le preocupan, cree que son cosas de vivir sobre la Boca del Infierno. Si hay algo malo, solo tienen que encontrarlo, Buffy lo mata ¡y listo! Buffy le agradece la confianza. Giles aparece con expresión preocupada. Les dice que se ha perdido en el almacén y les sugiere que hablen con Wendel.

Wendel está muy afectado con lo sucedido. Le preguntan si le había pasado antes. Cientos de veces. Willow cree que entonces debe de odiarlas más que ella. Pero no es así, le encantan, son ellas las que le odian. Cordelia interrumpe para recordar a Buffy que tiene un examen de Historia. Buffy sale corriendo, no sabia nada de él. Wendel explica a Willow y Xander que tenia una estupenda colección de arañas en su anterior casa, pero una vez que se fue de campamento, su hermano no fue capaz de cuidarlas y cuando volvió encontró todas muertas. Entonces comenzaron las pesadillas. Siempre la misma, como ayer. Creyó que se había quedado dormido hasta que todos empezaron a gritar.

Buffy no puede hacer el examen. No ha ido a clase, no ha tocado los libros ¿cómo va a aprobar? Cordelia la anima ¡cuestión de suerte! Empieza el examen. Buffy solo ve que los demás avanzan y ella solo sabe su nombre. Son las 11:20. Cuando va a escribir se le rompe la punta del lápiz. Lo afila de nuevo. Son las 12:10. ¡Cómo pasa el tiempo! Suena el timbre. ¡Fin del examen! Todos dejan las hojas y Buffy vuelve a ver al niño en la puerta, mirando. El niño ve a una chica que baja al sótano a fumarse un cigarrillo. “No deberías entrar ahí”. Un monstruo con la cara deforme la ataca.

Buffy y Giles la visitan en el hospital. La piden que les cuente que pasó. Solo recuerda que quien la atacó dijo “19 de la suerte”. El medico les dice que ha tenido suerte: la 1ª victima aun está en coma.

¡Xander! ¿Donde está tu ropa?Un camorrista recibe la visita en el instituto de su madre que le besuquea delante de sus amigos, llamándole “mi niño”. Willow no cree que sea una coincidencia que Wendel soñara lo que le pasó. Xander sí. Pero al entrar a clase todos se ríen. Cuando se da la vuelta, Willow descubre que Xander esta en calzoncillos, pellizcándose, incapaz de creer que no esté soñando. Se pellizca pero no despierta, así que echa a correr, seguido por Willow.

Giles no entiende que le pasa, sabe 5 idiomas pero ahora es incapaz de leer nada. Buffy reconoce la foto de uno de los periódicos que miraba Giles: es el niño que se pasea por el instituto y, según el periódico, Billy es la primera victima de los ataques, el que el medico les dijo que seguía en coma. Giles sugiere que quizás sea su proyección astral la que ronde por el instituto. En ese momento llega el padre de Buffy, antes de tiempo porque necesita hablar con ella, así que después de presentarle a Giles, salen del edificio. Allí Hank se sincera y la cuenta la verdadera razón de que su madre y él se separaran: fue por culpa de Buffy. Que naciera y tener que criarla. Les pone en ridículo con sus locuras, se mete en líos, es grosera, antipática y ni la mitad de lista de lo que creían. ¿Soportaría ella vivir con una hija así? Ni siquiera quiere seguir pasando los fines de semana con ella. Hank se va dejando a Buffy destrozada. Entonces vuelve a ver a Billy.

Xander entra en la biblioteca con Will. Lleva otra ropa y Giles lo nota. No quiere hablar del tema, pero Willow le explica que desapareció y se encontró desnudo frente a toda la clase, como en un sueño. Xander la corrige: no era un sueño, sino una pesadilla. Eso recuerda a Will su teoría de que los sueños se están haciendo realidad. Giles apoya esa teoría, pero no son los sueños, sino las pesadillas, y el causante de todo tiene que ser Billy, que ha traído el mundo de pesadilla en el que de estar atrapado a la realidad. Si no lo detienen, todos los habitantes de Sunnydale deberán enfrentarse a sus peores pesadillas.

Cordy se mira en el espejo de su taquilla y descubre que su pelo es un desastre. Grita aterrorizada.

Buffy sigue a Billy hasta el gimnasio. Habla con él para averiguar lo que le pasó, pero no parece recordarlo. Sin embargo se asusta cuando Buffy le llama “19 de la suerte”, así le llamaba “el hombre feo” que le quiere matar. Buffy le asegura que no tiene nada que temer cuando le ataca “el hombre feo”, que tiene un garrote por brazo derecho con el que golpea a Buffy. Ella tiene dificultades y huye con Billy.

Los chicos están preocupados por Buffy, así que se separan para encontrarla y decirle lo que pasa antes de que sea tarde. Con las cosas que suele soñar está en grave peligro. Will no está muy convencida de que sea buena idea separarse: puede ser mas rápido, pero no mas seguro.

Buffy encierra al “hombre feo” en el gimnasio y se lleva a Billy, que solo quiere esconderse.

Will ve a Cordy vestida como una empollona y llevada a la fuerza por estos al Club de Ajedrez. Oye entonces a Buffy que la llama desde el sótano. Baja. Se hace la fuerte (no tiene miedo) cuando un brazo la agarra.

Xander esta en una zona en obras del instituto. Encuentra una chocolatina en el suelo y luego ve que hay más. Sin duda es su día de suerte.

Buffy no entiende que pasa. La puerta que debería llevar a la biblioteca los ha llevado de nuevo al patio. Billy ve a 2 chicos jugando al beisball. Le dice a Buffy que el ultimo partido lo perdieron por su culpa. Tropezó y se le escapó la pelota. Buffy le quita importancia: había 8 jugadores más, no puede ser el único responsable. Billy le dice que “él” dijo que si era su culpa, pero no quien es “él”. En ese momento ven al “hombre feo” ir hacia ellos y Buffy decide evitarlo cruzando un seto. Pero aparecen en plena noche en un cementerio.

Will, vestida de geisha, es conducida al escenario para su gran actuación con Aldo Gianfranco. Es la mejor soprano del mundo (o eso dice el presentador). Pero en el escenario no sabe la letra, ni cantar y es un autentico desastre.

Xander sigue encontrando chocolatinas y comiéndoselas. Entonces le toca el premio gordo: encuentra una “Huracán”, no comía una desde... que cumplió los 6 años. Xander escucha unas risas que se acercan. Es un payaso que le ataca armado con un gran cuchillo. Xander echa a correr.

Billy ha encontrado una tumba abierta. Parece que van a enterrar a alguien. El Maestro se presenta entonces. Buffy no puede creer que sea real, no puede estar ahí. Pero él la desengaña: puede porque ella lo teme, y las pesadillas se están haciendo realidad gracias a Billy. Entonces la pregunta qué teme y la empuja dentro del ataúd abierto, que se cierra sobre ella. ¿Quizás a ser enterrada viva?

Willow y Xander se encuentran huyendo de sus respectivas pesadillas. Xander la pregunta si recuerda su 6º cumpleaños. Will no puede evitar reírse cuando recuerda que los payasos le persiguieron y él... Oh, oh. Cae en la cuenta justo cuando aparece el payaso psicópata. Corren y encuentran a Giles también, que huyen con ellos, hasta que Xander se cansa y decide enfrentar sus temores: se da media vuelta, le pega un puñetazo que le deja KO y le grita que como payaso es muy malo, no tiene gracia. Después se reúne con Giles y Will, sintiéndose liberado. Por desgracia es el único y la realidad será absorbida por el mundo de las pesadillas si no consiguen despertar a Billy. Los chicos no quieren ir al hospital hasta que no encuentren a Buffy. Entonces ven el cementerio que ha aparecido frente al instituto, y que allí es de noche. Allí encuentran la pesadilla de Giles: fracasar en su deber de proteger a Buffy. Ahí está la tumba de Buffy para probarlo. En ese momento, Buffy sale de ella. Se sacude la tierra contenta de verles. Creía que estaba muerta. Giles y los chicos se quedan sin palabras. Finalmente Willow la dice que algo le pasa en la cara. Hay cosas que dan más miedo que tú. Y yo soy una de ellas. Buffy se la toca y se da cuenta que es una vampiro. Se asusta y no quiere que la vean así. Giles trata de tranquilizarla: si aguanta un poco y despiertan a Billy, todo volverá a la normalidad. Buffy está de acuerdo, pero deberán darse prisa porque tiene hambre.

El hospital es un caos. Junto al cuerpo físico de Billy, que está en la cama, encuentran el cuerpo astral de Billy, que no quiere despertar, solo esconderse. Buffy ve entonces que se acerca el “hombre feo” y decide hacer lo que mejor se le da, machacarle. No le tiene miedo. Hay cosas que dan mas miedo y ahora es una de ellas. Buffy consigue romperle el brazo-mazo y cae inconsciente. Buffy entonces obliga a Billy a terminar, para así no tener que esconderse más. Billy le quita la cara como si fuese una mascara.

Todo vuelve a la normalidad y Billy se ha despertado. Recuerda haber soñado con todos ellos. En ese momento, llega el entrenador de Billy. Los chicos tapan a Billy, así que ve que ha despertado y les explica que va a verle todos los días con la esperanza de que se recupere. Es su “19 de la suerte”. Billy se enfrenta a él y Xander y Giles impiden que se escape.

Los chicos se alegran que vaya a la cárcel por lo que le hizo a Billy. A la salida el padre de Buffy la recoge para que pasen juntos el fin de semana. La echaba de menos.

Will tienen una duda y le pregunta a Xander si, cuando Buffy se volvió vampiro, aun seguía gustándole. El se muestra ofendido, pero acaba reconociendo que sí. Necesita ayuda. Willow está de acuerdo.

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