El Regreso (I):

tulo: El Regreso

Autora: Ana (Spikeadict)

Spoilers: Temporadas 5ª, 6ª y 7ª.

Tema: La historia se sitúa al comienzo de la 7ª temporada. Dawn es secuestrada por los secuaces de un poderoso demonio con la intención de atraer a la cazadora y así acabar con ella.

Es básicamente una historia de amor, poder, lucha, sentimientos encontrados y en general, de cómo se puede afrontar el pasado cuando éste regresa. Spuffy en estado puro.

Nota: Los personajes que aparecen en esta historia son propiedad de Joss Whedon, la historia ha sido creada por mí.

 

Si estáis interesados en dar vuestra opinión, dejar un mensaje en el foro: http://boards1.melodysoft.com/app?ID=buffy, poniendo en el asunto Para Spikeadict, Fanfic. Lo visito todos los días. Espero que os guste ya que lo he escrito con todo el cariño del mundo.


Capítulo I      La vida continúa

 

Habían pasado ya varias semanas desde que la vida de la pandilla de scoobies cambió radicalmente, la muerte de Tara, el intento de violación de Spike a Buffy y la locura que embargaba a Willow no hacía presagiar nada bueno. La Boca del Infierno parecía más inactiva de lo habitual, pero los problemas con los que los chicos contaban no les permitía disfrutar de la tranquilidad que eso hubiera supuesto en cualquier otro momento.

Buffy llevaba unos días con la mente en algún otro lugar, las emociones de las últimas semanas habían sido demasiadas incluso para la gran cazadora, se sentía más sola que nunca, en esos momentos echaba tanto de menos a su madre.... pero aunque tenía a su hermana cerca no quería admitir que echaba de menos, en cierto sentido, a cierto vampiro rubio que solía hacerla compañía desde hacía ya varios meses. Ella se había sentido sucia la noche en la que Spike....bueno, intentó violarla, y aún así no entendía cómo podía seguir pensando en él, debía de estar loca.

 

Dawn: Buffy, te encuentras bien? Dónde diablos estás?

Buffy: Sí, sí...- dijo distraídamente

Dawn: Estás muy rara últimamente, ya sé que todo esto te ha afectado pero hay que intentar mirar hacia delante y estar bien para cuando Willow venga de Inglaterra.

Buffy: Tienes toda la razón – dijo Buffy intentando esbozar una sonrisa que no lograba disimular su estado de ánimo- pareces más tú la hermana mayor que yo, te tendría que estar animando yo a ti en lugar de ser al revés...

Dawn: No te preocupes – dijo poniéndole una mano sobre su hombro – para eso están las hermanas, no? Bueno, yo empiezo hoy el instituto y no quiero llegar tarde, nos vemos a la hora de comer, vale?

Buffy: Vale, pásalo lo mejor posible

 

Dawn se marchó saludando con la mano mientras desaparecía por la puerta. Buffy se volvía quedar otra vez sola, la casa se le hacía cada vez más grande, las cuatro paredes parecían abrirse cada vez más, sentía un gran vacío en su interior, se sentía mal, así que decidió salir a dar una vuelta y pasar a visitar a Xander por su nuevo trabajo.

Él acababa de cambiar de empleo, ahora trabajaba de carpintero para una empresa local, ganaba bien y no tenía un horario muy duro así que podía ayudar a Buffy en sus tareas de cazadora ya que el grupo de los scoobies estaba bastante mermado últimamente. Hasta esos momentos ella no se había dado cuenta de todo lo que le había ayudado Spike en todos esos meses. Su pérdida le había afectado mucho tanto a nivel emocional como laboral, por así decirlo, Xander no era precisamente reconocido por sus buenas artes en la lucha, en muchos momentos no hacía más que estorbar y Buffy tenía que correr en su ayuda, pero en estos momentos era su único y gran apoyo.

 

Llegó a la fábrica donde trabajaba Xander pero éste no estaba, se había tomado muy en serio lo de reconquistar a Anya, después de que la abandonara en el altar, ella había estado muy molesta con él durante semanas, sin hablarle, pero en la última semana, parecía como si la relación hubiese mejorado algo y habían comenzado a quedar como amigos. Xander se había tomado el día libre para celebrar el cumpleaños de él los dos juntos esperando así una reconciliación.

Como no sabía que hacer, Buffy se fue a dar una vuelta por el cementerio, lo que daría porque fuese de noche y poder matar unos cuantos vampiros, así al menos se sentiría útil y no se aburriría tanto, pensó la cazadora mientras avanzaba entre las lápidas torcidas y llenas de musgo del viejo cementerio de Sunnydale.

 

Llegó la hora de la comida, Dawn tenía que estar al llegar, Buffy le había preparado a su hermana algo facilito porque no tenía ninguna gana de cocinar, estaba deseando que llegara para hablar con ella, quería que le contara todo lo que había hecho en su primer día de instituto. Había estado toda la mañana sola y un poco de conversación le vendría muy bien.

Pasaron las tres de la tarde y todavía Dawn no había llegado, Buffy se empezaba a preocupar, su hermana tendría que haber llegado a las dos y no era propio de ella llegar tarde sin avisar. Se dispuso a salir a buscarla, cogió su chaqueta y una estaca ya que no sabía cuánto tardaría en encontrarla o por dónde se tendría que meter hasta llegar a ella.

 

 

Mientras en otro lado del pueblo Dawn regresaba a casa después de su primer día de clase, había conocido a mucha gente nueva, pero había entablado más amistad con dos chicos de su misma edad, Fred y Kitt.

Para regresar del instituto debían de pasar por el cementerio, a los dos chicos la idea no les gustaba en absoluto, y más conociendo las habladurías que circulaban por las calles de Sunnydale a cerca de hechos extraños y criaturas terribles..., pero a Dawn eso no le importaba, con el trabajo de su hermana había visto cosas bastante peores que cuatro viejas lápidas. Pasaron por delante de la cripta donde había vivido Spike y Dawn se dio cuenta que había movimiento dentro, ella pensó que su amigo Clem estaría allí así que se despidió de sus nuevos amigos y entró. Los chicos se quedaron mirando como Dawn se introducía en la cripta, cuando hubo desaparecido, siguieron su camino acelerando el paso para salir cuanto antes del cementerio.

 

Dawn: Clem, estás por aquí?

 

Nadie contestaba a su llamada, volvió a hablar más alto para que le oyera y esta vez sí que recibió contestación. De la habitación del fondo salió Spike, la miró extrañado pero no más extrañado de lo que ella lo miraba a él.

 

Dawn: Ah, eres tú – dijo sin ninguna emoción en sus palabras- creía que ya no te atreverías a volver por aquí después de lo que hiciste.

Spike: Qué es lo que hice exactamente?

Dawn: Tú lo sabes bien, eres un ser despreciable, sabes? No sé cómo pensé que eras mi mejor amigo, tú eras la única persona que no me veía como una niña, pero ha resultado que ni siquiera eres una persona, sólo eres un monstruo sin alma que no debería de existir.

Spike: Nena, tú ya sabías que yo era  malo, era un vampiro, y los vampiros somos traicioneros, así que ya estabas avisada de lo que podía pasar...- Spike hablaba en su tono sarcástico ya habitual-

Dawn: Sólo te voy a decir una cosa, como te vea cerca de mi hermana yo misma te estacaré, me has oído, estás avisado.

 

Dicho esto la joven salió de la cripta dejando a un Spike asombrado y sombrío, él no pensaba ninguna de las cosas que le había dicho a Dawn, aquella noche en la que sucedió todo perdió los estribos, él seguía queriendo a la cazadora con toda su alma, sí, su nueva alma, un alma que ahora vivía atormentada por todo el dolor que a lo largo de los siglos había provocado a tanta gente, pero sobre todo por lo pasado aquella noche. No entendía qué demonios le había pasado al gran Spike, al todo poderoso William el Sangriento, él que siempre había presumido de tener los nervios muy templados.... hasta que conoció a cierta cazadora. Ahora todo había cambiado tanto..., Dawn y Buffy le odiaban e intentarían estacarle en cuanto tuviesen ocasión, y si esos apoyos se habían ido, que decir de Xander y los demás que en ningún momento creyeron en él...

Comenzó a recoger sus cosas y a apilarlas, se estaba preparando para una mudanza, cuando llegara la noche se iría de la cripta a un lugar algo más confortable para un vampiro con alma, había encontrado un local abandonado cerca de la tienda de magia de The Magic Box, parecía un lugar tranquilo y algo más acogedor.

 

 

Dawn salió dando un portazo de la cripta de Spike, la rabia la inundaba por completo, no entendía cómo podía haber sido tan tonta de haber confiado en ese vampiro traidor, .. si incluso se llegó a enamorar de él!!

Pensó en que tenía que tranquilizarse antes de volver a casa, su hermana ya tenía suficientes cosas en que pensar como para que encima ella le contase sus problemas. Miró alrededor, la calle estaba llena de gente que estaba de compras, ahí no se podía estar tranquila así que decidió ir a la vieja casa abandonada situada a las afueras de Sunnydale.

La casa tenía un aspecto siniestro incluso de día, por eso pensó la joven que estaría vacía, no podía estar más equivocada.....

 

 

Capítulo II      El demonio Resh

 

Hacía mucho tiempo que no pasaba algo grande en Sunnydale, salían los típicos vampiros de siempre, pero nada fuera de lo común, definitivamente la Boca del Infierno estaba bastante dormida. Generalmente este hecho sólo quería dar paso a problemas aún más grandes y como no, así fue.

 

Al pueblo habían llegado hacía algunas semanas varios demonios y vampiros, no se habían dejado ver hasta ahora ya que estaban planeando un gran golpe, eliminar a la cazadora y a su pequeña pandilla, pero los terribles hechos que sucedieron hacía ya tiempo les hicieron cambiar de planes. De hecho aquellos acontecimientos lo que habían hecho era mejorar aún más su situación, una de las brujas había muerto, la otra, más poderosa si cabe que la anterior, había sido llevada a Inglaterra junto con Giles, Spike, uno de los mayores problemas que los demonios tenían ya que le precedía su fama de gran luchador y asesino de vampiros y demonios, se había esfumado una noche sin dejar ningún rastro. Sólo quedaban la cazadora, Xander (que no tenía precisamente fama de buen luchador), Anya (una exdemonio que se interesaba más por las cosas banales que por matar vampiros) y Dawn, que aún era muy joven para saber luchar como su hermana.

 

Los demonios se regocijaban pensando lo fácil que sería deshacerse de la cazadora ahora que sus amigos no estaban con ella, tenían un plan muy sencillo,  hacer que la cazadora se acercara a ellos, el problema era cómo hacerlo. Así, sin apoyos no podría hacer mucho contra tantos enemigos. El grupo de demonios y vampiros contaba con 50 chupasangre y 40 demonios inferiores, pero todos ellos estaban liderados por un demonio superior de la raza Resh. Este tipo de demonios no era muy conocido en América aunque en Europa había causado estragos entre la gente de diversos países, siempre gente humilde que no se podía defender. Esta clase de demonio era cobarde, se escudaba detrás de los suyos, pero cuando se  veía forzado a luchar era de los más peligrosos que existían. Tenía muchos y diferentes poderes, los más comunes eran que de sus manos surgían dagas y haces de luz. Estos poderes los habían ido adquiriendo matando brujas y absorbiendo sus poderes, intentaban matar siempre brujas de diferentes clases para así hacerse con poderes distintos y llegar a ser el asesino perfecto.

 

Cuando llegaron a Sunnydale estudiaron el lugar donde poder vivir, como la cazadora no estaba en uno de sus mejores momentos, podían campar a sus anchas por el pueblo, vieron entonces la casa abandonada de las afueras, era perfecta, alejada de la gente y del pueblo, con aspecto desolado que impediría a mucha gente acercarse a ella. Era una casa estilo gótico, una maravilla para los vampiros, a los demonios les daba igual una que otra, además era muy grande por lo que no tendrían problemas de espacio, eso era muy importante ya que meter en un lugar cerrado a demonios y vampiros juntos era una estupidez ya que de todos era  sabido que no se llevaban nada bien entre ellos. Una vez estuvieron instalados sólo tenían que esperar que el día añorado por todos llegase, no sabían cuándo intentarían atacar sólo sabían que debían de matar a la cazadora lo más pronto posible.

 

 

Dawn llegó a la casa y entró por la parte de atrás, había unas maderas sueltas y había un hueco por el que no cabría mas que una persona menuda. Entró en la casa, tenía cara de pocos amigos, se sentía traicionada y estúpida por haber confiado en Spike. Se sentó en un polvoriento sillón a darle vueltas a la cabeza sin percatarse que unos ojos brillantes la observaban en la oscuridad. Los ojos se multiplicaban cada vez más, debía de haber allí por lo menos una docena de vampiros o demonios, quizás de ambas cosas. Algo se fue acercando por detrás de ella hasta tocarla el hombro, Dawn pegó un respingo sobresaltada, estaba claro que no estaba sola en la habitación como había creído pero con tanta oscuridad no se podía ver nada. De repente vio varios ojos al final de la habitación, estaba realmente asustada;

 

Dawn: Quién anda ahí?

Vampiro 1: El plan no podía haber salido mejor, resulta que la hermana de la cazadora ha venido a hacernos una visita...ja, ja, ja

Vampiro 2: Je je je, estás en lo cierto, esto va a ser más fácil de lo que pensábamos, ya tenemos el señuelo, ahora sólo falta la presa.

 

Después de esto Dawn sólo vio oscuridad, despertó atada con unos grilletes en lo que parecía ser un lúgubre y húmedo sótano. Estaba asustada y se decía constantemente lo tonta que había sido al ir allí ella sola, pero el mal ya estaba hecho y lo único que le quedaba era que su hermana la buscara y la salvara. Intentó pensar con claridad. Quiénes podrían ser esos sucios vampiros? Pensó en la posibilidad de que fueran aliados de Spike pero él nunca haría algo así...., o sí?

 

                                                                                        Capitulo 3