Un amor más allá de la muerte:

 

     Capítulo III        

 

Los dos chicos caminaban lentamente. El paso del vampiro era dificultoso y torpe, de vez en cuando tropezaba consigo mismo y sólo la fuerza con la que la joven lo sujetaba impedía que se diera de bruces contra el suelo.

El Hotel aun quedaba lejos de donde se encontraban, les faltaba por lo menos 30 minutos a paso ligero, Gwen no entendía cómo se podía haber alejado tanto de casa, había sido una verdadera casualidad el hecho de encontrar al vampiro allí, de no ser por ella sólo Dios sabía que hubiera sido de él y dónde hubiera acabado.

 

Ella lo miraba mientras atravesaban el umbral del Hotel. La chica sabía que Angel no estaba  allí, últimamente no dormía mucho en casa, estaba ocupado velando por Cordelia en el hospital.

Cerró la puerta tras de sí intentando hacer el menor ruido posible para no despertar al resto de la gente que dormía en la parte superior del Hotel. Mientras, Spike observaba detenidamente y asombrado cada uno de los rincones del vestíbulo intentando recordar algo. Todo se le hacía extrañamente conocido pero a su vez no recordaba haber estado allí en toda su vida. Toda esta situación no lo tranquilizaba, todo lo contrario, lo ponía cada vez más nervioso. No sabía quién era, dónde estaba ni cómo había llegado allí, lo único que sabía era que su nombre era Spike y que aquella hermosa chica parecía conocerle. No era mucho pero al menos era un principio.

 

Gwen cerró la puerta y cogió de nuevo al vampiro por el brazo. Los dos comenzaron a subir lentamente las escaleras de acceso a los dormitorios, sus pasos eran rítmicos y lentos pero a la vez poseían cierta seguridad. Parecía que el hecho de estar en un lugar más acogedor que aquel frío y lúgubre callejón le había dado al vampiro cierta seguridad.

Pronto llegaron a la habitación de la chica. Ésta abrió y entraron cerrando la puerta a su paso. Ella puso el cerrojo y mediante un gesto con la cabeza indicó al vampiro que se sentara sobre la cama. Spike la miraba azorado y avergonzado, allí estaba él delante de una bella joven medio desnudo y sin saber qué decir ni qué hacer. Ella se dio cuenta enseguida de lo que preocupaba al chico, él agachó la mirada mientras se agarraba los extremos de la chaqueta que dificultosamente tapaba su cuerpo desnudo intentando taparse lo máximo posible, la incomodidad de la situación estaba reflejada en su cara mientras jugueteaba nerviosamente con los botones.

La chica salió de la habitación de nuevo con una sonrisa en los labios y los pómulos ligeramente sonrojados, no entendía cómo no se había dado cuenta antes de la situación tan incómoda en la que se encontraba el vampiro. Él no la conocía, no conocía a nadie ni conocía nada, estaba solo en el mundo, sólo la tenía a ella en esos momentos...

Sin pensarlo se dirigió al dormitorio de Angel. Rebuscando durante unos minutos encontró entre su ropa vieja algo que le pudiera servir al vampiro. La tomó y salió de nuevo camino de su habitación. Cuando entró encontró a Spike mirando fijamente por la ventana mientras que la luz de la luna se reflejaba en su rostro dotándolo de una belleza espectacular. Gwen quedó paralizada, hasta ese mismo momento no se había cerciorado de lo hermoso que era el joven que tenía frente a ella. Mediante un movimiento de cabeza intentando alejar esos pensamientos de su mente cerró la puerta con un leve golpe que hizo que el vampiro se sobresaltara y se diera la vuelta para observarla mientras hablaba;

Gwen: Bueno Spike, esto es todo lo que he podido encontrar, espero que te... –el vampiro la interrumpió rápidamente y con suavidad-

Spike: Gracias, será suficiente –dijo mientras tomaba la ropa que le ofrecía la chica-

Ella volvió a salir del dormitorio mientras el vampiro se cambiaba de ropa. Se dirigió rápidamente a la cocina, las emociones habían sido tantas y tan seguidas que no se había dado cuenta de que no había cenado. También pensó que Spike tendría hambre así que aprovechó su tránsito por la cocina para coger una jarra de sangre de cerdo y llevarla de vuelta a la habitación.

Después de cenar algo rápido emprendió de nuevo la vuelta a su dormitorio, comenzó a subir las escaleras cuando se dio cuenta de que alguien bajaba. Por el camino se encontró a una Fred soñolienta y aturdida;

Fred: Hola...., Gwen?? Qué haces a estas horas por..... - la chica no tuvo tiempo de terminar la frase, la joven ya estaba respondiendo atropelladamente a causa de los nervios-

Gwen: No podía dormir así que bajé a por algo de comer y a por una taza de leche –dijo mientras le mostraba la taza intentando que la chica no viera el contenido rojo que poseía. Ella hablaba a su compañera y amiga mientras bajaba la mirada, no soportaba mentir-

Fred: Bien, ...., - dijo sin mucho interés- pasa una buena noche –y continuó bajando las escaleras mientras un bostezo se dibujaba en su labios-

Gwen se sentía aliviada por no ser descubierta y culpable por mentir a su amiga. Tomó aire, miró hacia arriba y comenzó a andar de forma decidida.

A los pocos segundos estaba frente a su puerta. Con su mano derecha tomó el pomo y lo movió para abrir su habitación. En su mano izquierda temblorosa por la emoción y el nerviosismo llevaba la taza de sangre que le iba a entregar a Spike.

Abrió la puerta y entró. Allí estaba el vampiro ataviado con la ropa de Angel mirándola fijamente mientras que ella se acercaba a él y le ofrecía la taza.

Spike: Bloody Hell!!!! Pero....., qué demonios es esto???? – dijo con cara de asco mientras miraba el contenido de la taza- Jovencita del demonio –ahora su tono era de sarcasmo e ironía- me quieres matar???

La chica se quedó pensativa y extrañada ante el comportamiento del vampiro mientras éste fruncía el ceño y arqueaba las cejas graciosamente. No entendía si hablaba en serio o si por el contrario estaba bromeando pero, si era el segundo caso al menos era buena señal. La joven miró de nuevo al vampiro y se dio cuenta de que no estaba bromeando, él no sabía que era un vampiro en realidad, cómo no se había ella dado cuenta de ese detalle??? Gwen se sentó frente a él en otra de las camas de la habitación. Le habló con lentitud y claridad;

Gwen: Spike, mmmm, no sé cómo decirte esto, sé que te resultará duro y difícil aceptarlo pero será mejor que lo sepas cuanto antes..., tú eres.....

 

Spike: Por Dios, dilo de una vez!!! Me estás poniendo nervioso!!! –su tono era en cierto modo cómico, como la situación lo requería. Él pensaba que el tono fatalista de la joven era desmesurado, no entendía que más cosas podían salir mal esa noche-

Gwen: Spike –dijo con seguridad y rapidez- eres un vampiro.

La cara del chico lo decía todo. Al principio había sido de incredulidad hasta pasar a un sentimiento de horror y asombro.

Spike: Pero, ..., qué quieres decir?? Que yo soy...., soy...., no puede ser!!! Tú estás loca!!!!

La joven entonces se levantó pensativa y rápidamente se dirigió a la cómoda. Abrió el primero de los cajones sacando un espejo ovalado y antiguo. Tomó aire y se lo ofreció al vampiro. Éste la miró ensimismado y asombrado, lo tomó y se miró en él. Su rostro cambió de repente, se desencajó mientras veía que su cara, que sus rasgos no se veían reflejados en ese pequeño espejo.

Spike se quedó en silencio, el espejo colgaba de sus manos en tono de derrota. Lo dejó con cuidado sobre la cama sin dejar de mirar al infinito pensando en lo que acababa de ocurrir. Ahora sí que estaba totalmente perdido, todo en lo que había creído hasta ahora, todo lo que creía conocer hasta ese mismo momento que era bien poco, había quedado reducido a cenizas tras no verse reflejado en ese espejo. Lo que le acababa de ser revelado lo atormentaba y martilleaba su cabeza en un intento vano de salir y dejar tranquila su ya de por sí atemorizada alma.

Tenía la vista perdida en el infinito mientras intentaba organizar el torbellino de ideas y preguntas que se agolpaban en su cabeza. Era un monstruo, un ser de la noche, él ahora significaba todo aquello que se había negado a sí mismo, todo en lo que no había creído. Parecía estar en estado de shock. La joven se sentó junto a él, acarició leve y suavemente la rodilla del vampiro mientras lo miraba fijamente implorando alguna reacción de su rostro. Mientras, él seguía inmerso en un mar de pesadillas, lo que se le había revelado era tan fuerte, tan terrible que su cabeza no podía dejar de darle vueltas y más vueltas, no era capaz de asimilarlo.

El contacto de la mano de la chica con su cuerpo pareció sacar a Spike de su mal sueño, con un movimiento leve de cabeza pareció despertar de él y la miró a los ojos directamente. Sus ojos mostraban el miedo, la tristeza, la soledad que en esos momentos sentía. Gwen ante la suplicante mirada del vampiro que la llenó de una ternura y un cariño hacia él enormes, comenzó a hablar;

Gwen: Spike, tranquilo, no debes temer nada, tú eres un vampiro pero...., eres especial, al menos lo eras antes de........, de morir. –el tono de su voz era tranquilizador pero a la vez no podía esconder el estado de nerviosismo en el que se encontraba en esos momentos-

Spike: Qué quieres decir?? –en su mirada estaba dibujada la esperanza, una esperanza que necesitaba como la sangre para su propia existencia-

Gwen: Spike, no sé la razón por la que estás aquí, tú se supone que moriste hace meses...  –la chica hablaba con lentitud sabiendo que lo que le estaba contando era algo terrible para el vampiro. Él no recordaba ser un vampiro pero lo que era peor aun, no recordaba haber muerto en la batalla de Sunnydale-

Spike miraba con la locura dibujada en sus ojos, eran demasiadas emociones juntas, demasiados quebraderos de cabeza, no entendía su propia vida.

Spike: Pero......, si he muerto......., por qué estoy aquí?? Qué demonios ha pasado para que yo haya regresado del infierno?? –su voz albergaba un sentimiento de miedo y terror-

Gwen: Quizás de donde has salido no sea el infierno, Spike, aun hay más cosas que debes de saber –el tono de su voz se volvió más fuerte y seguro-

Spike: Aun hay más??? Bloody Hell!!! No entiendo nada.... –su rostro expresaba un hundimiento que era cada vez más profundo-

Gwen: Cuando vino Angel de Sunnydale antes de la gran batalla en la que tú......., bueno, ya sabes ....– la chica se sonrojó ligeramente, no creía que hablar sobre la muerte del propio Spike le hiciera mucha gracia al vampiro- nos contó una novedad muy importante. Él ya no era el único vampiro con alma en el mundo, tú también habías conseguido la tuya, te habías reconciliado con tu alma para lograr ser una persona, un hombre mejor así que no debes de preocuparte por ser un vampiro, no eres uno convencional....

Spike: Pero......- la duda asomaba lentamente en su mirada- qué pasa si cuando......, - tomó aire para continuar hablando ya que tantas emociones en tan poco tiempo le hacían muy difícil continuar haciéndolo- .....morí perdí mi alma???

 

La chica quedó pensativa analizando lo que el vampiro le acababa de decir. Ella no pensaba que él fuera en esos momentos un ser sin alma, no actuaba como tal. Estaba tranquilo, todo lo que se puede estar en una situación en la que te enteras de que has muerto, has resucitado y para colmo, no eres una persona normal sino que eres un vampiro y encima con alma!!. Lo veía perdido pero no loco, no actuaba por impulsos como hacían los vampiros cuando tenían una presa fácil frente a ellos y, para Spike ella podía representar una presa fácil en esos momentos. No, ella no creía que él fuera un vampiro sin alma pero debían de comprobarlo.

Gwen: Tranquilo, he conocido muchos vampiros en mi vida, a alguno lo he tratado más íntimamente que a otros –en su rostro se dibujó una sonrisa de complicidad recordando el momento en que Angel y ella se conocieron- Comprobaremos si aun estás en posesión de tu alma...

 

Flashback, 4 años atrás en las afueras de LA......

 

Un vampiro y su grupo caminaba en la oscuridad siguiendo a un grupo de demonios. La zona pobre de LA había sido atacada varias veces en los últimos días. A nadie le preocupaba este hecho, la gente no tenía aprecio por la vida de indigentes y borrachos, no eran una parte bonita de la sociedad. Nadie parecía sentir miedo ni dolor por toda esa gente desaparecida, lo veían como una limpieza de la suciedad de la ciudad, nadie excepto ellos, un grupo muy peculiar formado por un vampiro con alma y algunos humanos.

Este peculiar grupo había estado escondido durante horas en la oscuridad esperando, intentando encontrar a los monstruos que mataban y se alimentaban de esa pobre gente que no tenía nada en el mundo, ni un hogar, ni en muchos casos ni siquiera dignidad, eran simplemente presa fácil.

Angel era su líder, un vampiro con alma que antaño fue el terror de las calles y que ahora, en los momentos en que buscaba su redención, ayudaba a terminar con lo que él un día fue, un ser despreciable y terrible, un monstruo de la oscuridad, un ser de la noche.

Sus pasos les habían llevado a un descampado enorme. Alrededor unas fábricas abandonadas parecían ser el escondite idóneo de un grupo de cobardes vampiros y demonios. La noche estaba despejada, el firmamento parecía sembrado de estrellas que brillaban dándoles la bienvenida a una batalla que podría significar el fin de su propia existencia.

Angel tomó una bocanada de aire intentando oler a sus enemigos, cerró los ojos, de repente los abrió y giró la cabeza hacia la derecha donde se encontraba un solar derruido y sucio. Miró a sus compañeros y les hizo una señal, todos se dirigieron hacia allí en silencio.

Los vampiros tenían dentro a las presas de esa misma noche, ancianos, borrachos y niños abandonados formaban parte del menú que esa noche podrían degustar si alguien no lo impedía. El número de vampiros era elevado, unos cuarenta, discutían entre ellos empujándose y mostrando sus colmillos en señal de fuerza.

En el centro del solar una gran jaula se erguía desafiante conteniendo en su interior a las pobres presas que esa noche acabarían en los estómagos de los seres de la noche. En un edificio cercano, demonios esperaban impacientes a que los vampiros terminaran su cena, después era su turno para comer lo que los vampiros no habían querido. Los demonios habían estado alimentándose de carne humana últimamente y eso los había vuelto aun más peligrosos.

Angel y los suyos entraron en la fábrica abandonada, acabaron fácilmente con un par de vampiros que custodiaban las puertas y entraron con todo su armamento preparado. La lucha fue infernal, los vampiros eran convertidos en polvo como si de muñecos de feria se tratara, los demonios huían asustados por la demoledora fuerza de ese reducido grupo de humanos liderados por uno de los suyos. Abrieron la jaula y las personas que yacían en su interior fueron saliendo torpemente de ella para intentar huir de la matanza que estaban presenciando. Una joven menuda salió corriendo hacia la oscuridad de la noche pensando en refugiarse en ella cuanto antes. Estaba sucia y asustada, sus manos temblaban como las manos de un niño perdido y solo. Luchaba por correr y no tropezar consigo misma. Un par de vampiros vieron en ella su cena que se escapaba para no volver así que abandonaron la lucha y salieron tras de ella. Angel vio lo mismo que ellos, vio a una pobre chica, con el pelo sucio y temblando por el miedo y por el frío, vio un par de sucios vampiros que seguían sus pasos intentando alcanzarla y utilizarla como cena. Salió tras de ellos tan rápido como pudo una vez vista que la situación dentro de la fábrica estaba controlada. Ya en el exterior olió de nuevo el aire intentando averiguar la presencia de los vampiros. Giró a la derecha y salió corriendo esperando no llegar tarde. No sabía por qué pero esa chica le había llamado la atención por algo. No sabía si era por la manera en la que sus manos temblaban asustada o porque quizás le recordaba a cierta persona que vivía en Sunnydale y a la que tanto echaba de menos en esos momentos. Hacía poco que él había llegado a LA y su amor había sido tan grande que no era fácil apagar las cenizas que aun quedaban de él en su corazón.

Siguió corriendo hasta que se paró en seco delante de un gran bulto en el suelo. Los dos vampiros yacían inconscientes en el suelo mientras la joven apoyada contra un árbol con el rostro tapado con sus manos lloraba desconsoladamente.

Angel se aproximó a ella con la duda reflejada en el rostro, se puso de cuclillas y se acercó a ella lentamente. Acercó su mano a la cara de la chica pero ella se apartó de él rápida y bruscamente. Lo miró cono los ojos llorosos mientras le hablaba;

Gwen: No me toques por favor, no quiero hacerte daño....

Angel: Tranquila, no me harás daño, qué ha pasado?? –dijo mientras señalaba con un gesto de su cabeza a los dos vampiros  que yacían aun inconscientes en el suelo- Has sido tú?? Cómo?? –su gesto era aun de sorpresa -

La chica le explicó entrecortadamente todo lo relacionado con sus poderes mientras que el vampiro escuchaba atentamente sin perderse detalle de su historia.

Angel le ofreció ayuda, le propuso formar parte de su grupo e intentar ayudarla a controlar sus poderes, le ofreció la salvación. Para ella, que siempre había estado sola, aquella proposición le pareció el regalo más grande que nadie le hubiera ofrecido hasta entonces.

 

Fin del Flashback.

 

Ella miró a Spike y con una sonrisa tranquilizadora continuó hablando;

Gwen: Han sido demasiadas emociones para un solo día. Mañana averiguaremos qué fue lo que te pasó y por qué estás aquí. Ahora lo que debes hacer es descansar, quédate aquí –dijo señalando una de las dos pequeñas camas que tenía en su dormitorio- Antes estaba ocupada por una compañera que murió hace unos meses –su voz se quebraba por la emoción al recordar a su compañera y amiga muerta en una pelea en un barrio de la ciudad. Se frotó los ojos que ya estaban ligeramente húmedos por la pena y siguió hablando al vampiro- No es gran cosa pero te servirá por algunas noches hasta que averigüemos qué demonios ha pasado y quién ha sido el autor de este juego.

Spike: Bien, gracias...., estaré bien aquí –dijo mientras se acostaba en la cama y miraba a la chica sin mediar palabra- Buenas noches, .....

Los dos chicos llevaban media noche hablando y ella aun no se había presentado.

Gwen: Gwen, mi nombre es Gwen –dijo con una sonrisa mientras se metía en la cama.

Spike: Bien, pues buenas noches Gwen –se miraban mientras hablaban con una mirada de complicidad-

Gwen: Buenas noches, Spike.

Apagó la luz quedándose todo en silencio mientras la oscuridad envolvía todo esa noche. Se quedaron dormidos esperando que el siguiente día trajese la luz a tantas preguntas sin respuesta que esa noche rondarían por sus cabezas mientras dormían por fin tranquilos.

 

 

     Capítulo IV  

 

En el Hotel la noche pasaba plácidamente para los que allí se encontraban.  En otro lugar de la ciudad, en el hospital.........

 

La mente de Angel caminaba entre tinieblas buscando a su amor, aunque seguía aun dormido sobre su pecho, su cabeza sobrevolaba el mundo de los sueños en los que todavía él podía estar junto a ella, podía sentirla, oírla reír, sentir su voz y su olor, sentirse unidos como uno solo.

Hacía tiempo que el vampiro intentaba no dormir, un sueño lo atormentaba cada vez que él se mecía en los brazos de morfeo, siempre el mismo sueño, un sueño terrible teñido del color de sangre, un sueño de muerte. En él Cordy camina por un jardín lleno de rosas rojas. Ella, siempre tan bella y etérea ataviada con un vestido de gasa blanco que se mece al compás del viento, camina canturreando dulcemente una canción que se introduce en lo más profundo del alma del vampiro. Toma una rosa y la huele, una sonrisa se dibuja en el rostro de la chica mientras mira a Angel que está sentado en un banco, cerca de ella. De repente Cordelia comienza a gritar, sus gritos terribles y desgarradores atraviesan el cuerpo de Angel como cuchillos desgarrando su corazón. La tierra comienza a temblar y poco a poco se abre una gran grieta que se traga a una Cordelia asustada que grita el nombre del vampiro hasta desaparecer en la oscuridad del agujero. Él grita mientras se acerca a ella, extiende su mano intentando tomarla en sus brazos, sólo consigue rozar la punta de sus dedos para después perderla para siempre. El vampiro se desploma de rodillas con las manos cubriendo su rostro mientras miles de lágrimas caen por sus mejillas recordando el dolor de la pérdida de la mujer que más ha amado en toda su vida. Pasan unos instantes y de repente una mano y un olor conocidos y añorados. Angel que sigue llorando amargamente levanta la vista para observar a la persona que está en pie frente a él. Buffy lo mira entristecida y afectada por el dolor que él está sufriendo y que lo está matando por dentro, pudriendo su alma. Se acerca al chico, él se levanta lentamente y se acerca a ella, los dos se miran fijamente, el tiempo parece que se ha parado para ellos. Él la toma con sus brazos y la acerca hacia sí, los dos se abrazan y poco a poco sus labios se unen en un tierno beso. Angel cierra sus ojos para sentir cada una de las sensaciones que la chica le brinda, cada uno de los olores con los que le agasaja. Abre los ojos y......., mira horrorizado que Buffy se ha transformado en Cordelia que llora amargamente lágrimas de sangre mientras en sus ojos están reflejados el dolor y el odio.

 

Todas las noches el mismo sueño, todas las noches despertando sobresaltado y llorando por la nueva pérdida de su amor, toda las noches el sueño le revela el estado de su propio corazón, un estado dividido entre el amor por Cordelia y la necesidad de ser amado personificándolo en Buffy. Él no puede evitar sentir que traiciona a su amada que sigue como dormida perdida en un mar de sueños. Todas las noches reviviendo el mismo horror, la misma pesadilla, la misma muerte.....

 

Angel se despertó sobresaltado como todas las noches, miró por última vez a Cordy y acarició su rostro dulcemente depositando un tierno y amoroso beso en los labios de la chica;

 Angel: Duerme bien mi amor, te esperaré siempre porque nuestro amor es eterno.

Dicho esto salió de la habitación del hospital sin mirar atrás. La escena que allí se dibujaba era demasiado dolorosa como para ser la última, como para llevársela en el corazón. Con pasos lentos y firmes salió camino del Hotel, la noche tocaba a su fin y era hora de descansar.

 

En pocos minutos Angel llegaba al Hotel. Subió rápidamente las escaleras y entró en su habitación como alma que lleva el diablo. Cayó rendido sobre la cama y en poco tiempo se quedó dormido buscando por fin la tranquilidad y la paz que tanto necesitaba.

 

La mañana pasó lentamente, todos dormían intentando descansar para estar despejados para la noche y volver a salir de caza.

Gwen fue la primera en levantarse, bajó medio dormida las escaleras y se preparó el desayuno. Había dejado a Spike durmiendo plácidamente en su cama, no entendía cómo lo lograba hacer, cómo después de tantas emociones y acontecimientos podía dormir tan profundamente como lo estaba haciendo. Una sonrisa se dibujó en su rostro cuando recordaba la cara de ángel con la que ella se había topado al despertar por la mañana, el rostro de Spike desprendía una serenidad, una paz que hacía que ella misma se sintiera bien, la tranquilidad con la que dormía el vampiro era digna de admiración dadas las circunstancias. La chica recordaba mientras se ruborizaba cómo se había quedado observando al vampiro mientras éste dormía, cómo había deseado en algún momento acercarse y rozar sus labios con sus dedos e intentar entender en toda su grandeza, cómo se sentía él en una situación tan nueva como extraña. Recordaba que el vampiro se había girado para seguir durmiendo cambiando así de postura y que ella se había sonrojado simplemente con el hecho de estar allí pensando en él.

Con un leve movimiento de cabeza alejó los pensamientos que ahora surcaban su mente y comenzó a prepararse una taza de café. Se sentó a pensar en una de las sillas de la gran mesa de la cocina mientras tomaba pequeños sorbos de la taza.

Poco a poco durante la mañana fueron bajando a la cocina todos los compañeros del grupo, iban sirviéndose el desayuno y sentándose a la mesa mientras charlaban animadamente entre ellos. Comentaban las estrategias que habían puesto en marcha la noche anterior y las que pondrían esa misma noche, era se puede decir así, una charla de trabajo.

En un momento de la conversación Gwen se sintió agobiada. Todo lo que había ocurrido la noche anterior no sólo era nuevo para Spike, para ella tampoco había sido fácil. En un principio dudó del vampiro, no podía olvidar todo el mal que había hecho durante su no-vida pero, el verlo tan desvalido, tan solo, tan perdido hizo que una parte de ella se apiadara de él y confiara en la persona que tenía frente a ella. Ahora sentía que había hecho lo correcto, que él ya no era el temido William el Sangriento, ahora tenía alma, bueno, eso era lo que ella suponía pero algo en su interior le decía que estaba en lo correcto. Aunque sabía que lo de anoche había estado bien necesitaba contar con alguien más, necesitaba que alguien la apoyara en esto, si no se lo contaba a alguien se volvería loca así que separó a Fred de la conversación, la llevó a un rincón de la cocina y le contó todo sin preámbulos.

Gunn miraba inquisitivamente desde la lejanía como conversaban las dos chicas, vio como la cara sonriente de su novia se transformaba primero en un gesto de preocupación para pasar después a un gesto de asombro. Poco después las dos salieron de allí para emprender el camino hacia el dormitorio de Gwen.

 

En pocos minutos llegaron a la habitación, tocaron a la puerta para avisar al vampiro que iban a entrar y pasaron las dos cerrando la puerta tras de sí. En el interior de la habitación encontraron a Spike con gesto de dolor mientras con una mano se frotaba la parte superior de la otra mano. Una quemadura de feo aspecto se veía a través del movimiento rápido de sus extremidades. Las dos jóvenes lo miraban interrogantes mientras él subía los hombros y se sonrojaba levemente. Las chicas comprendieron entonces que lo que había pasado era que el vampiro había comprobado de una forma dolorosa que su naturaleza vampírica era real, que no soportaba que el sol tocase, ni tan siquiera rozase parte de su piel, ya por fin, había asimilado que era un vampiro y eso nadie lo podría cambiar.

Fred se sentó en la cama frente a Spike, lo miraba de una manera escrutadora y penetrante, como intentando averiguar las intenciones del vampiro, intentando conocer si mentía o, si por el contrario, decía la verdad como expresaban sus ojos que mostraban lo perdido que se encontraba. La joven comenzó el interrogatorio para intentar llegar al fondo de todo;

Fred: Bien Spike, me recuerdas??

Spike: No –dijo con tono tímido mientras bajaba la cabeza para evitar cruzar su mirada con la de la chica que permanecía fría e impasible ante él-   No recuerdo nada de mi pasado, lo primero que recuerdo es....., a Gwen –la miró a los ojos y mantuvo la mirada unos segundos. Ella le respondió con una sonrisa tranquilizadora que hizo su cometido en el vampiro. Éste suspiró y cambió de nuevo la mirada a la de Fred que seguía seria y confusa-

Fred: Bien, ya me has dicho que no recuerdas nada, imágenes, caras, personas, .. pero..., recuerdas algo??, no sé, olores, pensamientos.....

Spike: No pero.... –dudó un momento mientras miraba al infinito, después continuó hablando- A veces siento cosas, no recuerdo las caras pero en mi interior sé que conozco a las personas, es como......, un sexto sentido. Por ejemplo, yo no recuerdo haberte visto nunca pero cuando estoy cerca de ti sé que en algún momento de nuestra vida nos vimos y nos llevamos mal, muy mal –la voz del vampiro parecía perderse cada vez más en el silencio- pero sé que después algo pasó, algo cambió y todo fue muy diferente, me equivoco??

Fred: No, por supuesto que no –dijo asombrada mientras observaba la sonrisa melancólica que se dibujaba en los labios del vampiro-

 

Flashback, hacía un año en Sunnydale......

 

Fred había acompañado a Angel en una misión que les había mandado el bufete de abogados Wolfram & Hart. La misión en sí no era muy complicada pero Angel estaba de mal humor desde que ellos le asignaron el trabajo. Tenía que volver a Sunnydale y eso significaba tener que ver a Buffy de nuevo. El vampiro no estaba contento pero acató las órdenes.

Cuando llegaron la noche estaba cerrada, querían hacer el trabajo cuanto antes para poder irse lo más pronto posible. La misión consistía en encontrar a ciertos vampiros a los que llevaban siguiendo desde hacía bastante tiempo y que estaban relacionados con una especie de secta adoradora de Glory. El trabajo era sencillo y si nada salía mal no tardarían en acabar con ellos y sonsacar sus planes futuros.

Las cosas parecían marchar sobre ruedas, se enteraron de que la Cazadora había dejado el pueblo por unos días, Angel pareció revivir, estaba contento por no tener que afrontar el encuentro con Buffy así que relajadamente comenzaron a investigar.

Ellos esperaban un pueblo tomado por las fuerzas del mal, en ausencia de la Cazadora los seres de la noche no tenían muchos impedimentos para apoderarse del pueblo y campar a sus anchas, por eso les pareció raro que Buffy hubiera dejado el pueblo durante unos días aunque su asunto fuera muy importante.

Salieron a investigar, después de que Fred hiciera una llamada a Gunn para preguntar qué tal estaban y qué pasaba por LA salieron de la pensión en la que se hospedaban y fueron de ronda por el cementerio.

La noche era fría pero apacible, el cementerio estaba muy tranquilo, les resultaba extraño que no hubiera más movimiento. De repente un vampiro surgió de la oscuridad y saltó sobre ellos. Angel cayó sobre una lápida quedando aturdido en el suelo mientras el vampiro se acercaba a Fred. La chica, nerviosa por la aparición tan repentina del vampiro empezó a andar hacia atrás y en un intento de sacar la estaca que guardaba en su bolsillo se le cayó perdiendo así la oportunidad de defenderse, la única que poseía después de ver a Angel aun inconsciente en el suelo.

La chica caminaba hacia atrás sin quitarle ojo al vampiro, se veía perdida y acorralada y lo que es peor, veía que lo único que podía hacer era esperar a que una muerte segura que la esperaba justo dos metros delante de sí. Cerró los ojos y esperó a que los acontecimientos simplemente sucedieran. Pasaba el tiempo y nada ocurría, de repente un golpe y ella voló por los aires, ya está, pensó en su interior, ahora vendrá el dolor de esos dientes afilados introduciéndose en mi carne y todo será oscuridad. Lo único que espero es que Angel me mate antes de que yo mate a alguna persona inocente.

Apretó los dientes y esperó a que el vampiro llegase a su lado y acabara con ello pero..., esto tampoco sucedía. Paso un poco de tiempo que a ella se le antojaron horas, no pasaba nada así que abrió los ojos para observar con asombro que alguien estaba luchando con el vampiro. Alguien, no lograba ver quién era exactamente estaba ayudándola y la había salvado. Se levantó torpemente aun afectada por el golpe que había sufrido, se tambaleó y se apoyó en un árbol para evitar caer. Se quedó mirando como esa persona, que no era Angel ya que él aun estaba tumbado en el suelo, luchaba ágilmente contra el vampiro lanzando ataques certeros que pronto terminaron convirtiendo en polvo a su adversario.

La chica seguía teniendo la respiración acelerada por el miedo y la tensión. Su salvador se acercaba a ella con paso firme tendiéndole la mano para ayudarla a levantarse. Ella tomó su mano gustosa y la levantó rápidamente, su fuerza era asombrosa y su brazo fuerte y robusto. La oscuridad de la noche impedía que Fred viera a la persona que le acababa de salvar la vida, se adelantó un poco donde los rayos de luna se colaban entre un claro en el cielo para descubrir con sorpresa que la persona que le tendía la mano era SPIKE!!

La primera intuición que tuvo la joven fue echarse hacia atrás intentando alejarse lo máximo posible de aquel vampiro. Su fama le precedía y además, no había sido el mejor amigo de Angel.

Spike miraba atentamente a la chica y observaba la reacción de ella al verlo. Su cara cambió ligeramente pasando a un gesto de indiferencia, levantó los hombros y se dio media vuelta para irse. Ella lo miró extrañada;

Fred: Pero...., Spike!! No me vas a hacer nada?? Bueno..., no es que yo lo quiera pero....

El vampiro se paró en seco al oír su nombre. Se dio la vuelta y se dirigió de nuevo hacia la chica, ésta se arrepentía de lo que había dicho mientras veía aproximarse al vampiro con paso firme y seguro.

Spike: Nos conocemos?? –dijo mientras sus ojos miraban a la chica de forma escrutadora-

Fred: Bueno..., en cierto sentido sí –dijo mientras señalaba a Angel que se estaba recuperando del golpe- Además, por si no recuerdas nos vimos en LA hace algunos años...

Spike: Ah, sí!!! Ya recuerdo ese momento...... –dijo mientras miraba al vampiro que se levantaba del suelo- Bloody Hell!! Ahora me tengo que encontrar con este soso..., en fin, debo irme, no quiero verle la cara cuando venga hacia aquí...

Fred: Pero...., espera, aun no te he agradecido lo que has hecho por mí......, y por qué?

Spike: Bueno, no tienes que agradecerme nada, Buffy me ha dejado al cuidado del pueblo en su ausencia. Yo ahora me dedico a cazar así que no lo he hecho por ti, es mi trabajo. De todos modos, aunque no tengo que decirte por qué lo he hecho, sólo te diré que he cambiado, que ya no soy el Spike que conociste hace años –su mirada era penetrante y sus ojos azules se clavaban en los de la chica como una ballesta. Se giró y siguió andando- Dale recuerdos al simpático de  Angel –espetó de forma irónica mientras dibujaba una sonrisa irónica en sus labios-

El vampiro desapareció en la noche mientras Angel llegaba al lado de Fred sacudiéndose la ropa con el rostro marcado por la sorpresa;

Angel: Quién era ese??

Fred: Parece mentira que no le olieses pero......, bueno, más tarde te contaré.

Los dos salieron del cementerio para seguir con la investigación. Fred le contó a Angel lo que había ocurrido mientras él estaba inconsciente, todo esto le parecía muy extraño al vampiro así que decidieron visitar a Willow para preguntar sobre el tema. Así fue como se enteraron de la existencia del alma de Spike.

 

Fin del Flashback.

 

Gwen: Qué crees que pudo pasarle a Spike, Fred?? Es extraño que si él......, ya sabes, murió en Sunnydale....., esté ahora aquí con nosotras..., tienes alguna idea?? –rogaba la joven con la mirada-  Tendrá algo que ver con el hecho de que sacrificara su vida por el mundo??

El vampiro al oír esa frase levantó la mirada, hasta ahora habían hablado sobre su muerte y su regreso pero nadie le había explicado cómo y cuándo murió.

Fred al ver la reacción del joven comenzó a relatarle la batalla y lo que allí sucedió, no todo claro, sólo la parte que ellos conocían. Nada sobre lo que pasó en la cueva después de que Faith se marchara de allí era conocido más que por una persona, Buffy, y ella se había encargado de no contar a nadie lo que entre los dos había sucedido.

 

Flashback, batalla de Sunnydale, último Apocalipsis......

 

Todo estaba perdido, los UberVamps se contaban por miles, las potenciales luchaban ferozmente pero poco a poco iban cayendo a causa del cansancio. Spike luchaba valientemente contra sus antepasados, contra los primeros vampiros convirtiéndolos en polvo con una rabia y una fuerza sacados del dolor de su alma. Buffy y Faith luchaban contra ellos utilizando la Guadaña que pasaba de cazadora en cazadora terminando con la vida de muchos vampiros. Su fuerza era muy grande pero no lo suficiente, el número de vampiros crecía vertiginosamente, cuando mataban uno aparecían cincuenta para cubrir su baja, todo estaba perdido hasta que..........un poderoso haz de luz empezó a surgir del medallón que Spike llevaba colgado de su cuello. Una luz blanca, cegadora, purificadora que exterminaba a cuantos vampiros se encontraba por el camino, una luz que destruyó no sólo el colegio y el Hellmouth, sino que se llevó con ellos al valiente vampiro que lo portaba. Así murió William El Sangriento, alias Spike, cayó desintegrado valientemente para que el mundo lograse tener un nuevo y floreciente día.

 

Fin del Flashback.

 

Spike escuchaba sin perder detalle como Fred le relataba su propio epitafio. Se sintió orgulloso de haber protagonizado esa hazaña, él que hasta hacía poco se avergonzaba de ser quien era, se sentía por primera vez orgulloso de ser un vampiro, aunque fuera por el hecho de tener su alma. Intentaba recordar lo que sucedió aquella noche pero por más que lo hacía ninguna imagen, ningún sentimiento, ningún olor llegaba hasta su cerebro para ayudarlo en su misión, era como si su propia mente se hubiera encargado de esconder sus sentimientos en lo más profundo de su ser para no ser nunca más encontrados.

Las chicas le preguntaron por Faith y Buffy, querían saber si las recordaba, el chico negó con la cabeza mientras un agudo pinchazo de dolor atravesaba su cuerpo al escuchar esos nombres dejando a un Spike más confundido y asustado que antes. No recordaba a esas chicas pero en cambio, algo en su interior le decía que sí, que las conocía. No sabía de dónde le venía tanto dolor, cerró los ojos para intentar olvidarlo y cuando pasó, los abrió de nuevo para observar a las dos chicas que le miraban atentamente frente a él. Les sonrió levemente y se encogió de hombros.

Fred: Bueno, es hora de que bajemos abajo, no queremos que nadie sospeche, verdad? –miró alternativamente a Gwen y Spike- Angel debe estar a punto de levantarse....

Spike: Angel??? Quién es él??

Las chicas se miraron con la preocupación dibujada en el rostro, no iba a ser fácil decirle a Angel que su mayor rival había vuelto de la muerte y estaba junto a ellos....

Gwen: Bueno, de eso hablaremos más tarde –dijo intentando evitar el escamoso tema- Ahora descansa, después vendré a curarte esa herida –dijo señalando la quemadura que tenía el vampiro en la mano- No hagas más comprobaciones, quieres? –una sonrisa infantil y tierna se reflejó en su rostro mientras las dos jóvenes salían de la habitación camino de la cocina-

 

                                                                                           Capitulo 5