Un amor más allá de la muerte:

 

     Capítulo VIII  

 

El día siguiente llegó rápido para los chicos, la mañana soleada pasaba mientras ellos descansaban en sus respectivos dormitorios del ajetreo de la pasada noche. Spike se había cambiado de habitación, no quería molestar a Gwen que debía de descansar y así recuperarse lo más rápido posible.

Sobre las 12 del mediodía los chicos se levantaron y se reunieron en la cocina para comentar todo lo ocurrido la noche anterior. Angel no había regresado esa noche a casa, suponían que se quedó dormido y el día lo cogió por sorpresa así que hasta el anochecer no tendrían noticias de él, seguro que estaba en las alcantarillas, pensaron los chicos.

 

Después de desayunar un poco todos regresaron a sus dormitorios, Gunn y Fred se vistieron y salieron a comer fuera y a pasar el día juntos, habían sido demasiadas tensiones esa pasada noche. Spike regresó a su cuarto y se sentó en la cama, pensativo. Tenía todo un día por delante, todo un día sin nadie alrededor más que Gwen, eso le reconfortó y le alegró el alma, le gustaba estar con la joven, se divertía, podía ser él mismo, quien quiera que fuera....

 

Dejó que la chica durmiera más tiempo, no quería despertarla demasiado pronto. Pasadas un par de horas se dirigió a la habitación de Gwen, abrió lentamente la puerta y miró en su interior. Las persianas no estaban bajadas del todo pero la claridad que reinaba en la habitación no era suficiente como para hacerle daño. Pasó dentro y se acercó sin hacer ruido, observó como la joven dormía tranquilamente. Él sonrió y se disponía a marcharse....

Gwen: No te vayas!! – su voz sonó tan fuerte que sorprendió al vampiro que pegó un pequeño respingo mientras giraba sobre sí y la miraba con ojos brillantes-

Spike: Uffff –dijo con voz divertida mientras se tocaba con su mano derecha la zona izquierda de su pecho, sobre el corazón- Menos mal que llevo muerto mucho tiempo, sino podría haberme dado un ataque al corazón ahora mismo – sonreía mientras se acercaba a la joven que reía tranquilamente a la vez que lo observaba en su movimiento- Qué tal estás, luv???

Gwen: Mejor, gracias a ti –el gesto de su rostro se endureció, cambió a un punto más serio, en su mirada una nota de agradecimiento surgía vivamente mientras daba pequeños golpecitos en la cama indicando que el vampiro se sentara cerca de ella-

Spike lo hizo, se sentó en la otra cama para no molestarla ya que tenía que permanecer lo más inmóvil posible. El vampiro se agarró las manos y miró a la chica valiente que yacía tumbada en la cama.

Gwen: En cuanto me recupere te ayudaré a encontrar respuestas, Angel me dijo que para que no me meta tan pronto en peleas te ayude a aclarar por qué viniste a nosotros, para qué y cómo –la mirada del chico se entristeció al recordar todas las preguntas sin respuesta que rondaban su cabeza, bajó la mirada para evitar la de la joven. Ella se dio cuenta de ello- Spike!!! –el chico levantó la mirada para observarla- Dame la mano –pidió al joven que la miraba interrogante. Él hizo lo que la chica le había pedido, ella se la tomó y la acercó a sus labios depositando un tierno y caliente beso que sorprendió al muchacho- No te preocupes, vale?? Todo saldrá bien, yo te ayudaré y estaré a tu lado pase lo que pase....

Spike la miraba envelesado, la chica siempre estaba ahí para tranquilizarlo, para ayudarlo.

Spike: Bien –decía mientras asentía con la cabeza y dibujaba una leve sonrisa- No hay por qué preocuparse, lo que sea lo sabremos pronto, ahora debes descansar un poco, de acuerdo???

La chica negó con la cabeza, no estaba dispuesta a que el vampiro la dejara sola y aburrida en la habitación.

Gwen: No te vayas, por favor, me aburro mucho aquí sola, quédate conmigo...., lo harás??? –dijo con cara suplicante y picaresca a la vez-

El vampiro asintió y siguieron conversando el resto del día. Para ellos fue un día muy especial, les hizo unirse más aun. Rieron, hablaron..... incluso lloraron juntos, ese día fue el más grande para ellos desde la llegada del vampiro.

 

Al mismo tiempo en Sunnydale.............

 

Buffy esperaba ansiosa la llegada de su hermana y de Giles. Habían estado fuera ya ni se acordaba cuánto, había perdido la cuenta. Su vida era ahora tan tranquila que todos los días le parecían iguales.

 

Hacía dos días Buffy había recibido una llamada, una conferencia desde Inglaterra, era lo más excitante que le había pasado en toda la semana, bueno, eso y que el perro de los vecinos se había comido el periódico.

Dawn comenzó a hablar por el auricular, estaba muy excitada, tenía muchas cosas que contar a su hermana, muchos amigos nuevos, nuevas aventuras, ..., todo era diferente para ella. Buffy la escuchaba atentamente, era bueno hablar con alguien que no fuera ella misma, Xander casi no pasaba ya por casa, su nueva vida y su nueva novia lo absorbían casi por completo.

 

Ya habían pasado los dos días que le dijo Dawn para su llegada y la joven esperaba impaciente a que su hermana pequeña apareciese por la puerta y poder así abrazarla.

El ruido de un coche activó todos los sentidos de la Cazadora, se levantó del sofá con rapidez y fue hacia la ventana. Desde allí pudo ver como un taxi se aproximaba a su casa y dejaba en tierra a su hermana y a su maestro, Giles. Dios –pensó ella- cómo ha crecido!!! Si está hecha una mujer!!! – sonrió pensando en que parecía su madre e hizo una graciosa mueca antes de salir a recibirlos.

Giles pagó al taxista que se fue de casa Summers mientras Buffy se tiraba sobre ellos con gran alboroto y alegría.

Pasaron dentro de la casa y después de dejar todo en la habitación y de despedir a Giles que se quería pegar una ducha, las dos hermanas se pusieron a conversar.

Dawn comenzó a relatar todas sus historias y todas las cosas interesantes que le habían pasado en todo este tiempo. Notó que su hermana, aunque la escuchaba atentamente, parecía perdida en algún otro lugar.

Dawn: Buffy...., qué te pasa??? –preguntó mientras la miraba atentamente-

Buffy evitaba la mirada escrutadora de su hermana, intentaba confundirla cambiando de tema pero la pequeña Summers no era tonta, sabía que algo preocupaba a su hermana.

Buffy: No me pasa nada, por qué lo dices??? –intentaba sonreír pero la tristeza que sentía por dentro evitaba que su sonrisa pareciera real-

Dawn: Buffy!!!! – dijo perdiendo ligeramente la paciencia. Sabía que cuando su hermana se ponía así había que insistir mucho para que le contara lo que se le pasaba por la cabeza y no estaba dispuesta a perder el tiempo con jueguecitos-

Buffy bajó la mirada y asintió. Entonces comenzó a hablar.

Buffy: Bueno...., verás –el tono en de su voz era de duda- No sé por dónde empezar –con un soplido se quitó un mechón de pelo que le cubría los ojos- Me siento aburrida, inútil, deprimida, sola, ...., he dicho aburrida??? –la chica sonrió amargamente mientras miraba a su hermana- No sé lo que me pasa –en su mirada se notaba que lo que hablaba no era del todo cierto, sabía perfectamente lo que le pasaba-

Dawn: Buffyyyyy!!! –dijo sin paciencia-

Buffy: Está bien!!! Echo de menos la lucha, echo de menos a Spike, echo de menos convertir en polvo a los malditos vampiros, echo de menos ser la Cazadora –los ojos se le llenaron de lágrimas-

Dawn: Pero Buffy..., tú siempre habías deseado una vida normal, no??? – en su voz se discernía el asombro que sentía al oír esas palabras- Siempre has deseado ser una chica normal con problemas normales, ......., y bueno, Spike...., él te amaba y tú......,  lo querías como a un amigo..., es normal que lo eches de menos.

La cara de Buffy se descompuso por el dolor que sentía al oír esas palabras. Ella sí amaba al vampiro rubio pero no fue capaz de hacérselo ver.

Dawn observó el cambio en el rostro de su hermana, algo en su interior le decía que Buffy no le contaba toda la verdad.

Dawn: Buffy, hay algo que yo no sepa???

Buffy miró a su hermana mientras una lágrima caía por su rostro roto por el dolor;

Buffy: Yo...., yo.... –su voz se quebraba por la emoción, la lágrimas ya rodaban sin parar por su rostro- ......sí amaba a Spike, Dawn, lo amaba con toda mi alma. Nadie lo supo, ni el propio Spike, se lo dije antes de morir pero...., ya fue tarde –rompió a llorar desconsoladamente tirándose a los brazos de su hermana pequeña que la acariciaba asombrada por lo que estaba oyendo- No me creyó Dawn, no me creyó –Por fin Buffy pudo desahogarse con alguien, por fin alguien la escuchaba y la intentaba entender- He intentado olvidarlo, he intentado llevar una vida normal pero......, han sido demasiados años como la Cazadora para que todo se borre de un plumazo. Cada cosa que veo, cada sonido que oigo me recuerda al día en que......, me recuerda a él y..., no puedo más!!!! –volvió a llorar desconsoladamente ante la atenta mirada de Dawn que no dejaba de acariciarla-

Dawn: Por qué no me lo habías dicho antes, Buffy??? Te hubiera ayudado...

Buffy: Porque..., ni yo misma era capaz de admitirlo, me negaba a pensar siquiera en ello después de lo que me pasó con Angel. Él en cambio cada día me lo decía, cada día me lo demostraba con cada uno de sus movimientos, con cada una de sus palabras, con cada uno de sus actos.... . No he sabido estar a la altura y ahora...., él se ha ido y me he quedado sola.

Dawn comenzó a hablar pero Buffy la interrumpió rápidamente para seguir con lo que estaba diciendo, ahora que había logrado empezar a desahogarse no quería parar...

Buffy: Cada día me hundo más, el hecho de estar estática, de no tener un entretenimiento o un trabajo que me llene hace que esté pensando todo el día, que esté dando vueltas a las cosas y que el dolor no salga de mi interior. Xander ya no aparece mucho por aquí y no tengo a nadie con quien hablar, me sentía sola y perdida, tenía ganas de verte y no estropear tu regreso pero.....

Dawn: No has estropeado nada, tonta, estoy encantada de que me contaras esto, lo necesitabas sacar de tu interior, es mejor para ti...., y........., dices que por aquí no hay ningún vampiro????

Buffy la miró extrañada, asintió con la cabeza. Dawn la seguía con la mirada y cambió de dirección para mirar el techo de la habitación pensativa. Sonrió y cambió de nuevo para mirar a Buffy que la observaba con la duda en el rostro.

Buffy: Qué estás pensando??? –dijo mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa de complicidad-

Dawn: Bueno, ......, dado que aquí no hay vampiros que estacar ni demonios que matar, y ya que tú necesitas un cambio de aires............, había pensado en que podrías ir a LA con Angel....., qué opinas???

Buffy: Bueno...., no sé, ..........., yo en LA??? Y qué se supone que haría yo allí??? Dijo con la duda que albergaba en su interior escenificada en su voz -

Dawn: Ayudar a Angel a matar vampiros, así cambiarías de ambiente y estarías entretenida, así dejarías de lado tus fantasmas ...., además, no digo que te vayas a vivir allí!!! –rió guiñando un ojo mientras abrazaba cariñosamente a su hermana - simplemente puedes ir a pasar una temporada, así podrá cicatrizar tu corazón.

La Cazadora se quedó pensativa pensando en la oferta que su hermana le acababa de hacer.

Buffy: Pero tú........, te quedarías sola y....

Dawn interrumpió a Buffy antes de que continuara hablando.

Dawn: Por mí no te preocupes, iré con Giles una temporada, no creo que a él le moleste, además, así no se sentirá tan solo cuando tú te vayas.

Buffy asintió y se recostó en el sofá mirando al infinito. Estaba decidida, iría a LA y ayudaría a Angel en su labor de cazador, así la vida no se le haría tan cuesta arriba.

Por primera vez en mucho tiempo, la joven veía el futuro con algo más de ilusión.

LA la esperaba, estaba segura de ello.

 

 

     Capítulo IX  

 

Las semanas pasaron rápido para todos, mientras Gwen descansaba en su dormitorio para recuperarse del todo, los demás seguían con su rutina. Cada noche salían a cazar y Angel, después de cada pelea pasaba a visitar a Cordy como en él era costumbre. Spike había mejorado mucho en el arte de la lucha, cada vez se parecía más al antiguo William pero esta vez con alma.

 

La enferma había mejorado mucho, hacía varios días que ya caminaba e incluso bajaba al piso de abajo por las escaleras, faltaba poco para que el día que tanto esperaba Spike llegara, el día en que averiguaría todo lo que pasó y por qué ocurrió. Por fin todas las respuestas que rondaban por la mente del vampiro quedarían aclaradas.

 

A la cuarta semana la joven ya estaba preparada para salir, en todas esas semanas en las que estuvo en cama Spike se había convertido en un gran apoyo y en su compañía diaria. Pasaban horas hablando y riendo, se sentían bien el uno con el otro, todo parecía ir a la perfección.....

 

Una noche en la que la temperatura acompañaba y el cielo estaba despejado Gwen se acercó a Spike y le habló;

Gwen: Bueno Spike, podemos ir cuando quieras a investigar tu aparición en LA, sé que llevas esperando mucho tiempo y que has estado dando muchas vueltas a las cosas.... –la chica lo miraba con una sonrisa de felicidad mientras hablaba frente al vampiro-

Spike se levantó del sillón donde estaba sentado, con decisión y en silencio se dirigió hacia ella, habló unos momentos con la chica y después fue a hablar con Fred. En realidad debería de  hablar con Angel pero su relación no era del todo buena, más bien se podría decir que era mala, por mucho que el vampiro no recordase a su antiguo enemigo la sensación que tenía dentro de su cuerpo, su sexto sentido, le decía que no se debía de fiar de él, que siempre se habían odiado y...., por qué ahora iba a ser distinto???.

Spike: Fred!! – llamó a la chica indicando con la mano que se acercase llamando su atención al momento- Esta noche no iré con vosotros a patrullar, Gwen y yo vamos a investigar de dónde vine y por qué así que hoy no saldré a cazar y....., no sé cuándo lo haré, según el tiempo que tardemos en encontrar las respuestas necesarias y......

Fred asintió mientras una sonrisa pícara surgía de sus labios como un haz de luz por la por la ventana una mañana soleada. Se giró y se dirigió a Gunn que la esperaba para salir.

Spike volvió con Gwen y con un gesto los dos se pusieron en marcha, salieron del Hotel para intentar dar un poco de luz al oscuro pasado del vampiro.

 

Durante esas semanas en Sunnydale...............

 

Buffy andaba como loca de un lado a otro, intentaba dejar todo atado y terminado antes de salir camino de LA. Tenía que dejar su trabajo, acomodar a su hermana con Giles, terminar con unos cuantos papeleos y hacer la maleta. Se lo tomó con calma, no había prisa, sólo el hecho de saber que dentro de poco estaría convirtiendo en polvo a unos cuantos vampiros le alegraba el día y la espera se le hacía más corta.

Volver a ver a Angel...., ese era otro problema, no estaba segura de querer hacerlo, sus sentimientos por Spike habían sido y aun eran tan fuertes que en su corazón no cabía nadie más, ni siquiera su antiguo y gran amor. Todo esto  la confundía pero ya estaba cansada de huir, era hora de afrontar los retos, era el momento de ser valiente y afrontar los sentimientos que yacían en su interior aunque fuera ya demasiado tarde para ella.

Ya estaba, todo había sido minuciosamente preparado, tenía un billete de ida a LA para dos días después, por fin volvería sentirse viva de nuevo y alejar por un tiempo los malos pensamientos y los fantasmas que la atormentaban.

 

En LA, los dos chicos van en busca de respuestas.........

 

El vampiro y la joven salieron del Hotel con paso firme pero lento, el tiempo acompañaba demasiado como para no disfrutar de un paseo tranquilo mientras investigaban un poco.

Sus primeros pasos los llevaron al bufete de abogados de Wolfram & Hart. Por el camino Gwen explicó al vampiro quiénes eran esos abogados y todo el mal que habían hecho. Le contó que sus clientes eran de lo peor de la ciudad, siempre gente con dinero y de mala reputación. Muchas veces sus clientes habían sido especiales, no gente normal sino vampiros o demonios......, vamos, que no era un bufete muy típico.

 

Las calles estaban desiertas, aunque el tiempo llamaba a salir a pasear eran pocos los que se atrevían a hacerlo por la noche en esa ciudad, eran demasiadas las desapariciones y las muertes violentas en los últimos tiempos. Los dos chicos conversaban fluidamente mientras caminaban. El bufete no quedaba lejos de donde se encontraban, a menos de cuatro manzanas.

Iban conversando animadamente, riendo y bromeando cuando, al pasar por delante de un oscuro callejón, un gruñido y unos ojos brillantes alertaron a los dos jóvenes que se pusieron inmediatamente en guardia. Spike apartó de él dulcemente a la chica, ella aun no estaba totalmente recuperada del accidente y no permitiría que algo malo la pasara, al menos no mientras él estuviese con ella. Se adentró poco a poco en la oscuridad pero no tuvo que moverse mucho porque el ser del que provenían los gruñidos salía en ese preciso momento.

Era un ser horrible, medía casi dos metros, su aspecto viscoso y marrón hacía que la cara de los chicos mostrara un gesto de repugnancia por el mero hecho de verlo. El hedor que desprendía era tal que el vampiro tuvo que taparse la nariz para no sentir nauseas.

Gwen: Ten mucho cuidado, Spike – en su voz un tono de súplica pedía al vampiro que no arriesgara demasiado- No es nuestro trabajo esta noche... – la chica tuvo que dejar de hablar porque una arcada de asco le sobrevino. Miró para otro lado, se apoyó con uno de sus brazos en la pared e intentó respirar por la boca para no oler y sentir a ese ser inmundo-

Spike: Tranquila pet, está todo controlado, este animalito no nos va a hacer daño, verdad cachorrillo?? – en su rostro se dibujó una sonrisa malévola y traviesa, se notaba que disfrutaba con la provocación y la pelea. En un rápido movimiento de su cabeza la cara de Spike se transformó en la de vampiro mientras se acercaba al ser que lo miraba atónito-

El vampiro rápidamente comenzó el ataque, una serie de golpes dejaron asombrado al gigantesco demonio mientras Spike, tan veloz como un rayo, se movía de un lado para otro sin dejar de golpearlo.

El monstruo estaba cada vez más débil, en un intento de defenderse lanzó un certero golpe contra el vampiro que dio de lleno en su estómago lanzándolo contra la pared;

Spike: Bloody Hell!!! – decía mientras se levantaba del suelo y se tocaba la parte dolorida de su cuerpo. Gwen miraba con gran preocupación toda la escena- Te vas a arrepentir, pequeña babosa con patas!!!! – parecía que el antiguo Spike estaba de vuelta con energías renovadas-

El vampiro se levantó furioso y se echó sobre el viscoso monstruo derribándolo de un fuerte golpe. Ya en el suelo Spike cogió la cabeza del demonio y girándola con gran violencia rompió su cuello emitiendo un chasquido que se metió en los oídos de la joven que lo observaba excitada ante lo que estaba ocurriendo. El joven se levantó sonriente y sacó un cigarrillo de la chaqueta, lo encendió y tomando el aire mientras cerraba los ojos suspiró profundamente mientras hablaba;

Spike: Necesitaba esto, luv, lo necesitaba de verdad  –dijo mientras la miraba con sus penetrantes ojos azules- Seguimos???

Gwen asintió sin mediar palabra, estaba tan asombrada que las palabras no surgían de su garganta. Los dos emprendieron de nuevo la marcha hacia el bufete. Ella temblaba de emoción al ver la cantidad de adrenalina que había soltado el vampiro en poco tiempo, sabía que estaba cambiando, lo sentía, lo veía y eso la preocupaba.

 

Siguieron caminando durante unos minutos en silencio, el vampiro saboreando el cigarrillo, la joven recordando el momento anterior en el que ella misma había vibrado de emoción. Estaban tan absortos en sus pensamientos que no se dieron cuenta que habían llegado a las puertas del bufete. Se pararon frente a la entrada, se miraron y comenzaron a subir las escaleras. Debía de ser en verdad un bufete muy extraño, pensaba Spike, para que estuviera abierto a esas horas de la noche....

 

Subieron las escaleras despacio para que la chica no se cansara demasiado. El bufete estaba situado en el quinto piso. Llegaron en unos minutos y entraron sin llamar. Spike iba en primer lugar, Gwen detrás de él.

Abrieron la puerta, un largo pasillo se abría ante ellos. A los lados varias puertas de cristal con un pequeño letrero en cada una de ellas con un nombre escrito se mezclaban con el papel sucio y viejo de la pared.

Siguieron andando hasta que la chica hizo un gesto al vampiro indicando la penúltima puerta a la derecha. En el cartel ponía con letras grandes y oscuras “Lindsey”.

Los dos chicos se pararon frente a la puerta y se miraron por un momento, sus miradas expresaban tanto..., tantos sentimientos..., tanto nerviosismo por lo que podrían descubrir... que ese corto espacio de tiempo en que sus ojos se cruzaron se les antojó eterno.

Movieron a la vez la cabeza intentando alejar los pensamientos que les rondaban por la cabeza, la chica se movió ligeramente hacia delante y tomando el pomo de la puerta con mucha fuerza y seguridad lo giró y entró seguida por el vampiro.

 

En el interior la estancia parecía estar vacía, estaba oscuro y en silencio. Los dos chicos se acercaron decididos al escritorio situado en el centro de la habitación. De repente la silla que estaba frente a la mesa se giró y en ella apareció un hombre menudo. Era moreno y por lo que se podía deducir, no muy alto. Sonreía a sus nuevos visitantes de forma irónica y perversa, apoyó sus manos sobre la mesa;

Lindsey: Bueno, bueno, bueno, ...., a quién tenemos aquí??? Gwen, querida, cuánto tiempo sin vernos, a qué debo esta visita tan agradable?’ Y,........, quién es tu amigo?? – dijo mientras dirigía una mirada inquisitiva hacia el vampiro-

Spike: No creo que te importe quién soy pero......, mi nombre es Spike.

Gwen: Venimos a por respuestas –la joven miró al vampiro de reojo, éste permanecía muy quieto y en silencio observando al sujeto que se encontraba frente a ellos-

El abogado comenzó a reír escandalosamente mientras miraba a la pareja que acababa de entrar en su despacho y que lo miraban asombrados. No podía parar de reír, de sus ojos brotaban ya las lágrimas, la cara de la chica era de perplejidad, la del chico de enfado.

Lindsey: Ayyyyyy pequeña, crees que puedes venir aquí, interrumpirme y sólo decir “buscamos respuestas”??? –la voz del abogado era burlona e imitaba penosamente la voz de la joven que le miraba ahora ruborizada a causa del ridículo. De repente se puso serio y los miró- Por favor, chicos, no me hagáis perder más el tiempo, salid de mi despacho ahora mismo si no queréis que llame a seguridad.

Lindsey ya estaba acercando su mano al interfono cuando una mano fuerte y robusta aplastó la suya contra la mesa. El abogado levantó la mirada lenta y temerosamente hasta que se cruzó con unos terribles ojos amarillos llenos de ira. Spike, en su forma vampírica sonreía mostrando sus colmillos;

Spike: Ella lo ha intentado por las buenas, ..., yo no seré tan sutil – guiñó un ojo de forma irónica y burlona, de repente su gesto cambió. Frunció el ceño dotando a su rostro de un aspecto temible y feroz- Ahora sé bueno y cuéntale a tu amigo Spike cómo conseguisteis el medallón y todo lo demás........

Lindsey: Pero.... – dijo muy asustado y sin dejar de mirar su mano atrapada y el rostro del vampiro alternativamente- ..... tú no puedes hacerme daño, tu alma te lo impediría..... –sonrío levemente con gesto de victoria.....-

El vampiro lo miró fijamente un tanto sorprendido por el conocimiento de la existencia su alma, ese hombre sabía más de lo que aparentaba y eso el vampiro lo sabía. Esto menos que hacerle cesar en su empeño, lo enfadó aun más. Acercó su boca mostrando los colmillos al cuello del abogado y lo olisqueó emitiendo un gruñido animal. El chico cerraba los ojos ante lo que estaba a punto de suceder pero, en vez de morderlo, Spike se acercó hasta su oído y le habló entre susurros;

Spike: Mira imbécil, llevo alimentándome de sangre de cerdo desde hace mucho tiempo, más de lo que yo soy capaz de recordar –sonrió melancólico- crees que encontraría alguna diferencia entre la sangre de un cerdo y la de un abogado??? – rió mientras respiraba tan cerca del abogado que éste sentía su aliento como si le quemara- Te recomiendo que no me hagas enfadar o....... tendré que mostrarte de dónde me viene mi precioso apodo y créeme, no te gustaría saberlo –dijo en tono irónico y sarcástico- ......pero si no nos dices ahora mismo lo que queremos saber, nada en el mundo me dará más placer que enseñártelo.

El color del rostro del abogado había desaparecido por el miedo al ver los colmillos del vampiro tan cerca de su piel que casi los sentía, ahora, su cara sudorosa y pálida observaba a Spike mientras la voz le temblaba al hablar;

Lindsey: Bi.....en, bien pero......., no me hagas daño - dijo tartamudeando- En verdad no sé nada – el vampiro ya había abierto de nuevo la boca y se acercaba al abogado cuando éste continuó hablando- Es...es verdad!!! –se le hacía muy difícil articular palabra, los nervios y el miedo lo traicionaban- Sólo sé que un día una anciana se presentó aquí con un medallón y un dossier y nos dijo que debíamos entregarlo a Angel, el vampiro. Eso es todo, de verdad – dijo en tono suplicante- no sé nada más....... –sus ojos habían empezado a llenarse de lágrimas-

Spike: De dónde venía esa anciana?? Eso sí lo sabrás, no??? No puedo creer que llegue una mujer con algo así para vosotros y no investiguéis nada...... –dijo acercando de nuevo sus colmillos a los ojos del abogado retándole-

Lindsey asintió al momento con un rápido movimiento de cabeza, parecía que quería que esa visita desagradable acabara de una vez por todas.

Lindsey: Sí, averiguamos algo, no mucho pero es algo por donde empezar. La anciana se llamaba Paula y vivía en el barrio gitano de LA, a las afueras de la ciudad. Sé que no es mucho pero.... –dijo bajando la mirada temeroso- es todo lo que sé, lo juro –suplicó-

Gwen: Bien Lindsey, muchas gracias por tu ayuda, has sido muy amable – decía mientras los dos salían del despacho dejando al chico muy asustado sentado en su sillón-

 

Los dos volvieron a recorrer el largo pasillo en silencio. Gwen miraba a Spike mientras salían del edificio. Acababa de conocer una pequeña parte del antiguo Spike, debía de haber sido muy peligroso y temible en otro tiempo. Sonrió al recordar lo amable y cariñoso que había sido con ella desde que se encontraron. Suspiró y cambió la mirada al frente.

Spike: Bueno, hoy ya es demasiado tarde para ir al barrio gitano, iremos mañana, debes descansar –miraba a la joven mientras hablaba- Vamos???

Gwen asintió con la cabeza y los dos recorrieron de nuevo el camino de vuelta al Hotel. Se metieron directamente en sus habitaciones después de despedirse, estaban agotados y pronto cayeron dormidos, sumidos en un bello y profundo sueño.

La mañana llegó rápidamente, tardaron en levantarse más de lo normal. Sabían que esa noche iba a ser dura, la búsqueda no iba a resultar fácil así que intentaron aprovechar lo máximo posible para descansar.

El día pasó sin novedad, el grupo se reunió para hablar sobre la caza de la noche anterior, Angel no había vuelto a casa a dormir como era costumbre últimamente. Esto les tenía a todos un tanto preocupados pero el comportamiento del vampiro había cambiado mucho, se había vuelto muy huraño y esquivo desde que Cordelia estaba en el hospital así que no le dieron mucha más importancia a su ausencia. Sabían que era una mala época para él y que necesitaba estar solo.

Por la noche la misma rutina que el día anterior, el grupo se fue de caza y Gwen y Spike salieron camino del barrio gitano.

 

El barrio gitano era un lugar muy grande y pobre. Estaba situado a las afueras de la ciudad, en la parte norte más exactamente. La chica había estado allí alguna vez, de patrulla, pero no recordaba gran cosa.

La gente era extraña, eso sí lo recordaba, vestía de forma rara y hablaban en una lengua extranjera, inteligible para la joven. Recordaba la sensación de miedo e intranquilidad cuando estuvo allí pero....... en esta ocasión era diferente, Spike estaba con ella y sabía que la protegería, se sentía segura.

Llegaron en unos minutos durante los cuales no cruzaron más de dos palabras. Los dos estaban un tanto pensativos.

Lo primero que vieron al entrar en el barrio fueron varias tiendas, abundaban las de magia negra y esoterismo. Todo estaba cerrado, normal a esas horas. El vampiro se desesperó, él sólo podría ir de noche y si todo estaba cerrado...., no podría sacar nada en claro. Siguieron andando un poco más, cuando ya se volvían derrotados, una luz al final de un edificio les llamó la atención. Era una vieja tienda de magia. Parecía tétrica a la luz tenue de las farolas. No había otra opción mejor así que los chicos decidieron entrar.

La tienda estaba muy oscura, sólo alumbrada por unas velas negras a cada lado del pasillo que mostraban el camino por donde debían pasar. Lo recorrieron despacio, sin hacer ruido. Llegaron a un mostrador de madera que tenía a un lado una calavera y al otro una gran bola de cristal. En la parte de atrás una especie de manta separaba la tienda de la trastienda. Parecía que no hubiese nadie, ni un ruido, un movimiento, todo estaba muy quieto y silencioso. Gwen carraspeó ligeramente para hacerse notar. Al poco tiempo un anciano hacía su aparición. Los miró extrañado y confuso, no debía tener demasiadas visitas a esas horas....

Gwen: Hola, ..., buenas noches –su voz sonaba dulce- estamos buscando a...

La joven no pudo continuar, el anciano la cortó rápidamente.

Anciano: A Paula, supongo –el señor confirmó sus sospechas ante la cara de sorpresa de los chicos. Sonrió. Tenía rostro amable, su pelo era canoso y se apoyaba en una cachaba para poder desplazarse- Ella me dijo que vendríais.

El anciano salió del mostrador y miró fijamente a la pareja, continuó hablando;

Anciano: Debéis hablar con ella, os espera. Debéis ir a la tienda de magia que está situada al final de la calle, se llama.... “Los Poderes Superiores”.

Gwen se sorprendió al oír ese nombre, recordó entonces algo que Angel le había contado sobre sus inicios en LA;

 

Flashback, años atrás, Angel acababa de llegar a LA........

 

Angel se sentía solo, perdido lejos de su gran amor Buffy, no conocía nada ni a nadie. Estaba en una gran ciudad llena de gente desconocida y egoísta  que no quería saber nada de nadie más que de sí mismos. Un chico joven se acercó a él un buen día, pronto entablaron amistad, una amistad que se vio truncada por la muerte prematura y valiente de ese joven muchacho. Su nombre era Doyle, un medio demonio medio humano que ayudaba a Angel en sus casos gracias a un poder que le había sido otorgado por Los Poderes Superiores, el poder de las premoniciones, unas visiones dolorosas del peligro de gente  inocente.

 

Fin del Flashback.

 

Los chicos salieron de la tienda camino de “Los Poderes Superiores”. Caminaban lentamente, en silencio, sólo miraban hacia delante fijamente, sin pestañear. Llegaron a la tienda en varios minutos, se pararon delante de ella y se miraron. El vampiro tomó aire y abrió la puerta con decisión. Los dos pasaron.

La tienda en su interior era muy similar a la del anciano pero algo más grande. Caminaron hasta el mostrador donde se hallaba una viejecita sentada y dormida. Los chicos se miraron algo avergonzados, debían de despertar a la anciana que dormía plácidamente apoyada sobre sus brazos y sobre el mostrador. La joven hizo gestos al vampiro para que éste la despertara y hablara con ella. Él respondía a esos gestos con otros pasándole la responsabilidad a la chica. Tan metidos estaban en su guerra de gestos que no se dieron cuenta de que la anciana los miraba divertida mientras se frotaba ligeramente los ojos.

Anciana: Bueno, bueno, chicos –dijo con voz bondadosa y débil- no se peleen, estoy despierta –sonreía mientras intentaba levantarse con dificultad – los estaba esperando. William, William........., o prefieres que te llame Spike???? –preguntó la anciana ante la atenta mirada del vampiro- Hola Gwen querida –dijo cambiando la mirada hacia la chica- Habéis tardado en venir a verme!!!

Los dos jóvenes quedaron boquiabiertos, no entendían cómo aquella mujer podía conocer sus nombres. Ante la mirada de asombro de los chicos la anciana comenzó a hablar;

Anciana: ELLOS me lo dijeron, ELLOS me dijeron que vendríais aquí, que estaría esperando vuestra visita – explicaba mientras con su mano les invitaba a entrar hacia la trastienda. Allí se sentaron frente a frente- No estéis nerviosos, todo sucede por una razón y si lo que ha sucedido es bueno, las razones también deben serlo...... –la vieja era oscura y extraña pero en sus ojos se veía reflejada la bondad- Preguntad lo que queráis que os será respondido –la anciana les sonrió-

Spike: Bien, ...., no sé por dónde empezar.... –se paró un momento a pensar en la forma de preguntarlo. Al final optó por el método más directo, sin rodeos- Por qué y cómo estoy aquí y.........de dónde vengo???? –esto último era lo que más temía descubrir el vampiro ya que conociendo su pasado.......no podía ser de un buen sitio.....

Anciana: Muchas y muy importantes preguntas tienes, Spike...., bueno, iremos por partes. Tú has regresado del Inframundo, allí es donde están las almas que esperan un juicio, almas atormentadas por el pasado, heridas por hechos pasados en una vida anterior, almas que necesitan redención. Allí estuviste por un tiempo esperando tu juicio, velando por ti y tus recuerdos. Tiempo pasó hasta que tu turno llegó –la vieja miraba fijamente al vampiro que no parpadeaba mientras la escuchaba- El juicio fue corto, en él se expuso todo el mal y todo el bien que habías hecho en toda tu vida y en toda tu no-vida. Se sacó lo mejor y lo peor de ti, se contó todos tus terribles actos y todos los heroicos, tus actos nobles. Se hizo balance y......aquí estás.

La anciana lo miraba satisfecha, creía que había quedado todo lo suficientemente claro pero mirando la cara del vampiro estaba claro que no era así.

Spike: Pero......

La anciana viendo el gesto del vampiro sonrió y continuó hablando;

Anciana: Creo que no entiendes en toda su magnitud lo que te acabo de contar. Spike, tus pecados han sido perdonados, si estás aquí es porque Los Poderes Superiores han perdonado todo el mal que has hecho, te han perdonado por ti, por tu cambio, por tu evolución. Han visto en tu heroica muerte que no sólo eras capaz de amar hasta niveles insospechados -Spike no entendía muy bien a que amor se refería, no lo recordaba- sino que tu sacrificio fue más allá. Salvaste al mundo, Spike, nos salvaste a todos haciendo de tu alma la parte más pura de tu ser, junto con tu amor.....

ELLOS han decidido darte una nueva oportunidad, empezar de cero, comenzar una nueva vida en otra ciudad, con otra gente..... . Ha llegado tu redención, William, ahora eres una persona libre y nueva, tu dolor, tus remordimientos del pasado han sido borrados de tu alma y de tu cabeza, sólo persisten algunos sentimientos, algunas sensaciones que habrás notado, una especie de......sexto sentido, no??? –el vampiro movió la cabeza afirmativamente mientras la anciana sonreía ante el gesto de asombro del chico-  Se te ha dado una nueva oportunidad....., espero que la sepas aprovechar –la mirada de la anciana lo heló por un momento, no creía ver lo que la anciana intentaba decir, de alguna manera le estaba diciendo algo que él no entendía, no por ahora.....

Spike: Bueno....., creo que era eso lo que veníamos a preguntar –el vampiro aun estaba en estado de shock, no asimilaba realmente lo que la anciana le había contado, necesitaba tiempo para hacerlo-

 

Los chicos se levantaron y miraron por última vez a la vieja que les sonreía mientras salían de la tienda. Los chicos anduvieron unos pasos, Spike entonces se dio la vuelta para volver a entrar, tenía que aclarar algo más con esa extraña anciana, algo sobre ese amor tan grande del que le había hablado. Al darse la vuelta comprobó que todo había desaparecido, la tienda, la luz, la anciana..., parecía como si todo hubiera formado parte de un agradable sueño. Si no fuera porque Gwen estaba junto a él tan sorprendida o más...., hubiera pensado que estaba loco y que todo había sido fruto de su imaginación.

Los dos chicos se miraron fijamente y recorrieron el camino de vuelta pensando en lo que la anciana les había contado.

 

Spike se sentía relajado, tranquilo, por fin en paz. Sabía que todo el mal que había hecho, que todos los errores que había cometido durante toda su existencia habían sido perdonados, habían sido borrados porque sus actos nobles, sus actos heroicos habían superado a los malos momentos.

El vampiro creía estar soñando, una oleada de alivio recorrió todo su cuerpo. Miró a su compañera y amiga, estaba pensativa y sonreía levemente. Algo tramaba;

Spike: Gwen......, por qué sonríes??? Qué estás......???

El vampiro no pudo continuar hablando, la chica había comenzado ya a hablar;

Gwen: Vamos Spike!!! – dijo agarrándolo de la mano y tirando de él- Hay que celebrar tu perdón y tu nueva vida –dijo con una gran sonrisa de satisfacción- Te voy a llevar a un sitio muy especial para mí, vamos, sígueme!!!

Los dos chicos salieron corriendo en dirección contraria al Hotel. Corrieron largo rato pero su alegría era tal que para ellos no pareció que pasaran los minutos. Llegaron a un gran edificio. Era muy alto y viejo. Una gran escalera de incendios se perdía en la altura y entre la oscuridad. Ella señaló la escalera y los dos comenzaron a subir. Pronto llegaron arriba.

 

Saltaron al interior de la azotea. Era un lugar enorme, el aire fresco chocaba contra sus caras haciéndoles cerrar los ojos intentando captar cada una de las sensaciones que en ese momento sentían y tenían. La luna llena en mitad del firmamento observaba a la pareja que recorría el lugar hasta llegar al otro extremo.

Gwen tapó los ojos del vampiro de forma divertida y lo aproximó a la cornisa;

Gwen: Bien Spike, cuando abras los ojos vas a observar la más maravillosa vista de todo LA. – la chica quitó sus manos del rostro del vampiro que miraba envelesado las luces, las formas tan bellas de una ciudad que escondía tantos secretos. En verdad era una vista impresionante. Los ojos del vampiro recorrían cada palmo de la ciudad que desde allí arriba se vislumbraba- Sabes? cuando me siento sola o triste vengo aquí. Es mi lugar, en él me siento segura. Miro a toda esa gente que vive con miedo y que cada noche intentamos proteger. Me intento convencer que lo que hacemos sirve de algo, que no es en vano. Aquí me siento yo misma y hoy......., con esa preciosa luna.... –los dos chicos miraron al cielo para observarla, tan bella, tan pura-

Spike miró a Gwen con lágrimas en los ojos. El espectáculo que había presenciado era lo más bello que recordaba. La chica se acercó a él y le secó dulcemente las lágrimas con su suave mano.

Spike: Gracias Gwen, gracias por estar conmigo en cada momento, gracias por acompañarme a descubrir quién soy, de dónde vengo –el vampiro le hablaba mientras la acariciaba el rostro- Gracias por mostrarme esto, es....., es..... –el chico no tenía palabras- es precioso, inolvidable, increíble...

Gwen: Spike yo........, tengo que decirte algo, ya no puedo callármelo más, lo necesito –apartó la mirada de la del vampiro, se sonrojó levemente mientras continuaba hablando- creo que..... te amo.

El vampiro se quedó mirándola fijamente. No sabía lo que sentía en ese momento, alegría por conocer los sentimientos de ella pero, también confusión, miedo por no saber si la correspondería, no se conocía lo suficiente para saberlo..., para él mismo era aun un extraño.

Spike: Gwen, yo........, no sé......

La chica bajó la mirada y comenzó a hablar entrecortadamente;

Gwen: Yo no te pido nada, Spike, sólo era algo que tenía que hacer –las lágrimas comenzaron a asomar en sus ojos. Miró de nuevo fijamente a los profundos y azules ojos del vampiro que la suplicaban y la admiraban-  era algo que quería hacer....

El vampiro admiraba a la joven que se encontraba frente a él, la miraba envelesado. Su rostro tan bello expresaba tanto amor...., sus ojos tristes y orgullosos decían tanto..... . Se acercaba a ella mientras la observaba, su cuerpo se juntó al de la chica y con una mano levantó su rostro hasta que lo tuvo a su alcance. Acercó sus labios mientras cerraba los ojos y los unió a los de ella sintiendo su calor, sintiendo su humedad y deseo. Bajo esa luna hermosa y altiva, bajo esa luna que todo lo veía y que era testigo de esa hermoso beso los dos se unieron durante unos instantes mientras sus cuerpos expresaban sus sentimientos. El chico abrió los ojos y la miró;

Spike: Gwen, yo no sé qué decir..., siento algo por ti pero...., aun no sé lo que es, estoy perdido, aun no me he encontrado a mí mismo, no me conozco y no puedo prometer...., no puedo decirte que..... –la chica lo miró y sonrió de forma tranquilizadora. Le hizo ver con solo ese gesto que ella lo entendía, que ella esperaría su decisión, que ella lo amaba más de lo que nunca hubiera pensado....-

Los dos chicos salieron del edificio sin decirse nada más rumbo al Hotel. Por el camino sólo se miraban, se decían todo con los ojos, con las manos. Todo entre ellos quedó explicado.

A los poco minutos estaban en el Hotel. Los dos sonreían. Entraron directamente en la cocina donde Fred les esperaba comiendo algo.

Fred: Ahhhh!!! Hola chicos, sorpresa!!! Tenemos visita.

Los dos se quedaron un tanto sorprendidos. De la habitación contigua salió Buffy y vio a los dos allí. Vio a Spike, sólo veía a Spike una y otra vez, con fuego, con dolor. Las lágrimas caían ya por su mejilla mientras se acercaba al vampiro. Una y otra vez oía en su cabeza las palabras Te Quiero, el rechazo de él, el   miedo de ella, la soledad, el dolor, siempre dolor.

Los dos se miraron, Spike extrañado, más perdido, dolido........., herido. Se pusieron frente a frente, sólo sus miradas, sólo sus sentidos, sólo ellos....

 

 

                                                                                             Capitulo 10