Autora:
Ana (Spikeadict)
Spoilers:
Temporadas 6, 7
Tema:
La historia se sitúa al final de la 7ª Temporada. Spike y Anya han muerto, Sunnydale ha
quedado totalmente destruido y muchas cazadoras han caído en la batalla final. Spike
regresa a la vida cuando Los Poderes Superiores le dan una segunda oportunidad, cómo la
afrontará???
Aclaración: Los
personajes sobre los que aquí escribo pertenecen a Joss Whedon, la historia es invención
mía.
Agradeciemientos: Quiero
agradecer a mis amigas Spuffy y Fosito no sólo la ayuda que me han brindado en la
realización de este fanfic sino el que estén haciéndome compañía y pasando buenos
ratos en el msn cada día. Besos a las dos, guapas!!!!!
Capítulo 1:
Tantos
años habían pasado desde aquel horrible día donde la sangre de las Cazadoras corría
entre las rocas de la Boca del Infierno. Tantos años habían pasado y su rostro era el
mismo, triste, impenetrable, solitario. Sus ojos se abrían cada día para descubrir que
seguía en el mundo de los vivos para comprobar con miedo y terror que lo que sucedió
aquella noche en Sunnydale fue real, ahora sólo un mal recuerdo de su pasado que se
mantenía claro e intacto como el primer día.
La vida no
le había ido bien a William desde su muerte, muchos días pasaron mientras su alma era
juzgada en el limbo, muchos juicios tuvo que pasar, muchos recuerdos le quemaban el
corazón cuando recordaba una y otra vez la muerte, el horror y el miedo de ese fatídico
día que llevó a su alma hasta el infierno para volver de nuevo a nacer ya perdonados sus
pecados. Recordaba el bello y perdido rostro de Buffy mirándolo, sabiendo que ese momento
sería el último para los dos, sabiendo que sus manos unidas de las que brotaba la llama
del amor sería el último contacto con aquel ser al que tanto amaba y al que no había
sido capaz de llegar a amar y de expresar en toda su grandeza lo que su corazón sentía
por ella.
La vida de
Spike, ahora conocido como Dorian, había cambiado incluso su nombre para intentar olvidar
su terrible vida, romper con los fantasmas del pasado haciendo que nada, ni siquiera su
nombre le recordara a ELLA. No había sido fácil, siempre de un lugar a otro sin rumbo
fijo, su alma y los recuerdos que en su cabeza se habían
asentado como viejos fantasmas que no quieren abandonar su hogar eran su
única compañía. Su aspecto siniestro y triste no lo hacía pasar desapercibido allí
donde se encontrara, siempre de noche, siempre solo, siempre triste y oscuro. La gente lo
miraba extrañada y sus gestos de desprecio ante su mera presencia le oscurecían más el
corazón. Cada día deseaba no haber vuelto a vivir porque aquello no era vida ni siquiera
para un vampiro con alma.
Cada día
se lamentaba y gritaba al cielo suplicando que aquellos que le habían dado ese castigo
como premio a su valor y heroicidad le devolvieran lo único que lo recomponía y le
hacía sentir mejor, el frío y la oscuridad de la muerte.
Habían
pasado ya 60 años desde su muerte, 60 años desde que tocó por última vez la piel de su
amada, 60 años desde que murió por siempre para vagar por el mundo sin rumbo. Él ya no
sentía, estaba muerto por dentro, ninguna ilusión iluminaba su corazón y su alma. Todos
estos años había muerto un poco más cada día, aunque su corazón no latiera...., ahora
se sentía más muerto que nunca, la sonrisa
que antaño había alegrado su rostro, la voz que hacía tanto tiempo se extinguió y
había alegrado su corazón, la piel que hacía tanto tiempo descansaba en el interior de
la tierra para no ver de nuevo el sol y que había hecho enmudecer su garganta...., todo
eso había desaparecido para no volver jamás. No entendía por qué Los Poderes
Superiores le había hecho eso, Buffy había muerto hacía ya unos cuantos años y él ya
no tenía ninguna ilusión por vivir. Ella lo era todo para él y ya no estaba....
Spike
recordaba cada noche el fuego, las piedras, el dolor, su cuerpo desapareciendo entre el
polvo y los escombros, de repente todo se tornó oscuridad.
Despertó
en un lugar enorme pero vacío, silencioso pero traicionero, estaba confundido, asustado,
no entendía qué había pasado ni por qué, sólo sabía que había aparecido en un
extraño lugar y que se sentía bien.
Estuvo
pensando largo tiempo, muchas eran las almas que pasaban por allí, permanecían cierto
tiempo y se iban, no sabía si a un lugar mejor o peor, pero marchaban y él, quedaba
aislado de todos y de todo, siempre solitario esperando una resolución que no llegaba,
esperando una señal que no sabía si deseaba conocer, esperando el infierno o el cielo,
esperando, siempre esperando.
Un día, no
sabía cuánto tiempo había pasado desde su llegada, alguien se aproximó a él. Era un
ser incorpóreo, como un haz de luz. Era invisible para todos excepto para él, supo
entonces que su momento había llegado, ya estaba decidido su destino. Spike sonrió y
siguió a ese ente a través de innumerables pasillos y corredores, parecía que no iba a
acabar nunca. Caminaban y caminaban por diferentes habitaciones que le parecían similares
a las anteriores, todo era quietud, todo era oscuridad, se sentía extrañamente bien en
aquel lugar.
Pasados
unos minutos llegaron a un salón gigantesco, las paredes eran de color negro, muy
tristes, a los lados había velas que iluminaban tenuemente la estancia dándole un
aspecto más tétrico, la habitación estaba decorada con muebles antiguos, muy viejos
pero bien cuidados y en el centro de la estancia una mesa redonda enorme presidía el
salón.
El ente
miró al vampiro y le hizo un gesto señalando una especie de sillón que estaba situado
frente a la mesa. Spike se acercó a él y tomó asiento sin quitar la vista al grupo de
personas sentadas alrededor de la gran mesa victoriana.
Esas
personas no eran entes, tampoco personas en el más estricto sentido de la palabra, eran
como una especie de sombra de lo que algún día fueron, eran espectros de un sentimiento
perdido en el tiempo, fantasmas de almas atormentadas que habían encontrado el calor y el
resguardo en aquel lugar. La escena hizo temblar levemente al vampiro que los observaba
ensimismado y un tanto desconcertado.
La mesa
estaba presidida por un caballero alto y fuerte, sus vivaces ojos tenían un brillo
especial que seguramente no habría cesado en todos esos años rodeados de oscuridad. Era
el más parecido a un hombre, los demás eran energía, una energía que jugaba con el
aire dibujando formas diferentes y siniestras.
Todos
observaban al vampiro mientras hablaban entre ellos y señalaban en alusión directa a un
Spike que se sentía perdido y solo ante esa situación. Entonces, el señor que presidía
la mesa alzó su voz mirando fijamente al recién llegado;
Juez: Hola Spike
él miraba al vampiro a los ojos tan fijamente que parecía intentar llegar a sus
pensamientos, a los rincones más profundos de su mente. Spike se sentía presionado e
impresionado pero en ningún momento dio señales de flaqueza- Mucho tiempo ha pasado
desde tú llegada al limbo. Largas horas hemos tenido que deliberar para conocer más de
ti, más sobre tu vida, más de tu pasado.
Spike: Bueno
...... dijo con tono burlón- Para eso no hacía falta tanto tiempo..., haberme
preguntado a mí que con mucho gusto os hubiera respondido.
Juez:
Silencio!!! gritó ante el murmullo que la insolente respuesta del vampiro había
levantado en la sala- Sólo hablarás cuando se te ordene!!! un trueno ensordecedor precedido por una luz que hizo a Spike taparse el
rostro con un gesto de dolor sonó en la sala haciendo que todo se tambalease- Sé como
eres Spike, sé lo que has hecho, lo bueno y lo malo, conozco tus pérfidos actos
pero...también conozco los nobles así que no intentes parecer lo que no eres....
El vampiro
agachó la cabeza en señal de disculpa comprendiendo que aquellos seres, aquellas almas
no eran sus enemigas, él estaba allí por alguna razón y ésta pronto sería expuesta.
Juez: Bien,
después de esta pequeña intromisión dijo mirando frunciendo el ceño hacia el
vampiro- continúo con lo que estaba intentando decir. Largas horas hemos estado
debatiendo qué hacer con tu alma, muchas propuestas ha habido y de toda índole te e de
decir. Muchos te querían llevar al infierno ya que consideraban que tus malos actos
superaban a los buenos. Otros muchos te querían llevar al cielo porque consideraban que
tu evolución, aun sin tener alma, había sido extraordinaria. Muchas discusiones, muchas
peleas y muchas reuniones han habido aquí en esta sala durante tu estancia en el limbo,
mi querido Spike el vampiro lo miraba ensimismado pensando lo que ese ser le estaba
contando, sabiendo que de lo que él estaba hablando dependía su alma a partir de ese
momento- Hasta ahora he escuchado los pros y los contras a una vida plagada de muerte,
asesinatos, terror y miedo alrededor de todo el mundo Spike se entristeció al oír
esto, sabía que las cosas malas que había hecho durante sus años de vampiro superaban a
las buenas así que se veía ya en el infierno- Pero también he escuchado la lucha de un
ser sin alma, un desalmado vampiro por ser mejor por AMOR.
El señor
sonrió levemente y se levantó de su silla. Caminaba de forma etérea, casi sin tocar el
suelo, sus movimientos eran rítmicos y suaves, parecía no moverse. Poco a poco se fue
alejando de la mesa y acercándose al lugar donde Spike se encontraba.
Juez: Ahora
está en mí la solución a tu enigma, mi querido Spike. No creas, no ha sido fácil
decidir pero por más que pensaba........., había algo que me asombraba en ti y que me
hacía retrasar la idea de llevarte al infierno la cara del vampiro pareció
iluminarse de nuevo por un breve instante de tiempo- Tú has sido un vampiro...cuánto
tiempo?? 150 años?? Bueno dijo
sonriendo y moviendo la cabeza lentamente- no
tiene mucha importancia el tiempo que lo has sido sino, lo que has hecho con él.
Repasemos tu vida, mi querido vampiro, te aliaste con tres vampiros y sembraste el terror en Europa, destrozaste familias, mataste a niños y a mujeres, acabaste con la vida de dos cazadoras, dos personas que defendían al mundo de la muerte y de la desolación. Viajaste a Sunnydale donde te pusieron ese extraño artefacto en la cabeza, ese chip, así es como se llama, verdad?? dijo mientras el vampiro asentía lentamente con la cabeza sin dejar de mirar al Juez- Todo en tu vida ha sido muerte, horror y miedo entonces Spike abrió la boca para contestar cuando el Juez mediante un rápido gesto con la mano ordenó que se callara- Sé que hay más, lo sé, desde aquí arriba lo vemos todo, lo bueno y lo malo, déjame continuar, te lo ruego... digo acercándose más aun, tan cerca del vampiro que éste podía ver a través de él Después conociste a Buffy, La Cazadora, buena chica, sí señor... dijo sonriendo melancólicamente cerrando los ojos mientras recordaba algo- ...y entonces hiciste la cosa más estúpida que podías haber hecho, pero también la cosa que ahora mismo te salvaría de dar con tu trasero en el infierno.
De nuevo
mucho revuelo en la sala, las sombras se miraban unas a otras, no sólo por la forma de
expresarse del Juez sino por la resolución que había tomado. Spike se le quedó mirando
fijamente con la esperanza dibujada en los ojos, el hombre continuó hablando;
Juez: Tú te
enamoraste de La Cazadora, un ser sin alma se enamora de lo que más odia... , mmm,
interesante. Yo conocía historias sobre vampiros que habían llegado a amar a otros
vampiros pero, a un humano?? Jamás. Ese día fue cuando mi idea sobre ti cambió, no
radicalmente claro, no eras precisamente bueno aun pero, poco a poco ibas pasando del lado
oscuro a la luz del BIEN. Pasaron los años y tú seguías sorprendiéndome, no era capaz
de augurar tu futuro, tu forma de ser cambiante, tus arranques y tus acciones tan
sorprendentemente llevadas a cabo no hacían más que interesarme más por ti y por tu
extraño caso.
Pasado el
tiempo llegó el día en que para mí sufriste un punto de inflexión en tu vida, harto de
tanta negativa y de tanto juego por parte de la Cazadora, intentas tomar lo que crees que
te pertenece por la fuerza el rostro de Spike se ensombreció de repente, su gesto
cambió y se volvió más oscuro, más triste, sólo con nombrar ese fatídico y terrible
día hacía que el corazón y el alma del vampiro se oscureciese más por momentos. El
Juez se dio cuenta de esto, lo miró mientras se agachaba para que sus ojos quedaran a la
altura de los del vampiro. Siguió hablando- Entonces
vi, mi querido Spike, lo especial que eras, lo especial que aun eres. En un ser sin alma
no existe el arrepentimiento, no existe la culpa ni el remordimiento pero....., sí en ti.
Viste entonces que eras un ser irracional que nunca llegaría q ser de nadie, y mucho
menos de la Cazadora, te diste cuenta de lo que realmente eras, de lo que realmente
representabas. Viajaste mucho para recibir no sin mucho sufrimiento y dolor lo que tú
considerabas que ella necesitaba, que ella quería, que tú merecías, TU ALMA.
Fue
entonces cuando me desconcertaste del todo, fue entonces cuando no supe qué opinar, qué
hacer. Un ser que por naturaleza es malo y que no ama ni siente había sido capaz de dar
una lección al más humano de nosotros, había sido capaz de tomar la más difícil
decisión sólo por el amor a una mujer.
A partir de
ese momento tu sufrimiento por tus terribles actos anteriores colmaron y ocuparon tu vida.
Yo sentía cada uno de tus remordimientos y miedos, cada uno de tus sentimientos quemaban
mi piel como un hierro a fuego pero....., tú seguiste valientemente aun sintiéndote
apartado de los demás, aun no sintiéndote amado. Por último y en un acto de gran
nobleza y valor entregaste tu vida por lo que más has amado en toda tu existencia además
de a la Cazadora, el mundo, la vida.
Spike lo
miraba fijamente con los ojos ya húmedos por la emoción y los recuerdos que se agolpaban
en su cabeza mientras aquel ser hablaba de sus actos buenos y malos, mientras aquel ser
hacía el resumen de una vida que le había reportado más tristezas que alegrías. Se
enjuagó los ojos con una mano sin dejar de mirar a la persona que le estaba hablando;
Juez: Así que,
e aquí mi decisión. Después de tener en cuenta el mal que has hecho en tu vida como
vampiro, no puedo dejar que vayas al cielo la cara de Spike se ensombreció de
repente, había perdido, un gesto de derrota asomó en su rostro mientras parte e los seres que estaban sentados en la mesa reían y
se felicitaban por las palabras del Juez. Éste se dio la vuelta con gran rapidez y se
dirigió a ellos con una voz tan fuerte e intensa que parecía de ultratumba- Silencio!!!!!
Gritó- aun no he
terminado Spike levantó su rostro de
nuevo con la esperanza dibujada en sus ojos para continuar mirando a aquel personaje que
se erguía impasible ante sus ojos. El Juez se volvió de nuevo hacia Spike y continuó
hablando- Como iba diciendo ....carraspeó levemente- ....no puedo dejar que vayas al cielo pero..., tampoco puedo dejar
que vayas al infierno más murmullo entre los seres de la mesa, el Juez esta vez no
se dignó a darse la vuelta y continuó hablando- No puedo dejar que todos tus actos
nobles caigan en saco roto, tu progresión ha sido tan grande, tan impresionante que no
puedo dejarla de tener en cuenta, por eso mismo te doy una nueva oportunidad. Te doy la
oportunidad de que hagas de tu nueva vida algo bueno, que hagas las cosas bien. Te
devuelvo a la vida pero no como hombre, no aun, no están todas tus deudas saldadas
el vampiro lo miraba pensativo, sin entender bien lo que le quería decir- Todo esto
lo entenderás antes o después, tranquilo dio media vuelta y se dirigió de nuevo a
su silla, cruzó las manos sobre la mesa y mirando alternativamente a los componentes de
la mesa y al vampiro, dijo- Esta es mi decisión, Spike, volverás al mundo de donde te
sacamos como vampiro con alma, seguirás siéndolo hasta que todos tus errores sean
enmendados, he hablado.
El Juez dio
un golpe con un mazo en la mesa y de repente todo fue oscuridad. El vampiro abrió poco a
poco los ojos, se encontraba tumbado en medio
de un descampado desnudo y solo.
Su ropa
yacía a su lado, la luz de la luna reflejada sobre su cuerpo aumentaba el color blanco de
su tez. Se levantó torpemente y se vistió con la preocupación dibujada en el rostro,
suspiró y comenzó a andar hacia la carretera mientras se colocaba su saco de cuero.
Spike
recordaba esto una y otra vez desde que regresara de la muerte. Su vida fue desde entonces
infeliz. Regresó a Sunnydale para descubrir que todo había sido destruido a causa de la
limpieza, todo lo que él recordaba había sido eliminado. Buscó pruebas entre los
escombros, preguntó en pueblos cercanos qué recordaban de aquella noche y dónde estaban
los que lograron la proeza de salvar al mundo, nadie sabía nada, todo era silencio, miedo
a hablar, precaución.
Pasaron los
meses, Spike iba cada vez desesperando más y más, la primera sonrisa al imaginarse
delante de Buffy de nuevo iba apagándose cuanto más tiempo pasaba sin resultados. Estaba
cansado y desesperado.
Una noche
tomó un autobús hacia Cleveland, algunos rumores entre los demonios de la zona situaban
a Buffy y a su hermana allí. La Cazadora había sido demasiado importante en el mundo de
los monstruos como para pasar desapercibida su marcha. Spike creyó resucitar de nuevo, de
repente todo el ánimo perdido por las innumerables e infructuosas horas de búsqueda
volvía a su cuerpo por la alegría y la posibilidad de volver a ver, a tocar y sentir su
piel, sus manos, de ver su sonrisa y sentir su mirada a través de aquellos preciosos y
verdes ojos.
El viaje
fue largo, no sabía a ciencia cierta si la Cazadora se encontraba allí pero había sido
la primera pista en meses, unos meses relacionándose con la chusma, con lo peor de cada
pueblo, con demonios y vampiros...., unos meses de soledad que se había hecho patente en
su rostro antes duro y frío, ahora desolado y triste.
Llegó a la
estación entrada la noche, no podía esperar, no quería pasar más tiempo sin tenerla en
sus brazos, le quería decir tantas cosas...., todo lo que había sentido cuando la vida
se le escapaba entre los dedos, toda la alegría por poder efectuar un acto tan valiente e
importante.......pero........toda la tristeza por despedirse de su gran amor. Tenía
tantas ideas en la cabeza, tantos pensamientos se agolpaban en su mente luchando por salir
que no podía pensar con claridad.
Cleveland
era por aquel entonces un pueblo no muy grande, unos cincuenta mil habitantes así que no
tendría problemas para encontrar a la Cazadora, antes o después alguien la conocería,
el nombre de Buffy no era muy común así que empezó a preguntar por ahí.
Intentó
tranquilizarse y organizar una búsqueda más ordenada, sabía que por intentar ir más
rápido no la encontraría antes pero, muchas veces le era muy difícil controlarse.
Preguntó en comercios que abrían toda la noche, mientras vivía en una casa abandonada
frecuentada por borrachos e indigentes. Todas las noches salía a indagar algo sobre el
paradero de su amor y cuando no obtenía resultado, que era la mayoría de los días,
intentaba mitigar sus penas en el whisky de un bar de carretera.
Una noche
el vampiro entró en una tienda, era una especie de supermercado que abría las 24 horas
del día, compró cigarrillos y una botella de bourbon. Estuvo mirando una serie de
artículos que no tenían ningún interés para él pero........ salir en busca de
respuestas se había convertido en algo muy duro para él, nadie parecía conocerla, ...,
y si había cambiado de nombre??? Entonces nunca la encontraría!! pensaba.
Después de
demorar un tiempo su marcha del supermercado se dirigió hacia una empleada que estaba
situada frente a una caja registradora para pagar lo que había cogido, era una mujer de
unos cincuenta y pico años. Ella le miraba con amplia sonrisa.
Spike sacó
el dinero y se lo tendió a la mujer con una sonrisa melancólica en sus labios. La mujer
lo recogió y le dio el cambio. Cuando iba a salir del local se volvió hacia la mujer y
le lanzó la pregunta que tantas veces había hecho ya durante tanto tiempo, preguntó por
Buffy Summers. La mujer se sorprendió por el tono de voz del chico, en él se
entremezclaba la amargura y la pena, el cansancio y la desilusión, con un movimiento
afirmativo de cabeza salió del mostrador ante la atenta y brillante mirada del vampiro y
le señaló una gran casa al final de la calle. El vampiro dio las gracias a la atenta
mujer y se despidió, salió camino de aquella casa con la esperanza dibujada en sus ojos.
No tardó
en llegar, su cuerpo vibraba por los nervios, el momento que tanto esperaba había llegado
y......... no lo podía creer. Él, allí, delante de aquella casa parado como un
pasmarote, sin poder moverse, sin poder reaccionar. No sabía qué hacer, qué decir, no
quería asustarla, no quería perderla de nuevo. Miró un reloj gigante situado en un
edificio cercano, eran las 4 de la madrugada, demasiado tarde para ir de visita. Sonrió y
suspirando dio media vuelta mientras hablaba entre dientes;
Spike: Hola
Buffy, regresé, mi amor
Se alejó de allí perdiéndose en la oscuridad.
Esa noche no pudo dormir, estaba tan excitado y alegre...., la mañana llegó pronto, tampoco pudo pegar ojo pensando en cada cosa que estaría haciendo su Cazadora mientras él estaba tumbado en el frío suelo. Esperó impacientemente hasta que la noche cayó, acababa de ponerse el sol cuando el vampiro salía atropelladamente de su viejo y desierto escondite.
Las calles de Cleveland estaban llenas de gente, aun era pronto, las 20:00 horas calculó Spike. Andaba con paso ligero haciéndose paso entre la gente, estaba demasiado nervioso para pensar, tenía demasiado miedo a la reacción de Buffy como para poder sentir alguna emoción que no fuera temor. Poco a poco se iba acercando a la casa.
Se quedó fuera, cerca de la barandilla. Desde allí se podía ver todo en su interior. La casa era de estilo victoriano, esto le recordó a la gran mesa donde hacía ya tiempo había sido juzgado por aquellos seres. Tenía un gran jardín con muchas flores y árboles. A la derecha una gran fuente de la que emanaba gran cantidad de agua fresca y cristalina, a su lado, unas mesas y sillas pintadas de blanco hacían juego con la valla de madera que rodeaba la casona. Spike sonrió recordando la conversación con Buffy cuando ella tuvo aquella cita con Wood, no siempre sueño con una cripta rodeada por una valla de madera, dije, pensaba el vampiro mientras observaba las sombras que se movían en el interior.
De repente alguien salió. Spike se escondió tras unos matorrales para evitar ser visto. Adelantó la cabeza un poco para poder ver quién había salido...;
Spike: Dios mío!!! pensó el vampiro transformando su cara a causa del pánico- Es....esa es...... no podía hablar, algo en su garganta se lo impedía- ...pero.....no puede ser....debo estar loco..- de nuevo la mirada pareció perderse en un mar de oscuridad-
De repente otra persona abrió la puerta, era ella, por fin era ella después de tanto tiempo esperando ver su bello rostro pero.......algo extraño había en Buffy, estaba más......mayor. Unas arrugas cruzaban su frente, unas arrugas que no habían mermado para nada su gran belleza.
El vampiro la admiraba en silencio, qué había pasado?? Había estado tanto tiempo en el limbo que ella había tenido tiempo de envejecer?? Spike no comprendía, no entendía que había pasado. En el suelo un periódico tirado cuyas hojas se movían al compás del viento mostraba al joven la fecha en la que se encontraba.......habían pasado 30 años!!!! Spike pareció enloquecer, miraba la fecha una y otra vez, una fecha que para él sólo significaban seis números impresos en el papel pero, para su amada habían significado media vida. Giró de nuevo hacia la chica ya convertida en una madura mujer con los ojos perdidos en la oscuridad y en el miedo de no obtener respuestas, una oscuridad de la que sólo salió cuando discernió en ella a su gran amor, la Cazadora.
Spike admiraba como una madura y hermosa mujer ayudaba a su hermana a poner la mesa para el café. Delante de sus ojos veía como el paso del tiempo había convertido a Dawn en una mujer y a Buffy, su Buffy, en una mujer de unos cincuenta años.
El vampiro estaba horrorizado, nunca hubiera pensado que el tiempo pasara tan rápido allí en el limbo. Ahora, delante de la mujer que más había amado en su vida se daba cuenta de que se había perdido 30 años de la vida de la Cazadora, 30 años en los que no pudo sentirla, no pudo tenerla, no pudo amarla....
Spike: Da igual dijo Spike con energía- no me importa la edad que tenga, la amo, la amo con toda mi alma aun pasados 30 años.
El vampiro comenzó a andar hacia la puerta cuando algo lo paralizó, alguien más salía de la casa. Dos hombres con aspecto noble salían de la casa sonriendo y charlando amigablemente. Llegaron al lugar donde se encontraban las mujeres riendo y hablando de sus cosas. Spike no podía creerlo, sólo cuando uno de los hombres se acercó a Buffy y la rodeó con sus brazos depositando un beso en esos labios que él añoraba, se dio cuenta de que ella ya no le pertenecía, había rehecho su vida al lado de otro hombre, un hombre que le daría lo que él nunca le podría haber dado, un hombre que no la amaría más de lo que él la hubiera amado pero que la haría completamente feliz.
Spike observaba con lágrimas en los ojos como toda su esperanza, toda su alegría se dilapidaba bajo toneladas de sufrimiento, un sufrimiento que aumentaba al ver el cariño que ambos se profesaban.
El vampiro se giró rápidamente, no podía seguir viendo la escena, no podía creer como algo así podía pasarle a él. Salió corriendo calle abajo con los ojos empapados en lágrimas mientras apretaba la mandíbula intentando no caer derrotado al suelo. Mientras corría miraba al cielo y con el rostro lleno de ira y odio se perdía entre la oscuridad. Buffy se paró de repente, su rostro cambió en décimas de segundo, cambió su gesto, había sentido algo, había sentido una presencia de su pasado, algo maravilloso, algo eterno pero....., se había ido. La mujer se aproximó a la valla, tomó aire intentando determinar el aroma que allí había quedado, una esencia que le recordaba a su gran amor pero......., una esencia que no era real, no podía serlo. Sus ojos brillantes por la emoción y el dolor temblaban mientras se mordisqueaba el labio nerviosamente. Cerró los ojos para sentir por última vez ese aroma que le recordaba al amor puro de su pasado. Giró de nuevo blandiendo una sonrisa en el rostro que no escondía el dolor que ese olor le había hecho recordar.
Spike cayó derrotado en su lecho, cayó enmudecido por las lágrimas que lo ahogaban. Todo había sido una mera ilusión. Miró al cielo y chilló, un grito desgarrador surgió de su garganta desde el centro de su alma, una alma que ya no volvería a ser la misma.
Capítulo 2:
Jocelyn era una bella joven de 25 años cuya dura vida no había mermado en nada su gran belleza. Vivía en Cleveland con sus abuelos, bueno, con su abuelo, su abuela había muerto hacía ya unos cuantos años y la joven y su abuelo, que se llamaba Leopold, vivían en una casa a las afueras de la ciudad.
La vida de esta joven había estado marcada por la mala suerte y la fatalidad desde su nacimiento.
Nació en el seno de una buena familia en la ciudad de Virginia. Todo era felicidad en esa casa con la llegada de el nuevo retoño, todos esperaban que fuese una niña, cosa de familia decían, y en efecto, el 20 de Agosto 2026 nacía Jocelyn Ford entre el amor y cariño que sus padres le procesaban.
Los primeros 7 años de su triste vida transcurrieron como los de cualquier niña, iba al colegio diariamente acompañada de su padre William, jugaba con sus amigos durante la tarde después de haber terminado sus tareas y regresaba a casa para pasar de nuevo el final del día con su familia que la adoraba y amaba. Todo era felicidad en el seno de esa familia, todo hasta que.......
Un día Jocelyn regresaba de un parque cercano a su casa donde había estado con sus amigas jugando durante la tarde, canturreaba mientras miraba en el suelo como sus pies se movían bajo el ritmo de una canción imaginaria. En la ciudad todo era silencio, no era muy grande por aquel entonces, la fiebre del comercio y de la bolsa aun no había afectado a esa ciudad, no todavía. Multitud de sirenas sonaban en la lejanía, sirenas de policía, de ambulancias.., sirenas que teñían la tranquilidad de la ciudad de un color oscuro de muerte y desolación.
La niña no dio importancia a todo aquello, siguió caminando poco a poco hacia su casa distraída con sus pensamientos hasta que sus pasos pararon en seco. Su rostro poco a poco fue cambiando de expresión, sus gestos dibujaron el miedo, el horror y el terror por lo que delante de sí estaba sucediendo. Delante de su casa decenas de policías y varias ambulancias estaban paradas mientras el caos reinaba en el interior de la casona. Jocelyn no podía creerlo, no entendía qué había pasado, su pequeña cabecita no sabía qué pensar. De allí salían gritos y llantos, los vecinos asomados a sus ventanas y a las puertas de sus jardines miraban la triste escena que en su barrio estaba aconteciendo.
La niña estaba paralizada, una lágrima de miedo rodó por su rostro mientras veía como su abuela Buffy se acercaba hacia ella con gesto descompuesto por el dolor. Llegó a su lado y se agachó sin quitar la mirada de la pobre niña que la miraba perdida en un mar de dudas. Su abuela no dijo nada, sólo sonrió melancólicamente, una sonrisa tranquilizadora pero llena de dolor y de culpa, por aquel entonces Jocelyn no entendía por qué. Buffy la abrazó fuertemente intentando protegerla de todo aquello, intentando que la escena tan dantesca que ella misma había presenciado momentos antes no fuera vista por su querida y joven nieta. En su interior agradecía a Dios que la pequeña no hubiera estado en el interior de la casa cuando todo aquello sucedió. La abrazó más fuerte aun cuando a su mente acudieron las imágenes de los cuerpos de su hija y de su yerno destrozados y mutilados, todos sus recuerdos de Cazadora volvieron a su mente de nuevo agolpándose e hiriéndola con cada pensamiento, con cada sentimiento, ....., estrechaba más fuerte a su nieta entre sus brazos intentando que todo aquel dolor que la pequeña sentía se perdiera en sus abrazos y no lo absorbiera su pequeño y frágil cuerpo.
Mientras, Jocelyn no cesaba de mirar el incesante movimiento de personas alrededor de su casa, caras desconocidas, gestos de repulsión y dolor, gente con prisa y miedo por el espectáculo que estaban presenciando. Sus ojos parecieron cerrarse, no veía nada pero aun los mantenía abiertos. Su mente pareció volar fuera de su cuerpo, huyendo del dolor y de la soledad que en esos momentos la embargaba. Su abuela sólo podía abrazarla, entre sollozos intentaba sin resultado no llorar para no asustar a la pequeña pero era imposible, su hija, su querida y pequeña hija Joyce (para ella siempre sería su pequeña aunque ya contara con 35 años) había muerto a manos de......., lo que ella conocía y no quería recordar, su pasado había vuelto a buscarla y eso la dolía aun más porque se culpaba de sus muertes.
Buffy se levantó y miró de nuevo a su nieta, la pequeña con la mirada perdida y llena de oscuridad seguía mirando a ningún sitio, sin ver nada más que miedo y terror. La abuela tomó la cara de la niña y la dirigió hacia sí. La miró a los ojos, unos ojos demasiado adultos para pertenecer a una niña de 7 años, le acarició la mejilla que estaba fría como el hielo a pesar de ser una tarde muy calurosa. Jocelyn no dijo nada, no sintió nada, todo lo que había a su alrededor se había derrumbado, se había esfumado, su vida tan feliz y normal como la de los demás niños había sido reducida a añicos en sólo unas horas. Buffy tomó de la mano a la niña y junto con su marido Leopold salieron del lugar para que Jocelyn no siguiera presenciando aquel dantesco espectáculo.
Poco después de aquellos terribles acontecimientos los tres viajaron a Cleveland, donde los abuelos de Jocelyn vivían. Había sido duro pero la pequeña mente de la niña aisló esos malos pensamientos y los encerró en un lugar recóndito de su mente, los lapidó por una tonelada de miedo, tristeza y angustia intentando no pensar en ellos cuando su abuela estuviera presente. Sólo el mero hecho de ver el triste rostro de Jocelyn hacía que Buffy enmudeciera de dolor sabiendo que, en cierto modo, todo había sido culpa suya.
Pasaron varios meses viviendo en la casa de Cleveland, todo parecía allí muy triste y desolado, la alegría parecía que había abandonado a esa familia por completo, muchas veces pensaban si alguna maldición había caído sobre sus cabezas ya que desde que Buffy había dejado apartado su destino de Cazadora, todo había andado mal en la familia Summers y entre sus amigos. Enfermedades, accidentes, incendios, casos demoniacos y vampíricos..., la muerte de Dawn por cáncer, la desaparición de Xander en extrañas circunstancias......, todo había pasado en unos pocos años y ahora, pensaba Buffy, le había tocado pasar a su hija Joyce y a su querido marido.
Todas las noches Buffy lloraba por sus amigos y familiares muertos, lloraba por su mala suerte pero agradecía que Jocelyn estuviera con ellos a salvo, por ahora.
Pasaron meses hasta que Buffy y su marido decidieron ingresar a Jocelyn en un colegio privado, en una residencia. Ella no lo entendía, era demasiado pequeña para explicárselo, cómo hacerlo?? Cómo decirle.... Jocelyn, debemos internarte en un colegio privado no para alejarte de nosotros sino para protegerte de mí, de ti, de ellos, de los monstruos que quieren acabar conmigo y con mi vida ahora que ya nada puedo hacerles, ahora que a nadie puedo proteger. Ahora soy presa fácil pero, más fáciles de cazar son mi familia y...., más doloroso es el dolor por su pérdida. Ya no soy la que antaño fui, ya no soy la Gran Cazadora que acaba con el mal, los años han pasado para mí, pensaba con tristeza.
Con gran dolor se despidieron de la niña prometiéndola visitas semanales. Ella asentía pero en su interior no entendía cómo y por qué sus queridos abuelos se deshacían de ella así. Se sentía un estorbo en sus vidas, ellos que hasta ahora habían vivido solos y felices debían de aguantar a una mocosa..., lo entendía pero no le gustaba, no quería que lo único que poseía en el mundo se deshiciera de ella, no lo podía asimilar, había sido demasiado dolor para una mente tan pequeña.
Jocelyn observaba entristecida como sus abuelos se montaban en el coche que los sacaría del colegio donde la habían llevado, el dolor que sentía su joven corazón era tan intenso, tan enorme que no podía ni siquiera llorar, la angustia que sentía en su interior la desbordaba y la hacía sentirse la persona más desdichada del mundo.
Abajo Buffy la miraba de reojo, no era capaz de soportar esa mirada triste y perdida fija en ella, en cada uno de sus movimientos. No era capaz de entender a su cabeza, su corazón le dictaba otra cosa, no debía de separarse de ella, no ahora, no después de lo que la niña había pasado en lo últimos meses pero, si quería que su nieta salvara la vida, no podría estar con ellos. Estar al lado de la Gran Cazadora era sinónimo de muerte y perdición, ..., quería demasiado a su pequeña como para dejar que muriera tan joven, tan inocente, tan sola. La mujer, que en su interior lloraba lágrimas de sangre por lo que estaba a punto de cometer, mostraba en su rostro una mirada fría y decidida. Leopold no estaba tan convencido, hasta última hora no había estado de acuerdo con su mujer en este tema, entendía sus razones pero........, mirar a la cara de su nieta cuando le estaban contando la situación le había roto el corazón. Ahora él entendía que Buffy siempre, durante toda su vida, aunque estuviera alejada de los demonios, vampiros, del Hellmouth y del lado siniestro y oscuro de la vida, tendría que afrontar su vida y la de los demás con la frialdad con la que lo hizo siendo aun la Cazadora. Estos pensamientos lo entristecían, no por él sino por ella. Él sabía con quién se casaba y los riesgos que esto podría acarrearle pero...., la amaba tanto, amaba tanto lo que ella era, su forma de ser y de hacer las cosas........, era toda su vida y ella, pobre amor, sufría tanto con cada decisión que debía de tomar, sufría tanto por los demás.......
Buffy y Leopold salieron de la vida de Jocelyn, no del todo pero intentaban que se la relacionara con ellos lo menos posible, sabía que la niña sufriría, sabía que no lo entendería pero lo hacían por su bien, algún día ella lo entenderá, se decían el uno al otro con tristeza en sus corazones....
Pasados 8 años algo pasó en sus vidas que cambió todo de repente, Buffy contrajo una enfermedad, la misma que se había llevado a su madre, la misma que le había arrebatado a su joven hermana, el cáncer.
Por mucho tiempo estuvo enferma, en cama, viendo como la vida pasaba ante sus ojos sin poder agarrarla ni tocarla con sus dedos. En el lecho de muerte agradecía al menos a Dios haberle permitido vivir para ver crecer a su pequeña y amada nieta, agradecía el no haber terminado muerta en manos de uno de esos miserables vampiros o seres del mal que tantas veces había matado pero........ también le reprochaba a Dios que, después de toda una vida dedicada al bien, de toda una vida salvando vidas e intentando siempre hacer lo correcto aunque no lo consiguiera......, después de tanto sufrimiento y desdicha su premio como dijo la primera cazadora fuese la muerte. Su muerte lo entendía pero....., y la de los demás?? La de sus seres amados??? No, no estaba en deuda con Dios ni con nadie, sólo había tenido dolor en su vida y, ahora al final, su corazón triste lloraba por dentro.
Leopold entró en la habitación donde dormitaba su mujer, él la observaba con aire preocupado mientras movía sus manos nerviosamente. Ella parecía cansada, su enfermedad había mermado su belleza y había transformado su rostro en un conjunto de huesos. Él se disponía a salir de la habitación cuando ella le habló;
Buffy: No te vayas amor, quédate conmigo un poco más dijo sonriendo y dando unos golpecitos en la cama indicando a su esposo que se sentara- Tengo que hablar contigo de una cosa muy importante su rostro se endureció, se puso rígido y serio-
Leopold: Bien cariño, pero no te canses mucho, de acuerdo?? dijo mientras se sentaba a su lado y la miraba embelesado-
Buffy asintió torpemente con la cabeza, sabía que su final estaba cerca, se había codeado demasiadas veces con la muerte para no saberlo, para no reconocerla. Por dos veces había muerto y esta por fin sería la definitiva, por fin descansaría.
Buffy: Leopold hizo una breve pausa, miró a su esposo a la cara esbozando una leve sonrisa- Quiero que....cuando muera vayas al colegio y saques de allí a Jocelyn..., debes prometérmelo dijo mientras los ojos se le llenaban de lágrimas- Yo ya no estaré en este mundo para poner en peligro a nadie más, ni a vosotros .... hizo una pausa para coger aire, las lágrimas caían sin cesar por su rostro y le dificultaban poder siquiera respirar- ....que sois lo más importante en mi vida.
Leopold: No, Buffy, no digas eso, no ahora ...dijo llorando mientras tomaba su mano y la besaba- ....no aun.
Buffy: Lo siento amor, pero dentro de poco me iré. No llores por mí porque estaré bien allí donde vaya, al fin descansaré, mi cabeza dejará de preguntarse por qué yo, por qué después de mis sacrificios...., por Dios!!! Nunca tuve una vida normal!! gritó mirando al cielo- Por qué no me han dejado tenerla incluso después de terminar mi trabajo, mi destino?? decía mientras su mirada se perdía en ninguna parte. Rompió a llorar desconsoladamente mientras su esposo la abrazaba y la mecía intentando mitigar su dolor. Al cabo de unos minutos cesó el llanto y miró a Leopold con decisión- No puedes dejar que la niña siga sola allí, creciendo con el miedo y la soledad como únicos compañeros. Nadie a partir de ahora podrá descubrir mi existencia ni relacionaros conmigo, yo estaré muerta para el mundo, sé que para ti y para Jocelyn no, mi amor, pero sí para el resto de la gente, tú serás Leopold Reeves para el resto de tu vida, para el resto del mundo, no quiero que uses mi apellido, no quiero, no.... comenzó a llorar de nuevo- ...lo harás verdad?? Prométeme que lo harás su mirada suplicante hizo que Leopold asintiera de inmediato ante la petición, no soportaba verla sufrir-
Su marido besó la frente de su amada, un beso suave y tranquilizador y la dejó seguir dormitando mientras dejaba la habitación con gesto serio y preocupado.
Durante dos semanas estuvieron todos, médicos y amigos, intentando que Buffy se encontrara lo mejor y lo más arropada posible. Nada se podía hacer por ella más que esperar la muerte que esta vez no podría evitar, esperar la muerte pero....... también el descanso.
Una mañana Leopold entró en la habitación de Buffy llevando el desayuno junto con una rosa roja. Durante toda su enfermedad el hombre siguió llevando día a día una flor diferente a su amada esposa para que ésta intentara animarse.
La mañana era triste y oscura, unos grandes nubarrones negros evitaban al sol dar los buenos días a una casa que, más que nunca, necesitaba alegría y luz en su interior.
Leopold entró sin llamar, se acercó a la cama de Buffy y encendió una pequeña luz que se encontraba en la cómoda. Acto seguido miró a su mujer que aun permanecía con los ojos cerrados, con gesto de calma y sosiego. El hombre sonrió dulcemente y se sentó al lado de su esposa. Con una de sus manos acarició la mejilla de Buffy que había perdido todo su color, estaba fría como el hielo y totalmente carente de vida. Leopold comenzó a cambiar el gesto de su rostro cuando se fue dando cuenta de que su amada y adorada mujer había muerto esa misma noche. Sus ojos comenzaron a humedecerse, se cubrió el rostro con las manos mientras movía su cabeza hacia los lados en tono de negación. No podía creer lo que le estaba pasando, el momento que más había temido toda su vida había llegado, su mujer había abandonado el mundo de los vivos y lo había dejado solo.
Giró de nuevo hacia ella para poder observarla mejor mientras las lágrimas de dolor caían por sus mejillas. Se acercó a ella y la tomó en brazos, la acunaba mientras la hablaba llorando;
Leopold: No, no, no...., por qué Buffy decía entre sollozos acunando la cabeza inerte de su amor que caía hacia un lado- por qué me has dejado solo??? Por qué os la habéis llevado?? gritó mirando al cielo mientras las lágrimas no dejaban de correr por sus mejillas- Qué hizo mal, decidme, qué?? se derrumbó ante el dolor tan grande que sentía, no podía hablar, se le hacía complicado incluso respirar-
De repente una voz en su cabeza le habló, una voz conocida y adorada por él, era Buffy que le hablaba desde algún lugar;
Buffy: Tranquilo amor, no estás solo, recuerda tu promesa......, recuérdala......
La voz entonces se fue perdiendo poco a poco en el aire, como si nunca hubiese existido, sólo lo había hecho en su cabeza.
Leopold entonces levantó la cabeza de Buffy con gesto serio y depositó el cuerpo sobre la cama. Se levantó y salió de la habitación no sin antes mirar de nuevo y por última vez a aquella mujer a la que tanto amaba y a la que nunca olvidaría.
Los siguientes días fueron una pesadilla para él, pasaban pesadamente y en soledad, no quiso que su nieta fuera al funeral, no quería que ningún ser la viera llorando a su abuela, no podía permitir fallar a la promesa que le había hecho a Buffy.
A los dos días de la muerte de Buffy tuvo lugar la misa de funeral en el Cementerio Norte de la ciudad. Fue una ceremonia hermosa, no muy triste, como Buffy hubiese deseado. Todos los vecinos y amigos de la familia dieron el pésame a Leopold que parecía estar en otro mundo, un mundo de tinieblas en el que la tristeza lo había introducido, absorto en el dolor. En la lejanía un hombre rubio vestido con un saco de cuero observaba todo lo que en el cementerio sucedía, entre la sombra evitaba ser visto mientras los ojos se le llenaban de lágrimas despidiendo a su gran amor.
Pasados unos días y cuando todo volvió más o menos a la normalidad Jocelyn recibió la noticia del regreso de su abuelo. Entró en una sala en la que el hombre, más envejecido de lo normal miraba distraídamente por la ventana.
Jocelyn se había convertido en una bella joven. Se acercó al hombre que la esperaba y le miró con la duda en sus ojos. Leopold entonces comenzó a hablar;
Leopold: Hola cariño dijo con una sonrisa sincera pero triste- He venido a llevarte conmigo. Haz tu maleta...
Jocelyn no cabía en sí de alegría, por fin saldría de aquel infierno en el que se había convertido estar encerrada en ese colegio, por fin volvería con su familia, con su única familia.
El rostro del abuelo permanecía serio ante la cara de alegría de la joven. Esto le extrañó mucho así que comenzó a hablar.
Jocelyn: Qué te pasa, abuelo?? el anciano no parecía entenderla, no parecía siquiera escucharla. La muchacha pareció comprender- Dónde está la abuela?? dijo con apremio- Contéstame!!! le gritó colocándose delante de sus ojos para que él no pudiera cambiar la mirada hacia otro lugar-
Leopold la miró entonces con los ojos empapados en lágrimas, con el dolor y la culpa expresados en su rostro.
Jodelyn: Por qué no me lo habéis dicho?? dijo comenzando a llorar- Por qué no me queréis?? las lágrimas salían de sus ojos en abundancia, golpeaba el hombro de su abuelo mientras se derrumbaba sobre él descompuesta por el dolor- Por qué me odiaba la abuela?? Por qué...
Leopold: Jocelyn, la abuela no te odiaba, te amaba como yo, los dos te queríamos mucho, te queremos..... rompió a llorar abrazando a su nieta con mucha fuerza. Los dos unidos por un mismo dolor se mantuvieron juntos durante minutos compartiendo el miedo y la incertidumbre por un futuro largo y complicado-
Pasados unos minutos los dos se calmaron. Ella fue a la habitación para preparar su maleta. Aunque su corazón estaba roto, el hecho de dejar ese colegio y la soledad que él le hacía sentir animó un poco a la joven que sonreía levemente.
Llegaron a casa horas después. Durante el camino ninguno habló, sólo meditaban, recordaban tiempos más felices aunque estos no abundaran en sus vidas. Sonreían recordando las barbacoas en casa o las excursiones a un lago cercano. Todo había acabado pero...... ahora se tenían el uno al otro.
Pasaron los años más tranquilos de sus vidas tras la muerte de Buffy. No había un día en que Leopold no recordara a su amada mujer o le dedicara una sonrisa a su joven nieta. La vida para ellos parecía haber mejorado, la alegría era patente en la casona desde que la joven regresó allí.
Habían pasado 5 años desde que Buffy murió y Jocelyn se instalara en la casona. La joven era ya una muchacha de 20 años muy hermosa. Muchos eran los pretendientes que revoloteaban a su alrededor pero ninguno de ellos parecía estar a la altura de la joven.
Leopold comenzó a acudir diariamente al médico, los achaques y alguna enfermedad propia de la vejez hacía que su estado no fuera el óptimo. Cada noche pensaba en Jocelyn, en qué haría cuando él muriera, sabía que pronto sucedería, él era muy anciano ya y cada vez notaba más que su cuerpo no respondía.
Ella no poseía dinero ni amigos que le ayudasen en caso de emergencia. La soledad había sido en muchas ocasiones su mejor aliada y eso no era bueno para una chica tan joven.
El abuelo estuvo dando vueltas a su cansada cabeza durante algunos días, no podía dejar a su nieta sola en el mundo, no lo podía permitir así que tomó una determinación, la casaría con alguien inteligente, guapo y con dinero. Sabía que ella nunca lo entendería, nunca pensaría lo difícil que esta decisión le resultaba a su propio abuelo pero....., era necesario.
Un buen amigo de la familia y pretendiente de Jocelyn era un aristócrata un tanto engreído pero buena persona llamado Joss Winterthrop III. Pertenecía a la alta sociedad de Cleveland, un tipo con dinero y que amaba con locura a su nieta. Ella quizás no lo amara a él pero Leopold sabía que antes o después acabaría cayendo en sus brazos.
Un día quedaron el padre de Joss y el abuelo de Jocelyn para hablar de negocios. Leopold no quería expresarlo así, él no lo hacía como negocio, él tan sólo quería que su nieta no sufriera más de lo que había sufrido ya. Acordó un enlace matrimonial entre Joss y Jocelyn, un enlace que debería de celebrarse pasados algunos años, querían dar a los chicos tiempo a enamorarse, tiempo para que la situación no fuera tan tensa. La muchacha luchó mucho en contra de ese contrato, se enfadó con su abuelo por mucho tiempo intentando que entrara en razón. No entendía como su abuelo podía haberle hecho eso y encima con ese engreído de la alta nobleza.
Los chicos se conocieron entre murmullos y risas de los padres de él, Leopold guardaba silencio sabiendo que lo que estaba haciendo no estaba bien, que no era justo para ella elegir un amor y cerrar su ventana al amor verdadero, un amor tan hermoso y eterno como el que él había tenido con Buffy.
Pasaron 5 años en los cuales los chicos se conocieron y se fueron gustando poco a poco. Entre ellos había cariño y respeto pero pasión......, no sabían bien qué decir. Por parte de él sí, la amaba y la deseaba como a nadie en su vida pero ella....., lo quería pero sabía que no lo amaba. Se intentaba engañar a sí misma haciéndose creer que el tiempo lo cambiaría, que el tiempo la uniría más aun a ese hombre que la intentaba hacer feliz en cada momento de su vida. Seguía sin comprender lo que su abuelo había hecho, ante él intentaba parecer alegre pero en su interior no estaba de acuerdo con sus actos. Sabía que él lo había hecho por ella pero...., no entendía sus razones.
Pasaron los días, todo seguía su curso, su abuelo seguía yendo al médico, ella seguía conociendo y engañándose junto a Joss. Todo parecía igual, cada día que pasaba era idéntico al anterior.
Jocelyn se encontraba preparando un pastel cuando el sonido del teléfono la sacó de sus pensamientos. Se acercó a él y tomó el auricular. Al otro lado del hilo una voz suave pero seria le comunicaba el fallecimiento de su abuelo mientras su mundo se volvía a desmoronar, otra vez. Dejó caer la cuchara de palo que estaba usando para cocinar emitiendo un sonido sordo que escuchaba una y otra vez en su cabeza como si de eco se tratara. La cara de horror, de terror ante tan mala noticia dio paso a la desesperación y al pánico al verse sola en el mundo.
Tres días después una esquela en el periódico regional comunicaba la noticia al mundo entero, Leopold Reeves, viudo de Buffy Anne Summers, había fallecido de una ataque al corazón mientras realizaba sus ejercicios de mantenimiento en el médico de la ciudad de Cleveland.
Muchos fueron los que llegaron a la ciudad para el sepelio, muchos fueron a los que Jocelyn ofreció su mano como respeto y agradecimiento por su asistencia al funeral. La joven estaba destrozada, a su lado Joss la sujetaba por el brazo para evitar que cayera. Mucho bien le hizo su apoyo a la pobre joven que se veía de nuevo sola ante un eterno y oscuro futuro.
Poco a poco el enterrador iba introduciendo el féretro en la tierra ante las lágrimas de la joven y los rezos del sacerdote que echaba agua bendita sobre el ataúd. Jocelyn no pudo más y se lanzó sobre el ataúd que se llevaba a su querido abuelo, llorando sin parar, sufriendo como nunca lo había recordado, como lo hizo aquella vez en que su cerebro se negó a sufrir más y lo cubrió todo de olvido. La joven lloraba desconsoladamente mientras gritaba el nombre de su abuelo.
A lo lejos una pareja los miraba entre las sombras, sonreían y se miraban con el placer reflejado en sus ojos.
Angellus: Por fin la encontramos, que suerte hemos tenido rió mientras miraba complacido a su acompañante-
Drusilla: Por fin encontramos a una verdadera Summers
En la lápida que quedó en el cementerio se podía leer:
Devoto marido, heroico abuelo, perfecto amigo
Capitulo 3