El Regreso de Frederick:

 

Segunda parte:

Luego de ser torturado mentalmente por Frederick (gracias a sus poderes síquicos) Ángel despierta del trance al que había sido sumido solo para enterarse de boca de Wesley y de Gunn la confirmación de su peor temor: el poderoso vampiro estaba de regreso... y ahora, trabajaba para Wolfram & Hart.

 

Ángel: (a los otros, mientras manejaba su automóvil) ¡Sabia que pasaría! Solo era cuestión de tiempo para que volviésemos a oír de ese miserable...

 

Cordelia: Cálmate, Ángel. Creo que estamos precipitándonos...

 

Wesley: Cordy tiene razón. ¡Estamos cometiendo un gravísimo error al ir directamente al edificio de Wolfram & Hart! Antes deberíamos al menos haber trazado algún plan.

 

Ángel: ¡Ese seria el error! ¡Esperar a que ese gusano nos ataque! No pienso darle chances de que les haga daño.

 

Wesley: ¡Pero enfrentarlo abiertamente seria un suicidio!

 

Gunn: Escúchalo, viejo. Wes tiene razón. ¡Estamos yendo a tontas y ciegas!

 

Ángel: (bufando y pasándose un semáforo en rojo) En vez de cuestionarme, deberían apreciar lo que estoy haciendo. ¡Ningún lugar es seguro para ustedes, estando Frederick de regreso!

 

Fred: (levantando la mano) Tengo una pregunta.

 

Ángel: ¿Cuál?

 

Fred: ¿Quién es Frederick?

 

Todo el grupo se miro. Se dieron cuenta que habían cometido un descuido...

Fred no conocía a Frederick. Todo el acontecimiento de la lucha contra el villano había ocurrido hacia ya bastante tiempo atrás, mucho antes de que ella regresara de aquella dimensión infernal.

 

Cordelia: (explicando) Frederick era un vampiro muy poderoso. Fue discípulo del Maestro (un vampiro viejo bastante feo) por muchos años hasta que se independizo de él y fundo su propia hermandad: la Garra Negra.

“Frederick combatió a Buffy una vez y fue derrotado. Buscando la manera de volverse el ser más poderoso de este planeta, recorrió el mundo y finalmente bebió el Elixir, una sustancia que le dio poderes que ningún otro vampiro tiene, como convertirse en niebla; telekinesis; telepatía; cambiar su aspecto, etc, etc...

 

Gunn: En síntesis, un verdadero peligro.

 

Cordelia: ... Efectivamente. Luego, intento una vez más destruir a Buffy, y Ángel y nosotros tuvimos que ir a ayudarla a detenerlo...

 

Wesley: ... Cosa que apenas pudimos hacer, ya que era tan poderoso que incluso dejo a Ángel por las cuerdas...

 

Cordelia: ... Pero luego, gracias a un hechizo en conjunto de Willow y Tara (dos muy buenas amigas de Buffy) se logro derrotarlo definitivamente enviándolo al Limbo, una especie de vacío sin forma entre dimensiones. El resto creo que ya lo sabes: Wolfram & Hart lo saco de allí y ahora, lo puso a trabajar en nuestra contra. ¿Entendiste?

 

Fred: Más o menos.

 

Ángel: Llegamos...

 

El automóvil se detuvo. Delante suyo, se elevaba la fachada del lujoso edificio de Wolfram & Hart. A aquellas horas de la noche, el lugar lucia bastante iluminado.

 

Gunn: No se ve a mucha gente.

 

Wesley: (mirando a Ángel) ¿Y ahora?

 

Ángel: Ahora, voy a entrar.

 

Wesley: (escandalizado) ¡¿Qué?! ¿Estas loco, Ángel? ¡No puedes entrar como si nada! ¡Te atraparan apenas pongas un pie dentro!

 

Ángel: No es la primera vez que entro sin que lo hagan. Tranquilo, conozco una entrada secreta no vigilada.

 

Cordelia: Espero que sea así. Odiaría que esta fuera la última vez que nos vemos.

 

Ángel: (guiñándole un ojo) No temas- se volvió hacia Wes- Ustedes vayan a lo de Lorne. Si no regreso en media hora, salgan de allí y no se detengan hasta estar fuera de la ciudad...

 

Wesley: Ángel...

 

Ángel: ¡Te estoy hablando enserio! ¡Si no llego a regresar, huyan de la ciudad! ¿Esta claro?

 

Todos asintieron. Bajándose del coche, el vampiro se despidió de ellos y se interno entre las sombras cercanas al edificio.

 

Cordelia: Espero que sepa lo que esta haciendo.

 

Wesley: Me temo que eso es lo que no sabe.

 

************

 

INTERIOR DEL EDIFICIO DE WOLFRAM & HART... EN LA OFICINA DE LILAH...

 

Lilah escribía velozmente algo en una computadora portátil. A su lado y encima de su escritorio, se acumulaba una cantidad increíble de papeles.

 

Ángel: (desde un rincón) ¿Trabajando hasta tarde?

 

Lilah se sobresalto. Al ver que se trataba de Ángel, recobro un poco la compostura y le sonrió. A continuación, siguió tecleando en su computadora como si nada.

 

Lilah: Deberías probar entrar por la puerta principal, alguna vez- dijo- Francamente hablando, todavía no sé para que nos gastamos en poner alarmas anti-vampiros en los ductos de ventilación.

 

Ángel: No entre por los ductos. Es mucho más fácil por la puerta del personal de servicio.

 

Lilah: Oh. Gracias por el dato- dejo de escribir y saco un pequeño grabador de sus ropas- Anotación personal numero tres: mañana bien temprano,  mandar a matar a todos los idiotas del servicio.

 

Ángel: ¡Dejémonos de rodeos, Lilah! ¿Dónde esta?

 

Lilah: (algo fastidiada) ¿Dónde esta quién?

 

Ángel: ¡Frederick! ¿Dónde esta? ¡No te hagas la tonta! ¡Sé que esta aquí!

 

Lilah: Mira Ángel, tengo mucho trabajo que hacer- le señalo la montaña de papeles- Tengo muchos contratos que firmar y a nuestros socios mayores no les gustaría para nada que me atrase por que tú buscas a una persona que, realmente, desconozco. Así que por que no me haces el favor de salir calladito la boca por esa puerta y asunto terminado.

 

Ignorando aquel pedido, el vampiro se acerco a la abogada y tomando asiento delante suyo, coloco las piernas sobre el escritorio sonriendo.

 

Ángel: De aquí no pienso moverme hasta que ese maldito no de la cara.

 

Lilah: (suspirando) Como gustes. Después no digas que no te lo avise...

 

Un terrible shock mental sacudió a Ángel por sorpresa. Era como si una suerte de mano invisible se aferrara a su cerebro. Desplomándose dolorido en el piso, se dio cuenta de la existencia de otra persona en la habitación.

 

Frederick: Hola Ángelus... ¿Me buscabas?

 

Ángel: (jadeando) ¿Siempre... atacando por la espalda, eh, maldito?

 

Frederick: En realidad, no es mi estilo pero dadas las circunstancias... ¿Qué te sucede, Ángelus? No te vez bien... ¿acaso no duermes bien últimamente? ¿Sufres pesadillas?

 

Ángel: ¡Vete al diablo!

 

Ángel intento atacar a Frederick pero no podía. La fuerza invisible volvió a provocarle tal dolor que lo único que podía hacer era quedarse agachado en el suelo.

 

Frederick: La verdad es que me fue muy fácil llegar mentalmente hasta ti. Mis poderes han ido en aumento, ¿sabes? Ese exilio en el Limbo solo sirvió para fortalecerme mucho más.

 

Ángel: ¡N-Nunca... ganaras! ¡Te d-destruiré!

 

El villano rió a carcajadas. Caminando hasta donde Ángel estaba, le propinó una fuerte patada en el estomago.

 

Frederick: Deberías haber escuchado a Wes. Venir aquí solo fue una idea muy tonta. Sin embargo, todo sale como lo he planeado...

 

Ángel: ¿Q-Que quieres decir con...?

 

Antes de que pudiera terminar de hablar, un grupo de guardias de seguridad armados con unos bastones eléctricos aparecieron y se le tiraron encima, apresándolo.

Por más que lo intento, Ángel no pudo liberarse de sus captores. Merced a alguna onda telepática que Frederick emitía, todos sus sentidos y su cuerpo en general quedaron abombados.

 

Lilah: (escupiéndolo en el rostro) ¿Qué se siente estar prisionero ahora, amor?- se volvió hacia los guardias- ¡Llévenlo al sector 12! El plan se inicia...

 

Arrastrándolo, los guardias llevaron al vampiro con alma por un largo pasillo hasta un ascensor. Presionando un botón rojo, todos bajaron hasta los sótanos del edificio en donde delante de una gran puerta metálica, Lilah introdujo una clave en la cerradura electrónica.

Con un chirrido metálico, la puerta se abrió y una suerte de habitación de paredes grises apareció ante todos.

 

Lilah: (señalando una camilla) Ya puedes ocupar tu lugar, Frederick.

 

Ante la sorpresa de Ángel, Frederick se acostó sobre la camilla y luego, uno de los guardias pasó a colocarle unos grilletes en las manos y en los tobillos, inmovilizándolo.

 

Frederick: (sonriendo) Estoy listo.

 

Lilah: Muy bien. Adelante.

 

Mirando fijamente a Ángel, Frederick concentro todo su poder mental. Repentinamente, el vampiro con alma sintió un terrible dolor dentro suyo, como si una poderosa energía invisible hiciera impacto en sus entrañas.

 

Ángel: (gritando) ¡¡¡YAAAAAAAAHH!!!

 

Se produjo una violenta descarga energética. Los cuerpos de los dos vampiros se sacudieron como títeres. Cuando el espectáculo termino, Frederick yacía inconsciente.

Ángel, por el contrario, pareció recuperar todas sus fuerzas y su control sobre si mismo. O eso podía creerse...

 

Lilah: ¿Funciono?

 

Ángel: Totalmente.

 

Estaba hecho. Siguiendo un plan trazado, Frederick dio uso de sus facultades supernaturales para traspasar su conciencia al cuerpo de Ángel y enviar la de él al suyo. Ahora, desde su interior, se movía y comportaba exactamente igual a él.

 

Angel/Frederick: (mirando su cuerpo inconsciente) ¿Estas seguro que podrás mantenerlo así?

 

Lilah: (haciéndole señas a un hombre para que se acercara) Eso es lo que el Dr. Hoffman aquí presente hará. ¿No es así, doctor?

 

Dr. Hoffman: Quédese tranquila, Srta. Morgan. Le inyectare tal cóctel de sedantes que no podrá recuperar la conciencia durante mucho tiempo.

 

Lilah: Eso espero. Odiaría que despertase ahora, que tiene a su disposición el cuerpo del vampiro más poderoso de la Tierra.

 

Angel/Frederick: Gracias por el cumplido, nena.

 

Lilah: Ahora, te toca a ti... De acuerdo a lo planeado, ahora tienes que regresar junto a sus amigos...

 

Angel/Frederick: Ey, no me digas lo que tengo que hacer. Yo diseñe este plan y me lo conozco de memoria, muñeca.

 

Lilah: ¡Deja de estarme llamando muñeca!

 

Angel/Frederick: ¡UUH! ¡Pero que carácter!- se acerco a ella y la rodeo con sus brazos tomándola de la cintura, ante el estupor de los guardias y el medico presentes- Me encantan las chicas con carácter... me enloquecen.

 

Lilah: (furiosa) ¡Suéltame en este instante!

 

Angel/Frederick: ¿Y si no quiero?- la apretó con fuerza- Dentro de este cuerpo, ese chip tuyo no me controla... ¿qué me impide matarte ahora?

 

Lilah: ¡Te recuerdo que ya no eres totalmente inmortal! Si me matas... con un solo estacazo de los que están aquí ¡puf!, te reduces a polvo.

 

Angel/Frederick: (mirando despectivamente a los guardias) Eso, si los dejo. No creo que sean tan veloces como yo para evitarme. De hecho, puedo matar a todos los que están en el edificio ahora mismo y salir por la puerta de entrada silbando sin que nadie me detenga.

 

Se produjo un silencio sepulcral.  Había tensión en el aire. Cualquier cosa podría pasar.

 

Angel/Frederick: (soltando a Lilah) Cálmate. No pienso matarte, amor. La verdad es que me estoy divirtiendo mucho y no quiero aguar la fiesta. Sigamos con el plan.

 

Lilah: (suspirando) Muy bien. Sabes que hacer. Adelante.

 

Acomodándose la gabardina negra y mirando seductoramente a la abogada, el vampiro salió de la habitación resuelto a comenzar con todo.

 

Mientras, el Dr. Hoffman preparaba una jeringa llena de un cóctel de drogas que mantendría sedado el cuerpo de Frederick... con el verdadero Ángel dentro.

 

************

 

... Y EN OTRA PARTE DE LA CIUDAD...

 

Aquella noche empezó en un principio para Lorne como de costumbre. El negocio de karaoke estaba atestado de clientes que iban y venían, bebiendo, hablando y divirtiéndose.

Si, nada mal para un negocio asiduamente frecuentado por demonios. Pero la súbita aparición de Wesley, en compañía de los otros (y sin Ángel) fue lo único que necesito para darse cuenta de que todo podía convertirse en un desastre en cualquier momento.

 

Lorne: Pero miren nada más quienes están aquí. ¡Pero si son the Angels Kids! ¿Dónde esta el jefe? Veo que no vino con ustedes...

 

Wesley: Estamos en problemas, Lorne.

 

Lorne: Ya me di cuenta. Traen una cara como si hubiesen visto al mismo diablo.

 

Al decir esto, el demonio verde guiño un ojo al grupo, cómplice. Después de todo, él era un “diablo”.

 

Cordelia: No estamos para chistes. La situación es grave.

 

Lorne: ¿Qué tan grave? ¿Grave simple o grave-grave?

 

Gunn: Créenos, viejo. Grave-gravísimo.

 

Lorne decidió dejar sus chistes para otra ocasión. Si, podía sentirlo... todos olían a miedo, a peligro.

En pocas palabras, Wes y Cordy le informaron de la situación. A medida que escuchaba, el semblante del demonio comenzó a tornarse preocupado. Y no era para menos.

 

Lorne: ¿Así que ese vampiro regresó? Vaya... cuando será el día que los malos malísimos desaparezcan pero para siempre.

 

Wesley: Necesitamos quedarnos, al menos, hasta tener noticias de Ángel.

 

Lorne: Muy bien. Mi local es todo suyo. Esperaremos noticias del gran jefe. Pueden acomodarse donde gusten y (les daré un pequeño consejo) cálmense. Los nervios son los peores enemigos que uno pueda tener. Créanme, lo sé por experiencia.

 

Asintiendo, Wes y compañía decidieron sentarse en una de las tantas mesas del gran salón. En aquellos momentos, un curioso demonio cuyo cuerpo estaba repleto de pinches subió al escenario y previamente saludar a la concurrencia, se dedico a cantar un tema musical de Celine Dyon de manera tan, pero tan horrible, que Cordy estuvo a punto de salir corriendo y entregarse a las fauces de Frederick antes que seguir oyéndolo.

 

Cordelia: (tapándose los oídos) ¡Pero que mal que canta! ¡Por Dios! ¿¿Cómo puede gustarles semejante porquería??- pregunto, al ver que los demás demonios-clientes seguían el compás de la música sonrientes.

 

Gunn: Bueno, son demonios. Se supone que tienen gustos retorcidos.

 

Wesley observo que Fred estaba preocupada. Desde que habían dejado a Ángel, no había vuelto a decir ni una palabra.

 

Wesley: ¿Te encuentras bien?

 

Fred: ¿Qué? ¡Oh! ¡S-Si! Es solo que... me preocupa Ángel, es todo.

 

Cordelia: Cálmate. El jefe sabe como cuidarse. Ha salido de peores...

 

Fred: Si tú lo dices- musitó, no muy entusiasmada.

 

************

 

Disfrutando de la noche, Frederick (dentro del cuerpo de Ángel) se dirigió hacia el negocio de Lorne muy despacio, tomándose su tiempo.

Que ironía. Durante muchísimos años había odiado a Ángelus con todas las fuerzas de su ser y el día de hoy, por un milagro de sus poderes sobrenaturales, vivía dentro suyo.

 

Si, era una ironía.

 

Se detuvo en una esquina. Cerca de allí, dos prostitutas, una morena y la otra rubia, le dedicaron una mirada cargada de más de una insinuación. Frederick les sonrió.

 

Prostituta 1: Hola guapo. ¿Deseas compañía en esta noche tan fría y solitaria?

 

Muy lentamente, el vampiro se acerco a ella. Siempre sonriendo, le acaricio el rostro.

 

Angel/Frederick: La verdad es que me vendría bien algo de compañía, preciosa.

 

Prostituta 2: Entonces escogiste a las chicas indicadas- dijo, mientras contoneaba su escultural cuerpo.

 

Frederick estaba justamente embelesado por esta última. Su cabello rubio le hizo recordar a Darla.

 

Darla...

Todavía no podía creer lo que había leído en aquel informe que Lilah le hubo mostrado antes de que todo esto se iniciara. ¡Darla estaba viva! ¡Wolfram & Hart la habían revivido de alguna manera!

Sin embargo, hacia meses... casi un año, que no se tenía noticias de ella. Después de que escapara al control que aquellos abogados, había desaparecido totalmente. Como si la faz de la Tierra se la hubiera tragado...

 

Prostituta 1: ¿Entonces que nos dices? ¿Ella, yo o las dos? Mira que es tarifa doble.

 

El vampiro se rió. Con una mano atrajo hacia su cuerpo a la morena, de igual forma que con la otra hizo lo mismo a la rubia. Cuando ambas estuvieron bien cerca suyo, les susurró al oído:

 

Angel/Frederick: Que sean las dos. Realmente, hace mucho tiempo que no como.

 

Su rostro feo de vampiro fue lo último que las dos mujeres vieron antes de que fuera tarde para ellas...

 

************

 

Secándose de la boca todo rastro de la sangre consumida, Frederick dejo grotescamente tiradas en un callejón oscuro los cuerpos sin vida antes de reanudar la marcha.

Pronto llego al local. Sin embargo, se detuvo antes de entrar.

Mirándose en el vidrio de un automóvil, se dio cuenta de algo fundamental: lucia bien.

 

Demasiado bien.

 

Se suponía que fingiría ser Ángel, luego de una lucha contra Frederick de la que apenas pudo escapar con vida. Su aspecto, por lo tanto, debería ser más... descuidado.

Alborotándose el cabello de manera que le quedara despeinado, arrancándose pedazos de su gabardina negra y desabrochándose la camisa pensó que luciría bien como si hubiese sostenido una dura batalla. Para completar el engaño se golpeo fuertemente contra una pared la cara, hasta casi hacerse sangrar.

 

Listo. Ahora lucia como si le hubiesen dado una paliza.

 

Tambaleándose, entro en el negocio.

Al verlo llegar así, Wesley y compañía sintieron que el alma se les escapaba del cuerpo.

 

Cordelia: ¡Ángel! ¿¿Qué te ocurrió??

 

Angel/Frederick: C-Cordy... Yo...

 

Wesley: ¡Rápido! ¡Alcáncenle una silla!

 

Haciéndolo sentar, todo el grupo lo rodeó en espera de alguna respuesta.

En tanto, todos los demonios que estaban en el salón enmudecieron, sin poder evitar sentir curiosidad por lo que ocurría. Lorne se dio cuenta de esto y decidió suspender el show...

 

Lorne: (desde arriba del escenario) Distinguido publico, sepan disculpar. Estamos en... una situación crítica por acá así que les voy a pedir por favor, que amablemente desalojen el local.

 

Bufando, la clientela comenzó a abandonar el lugar. Cuando el último demonio se hubo ido, Lorne le ordeno al muchacho que estaba detrás de la barra que cerrara las puertas y se fuera a su casa también.

Una vez que se quedaron solos, el falso Ángel comenzó con su relato de lo que (supuestamente) había sido su encuentro con Frederick.

 

Angel/Frederick: Fue terrible... No me explico todavía como salí con vida.

 

Wesley: ¿Qué paso? ¿Te encontraste con Frederick?

 

Angel/Frederick: Si... me tomo por sorpresa. Lilah y él estaban complotados. Fue él quien me provoco aquellas pesadillas sin fin con objeto de enloquecerme. ¡Tenían planeado eliminarme!

 

Gunn: ¿Y luchaste contra él?

 

Angel/Frederick: No me quedo otra. Me ataco con todos sus poderes... repito: no sé como salí con vida.

 

Cordelia: ¿Y que paso con él? ¿Lo... destruiste?

 

Angel/Frederick: (negando con la cabeza) No. Es eterno, Cordy. No puede morir bajo ninguna forma. Luchamos y logre vencerlo, pero no destruirlo. Todo el edificio de Wolfram & Hart quedo reducido a escombros. ¡Cielos, deberían haberlo visto! Logre arrastrarme hacia fuera y me dirigí directamente aquí...- de repente, el falso Ángel abrió sus ojos desmesuradamente- ¡De seguro, vendrá a este lugar ni bien se reponga! ¡Conoce este sitio! ¡Tenemos que salir de aquí ya!

 

Cordelia: ¿Irnos? Pero, ¿adonde?

 

Angel/Frederick: Lejos. Hay que poner distancia. Al menos, hasta que pueda recuperarme y podamos planear como detenerlo.

 

Aquello era suficiente. Lorne sentía que algo no iba bien.

Era como si Ángel emanará un aura... distinta, maligna, perversa. No estaba seguro que lo que contó fuera cierto.

 

Wesley: Muy bien, todos al coche de nuevo. Veremos hacia donde vamos.

 

Frederick sonrió para sus adentros. Lo había logrado.

Ayudado a caminar por Gunn y Fred, se dirigió hacia el auto. Como estaba muy herido, no fue conveniente que manejará así que Wes ocupo el asiento del conductor.

 

Cordelia: (a Lorne) ¿No vas a venir con nosotros?

 

Lorne: Lo siento. Tengo muchas cosas que empacar. Adelántense... yo... buscare algunas de mis pertenencias y me iré cuanto antes de aquí a lo de un demonio amigo mío. Wolfram & Hart no conoce ese lugar así que estaré bien.

 

Wesley: Como quieras. Por favor, cuídate.

 

Lorne: Ustedes cuídense- quiso agregar: “... de Ángel”, pero no pudo hacerlo.

 

El coche arrancó y no tardo en desaparecer de su vista. Solo, el demonio medito acerca de lo que había visto y oído.

Algo muy extraño sucedía. Algo que sin duda, podría significar solamente una cosa: ese que iba con ellos, no era el verdadero Ángel.

Como teniendo un presentimiento o escuchado una voz interna, Lorne supo que hallaría las respuestas en un solo lugar: Wolfram & Hart.

 

************

 

A MEDIA RUTA DE LA CARRETERA 55, SALIENDO DE LOS ANGELES...

 

Nadie dijo nada mientras el auto dejaba atrás la gran ciudad. Todos tenían en mente una palabra: huir.

 

Todos, a excepción de Frederick.

 

El engaño resulto. Ninguno de ellos (salvo quizás, ese estúpido demonio verde) había sospechado que él no era Ángel. Bien, todo salía como debía ser.

Acomodándose en su asiento, fingiendo dolor, sus ojos se cruzaron sorpresivamente con los de Fred.

Por un momento, la chica pareció desconcertada. Tragando saliva, Frederick se creyó descubierto. Sin embargo, al ver que la muchacha sonreía, el vampiro suspiro para sus adentros muy aliviado.

 

Cordelia: ¿Hacia donde vamos?

 

Wesley: Conozco un lugar. Creo que servirá... esta apartado de toda civilización, pero estoy seguro que al menos, allí estaremos seguros de Frederick por un tiempo.

 

“Pobre idiota”, pensó el vampiro, “Si supiera la que le espera...”

 

Luego, recordó las palabras que le dijera a Ángelus durante su ataque mental.

 

“Uno a uno... uno a uno, tus amigos van a morir”.

 

Si, aquello seria muy divertido.

 

 

¿Qué se propone Frederick, habiendo usurpado el cuerpo de Ángel? ¿Podrá Ángel recuperarse a tiempo para detenerlo? La respuesta, en el próximo capitulo...

 

                                                                                          Capitulo 3