En
plena patrulla de Buffy, aparece su madre. Lo ha estado pensando y considera que es
importante esta parte de su vida y debería conocerla mejor. Aparece un vampiro, y para
consternación de Joyce le conoce: es el del banco. Intenta huir y Buffy corre tras él.
Su madre sigue sola hasta el parque, pero allí, junto a los columpios, descubre
horrorizada el cuerpo sin vida de 2 pequeños.
Buffy acompaña a su madre mientras la policía comienza la investigación en el lugar de los hechos. Joyce está muy afectada y Buffy la promete encontrar a quien lo haya hecho, pero eso a su madre no le parece suficiente: no les devolverá a la vida.
Giles trata de calmar a
Buffy, que solo tiene una pista: en sus manos vió unas marcas extrañas. Giles plantea
una posibilidad, que se trate de un sacrificio ritual de alguna secta, pero eso afecta aun
más a Buffy.
Xander y Oz se encuentran en la cola de la cafetería. Se sientan con Will y Amy, que ahora tiene un aspecto más sombrío. Xander se muestra a la defensiva por lo que pasó con Will ante Oz. Buffy llega y les cuenta lo de los asesinatos, y que fue su madre la que encontró los cuerpos por elegir precisamente esa noche para un “acercamiento madre/hija”. Esto impresiona a Will, “que su madre hiciera eso por ella”. Llega precisamente en ese momento Joyce para preguntarla como van las averiguaciones. Cuando Buffy le menciona la posibilidad de que hayan sido brujos Will se atraganta. Joyce entiende por que y la dice que sabe que juega a hacer brujería, pero quien haya matado a esos niños no jugaba, es un monstruo. Buffy se siente violenta y se la lleva de ahí. La dice que si quiere, ayude a Giles, pero Joyce tiene otros planes. Ha corrido la voz de lo sucedido y se manifestarán frente al ayuntamiento. Eso preocupa a Buffy, pero la dicen que no tiene porqué ir tanta gente.
Sin
embargo hay una muchedumbre con pancartas y fotos de los niños en vida. Will, para
apoyarla la dice que al menos su madre está intentando hacer algo. Se queda de piedra
cuando también ve a su madre, Sheila, entre los manifestantes y que se acerca para
saludarlas. Nota que Will se ha cortado el pelo. “Un arranque de agosto” y llama
a Buffy “Bonny” (teniendo en cuenta que se supone que acaban de pasar las
navidades, su madre ha necesitado casi 6 meses en darse cuenta de ello, y no sabe como se
llama la mejor amiga de su hija. Si, creo que Will tiene de que quejarse). Para colmo,
Giles y Joyce siguen sin saber como tratarse desde el incidente del chocolate. La madre de
Will ha oído los rumores de que pudieran haber cometido el asesinato brujas, y comenta
que ha leído estudios sobre la influencia del misticismo en los jóvenes. Sale el alcalde
ha hablarles. Les dice que Sunnydale es una buena ciudad, y se compromete a que nada
semejante volverá a pasar. Sin embargo Joyce interviene para llevarle la contraria: la
ciudad pertenece a monstruos, brujas y asesinos. Hay que encontrarlos y castigarlos. La
multitud la apoya.
Will, Amy y Michael realizan un ritual con el símbolo presidiéndolo.
En el instituto Buffy defiende a Michael y Amy de unos matones. Uno de estos es Gordy, que la advierte que va a tener que seguir haciéndolo, porque son unos brujos y a los niños les mataron unos brujos. Por desgracia Giles también lo cree, solo necesita hacer unas comprobaciones en un libro que prestó a Will.
Hay prisa, así que Buffy le pregunta a Xander por Will, pero este sigue a la defensiva: está arto de que se le juzgue, sobre todo Oz, con sus terribles silencios y su mirada helada. Por suerte llega Will para recoger sus cosas. Buffy ve el símbolo y le pregunta por él. Ella no le da importancia, pero Buffy le dice que es el que aparecía en los cuerpos. Oyen algo. Están abriendo las taquillas buscando cosas de brujas. Se llevan a Amy y Will se asusta por el cariz que están tomando las cosas: ella tiene cosas en su taquilla. Le asegura a Buffy que el símbolo es inofensivo, es más, lo estaba usando para hacerla un hechizo protector por su cumpleaños, pero lo ha roto al contárselo. También se la llevan, pero Buffy consigue cogerle el libro antes. Oz la acompaña.
Buffy va a la biblioteca, pero también allí están requisando los libros de Giles. Exigen saber quien les ha dado permiso para actuar así y les dicen que son ordenes de la MCO: Madres Contra el Ocultismo. Buffy se enfada de verdad al descubrir que su madre es la fundadora.
Will tiene una charla con su madre, que se pone en plan psiquiatra y la dice comprender porqué se identifica con brujas. Will escoge precisamente este momento para reafirmarse y la dice que no se identifica, que es una bruja, enfadada porque la castiga, tiene que ser rebelde, tiene poderes, hace hechizos, sale con un músico, invoca a Satán. La madre se cabrea y la prohíbe volver a ver a sus amigos, sobre todo a Bonny.
Buffy tiene una escena similar con su madre, que la prohíbe ver a Willow y trata de que comprenda la labor de MCO. Buffy trata de decirla que esta labor interfiere con su trabajo, pero Joyce la descalifica: no sigue un plan, solo reacciona a los acontecimientos. ¿Realmente Sunnydale es mejor desde que está ahí? (nosotros sabemos que si). Eso hiere a Buffy que se va “a otra de sus inútiles patrullas”. Joyce se siente apenada, pero los niños muertos la animan a seguir con la lucha y castigar a sus asesinos.
Buffy se encuentra a Angel en el parque. Le comenta que le parece rara la reacción de la gente, al fin y al cabo no es el primer asesinato en la ciudad. Pero a avivado las dudas respecto a su labor. Angel la anima. No se lucha para ganar, sino porqué hay cosas por las que merece la pena luchar, como por esos niños y sus padres. Eso confunde a Buffy, que va a la biblioteca donde Giles, sin sus libros y sin Will, lucha contra el ordenador. Le pregunta por los niños asesinados ¿qué saben de su vida? Oz se da cuenta que nada. Entonces, ¿de donde salieron sus fotos? Necesitan ayuda, así que Oz se conecta por Internet con Will para que busque información. Lo que encuentra les deja de piedra: artículos de periódico desde 1649 sobre la muerte de estos mismos niños. El primero incluso tiene nombres: Grenchen y Hans, encontrados en la Selva Negra, Alemania. En ese momento la madre de Will la desconecta. Ha hablado con MCO: ahora cree a Will y solo puede dejarla ir con amor.
Giles tiene una teoría: los cuentos tienen una base real, y quizas lo sea el de Hansel y Gretel. Hay demonios que en lugar de matar, prefieren sembrar la discordia y que los humanos lo hagan entre sí. Buffy quiere contarle esta teoría a su madre, le parece la acertada, pero en ese momento llega Michael: su padre y sus amigos le han dado una paliza y van a juzgar a Amy. Hay que avisar a Will.
Will sigue encerrada en
su cuarto. Su madre la abre. Viene con MCO y se la van a llevar.
Buffy trata de detener toda esta locura acudiendo a la fuente: su madre. Pero ésta no la escucha y la duerme con cloroformo, no sin antes ver como los niños la instan a que haga desaparecer a las “chicas malas”. Giles recibe otro golpe en la cabeza (y van...)
Xander y Oz descubren la habitación de Will destrozada.
En el ayuntamiento están preparando la hoguera para quemar a Buffy (aun inconsciente), Will y Amy.
Cordy despierta a Giles. Las cosas están fuera de control: su madre la ha confiscado su ropa negra y las velas aromáticas. La preocupa la cabeza de Giles (y a quien no): no para de recibir golpes y dice que hay que salvar a Buffy de Hansel y Gretel.
Oz y Xander llegan al ayuntamiento, pero les reconocen y tienen que salir corriendo. En el interior Buffy despierta a tiempo de ver a su madre encender la hoguera en la que se encuentra atada. Amy no está dispuesta a morir, así que invoca a Ecate y se transforma en rata. Buffy y Willow, sin esta posibilidad, amenazan a la gente con transformarles a ellos si no las sueltan. La gente, asustada, quiere irse, pero los niños les exigen que terminen lo que han empezado.
Oz y Xander oyen gritar a Will y deciden entrar en el consistorio por el conducto de la ventilación ya que la puerta esta cerrada.
Buffy pide a su madre que la suelte, pero ella se niega.
Giles y Cordy también han conseguido llegar a la puerta del consistorio, pero tienen más recursos que los chicos y Giles fuerza la entrada con una orquilla de Cordelia. Al entrar, Giles invoca a los demonios a que se muestren tal y como son en realidad mientras Cordy apaga el fuego. Los niños, ante los atónitos ojos de los ciudadanos, se transforman en un demonio gigante que sigue exigiéndoles que castiguen a sus asesinos. Buffy le hace ver que ya no engaña a nadie, y aun atada a la viga, la desclava y se la clava al demonio. Mientras pide que la digan si le ha matado (su postura no la permite cerciorarse), por fin caen los chicos del techo dispuestos a salvarlas.
Buffy y Willow comentan lo increíble que les parece que sus madres lo hayan olvidado todo. Will lamenta que lo único que recuerde su madre sea, precisamente, que salía con un músico. Quiere conocerlo. Trata de revocar el hechizo de Amy, otra vez, pero sigue sin conseguirlo. Habrá que comprarla una jaula.
