Un amor más allá de la muerte:

 

     Capítulo VI                 

 

Habían pasado ya varias horas desde el altercado que casi cuesta la vida a Spike. Fred y Gunn   habían salido a dar un paseo, necesitaban darse algo de tiempo los dos solos, tanto tiempo con el grupo hacía que sintiesen la necesidad de escapar de vez en cuando. Spike estaba en la habitación dormitando, habían sido demasiadas emociones para el primer día desde su reaparición en el mundo de los vivos. Gwen estaba sentada en una silla en el salón, sólo pensando, pensaba en su comportamiento cuando estaba frente a Spike, pensaba en las razones que le debería de dar a Angel para que no la echara de allí después de todo lo que él había hecho por ella, pensaba en lo anormalmente nerviosa y sensible que se sentía últimamente. Su rostro estaba serio, estaba compungida por todo lo que había pasado esa mañana, se sentía mal por Spike pero también se sentía mal por Angel, debería habérselo contado antes, se repetía una y otra vez, su cabeza no dejaba de dar vueltas a la misma idea. Estaba tan concentrada en sus pensamientos que no se dio cuenta que Angel se acercaba por detrás. Comenzó a hablarla de repente, ella no se lo esperaba, pegó un respingo asustada y miró al vampiro fijamente;

Angel: Desde cuándo está aquí, pequeña??? –su voz era suave, parecía que el enfado se le había pasado, intentaba no poner nerviosa a la chica que mostraba ante él su cara de disgusto por lo ocurrido-

Gwen: Desde ayer por la noche, cuando vinimos de cazar sentí la necesidad de tomar el aire, estar entre estas cuatro paredes me agobiaba más de lo normal – la chica tomó aire y tragó saliva para seguir hablando- Anduve un buen rato por las calles desiertas, me alejé demasiado pero no me di cuenta hasta que volvía para casa. En un callejón oscuro oí un ruido extraño, entré y......., allí encontré a Spike perdido y asustado, solo y desnudo – la voz le temblaba por la emoción de recordar el momento en que los dos se encontraron, el momento en que se salvaron el uno al otro-

Lo traje aquí, no me pareció una mala idea, él estaba tan.............., tembloroso y asustado..., no pensé que todo esto podría pasar, nunca pensé que... –los ojos de la chica se volvieron a llenar de lágrimas. El vampiro se puso en cuclillas frente a ella para que pudiera ver su rostro, para que pudiera observar su mirada tranquilizadora-

Angel: No te preocupes, Gwen, no pasó nada, tranquila, no ha sido tu culpa. Ahora descansa, voy a hablar con él un rato, hay cosas que debe explicarme....

La chica cambió el gesto de su rostro, ahora expresaba una sorpresa y una angustia que no pasó desapercibida por el vampiro...

Gwen: Pero Angel, él no recuerda nada y además....

El chico no la dejó continuar.

Angel: No voy a hacerle daño, sólo voy a hablar con él, nada más.

Dicho esto el vampiro salió en dirección a la habitación de la joven dejando a una chica preocupada por lo que pudiera pasar entre ellos. Angel no se creía todo ese cuento de la amnesia y de todo lo demás, averiguaría la verdad aunque fuera lo último que haría en su vida.

Llegó a la habitación en pocos minutos, entró sin llamar sobresaltando al rubio vampiro que estaba tumbado tranquilamente en la cama. Se sentó frente a él ante su sorpresa.

Angel: Bueno, bueno, Spike, veo que no has cambiado mucho, sigues tan mentiroso como siempre, has conseguido engañar a los demás pero...., conmigo lo tendrás un poco más complicado, tendrás que hacerlo mejor.

Spike lo miraba atónito, no entendía lo que le quería decir, recordaba algún sentimiento de odio hacia aquel ser pero no sabía exactamente lo que había pasado entre ellos. Angel continuó su interrogatorio;

Angel: Has conseguido engañarlas como hiciste con Buffy, sé que no eres tan bueno como aparentas, sé que ella y tú tuvisteis algo y que si no hubieses muerto... –en sus palabras se discernía el odio que sentía hacia aquel rival, un enemigo que le había robado lo que era suyo, a la chica de sus sueños, a Buffy. Los celos lo comían por dentro mientras Spike seguía impasible con la mirada cada uno de los gestos del vampiro-

Spike se levantó de la cama y se sentó desafiante frente a Angel, una punzada de dolor atravesó su cuerpo al oír el nombre de aquella chica a la que no recordaba pero, que según el vampiro que lo miraba furioso, debía de conocer muy bien.

Spike: No sé de qué me hablas. No recuerdo nada de mi anterior vida, lo primero que recuerdo es estar en un lúgubre callejón y......, a Gwen – su voz expresaba muchos sentimientos encontrados-

Angel: Mientes!!!! – se exasperaba pensando en todas las mentiras que estaba contando, intentando quedar bien ante ellos- Spike, sólo te lo preguntaré una vez más, cómo demonios has regresado y con qué intenciones??

Spike: Bloody Hell!!! – el vampiro cada vez se enfadaba más - Te he dicho que no recuerdo nada de lo que pasó, aparecí de la nada o al menos eso es lo es lo que yo recuerdo. No me acuerdo ni de ti, ni de Buffy ni de Fred, ...., de nadie!!! – expresaba mientras de él surgía toda la tensión que el desconocimiento de su pasado le producía- Estoy harto de que me preguntéis cómo y por qué estoy aquí...., porque no lo sé – su furia era tal que sin saberlo había transformado su rostro en el de vampiro haciendo que Angel se pusiese en guardia- Déjame en paz de una vez, si quieres me iré del Hotel pero no me acoses con tantas preguntas que no tienen respuesta, al menos por mi parte –su voz se apagaba por la emoción-

Angel se quedó pensativo, quizás era verdad después de todo que no recordaba a nadie. Se levantó mientras pensaba en esa posibilidad, no había otra razón para que el vampiro actuara así, de ese modo, nunca había sido un gran actor y menos aun cuando se mencionaba el nombre de Buffy. Cuando minutos antes lo había mencionado, no experimentó en el vampiro un gran cambio, eso lo había dicho todo. De repente sonrió levemente, se le ocurrió una idea para descubrir si decía la verdad o no. Si el plan salía bien y descubrían que mentía, acabaría con él de una vez por todas aunque en su interior llevara un alma, estaba harto de ese teñido......, si por el contrario se demostraba que no mentía, que no los conocía y que no recordaba su pasado, él mismo le ayudaría a averiguar de dónde vino y por qué, se prometió a sí mismo.

Angel: Bien Spike ....– dijo mientras lo miraba fijamente a los ojos con una mirada fría y escrutadora- Esta noche vendrás con nosotros de caza, si vas a quedarte aquí a vivir deberás compartir las tareas que todos tenemos, está claro???

Spike afirmó con la cabeza sin mucha seguridad.

Spike: Pero....., yo no sé cazar.. – dijo sonrojándose ligeramente apartando la mirada de la del vampiro- yo.....

Angel: Tranquilo, si es verdad que no recuerdas nada de tu pasado, no sabrás que fuiste un gran luchador y un buen guerrero, y eso créeme, no se olvida ni aunque la muerte esté por medio, lo sé por experiencia -  su voz temblaba al recordar el momento en que  él murió y regresó loco, perdido y desorientado haciendo daño a la persona más importante que había en su vida por aquel entonces, a su amor Buffy – Bueno, pues decidido –su tono aumentó de intensidad como si hubiera recobrado la energía de repente- esta noche saldrás con el grupo de caza. Ahora descansa y prepárate para el combate.

Dicho esto giró sobre sí mismo y salió de la habitación cerrando despacio la malograda puerta dejando a un Spike sorprendido y nervioso ante la futura e incierta noche.

 

La tarde pasó despacio y muy tranquila. Todos estaban ocupados en sus cosas, el rubio vampiro intentaba recordar algún movimiento de lucha pero no recordaba nada, sólo tenía un persistente dolor de cabeza que le volvía loco. Intentaba hacerlo menos intenso agarrando con fuerza su cabeza con las manos como si así consiguiera algo pero no lo lograba. Parecía como si todos los recuerdos de su pasado intentasen salir a la vez provocándole el dolor.

Gwen seguía pensativa en el salón, conocía el plan del vampiro, no estaba segura de que fuera lo mejor, ella creía que era demasiado pronto para Spike pero...., cuando algo se le metía a Angel en la cabeza sabía que no había forma posible de hacerle comprender y cambiar de idea.

 

La noche llegó pronto, era una noche calurosa pero el cielo estaba encapotado y las nubes hacían que la luna se escondiera temblorosa provocando una gran oscuridad. El grupo estaba preparado para salir a cazar, estaban armados y mentalizados para la lucha diaria que era vivir en una gran ciudad como LA. Spike movía las manos nerviosamente, esto era nuevo para él y sentía que no estaba preparado. Todos se miraron, sólo faltaba Angel por llegar y tan pronto como lo haría saldrían del Hotel. Gwen miraba de reojo al vampiro, sabía que no estaba pasando por buenos momentos, se le veía nervioso y alterado, no paraba de moverse de un lado a otro. La chica se acercó a él y le apoyó su mano sobre el hombro en un intento de tranquilizarle. Él sonrió y suspiró profundamente. Pareció que los nervios se disipaban lentamente pero esto no era más que la calma que precede a la tempestad. Cuanto más cerca estaba el gran momento, el momento estelar, más nervioso se ponía y comenzaba de nuevo la danza de sus manos y su cuerpo en sintonía con la dulce balada de la incertidumbre.

Angel no tardó en llegar a donde el grupo se encontraba reunido, todos se miraron y afirmaron con un movimiento de cabeza, estaban preparados. Salieron todos juntos, bromeando y soltando alguna risotada. Caminaron durante varios minutos, habían tenido un chivatazo, un grupo de demonios se había hecho con el poder de un barrio de las afueras, un barrio marginal pero el grupo cada vez era más numeroso y poderoso, debían pararlos a tiempo antes de que se hicieran invencibles.

Poco a poco el paisaje que se encontraban a medida que avanzaban era cada vez más triste, más pobre. Las casas a medio derruir, gente tirada en el suelo intentando encontrar un poco de calor en el frío cemento, ratas correteando por todos los lados, un lugar terrible ya no para vivir, sino simplemente para sobrevivir. Los chicos iban sintiendo como sus corazones se oscurecían por la pena y la lástima por una pobre gente que se veía obligada a malvivir en condiciones infrahumanas. Eran presa fácil, nadie los echaba de menos y, en muchos casos, ni ellos mismos deseaban otra cosa más que morir lo antes posible para no seguir viviendo ese infierno y poder descansar por fin en paz.

Los chicos tenían que ir sorteando a los vagabundos que dormían en la acera, Spike miraba atónito tanta tristeza, tanta pobreza, su pobre alma le dolía sólo de pensar en el sufrimiento de esa gente para seguir viviendo cada día. La mayoría de ellos se refugiaba en el alcohol que, por unos momentos, les ayudaba a olvidar la terrible vida que les había tocado vivir y les reconfortaba con un calor que pronto se disipaba para dejar paso de nuevo al frío y a la soledad.

Al final de la calle parecía que todo cambiaba, no había ninguna persona en el suelo, no había ni siquiera ratas, estaba desierto. Todo esto significaba que estaban cerca, que la guarida de los demonios no se encontraba lejos de allí.

Angel los miró, a cada uno de ellos haciendo señas con la cabeza dirigiendo el ataque. Fred y Gunn debían de ir por el lado derecho de la gran nave situada en el centro de la calle. Spike iría solo por la entrada trasera y Angel acompañaría a Gwen por la entrada lateral. Todos se miraron y supieron que era el momento. Spike no estaba muy convencido de aquello, además de no recordar el arte de la lucha, le había tocado ir solo así que no se podía permitir ningún fallo o sino sería fatal para él. Cada uno ocupó su puesto, no sabían a ciencia cierta el número de demonios que se encontraban en el interior de la nave pero debía de ser numeroso por la algarabía que se oía en el interior. Angel dio la señal y todos entraron.

 

La nave era enorme por dentro, la oscuridad era menor ya que poseían luces en el techo y antorchas en los extremos que desprendían una luz intensa surgida de una llama alimentada con gasolina. El olor era nauseabundo, en las paredes grandes manchas de humedad que se mezclaba con manchas de sangre humana teñía la estancia de un color de muerte. En la parte delantera de la nave se alzaba desafiante una plataforma en la que existía una gran jaula donde varios humanos luchaban entre ellos por sobrevivir mientras los demonios jaleaban y animaban el espectáculo.

Angel hizo un reconocimiento rápido, calculó que habría unos treinta o cuarenta demonios, un número demasiado elevado para cinco personas. Miró a su alrededor y vio que los demás estaban ya en sus puestos, Spike en la parte trasera y Gunn y Fred en el otro extremo. Con un rápido movimiento de mano comenzaron a avanzar. Se toparon primero con dos demonios, debían de ser los vigilantes, eran de una especie desconocida para el grupo, a Angel le recordaba algo pero no podía recordarlo en ese momento. Acabaron con ellos fácilmente y siguieron su camino.

 

El jaleo que allí había montado era increíble, el eco de la nave hacía que los ruidos se exageraran mucho más de lo que verdaderamente eran. Se habían acercado ya demasiado a los demonios, era el momento en que ellos se acercaran a los chicos;

Angel: Hola chicos!!! Os hemos venido a hacer una visita!!!

El ruido de repente cesó. La nave se cubrió de un manto de silencio y de muerte. Los chicos, armas en mano, esperaban el acercamiento de los demonios que ya comenzaban a correr hacia ellos.

La lucha comenzó. Los chicos iban destrozando cabezas y partiendo brazos y piernas, Spike permanecía quieto, sin saber qué hacer mientras el resto del grupo terminaba con los demonios. Angel lo miraba de reojo, después de todo era verdad que no recordaba la lucha ni su pasado, un pinchazo de dolor en su conciencia al haber metido al vampiro en la boca del lobo lo hacía sufrir mientras luchaba por sobrevivir.

Un grupo elevado de unos quince demonios se unió para atacar en grupo, cuatro fueron hacia Angel, dos hacia Spike, tres hacia Gwen y seis hacia Fred y Gunn.

Angel mató a dos de ellos fácilmente, los otros dos se resistían bastante a morir, Spike estaba siendo golpeado por los dos demonios, no podía reaccionar, no sabía reaccionar, tenía los músculos entumecidos y su mente volaba escapando de su cuerpo sin poder hacer nada por defenderse. Uno de los demonios lanzó al vampiro contra la pared recibiendo un gran golpe en la cabeza, una gran brecha se abrió paso en su frente haciendo que el vampiro se retorciera de dolor mientras seguía siendo golpeado por sus adversarios. Gunn y Fred tenían dominados a los suyos. Los dos demonios se aproximaban a Gwen mientras ella observaba cómo Spike recibía golpes por todos los lados sin intentar siquiera defenderse;

Gwen: Spike!!!! Lucha, por Dios!!! Defiéndete!!!! – decía mientras se disponía a atacar a los dos demonios. Elevó sus manos y cerró los ojos en señal de concentración. Cuando los monstruos se acercaron lo suficiente les lanzó un rayo que hubiera matado a cualquier ser vivo pero.........., algo no iba bien. Los demonios en vez de caer fulminados seguían en pie y parecían enriquecerse con la energía que desprendía la chica. La joven con el rostro aterrorizado vio como uno de los monstruos se acercaba a ella y la lanzaba contra la pared dejándola inconsciente-

Spike vio horrorizado como la chica volaba por los aires y se estrellaba contra la pared emitiendo un ruido terrible que se introdujo en lo más profundo de su ser, algo en su interior pareció cambiar al ver lo que le estaba sucediendo a la chica, una gran energía sacada del odio y del miedo por perder a Gwen hizo que el vampiro comenzara a luchar, a pelear contra esos seres que estaban dañando a la joven que tanto lo había ayudado.

Spike: Nooooooo!!!!!!!!! – gritó tan alto que el resto del mundo pareció enmudecer. Después de terminar con sus dos demonios salió corriendo hacia la chica que estaba siendo golpeada por dos de esos monstruos mientras permanecía inconsciente en el suelo, como inerte-

Llegó a su lado en pocos segundos y acabó de dos certeros golpes con los monstruos que estaban destrozando el cuerpo de la joven. El vampiro cayó de rodillas a su lado y apartó dulcemente el pelo de la cara de la chica. No se movía, parecía que no respiraba. Aproximó su boca a la de Gwen y comenzó a meterle aire poco a poco, sus pómulos se hinchaban con cada movimiento del vampiro, parecía no reaccionar, el color totalmente pálido de sus mejillas no auguraban nada bueno.

 Spike: No, Gwen, no me dejes ahora, tú me has salvado...., deja que yo haga lo mismo por ti, por favor pequeña!!!! –suplicaba mientras acariciaba su pelo-

Siguió metiendo aire en sus pulmones, siguió metiendo vida en ella, su color poco a poco fue cambiando a un color rosado que tranquilizó al vampiro.

Por detrás llegó Angel corriendo y de un fuerte empujón apartó a Spike de su lado lanzándolo lejos y se arrodilló junto a ella. Spike los miraba con el miedo en los ojos, se sentía solo, asustado y herido por el desplazamiento que siempre sufría por los demás, Algo en su alma le decía que toda su vida había sido igual, que siempre quedaba por debajo de los demás, siempre lo hacían sentirse muy pequeño, todos....... menos ella, ella siempre lo apoyaba y lo animaba, una sonrisa se dibujó en sus labios al recordarla.

Angel: Gwen, estás bien?? Contesta por favor, .........., Dios!!!

La chica abrió lentamente los ojos, en su mirada estaba reflejado el dolor que sentía en todo su cuerpo, con un gran esfuerzo pudo hablar haciendo que Spike suspirara aliviado;

Gwen: Estoy bien, Angel –una mueca escenificando una sonrisa se dibujó en sus labios mientras suspiraba intentando maquillar el dolor que sentía por todo su cuerpo- Si hemos terminado, podríamos irnos a casa, verdad???

El vampiro asintió mientras miraba alrededor para cerciorarse de que habían terminado con todos los demonios, la cogió con cuidado intentando moverla lo menos posible. Debía de tener alguna costilla rota así que los movimientos bruscos los tendrían que evitar sobremanera.

Angel: Regresemos a casa, tenemos una compañera a la que cuidar.

Todos siguieron a Angel mientras Spike permanecía en el suelo sentado, viendo toda la escena. Una mirada de odio cruzó por sus ojos como un rayo que cruza el firmamento en plena tormenta mientras se levantaba y los seguía;

Spike: Estúpido Angel!!!! Qué demonios te crees que eres para tratarme así!!!?? Anda con cuidado conmigo –dijo mientras apretaba la mandíbula haciendo que su rostro se endureciese como el Spike de antaño- He vuelto!!

 

Todos se dirigieron camino del hotel, otra noche más había pasado en la ciudad de LA.

 

     Capítulo VII  

 

Llegaron al hotel en unos minutos, el camino había sido tranquilo, iban todos en silencio, con el rostro serio. Spike iba pocos metros por detrás con un gesto de preocupación dibujado en su cara.

Entraron al hotel y todos juntos se dirigieron a la habitación de Gwen. Angel la colocó con suavidad sobre la cama y la tapó paternalmente mientras acariciaba dulcemente su pelo. La miraba fijamente, los demás detrás de ellos esperaban a que el vampiro la dejara para poder hablar con ella. Fred se adelantó y habló con Angel, los dos decidieron llamar al médico cuanto antes, era importante desechar la idea de que la chica podría tener algo más grave. Fred salió de la habitación y se dirigió al piso de abajo a llamar, momentos después volvía indicando que el médico estaba al llegar.

 

No tardó en aparecer, llamó a la puerta y entró. Subió las escaleras y entró en la habitación. Mandó salir a todos, Angel insistió en quedarse mientras los demás salían poco a poco con aire preocupado. Cerraron la puerta tras de sí y esperaron apoyados en la pared el diagnóstico del doctor.

Pasados unos minutos que a los chicos se les antojaron horas el médico salió y sonrió a todos;

Médico: Tranquilos, se pondrá bien, sólo tiene unas costillas rotas, deberá permanecer en cama durante una temporada, sin hacer esfuerzos y sin preocupaciones –dijo mientras miraba a los ojos a cada uno de los allí presentes- Está consciente y habla lentamente, no la fuercen mucho, no le conviene –sonrió sinceramente- Bueno, ya está hecho todo lo que podía hacerse, ahora sólo es cuestión de ella, que tenga ilusión y ganas por recobrar las fuerzas lo antes posible y para eso deben ayudarla –dijo mientras salía ya del pasillo camino de la salida del Hotel-

Fred: Muchas gracias, doctor, le agradecemos la rapidez con la que ha venido, sé que es usted un hombre muy ocupado.....

Médico: De nada, señorita, es mi trabajo –dijo mientras sonreía a la joven que lo miraba fijamente-

Dicho esto salió del Hotel y se perdió en la oscuridad de la noche.

 

Angel permaneció largo rato conversando con la chica en el interior de la habitación, sus voces se elevaban altas y claras en el pasillo del Hotel, sus voces eran como un murmullo del que no podían discernir palabra alguna pero que los tranquilizaba. Los demás esperaban su turno para visitar a la joven.

El vampiro se sentó en la otra cama sin dejar de mirarla. En sus ojos estaba reflejado la culpa por no haber sido él quien la salvara, se sentía agradecido a Spike por haberlo hecho pero una punzada de celos le recorría todo su cuerpo quemándole por dentro;

Angel: Qué tal te encuentras, pequeña?? – la chica le miró fijamente, creía recordar que alguien la llamó así antes, cuando estaba inconsciente pero no lograba recordar quién había sido, supuso que fue Angel. Los recuerdos estaba borrosos pero recordaba........, unas palabras dulces en su oído-

Gwen: Bien gracias Angel........ –la voz le temblaba por la emoción- gracias por todo, no sé qué hubiera hecho sin ti, gracias por haberme salvado, sino.......... no sé dónde hubiera acabado...

Angel: Bueno.... - dijo bajando la mirada evitando la de ella que la buscaba esperando respuestas- fue Spike quien te salvó – la chica dibujó una mueca de asombro mientras el vampiro relataba lo ocurrido durante la batalla. Terminado el relato...- Bueno, así es como sucedió, hasta después de lo que te ocurrió no recordé de qué me sonaban aquellos demonios, son de una clase muy extraña por esta zona, vi uno hace mucho tiempo ya en Sunnydale –su voz tembló por un momento al recordar el pequeño pueblo que tantos recuerdos le traía- Son de una raza llamada Zosh, se alimentan de energía, por eso no les hiciste daño con tus descargas, lo único que les hicieron fue ponerlos más fuertes y agresivos, alimentarse de ellas.

La chica lo escuchaba atentamente mientras asentía con la cabeza. Después el vampiro se levantó y se dirigió a la puerta. La miró de nuevo y salió. Fuera tocó ligeramente el brazo de Fred indicando que podía entrar pero que no la cansara demasiado, había sido una noche demasiado movida para la joven. Angel se alejó pasando por delante de Spike sin siquiera mirarle y salió del Hotel para poder sentir el aire fresco en su rostro e intentar olvidar esa noche.

 

Fred entró despacio para no sobresaltar a la chica que estaba tumbada pensativa. Se sentó mirándola y sonriendo mientras charlaban animadamente. Las dos bromeaban y de vez en cuando un pinchazo de dolor hacía que la cara de la joven se contrajera. Fred estuvo con ella un rato y se dispuso a salir. Gwen entonces la llamó y le dijo que se acercara susurrando algo al oído a su amiga. Fred asintió y salió de la habitación.

 

Spike estaba situado frente a la puerta, apoyado en la pared fumando un cigarrillo, miró a la chica que salía en ese momento y habló con voz serena;

Spike: Fred!! – dijo siguiendo un momento a la chica y captando su atención mediante el movimiento de su mano- Qué tal está?? –la miraba tiernamente mientras suplicaba una respuesta con su mirada-

Fred: Está bien, cansada pero bien.

Spike: Ok, gracias

Dicho esto el vampiro comenzó a irse hacia la calle algo más calmado. La chica observaba pensativa como se alejaba con aire pensativo;

Fred: Pero....., no vas a pasar a verla???

Spike se dio la vuelta y habló con franqueza;

Spike: Está cansada, no quiero molestarla, ya la veré en otro momento....

Fred entonces se acercó al vampiro y se interpuso en su camino;

Fred: Ella me dijo que quería verte, que en cuanto saldría te avisara de que pasaras...., no podrás negarle una petición así a una pobre herida, verdad??? – dijo guiñando un ojo mientras golpeaba ligeramente con su puño cerrado el hombro del vampiro- Anda pasa, te está esperando.

El vampiro sonrió sonrojándose ligeramente y dio media vuelta dirigiéndose a la habitación de Gwen que descansaba ahora mirando por la ventana desde la cama. La luz de la luna salía de entre unos nubarrones pareciendo dar la bienvenida a la chica de nuevo a la vida. Spike entró y cerró la puerta tras de sí. El ruido de la puerta al cerrarse captó la atención de la chica que ahora lo miraba fijamente mientras él se acercaba a ella con seguridad. Se sentó cerca de ella, los dos se miraron a los ojos.

Gwen: Hola!! – dijo sonrojándose ligeramente- Yo....

Spike: No hables si estás cansada, no quiero que te hagas daño...

La chica lo miró envelesada y sonrió levemente. Levantó la mano y acarició la del vampiro dulcemente.

Gwen: Quería darte las gracias por... – la chica tomó aire y tragó saliva, se le hacía difícil hablar a causa de la emoción que la embargaba- ....por salvarme la vida antes –los ojos de la chica se cubrieron de lágrimas- Sé que no estabas preparado para la lucha – hablaba mientras miraba la brecha que el vampiro tenía en su frente- y aun así has sido capaz de salir vivo y de ayudarme a mí, ...., muchas gracias Spike –Sonrió levemente a la vez que una mueca de dolor se dibujaba en sus labios-

Spike: Bien –dijo visiblemente emocionado por sus palabras y por el gesto de dolor de la chica –ahora descansa, mañana hablaremos más tranquilamente –se levantó y arropó a la joven que sentía su aliento cerca de su cuerpo haciendo que todos sus músculos se tensaran-

Gwen: Vale, hasta mañana entonces.....

Los dos se despidieron con la mirada mientras el vampiro salía de la habitación. Esa noche pasó rápida para todos excepto para uno de ellos.......

 

En otro lugar de la ciudad, hospital donde Cordelia descansa........

 

Angel llegaba como cada noche al hospital a visitar a su amada, esa noche era más tarde, los acontecimientos sucedidos en aquel frío y lúgubre pabellón habían hecho que su visita de rigor se vería desplazada a un segundo plano.

Entró con un gesto sombrío y serio al dormitorio donde yacía Cordelia como siempre, quieta e inerte, triste y sola como era habitual. Se quedó mirando fijamente cada una de sus bellas facciones, cada una de sus perfectas y maravillosas curvas que lo hicieron enamorarse antaño y volverse loco por ella.

 

Flashback, meses antes del accidente de la joven....

 

La relación entre Angel y Cordelia era cada vez más estrecha, sus miradas que tantas veces se perdían en el interior de sus ojos se cruzaban una y otra vez expresando todo el amor que sentían el uno por el otro sin atreverse a expresarlo con palabras. Sus corazones estaban unidos por un lazo muy fuerte, si el de él pudiera latir sería capaz de salirse del pecho por la intensidad de su amor ante esa bella mujer que tan indiferente había pasado en su estancia en Sunnydale, hacía ya mucho tiempo. Ahora, los dos unidos sólo por sus miradas se sentían y revivían cada momento juntos como si fuera el último que pasarían el uno con el otro.

Una noche totalmente encapotada en la que la oscuridad cubría todo lo que salía a su encuentro se encontraba Angel en la azotea del Hotel Hymperion pensando, sólo sintiendo el aire que azotaba dulcemente su bello rostro mientras gotas de lluvia comenzaban a surgir de un cielo negro y oscuro.

La noche traía la serenidad y la tranquilidad que el vampiro necesitaba después de una dura lucha. Cerraba los ojos y sólo sentía los olores, los ruidos que la ciudad de LA le obsequiaba cada noche haciendo que todo su cuerpo se descargase de sus tensiones y se relajase para poder afrontar otro día más su dura y solitaria vida de héroe. Algo le faltaba, no estaba completo, su alma sufría aun por los crímenes cometidos en su pasado, Buffy aun ocupaba un lugar en su corazón pero su imagen era ahora como una sombra que poco a poco se desvanecía hasta desaparecer. El vampiro ya estaba libre de ella, había pasado por fin página y su alma y su corazón podían descansar para así reconciliarse consigo mismo.

Estaba sumergido en sus pensamientos cuando una presencia tras de sí lo sacó de ellos, se dio la vuelta rápidamente para observar como Cordy estaba frente a él, bella incluso envuelta en oscuridad, bella incluso triste y sola.

Angel se acercó poco a poco a la chica  sin quitar sus ojos de encima de los de ella. Caminaba ensimismado hacia la preciosa mujer que se erguía triunfante y seductora frente a él mientras las gotas de fría lluvia hacían que el vestido de gasa blanco se le pegara en su cuerpo marcando cada una de esas curvas que lo hacían volverse loco de pasión. El contacto de su cuerpo con el agua de las gotas que surgían del oscuro cielo hacía que éste reaccionara y se contrajese y endureciese por una especie de lujuria que la embargaba al estar frente al vampiro.

Angel llegó cerca de ella, tan cerca que notaba su aliento sobre su piel, tan cerca que sentía como sus músculos se volvían locos al sentir su presencia. Se siguieron mirando a los ojos, ella pudo ver, pudo sentir la soledad que lo embargaba, la tristeza que lo envolvía. Con una mano rozó el rostro del vampiro mientras de sus miradas surgía el fuego de la pasión. Él cerró los ojos intentando sentir esa mano cálida y amable que lo hacía volar fuera de su cuerpo y alejarse de los pensamientos y la soledad que lo atormentaban todas las noches. Ella lo miraba con mirada tierna y amorosa mientras acariciaba el cuello de la persona que tenía frente a ella, una persona que se había convertido en la más importante del mundo, de su mundo. Atrás habían quedado los tiempos en los que él y ella se odiaban, los tiempos en los que su relación era tormentosa y difícil, mucho habían cambiado los dos, para bien. La madurez había hecho presencia en ella, el olvido ya de su pasado había tranquilizado al vampiro que miraba el futuro con esperanza.

Sus labios se iban acercando poco a poco hasta unirse en un tierno y deseado beso que sellaba lo que ambos ya sabían y sentían, que su amor era verdadero y que se necesitaban el uno al otro para sentirse bien, para sentirse completos. Angel la observaba de cerca, en lo más profundo de su corazón sabía que nunca llegaría a ser completamente feliz, ni con Cordelia ni con nadie. El miedo a perder su alma y su identidad lo acompañaría siempre.....

Allí, bajo un cielo oscuro y triste, su amor, un amor completo y fiel, un amor precioso y eterno se unió y se confirmó ante el oscuro firmamento.

Los dos poco a poco se fueron tocando, se fueron sintiendo. La ropa caía como una cascada en primavera, los besos corrían cubriendo sus cuerpos haciendo que se endureciesen por la pasión. Allí, los dos se fundieron el uno en el otro haciendo que su amor se completase. Los dos se demostraron su amor hasta el nivel más alto de pasión y amor, de sexo y lujuria bajo el cielo de la ciudad de LA.

 

Fin del Flashback.

 

Angel la miraba con lágrimas en los ojos mientras recordaba el día en que los dos se convirtieron en uno solo. Tantas cosas habían pasado desde entonces....., la lucha en la que ella casi perdió la vida y que la había obligado a yacer quieta y dormida en una cama de un hospital mientras él se martirizaba por no haberla podido salvar.

Esta noche, se repetía él una y otra vez, casi sucede lo mismo, casi se repite la misma historia, esta vez con Gwen pero, la rápida actuación de Spike, sólo pensar en él hacía que sus músculos se tensasen, la habían salvado de una muerte segura. Él no había sido capaz de protegerla como tampoco lo fue de proteger a su amada....

 

Flashback, horas antes del accidente de la joven......

 

Era otra noche como las demás, el grupo se preparaba para salir de caza, todos estaban preparados y armados. No tenían ninguna misión en especial, sólo salir y convertir en polvo a algún vampiro que caminase esa noche con ganas de alimentarse por las calles de la ciudad.

Los chicos salieron alrededor de la medianoche, sus rostros eran de felicidad, llevaban mucho tiempo sin bajas y las calles eran cada vez más seguras, los demonios y los vampiros se lo pensaban dos veces antes de salir a cazar.

Paseaban tranquilamente como si de personas normales se tratasen, era un grupo grande así que no pasaban precisamente desapercibidos. Entonces Angel tuvo una idea, una idea que al final resultó fatal para su amada. Decidió que el grupo debía de separarse en contra de todo lo que había dicho y creído hasta ahora. Así podrían abarcar más terreno y pasar más inadvertidos. Así lo hicieron, él y Cordy fueron a las cercanías del ancho río que atravesaba la ciudad y la dividía en dos, a un paseo en el que las desapariciones eran muy frecuentes. El resto del grupo fue a las cercanías de la Iglesia de San Nicholas, de todos era conocido que en sus inmediaciones un nido de demonios sembraban el terror en el pequeño barrio de Pitesburg.

Angel y Cordy paseaban como dos enamorados por las orillas del río mientras la luna se reflejaba en sus aguas. Sus manos unidas y sus labios rozándose hacía que los dos parecieran una pareja normal aunque ellos sabían que nunca lo serían, un vampiro y una medio demonio no era el prototipo de pareja ideal, pero, en esto residía lo especial. Él podía hacer el amor con ella, sentirla sin temor a perder su alma ya que su felicidad nunca sería del todo completa por su miedo a perderla y a convertirse de nuevo en un monstruo, había llegado al máximo de amor que podía ofrecer sin resultar peligroso y dañino, por fin había encontrado a su alma gemela, una persona con la que se divertía, reía y lloraba y con la que se sentía el ser más feliz del mundo. Ella por su parte se sentía especial en sus brazos, se sentía protegida y amada, querida y añorada. Todo era felicidad para la pareja.

De repente un grupo de demonios salió al paso de la pareja sorprendiéndolos. Angel y Cordy se pusieron en guardia y mientras sonreían sacaban de entre sus ropas las armas que llevaban escondidas. La pelea no era fácil, cada vez aparecían más demonios y les era complicado acabar con todos ellos. El grupo de horribles seres separó a la pareja, mientras luchaba, Angel observaba de reojo como su amada luchaba valientemente contra ellos, se defendía bien y acababa con muchos de ellos, eso le llenaba de orgullo, esa era su chica, pensaba. De repente uno de los demonios golpeó fuertemente a la joven que cayó al suelo golpeándose violentamente la cabeza contra un pequeño muro quedando inconsciente. El vampiro veía con horror como la sangre fluía de la cabeza de la chica mientras otros demonios se acercaban a ella cogiéndola y elevándola por los aires cerca de la barandilla del río. Angel luchaba con una fuerza y un vigor nacidos del miedo y del odio hacia esos seres de la noche que le estaban arrebatando a la persona más importante en su vida. Acababa con ellos mientras ella caía al agua desapareciendo en la oscuridad de ese líquido que envolvía ahora a la joven, inerte.

Angel saltó al agua rápidamente, mientras se acercaban sus compañeros que no habían encontrado a ningún vampiro ni demonio por su zona. Ellos, con lágrimas en los ojos observaban de reojo como el vampiro sacaba el cuerpo inmóvil de Cordelia, chorreando agua y sangre mezclada como un aroma de muerte en el aire frío y desnudo.

Angel depositó a Cordy en el suelo, cogió su cabeza dulcemente mientras la mecía siguiendo una sonata de muerte y miedo. Sus ojos estaban cubiertos de lágrimas que se mezclaban con el agua que cubría todo su cuerpo, ese mismo agua que había estado a punto de arrebatar la vida de su amada se mezclaba con él, con su propia existencia mientras sus ojos miraban el rostro pálido y frío de la chica que entre sus brazos luchaba por sobrevivir;

Angel: No, no, no......, por favor mi amor, no me dejes... – su voz se cortaba por las lágrimas que no le dejaban ni siquiera pronunciar su nombre – Si me dejas moriré, eres mi sangre, eres mi luna, eres mi amor... –y rompía de nuevo a llorar desconsoladamente mientras abrazaba fuertemente el cuerpo inerte de su amor intentando que con su gesto ella no decidiese alejarse de él-

 

Fin del Flashback.

 

 

El vampiro recordaba una y otra vez ese momento cada vez que tenía a la chica frente a sus ojos. Se sentía culpable y no se perdonaba el haber tomado esa decisión que casi costó la vida a la persona que ocupaba su corazón.

Angel se sentó en la silla cercana a la cama de la chica y tomó su mano besándola;

Angel: Hola mi amor, hoy....... –los ojos se le cubrieron de lágrimas- casi vuelvo a pasar por el calvario que pasé contigo, sabes? La pequeña Gwen casi.....muere –su voz de nuevo temblaba por la emoción- pero al final todo se arregló, no como........ –volvió a romper a llorar hasta que, como todas las noches, se quedó dormido para volver a tener la misma pesadilla que lo atormentaba....

 

                                                                                            Capitulo 8