Capítulo 3:
Hacía 60 años que Sunnydale había sido destruido, la noticia voló en todas direcciones, la Cazadora había ganado al Primer Mal y la esperanza de la oscuridad de volver a resurgir sobre la tierra era cada vez menor.
Por aquella época en LA las cosas también marchaban bien, las apariciones demoniacas y la conversión de inocentes en vampiros habían disminuido en gran medida, la clausura del Hellmouth había hecho que los cimientos del inframundo, de la maldad y la oscuridad se tambaleasen hasta tal punto que el mal a punto estuvo de desaparecer de la tierra pero, en el final resurgió poco a poco en pequeños focos en las diferentes ciudades.
Angel y los suyos habían notado también este gran cambio, sus casos cada vez menos abundantes hacía que pasaran mucho tiempo sin hacer nada. Se habían acabado las semanas en las que se les acumulaba el trabajo en la mesa del despacho, esto no era bueno para el trabajo pero....... era una cosa que sí agradecían sus corazones.
Respecto a los aspectos más personales las cosas tampoco iban mal del todo, Cordelia había regresado del coma, pocas eran las esperanzas que poseían sus amigos y su amado de volverla a ver sonreír pero........ después de mucho esperar el final tan deseado llegó.
Una noche de las que el trabajo escaseaba Angel se acercó a visitar a su amada, era una noche calurosa y una suave y fresca brisa movía las hojas de los árboles haciéndolas bailar al son de una música imaginaria. Angel observaba a la mujer que yacía tumbada, postrada en aquella cama con gran cantidad de tubos por toda su cara. Respiraba rítmicamente pero con dificultad siempre ayudada por una gran máquina que yacía a su lado. Angel observaba a su amor, cada una de sus bellas curvas, cada una de sus facciones que la hacían totalmente irresistible. Nunca se perdonaría el haberla fallado, nunca se perdonaría el no haber hecho más por ella, el no haberla ayudado cuando ella lo necesitaba, el verla de ese modo, tan inerte, tan quieta, tan sola, hacía que su corazón se entristeciera cada noche que pasaba en su triste vida.
Llegó al Hospital y entró en la habitación. Como cada día traía debajo de su brazo unas flores que, aunque en verdad ella no podía ver su hermoso e intenso color, el vampiro estaba esperanzado de que pudiera percibir al menos el olor que emanaba de ellas. Eran rosas rojas, las preferidas de Cordy. Las colocó en un florero de cristal azul que tenía sobre una mesilla y se sentó en una silla junto a la cama. Su imaginación comenzó entonces a volar como lo hacía cada noche desde que ella quedó postrada en esa cama, una imaginación que lo hacía alejarse de esa realidad tan dolorosa y lo llevaba a una menos dura y terrible que la que les había tocado vivir.
Tan absorto estaba el vampiro en sus pensamientos que no se cercioró de que su amada y amiga había abierto los ojos y lo observaba con la mirada un tanto perdida. Después de sentarse Angel la miró y fue en ese momento cuando su rostro cambió totalmente, se iluminó de repente como si su mayor anhelo se hubiera hecho realidad. Los ojos se le empezaron a humedecer, los labios comenzaron a estirarse hasta lograr esbozar una sonrisa enorme mientras con su cabeza negaba lo que estaba viendo. Se frotó los ojos con ambas manos, quería saber si aquello que estaba viendo era real o simplemente formaba parte de un juego macabro de su mente para hacerle daño. Volvió a abrir los ojos y vio de nuevo a su amor mirándole, sonriendo levemente. Angel no cabía en sí de alegría, se levantó y llamó a la enfermera con un timbre que colgaba de la parte trasera de la cama. Cuando lo depositó en el mismo sitio de donde lo había tomado, se sentó en la cama junto a su amada mientras con su mano acariciaba su pelo;
Angel: Hola mi amor, cómo te encuentras?? su voz era suave y tranquilizadora pero temblaba por la emoción contenida- Has dormido demasiado tiempo, no crees?? le sonrió levemente mientras depositaba un dulce beso en la frente de la chica-
Ella sólo lo observaba, miraba cada una de las líneas que se dibujaban perfectamente en su rostro, intentaba memorizar cada rasgo, cada músculo, cada una de las preciosas facciones que formaban a esa persona y que hacían de ella el ser más maravilloso y afortunado que podría nadie imaginar.
Él la miraba totalmente embelesado, muchas noches habían pasado imaginando ese mismo momento en el que ella lo mirara con los ojos llenos de esperanza y de amor, muchas noches en vela, muchos remordimientos en su cabeza hacían que ese día por fin significase no sólo el reencontrarse con la persona amada sino que significase la paz interior y la tranquilidad espiritual.
Cordelia: Hola amor, sé que... hizo una pausa, estaba demasiado cansada para poder hablar mucho tiempo seguido-...... he estado mucho tiempo fuera, sé que cada día has venido a hacerme compañía, sé que me has hablado mucho, sé que tus labios me han rozado muchas veces porque aunque tú no lo supieras con certeza, yo te estaba escuchando y sintiendo hizo otra pausa para tomar aire- Gracias por darme fuerzas para luchar y salir adelante, gracias Angel por seguir conmigo a pesar de todo y de todos, gracias de todo corazón le sonrió levemente, una sonrisa que expresaba el amor y la gratitud que sentía todo su corazón-
Angel asintió con la cabeza mientras los ojos se le llenaban de lágrimas, su mayor anhelo se había convertido en realidad, por fin tenían un futuro juntos, por fin la vida les sonreía.
Pasaron unos días hasta que la chica estuvo totalmente recuperada. Todas las noches recibía la visita del vampiro con el que charlaba amigablemente sobre los cambios ocurridos durante su ausencia. Así fue como se enteró de la destrucción de Sunnydale y de la clausura del Hellmouth. Esta noticia la entristeció en parte, Sunnydale había sido su lugar de nacimiento y allí había pasado los mejores años de su vida. Ahora ya tan solo con el recuerdo en su corazón daba gracias a Dios por tener a su lado a Angel y por haber recaído en LA, pensaba la joven mientras miraba al hombre que se encontraba frente a ella.
Cuando volvieron los dos a casa, al Hotel Hyperion todo estaba preparado para su llegada, una gran fiesta con decenas de amigos y mucha comida daba la bienvenida a la gran ausente. Litros de alcohol corrieron por sus gargantas, cientos de brindis conmemoraban la vuelta a la vida de la medio demonio y muchos regalos hechos desde el calor del corazón celebraban la llegada al hogar de la joven.
La fiesta transcurría como lo habían planeado, reinaba el buen ambiente y la buena música sonaba en todos los lugares del Hotel trasladando a los invitados a un mundo de felicidad y sosiego.
Angel miraba fijamente a su novia, por fin su sueño se había convertido en realidad pero.......... no del todo, algo faltaba entre ellos, .........., intimidad.
Angel se acercó a Cordelia y comenzó a hablarla al oído, ella asintió y los dos partieron hacia la improvisada pista de baile. Comenzaron a bailar mientras una balada los envolvía como si de una canción mágica se tratase. Él la besaba en los labios mientras ella sonreía complacida ante la atenta mirada del vampiro. Ella entonces le susurró algo al oído, el rostro del chico se puso serio pero ella lo intentó animar, él sonrió y la joven salió del salón llevándose de la mano al vampiro que la seguía a unos centímetros de ella.
Subieron rápidamente las escaleras entre muestras de cariño y afecto. Subieron al segundo piso y fueron directos a la habitación de Cordelia, esa habitación que había permanecido intacta desde que ella cayó en el coma, todo estaba impecablemente cuidado, todo estaba en su sito, ordenadamente colocado, cada detalle deliciosamente colocado y ordenado según ella lo recordaba, parecía como si nunca se hubiera ido de allí, parecía que el tiempo no había pasado por esa habitación.
Entraron y cerraron la puerta tras de sí. Se miraron largo rato hasta que Angel comenzó a dar el primer paso. Se acercó a ella muy lentamente, comenzó a acariciar su pelo, su cuello, sus ojos no dejaban de observarla, de sentirla, con la otra mano comenzó a desabrochar el vestido negro ceñido que llevaba puesto y que dejaba entrever el maravilloso cuerpo que dentro de él escondía. La prenda no tardó en caer, de repente él paró y se separó de ella. La comenzó a mirar, a tocar con esa mirada que parecía quemarla por allí por donde pasaba, comenzó a recordar y a sentir lo que su corazón estaba cansado de imaginar;
Angel: No sabes cuánto he deseado que llegara este momento, no puedes siquiera imaginar cuánto he deseado que abrieras tus ojos y que me vieras, que me recordaras, que me quisieras.... . Te necesito en mi vida, sabes?? Te quiero en mi vida!!
Ella lo miraba mientras sus ojos se humedecían de amor, pasión y emoción. Poco a poco se acercó a él y comenzó a despojarle de sus ropas, primero la chaqueta, después la camisa y los pantalones. Comenzó a acariciar su pelo y a hablarle mientras bajaba su mano hasta el cuello mientras el vampiro cerraba los ojos ya jadeante por la pasión;
Cordelia: Donde yo estuve nunca estuve perdida porque tú estabas allí conmigo, en mi corazón, eras mi guía en la oscuridad, mi luz en el anochecer, calor en el invierno de la soledad. Cada vez que oía tu voz, cada vez que oía tu risa hacía que mi cuerpo se atara un poco más a este mundo, hacía que no me diese por vencida, cada uno de esos días, Angel, me salvabas un poco.
La chica comenzó a besarlo, sus cuerpos se unieron en una danza que lo envolvía todo. Él la tomó con sus poderosos brazos sin dejar de besarla ni de sentirla y la llevó hacia la cama depositándola sobre ella con mucha suavidad. Los besos comenzaron a correr por los cuerpos desnudos y sudorosos, no podían reprimirse, ya no, el paso había sido dado, llegarían al final hasta sus últimas consecuencias.
Entre besos, palabras de amor y caricias Angel poseyó a Cordelia por primera y última vez. En el cenit del placer Angel cambió la cara, su rostro pareció palidecer más si cabe, sus ojos tomaron una tonalidad amarillenta pero, lo más importante, desapareció de ellos cualquier resto de amor, comprensión, remordimiento o bondad, Angellus había vuelto y estaba dispuesto a todo.
Cordelia abrió los ojos para comprobar horrorizada lo que había sucedido, él había desaparecido para dar paso a ESO, al monstruo que llevaba en su interior. Ella supo entonces, por si alguna pequeña duda le quedaba, que Angel la había amado con todo su cuerpo, con toda su alma, esa era la prueba aunque fuera tarde ya para ella. La felicidad había llegado a tal punto, había sido tan completa al unirse ambos cuerpos que la profecía se había hecho realidad de nuevo, esta vez con su cuerpo, esta vez con su alma.
Ella lo miraba asustada mientras el vampiro luchaba contra sí mismo en una peligrosa y terrible lucha interna. Una parte de él no quería hacer daño a esa persona a la que tanto amaba pero Angellus quería venganza, tenía sed de sangre y deseos de matar, estaba loco, más loco aun de lo que nunca había estado y ella estaba bajo su cuerpo, bajo su yugo, en sus terribles y mortales manos.
Angellus la miró sonriendo, una sonrisa maligna y terrible teñida de muerte. Se levantó y de un fuerte golpe mandó a la chica contra la pared;
Angellus: Qué era lo que querías hacerme, zorra presuntuosa?? Querías poner una correa al bueno de Angellus?? dijo mientras meneaba la cabeza de un lado a otro en tono de negación- Eso no se hace pequeña, no se juega conmigo y se sale con vida de ello.
La chica comenzó a correr asustada hacia la puerta pero él de un fuerte y vigoroso salto se interpuso en su camino;
Angellus: Por fin ha vuelto el verdadero yo, el animal, el ser de la noche que nunca debería haber sido enjaulado, la muerte llama a tu puerta pequeña y.... como Angel te ama tanto como para desaparecer y dejarme a mí todo el espacio......., te mataré rápido, como regalo ya que si no llega a ser por ti seguiría dentro de esa caricatura de vampiro.
Dicho esto tomó la cabeza de Cordelia entre sus manos y mientras sonreía ante la cara de horror de la joven, le giró el cuello tan bruscamente que un chasquido de muerte salió del cuerpo ya inanimado de la joven.
Acto seguido hincó sus largos y afilados dientes en su cuello y comenzó a beber su sangre poco a poco, saboreándola.
Angellus: Ahora te entiendo Angel, ahora entiendo que caerías rendido a sus brazos, sabe muy bien y comenzó a reírse de forma escandalosa- muy pero que muy bien!!! - muy dentro del vampiro, muy dentro de Angellus una parte muy pequeña de Angel, la parte bondadosa y racional del vampiro lloraba al conocer el destino de su amada-
Después de que terminó con ella salió por la ventana a explorar un mundo que ahora se ponía a sus pies.
Pasaron varios días desde que Angellus tomara el dominio del cuerpo de Angel, su alma ya no existía, ni siquiera existían recuerdos de que alguna vez algo parecido ocupara ese cuerpo. Angellus recorría las calles en busca de sangre, de comida. Estaba aburrido, nada ya tenía ese aliciente de hacía años, todo era demasiado fácil, demasiado cómodo. La gente se había confiado después de la clausura del Hellmouth, ya no se quedaban en sus casas por las noches, ya no temían andar por la oscuridad de la ciudad, todo se había vuelto muy mecánico, muy rutinario.
Una noche decidió hacer algo diferente, decidió acercarse a uno de esos bares de demonios para encontrar algo de información, algo interesante para realizar, un buen plan.
Entró y se sentó en la barra. Pidió una cerveza y un vaso de sangre y esperó plácidamente a que le sirvieran. De repente alguien por detrás tocó su hombro, él se giró con gran agilidad y potencia con el brazo en alto y el puño cerrado para golpear al que había osado siquiera tocarle. Golpeó casi sin mirar y se sorprendió cuando su puño fue detenido. Movió la cabeza para admirar quién poseía la rapidez suficiente y las agallas para hacer frente al Gran Angellus. Cual fue su sorpresa cuando frente a él se alzaba el rostro ido y alucinado de Drusilla, su antigua acompañante y amante.
Drusilla: Uhhh!!! Gran hombre, a quién intentas impresionar?? dijo mientras movía la cabeza de un lado para otro en un gesto de locura muy típico de ella- Qué tal estás Angellus?? Cuándo has vuelto???
Angellus la miraba, los recuerdos del pasado acudían a su cabeza rápida y limpiamente. El vampiro se levantó de la silla y se acercó a la mujer que lo observaba en silencio. Llegó frente a ella y la agarró de pelo estirando con violencia su cabeza hacia atrás. Acercó su boca al cuello y comenzó a besarla. La pasión entre ellos volvió a renacer como un potente huracán. Sellaron su pasado con un beso ardiente mientras él tocaba y acariciaba su cuello. Después de unos instantes se sentaron en una mesa y comenzaron a hablar;
Angellus: Bueno Dru, qué novedades ha habido por aquí??? dijo con gran interés-
Drusilla: Bien, ya sabrás que cerraron el Hellmouth, bueno, más bien lo destruyeron Dru miraba al vampiro que escuchaba con atención, aunque Angel hubiera conocido todos esos datos él había estado tan hundido en ese cuerpo que se convirtió en su cárcel, tan apartado de la realidad dentro de ese cuerpo que nunca hubiera sabido lo que el vampiro con alma pensaba o sabía. Angellus la miraba detenidamente mientras escuchaba lo que ella tenía que decirle- Y no te vas a creer quién cerró la Boca del Infierno... esperó unos instantes a que el vampiro se diera por vencido y frunciera el ceño molesto por los jueguecitos- Spike!!! comenzó a reírse como una loca- Pobre diablo, sabía que no acabaría bien...
Angellus: Spike??!! la miraba entre asombrado e incrédulo- Pero cómo diablos...??
La vampiresa no dejó que Angellus terminara la frase, respondió automáticamente como impulsada por un resorte;
Drusilla: Él también era un vampiro con alma, no lo recuerdas?? El vampiro negaba con la cabeza mientras su rostro aun poseía un gesto de asombro- Perdió el norte desde que se enamoró de la Cazadora, incluso una vez estuvo a punto de matarme...., a mí!!! -en su cara se veía reflejado el odio que sentía en su interior-
Angellus: Y....., hay alguna noticia más?? dijo con apremio-
Drusilla: Bueno, ...., ya no hay una sola elegida, el mundo se ha poblado de cazadoras, Buffy ya no es la única.
El rostro del vampiro pareció iluminarse al oír esta noticia, parecía que después de todo la vida no iba a resultar tan aburrida de ahora en adelante.
Angellus comenzó a hablar a Drusilla de pactos, de alianzas y de asesinatos de sus mayores enemigos, las cazadoras. Saldrían para Europa y comenzarían una matanza que no tendría fin, irían acabando con la vida de las cazadoras una a una hasta eliminarlas a todas, a todas.
Drusilla: Y Buffy??? dijo expectante a la espera de la reacción del vampiro-
Angellus: A Buffy la dejaremos para más adelante, tengo un plan en mi cabeza que es ideal para su final, un final doloroso, agónico y triste - comenzó a reírse escandalosamente-
Los dos partieron de LA hacia Europa donde durante 25 años sembraron la muerte y destrucción de las cazadoras y de sus vigilantes.
Pasados eso años de lucha y divertimento los dos regresaron a casa para cumplir su promesa y venganza contra Buffy.
Drusilla estaba cansada de esperar el plan de Angellus para terminar con Buffy, había pasado ya demasiado tiempo. Ella sólo quería venganza, quería venganza sobre la mujer que le robó a su querido Spike poniéndole en su contra. Aunque en esos años habían tenido diversión de sobra y habían aniquilado a cientos de cazadoras, su sed de venganza no había mermado, en su interior deseaba ver sufrir a Buffy, sólo haciéndolo y estando ella presente lograría quitarse de encima ese gran peso que era como un lastre para ella y la herida tan profunda infringida en su orgullo lograría cerrarse de una vez por todas. En todos esos años de lucha y muerte Angellus no había nombrado siquiera el nombre de Buffy, mucho menos había explicado la forma que tenía pensado usar para matarla y hacerla sufrir.
Al poco tiempo de su llegada a LA hablaron por fin de sus planes futuros;
Drusilla: Y bien, Angellus??? preguntó un tanto irascible- Hasta cuándo me vas a tener esperando mi venganza?? Ya regresamos de Europa...., cuándo vamos a terminar con la Cazadora??
Angellus la miraba sonriente y complacido, la venganza estaba lista para ser servida, como siempre en plato frío. Comenzó a explicarle a su compañera de matanzas su plan;
Angellus: A ver querida la miraba fijamente mientras se acercaba a su oído para hablarle en susurros- Qué es lo que más le duele a la Cazadora..., más incluso que su propia muerte????
A la vampiresa pareció iluminársele el rostro, sus labios dibujaron una sonrisa amplia y curiosa mientras el vampiro la miraba y asentía con la cabeza;
Angellus: Exacto mi amor, sus amigos, su familia, sus seres queridos dijo con la satisfacción dibujada en sus labios- La Cazadora va a sufrir lo indecible cuando todos sus amigos y familiares vayan cayendo poco a poco sin que ella pueda hacer nada por impedirlo, sólo observar y ver con horror como la última Summers cae bajo nuestro yugo.
Y así lo hicieron, primero fue Xander al que secuestraron y maltrataron hasta la muerte, después llegarían Willow y Giles que fueron cruelmente asesinados, desangrados, descuartizados y enviados como siniestro regalo a la Cazadora el día de su cumpleaños. Respecto a su hermana......, la naturaleza se encargó de ponerla en el lugar que merecía, murió tras una dura y larga enfermedad que fue consumiendo a Buffy que era observada por sus verdugos cada noche.
Pasados los años les tocó el turno a su hija Joyce y a su marido. Angellus y Dru los encontraron por casualidad y no se dieron mucho tiempo en conocerlos, los mataron hundiendo así a Buffy en un pozo oscuro y siniestro que su propia sangre había creado en el interior de su corazón.
Cada noche los vampiros observaban las lágrimas y el sufrimiento que el cuerpo de la Cazadora sufría al pensar y al recordar a sus muertos, cada día esos repulsivos vampiros disfrutaban del suplicio y del dolor que hacían a la Cazadora temblar como si fuera un corderito;
Angellus: Bueno querida, es hora de regresar a Europa le habló a una Dru que lo miraba escéptica y malhumorada- Sé que en estos momentos lo que quieres hacer es matar a Buffy pero......... se acercó a ella y la habló al oído- ......... eso lo podemos dejar de lado hasta que regresemos de Europa, ella va a sufrir lo indecible si lo hacemos de esta manera, si la matamos ya...., qué clase de venganza hubieras realizado??? Ella aun debe sufrir más, no nos podemos conformar con esto decía mientras miraba a través de la ventana del dormitorio de Buffy como ésta lloraba desconsolada sobre el hombro de su marido. Dru le miró asintiendo con la cabeza sin mucha ilusión en la mirada- Tengo otro plan mejor, debemos ir a Inglaterra, he oído que allí se encuentran unos pergaminos que dicen algo de una profecía para abrir el Infierno, imagina amor, volver a casa sin siquiera movernos de la tierra sonreía mientras imaginaba una tierra llena de dolor, llamas, azufre, miedo y muerte donde él sería el rey y Dru su reina. La vampiresa también pareció imaginarlo porque sus labios también dibujaron una tenebrosa y mortal sonrisa-
Los dos volvieron a partir hacia Europa en busca de los manuscritos que estaban en posesión de unos monjes de una apartada abadía inglesa. No tardaron en descubrirlos.
Mataron a los monjes que los custodiaban y profanaron suelo santo para lograr hacerse con los manuscritos.
Los vampiros desenvolvieron los antiguos grabados que habían sobrevivido a guerras, muerte y destrucción alimentándose de ellos como si se nutrieran del mal del mundo. Comenzaron lentamente a leer lo que en ellos se decía, la voz de Angellus sonaba alta y clara pero también terrible y mortal en el silencio y la quietud del campo santo donde se encontraban.
En los manuscritos se leía claramente las palabras que aludían al Apocalipsis, al final de la hegemonía de los humanos y al futuro poder de una raza superior que sembraría el caos en la tierra, los vampiros;
La vida es muerte y la muerte es vida, para lograr que
ambos mundos se junten y que el terror y el miedo recaigan sobre nosotros el Infierno debe
ser traído a la Tierra, quien lo logre será el Rey de las Tinieblas, el Rey de la
Oscuridad, el Rey del Mal Absoluto. Cualquiera no podrá lograr esta meta, el ELEGIDO debe ser especial entre los habitantes del
viejo mundo, no debe ser un hombre, debe ser un ser sin alma. El que lo haga tiene que
tener el corazón suficientemente corrompido, el cuerpo suficientemente impuro, la mente
suficientemente oscura y la maldad y la desesperación deben de ser su prioridad absoluta.
Si el ELEGIDO es encontrado deberá completar
una prueba que lo hará líder del mundo futuro, líder del Infierno. Deberá derramar la
sangre de la ELEGIDA, pero no de cualquiera
sino de la que fue.
Derramará su sangre mientras la vida poco a poco abandona su frágil cuerpo mientras sus
chillidos evocan al más allá dejándola caer sobre La Boca del Infierno que será
reabierta de nuevo y nos envolverá a todos trayendo el caos y la muerte a la tierra.
Mientras la sangre de la ELEGIDA caiga sobre la
puerta del Infierno se deberán recitar estas palabras que sólo podrán ser escuchadas y
leídas por conocedores del dialecto de los
demonios Resh : an lhiros le brunikos sen da lenis broinkos sha te ehm si hem Sólo
la vida del que encontró la luz caminando en la oscuridad hará que lo que es no pueda
ser y que la luz vuelva a caer sobre los hombres guiándoles en su oscuro camino. |
Después de leer aquello los vampiros sabían lo que tenían que hacer para convertirse en los reyes del Infierno y terminar con la hegemonía de los humanos sobre la tierra, matar a la Cazadora sobre la Boca del Infierno situada en Cleveland.
Después del tiempo que habían pasado buscando los manuscritos y recogiéndolos regresaron a Claveland para intentar encontrar a Buffy, cogerla y llevarla hacia la Boca del Infierno para derramar su sangre.
Llegaron a Cleveland, la ciudad estaba enmudecida y silenciosa, les fue fácil encontrar el hogar de la Cazadora. La casa estaba extrañamente vacía, extrañamente silenciosa. Se acercaron más para ver un papel blanco empapado por la lluvia sobre la puerta de la entrada, era una pequeña esquela en la que se decía que Buffy Anne Summers había fallecido el día anterior y que esa misma tarde sería su entierro. Un grito desgarrador, un grito de ira y terror salió de la garganta de Angellus cuando vio que todas sus ilusiones por convertir el mundo en un Infierno, que todos sus planes y pensamientos habían quedado eliminados al no encontrar ya la sangre de la Cazadora en vida.
Los vampiros salieron de Cleveland con las esperanzas rotas y las ilusiones truncadas. Pasaron los años terminando con más cazadoras pero...., sabían que ya nada sería igual, sabían que sus expectativas nunca llegarían a ser tan elevadas como lo habían soñado por un momento, hasta que..............
........... años más tarde en el periódico regional leyeron una esquela que devolvía la ilusión a los dos vampiros que la estaban ojeando, en ella decía que un hombre llamado Leopold Reevers, viudo de Buffy Anne Summers había muerto a los 85 años de edad y, un poco más abajo aparecía la esperanza de conseguir de nuevo sus sueños, en letra pequeña pero clara ponía, su nieta Jocelyn reza por su alma.
Angellus miró a Drusilla sonriendo y los dos se pusieron en marcha. No entendían cómo se les había podido pasar por alto la existencia de aquella joven después de haber matado a sus padres y haber mantenido vigilada por un tiempo a la Cazadora. Sabía que la ira y el rencor les había hecho actuar de forma impulsiva y habían dejado pasar por alto fotos u otras pruebas que demostraran la existencia de la chica pero...... ya era tarde para lamentarse y por fin una nueva puerta se había abierto ante sus ojos, una puerta que daría paso al dolor, el terror y a la oscuridad en el mundo de los humanos.
Capítulo 4:
Habían pasado ya muchos años desde que el día más triste de su vida aconteciera en una ciudad llamada Cleveland. Desde la muerte de su gran amor, 11 años antes, su vida había transcurrido muy despacio, torpemente, 11 años de vagar solo por el mundo, sin conocer a nadie, sin querer a nada ni a nadie, ni siquiera apreciaba ya su propia vida. Su alma estaba triste y descompuesta, seguía sin comprender el premio que aquel Juez le había entregado, no entendía como un premio que lo que busca es agradecer o regalar algo a alguien por realizar un acto bueno y honorable pudiera resultar tan doloroso e inhumano hasta para la mente de un vampiro.
Dorian caminaba por el lado derecho de la carretera absorto en sus pensamientos, la oscuridad no era muy penetrante, la luz de la luna iluminaba un paisaje triste y desolador a ambos lados de la línea por la que él caminaba lentamente, árboles secos, arbustos quemados por algún incendio reciente..., no hacían más que contribuir a que el alma del vampiro se oscureciera más y más.
Llevaba tiempo sin pasar ningún coche, la soledad de aquel lugar se hacía patente a cada paso que daba, el chico rezaba para que alguien apareciera antes de amanecer, miraba alrededor y no veía nada donde poder esconderse, nada que le protegiera de la luz purificadora y bella del sol, algún sitio donde poder evitar que su cuerpo ardiera en las llamas del infierno en el que su vida se había convertido.
A lo lejos un par de luces de lo que parecían los faros de un coche se aproximaban hacia él, Dorian subió su brazo y extendiendo su dedo pulgar comenzó a andar hacia atrás para poder observar al coche que se aproximaba.
El coche se acercaba poco a poco a él, era un Moustan del 65, una reliquia para cualquier coleccionista, era de color oscuro, no podía diferenciar si negro o azul, estaba ocupado por una persona, una mujer más exactamente. El vampiro imaginó entonces que ella no pararía, quién en su sano juicio pararía a un hombre solo en una carretera solitaria como aquella, se preguntó nerviosamente. Frunció el ceño, si ella no paraba quizás ningún coche más pasara por allí en horas y entonces sería demasiado tarde para él.
El coche pasó por su lado deslumbrándole parcialmente, tapó sus ojos con las manos y se dio la vuelta para ver como el coche se alejaba de nuevo de él, haciéndose cada vez más pequeño ante sus ojos, tan pequeño como la esperanza que albergaba su corazón. Todas sus esperanzas volaron de nuevo como lo habían venido haciendo en los últimos 60 años, volaban alto y lejos, lejos de sus manos que luchaban por aferrarse a algo en la vida para que ésta no careciera de sentido. De repente un ruido, un frenazo y un claxon que le avisaba de que se diera prisa en llegar al coche. Dorian comenzó a correr hacia él. Llegó en unos segundos a la puerta del automóvil que permanecía cerrada, una chica en su interior observaba al vampiro acercar su rostro al cristal para que ella pudiera verlo.
El rostro del vampiro tenía un gesto serio, triste, se notaba que su vida no había sido fácil pero, lo más importante, poseía unos ojos sinceros y nobles. Esto fue lo que hizo a Jocelyn abrir el cristal de la ventanilla, despojar la barrera que los separaba. Ella era una persona muy sensorial, muy enigmática, se fijaba mucho en la gente, con sólo mirar a las personas a los ojos sabía si eran malas o si tenían algo que ocultar en su interior. Vio en los ojos del joven que no era una mala persona, había algo en su interior que no deseaba dejar salir, que no deseaba mostrar pero, eso qué le importaba a ella??? No era quien para juzgar la vida de los demás mientras la tendrían respeto.
Con gran agilidad y rapidez bajó ligeramente la ventanilla y le habló;
Jocelyn: Buenas noches, a dónde te diriges??? hablaba mientras con su mirada intentaba entrar en la mente del chico al que estaba a punto de recoger- Es una mala noche para viajar dijo sonriendo levemente- y una mala carretera por la que circular giró la cabeza al frente mientras admiraba la solitaria línea de asfalto que se alejaba de sus ojos y se perdía en la oscuridad-
Dorian: Sí, es una carretera muy solitaria, es un milagro que hayas pasado por aquí en su voz se discernía el agradecimiento por la ayuda que la muchacha estaba a punto de brindarle-
Jocelyn: Bueno, entonces ......., a dónde te diriges?? dijo con ligero apremio-
Dorian miró hacia el horizonte donde la carretera no era más que una línea imperceptible a los ojos de ella pero un camino sin esperanza a los ojos de él, una línea dibujada con gran maestría y virtuosidad. Señaló hacia allí mientras hablaba;
Dorian: Me dirijo a New Jersey, un buen sitio como cualquier otro en su tono se discernía la tristeza y la soledad que en esos momentos y desde hacía mucho tiempo sentía-
Jocelyn: Bueno, yo sólo te puedo llevar hasta Cleveland, vivo allí sabes y... dejó de hablar por un momento mientras observaba un cambio en el gesto del chico que giró su cara y miró hacia la oscuridad con el dolor reflejado en ella. El vampiro endureció su rostro al oír el nombre de esa ciudad que tantos malos recuerdos le traía- Te puedo dejar allí si tú quieres continuó- y después puedes coger un tren o un autobús que salga para New Jersey decía mientras observaba a su nuevo acompañante. Había notado el cambio que experimentó el gesto de su rostro al nombrarle su ciudad, un gesto de dolor y rabia pero sobre todo de soledad había pasado por unos segundos atravesándola como si fuera ella misma quien lo sintiera. Se quedó callada pensando, el gesto de ese chico le había hecho recordar malos momentos a ella también, estaba apenada por él pero...., eso no era asunto suyo. Con dificultad siguió hablándole- Pero te aviso que desde allí no salen muchos trenes ni autobuses.., quizás tengas que estar hospedado en la ciudad unos días....
El vampiro aceptó el trato sin mucha alegría, no le hacía gracia tener que volver al mismo lugar donde 11 años antes había observado como enterraban a su gran amor en la fría, húmeda y oscura tierra.
El vampiro movió la cabeza afirmativamente y la chica abrió la puerta de su coche dejando entrar al nuevo ocupante en su interior. Los dos se miraron antes de que él cerrase la puerta. Dorian miraba el rostro de aquella joven, no debía de tener más de 25 años, pensaba. Era una chica muy bella, tenía unos ojos que le recordaban a alguien, no sabía decir a quién pero ..., la dotaban de una gran belleza. Eran unos ojos vivaces, con mucho brillo, de color verde claro, expresaban mucho con sólo mirarlos.
Ella también lo observaba detenidamente preguntándose si habría sido buena idea coger a un extraño en su coche.
Arrancó y comenzaron el camino hacia Cleveland.
La ciudad no se encontraba muy lejos de allí, a unos 20 kilómetros. El viaje iba a ser corto pero también aburrido, parecía que ninguno de los dos chicos tenía intención de decir palabra alguna, sólo miraban al frente cada uno inmerso en sus propios pensamientos. La tensión se podía palpar en el ambiente, era como si los dos tuvieran algo que ocultarle al otro pero estuviera prohibido por sus corazones hablar siquiera de ello. A los pocos minutos se comenzaban a ver las primeras luces de las casas más alejadas del centro urbano. Pasaron aun 5 minutos hasta que empezaron a ver más casas y gente por la calle, al poco tiempo estaban en el centro de la ciudad.
Jocelyn: Bueno, ..., yo le dejo aquí, esta zona es bastante antigua pero tiene algunas pensiones que son baratas y no están mal dijo mientras observaba al chico que la miraba fijamente- Ha sido un placer conocerle señor...... dijo haciendo una pausa mientras observaba de nuevo al hermoso joven que la acompañaba-
Dorian: Dorian, mi nombre es Dorian dijo dubitativamente mientras sus labios dibujaban una sonrisa noble y agradecida-
Jocelyn: Bien Dorian, espero que pronto encuentres lo que buscas hablaba enigmáticamente mientras lo miraba- Adiós.
Dorian: No creo que jamás encuentre lo que busco porque..... ya no está en este mundo sonrió melancólicamente mientras salía del coche. Se iba alejando de ella cuando giró derredor y volvió a hablar a la joven que lo observaba en el interior del Moustan- Ah!! un consejo dijo seriamente- no se arriesgue tanto otra vez y no recoja a extraños en medio de la noche, hoy en día la gente es muy mala y podría dar usted con algún desalmado, debería de tener cuidado a quien sube en el coche sonrió y se alejó dejando a la joven pensativa ante el volante-
Dorian se dirigió hacia unas viejas casas, en una de ellas en un gran cartel luminoso podía leerse con grandes letras Hostal Levinston, Habitaciones libres a buen precio.
El vampiro estaba cansado, no tenía ganas de seguir deambulando por ahí así que se dirigió hacia ese Hostal, era bueno como cualquier otro, pensó. Le atendió una mujer muy amable. Reservó la habitación para tres días, sabía que no podría tomar ningún tren, los que salían desde esas pequeñas ciudades sólo lo hacían por el día. Esto haría que él muriera de nuevo envuelto en fuego así que, esperaría hasta que su cuerpo estaría descansado y partiría de nuevo andando hacia New Jersey. Ya pensaría más tarde cómo llegar al destino que él mismo se había fijado.
En otra parte de la ciudad........
Jocelyn llegaba a su casa. Vivía en una pequeña casa de dos pisos, era una casa no muy grande para lo que allí la gente poseía pero que era suficiente para una pareja de enamorados sin muchas pretensiones.
Aparcó el coche en la calle y subió rápidamente las escaleras. Entró en casa saludando efusivamente a su prometido.
Joss: Hola cariño, qué tal el viaje?? Siento mucho no poder haberte acompañado a realizar todo el papeleo..., te encuentras mejor??? preguntó con preocupación-
Jocelyn: Sí dijo con duda en su tono de voz. Una y otra vez recordaba los malos momentos que había pasado en el abogado respondiendo preguntas sobre su abuelo fallecido hacía poco- Aun me llevará más tiempo acostumbrarme a su ausencia sonrió melancólicamente- pero poco a poco las heridas del corazón cicatrizarán depositó un dulce beso en los labios de Joss mientras se dirigía a la cocina para comer algo- He pensado que mañana por la tarde me acercaré a la casa de mis abuelos y ordenaré un poco el sótano, igual encuentro algún recuerdo que traerme a casa su voz temblaba por momentos a causa de la emoción-
Joss se acercó a ella, la tomó por la cintura y la beso ardientemente.
Joss: Claro, cariño, seguro que allí abajo hay miles de bonitos recuerdos que te alegrará tener.
La noche
pasó rápido. Una mañana soleada dio a Jocelyn los buenos días mientras los rayos de
sol entraban furtivamente por la ventana y golpeaban su rostro reportándole un calor que
ella necesitaba en esos momentos. Palpó a su lado en la cama, Joss había salido a
trabajar y ella ni se había enterado!!! Sonrió pensando en lo profundamente que había
dormido esa noche, hacía mucho tiempo que no descansaba así, desde...... la muerte de su
abuelo, estos pensamientos le entristecieron el corazón de nuevo.
Se quedó
mirando al techo durante unos instantes y de un brinco se levantó ágilmente de la cama.
Ese iba a ser un duro día, tenía que hacer unas compras por la mañana y por la tarde
iría a la casa de sus abuelos para rebuscar en el sótano.
La tarde
llegó rápidamente, salió de la casa cuando Joss aun no había llegado. Escribió una
escueta nota y salió camino del recuerdo. Cogió las llaves del coche en una mano y su
pequeño bolso negro en la otra y salió atropelladamente de la casa. Bajó las escaleras
y se dirigió al coche. El tiempo seguía tan caluroso como los días anteriores
pero....... algo había cambiado, soplaba una
suave y fresca brisa que acariciaba sus mejillas produciéndole gran bienestar. En el
último momento decidió ir andando, la casa no quedaba lejos de allí, a unas cuatro
manzanas, le daría tiempo a revolver todo el sótano y a volver antes de que Joss
regresara del trabajo. Comenzó a andar.
Llegó a la
casa en poco tiempo. Se paró en la entrada, intentando recordar tantos momentos, tantos
sentimientos que se agolpaban en su mente... . Sus abuelos habían sido la única familia
que había tenido casi desde siempre, por lo menos desde que su memoria podía recordar.
Tocó dulcemente la valla de madera blanca que rodeaba el jardín de la casa, cuánto
tiempo había pasado, cuántos miedos y soledad había pasado entre esas cuatro paredes.
La joven suspiró y comenzó a andar hacia la casa atravesando el jardín. Todo parecía
estar igual que antes, daba igual el tiempo que pasara, todo estaba en la misma posición,
de la misma forma en que su abuelo lo había dejado, todo era tan doloroso....
Llegó a la
puerta delantera de la casa, introdujo la llave lentamente y la giró. Sonó el chirrido
de siempre, ese con el que su abuelo iba a acabar pero del que al final no se deshacía
nunca. Jocelyn sonrió al recordarlo hablando solo con la puerta y girando una y otra vez
la llave en su interior emitiendo ese horrible chirrido.
Entró,
cerró la puerta tras de sí y colgó su abrigo en una pequeña percha que se encontraba
detrás de la puerta. Caminó un poco y se paró de nuevo, cerró los ojos e inhaló una
bocanada de aire, llenó sus pulmones de recuerdos, de imágenes, en su mente surgían
voces del pasado, risas, llantos. Una lágrima cayó por su mejilla al recordar a sus
abuelos pero, sobre todo, a su abuelo. Su abuela Buffy nunca había estado bien con ella,
demasiado nerviosa, demasiado huidiza quizás, sabía que algo la ocultaba y...., no lo
entendía, era su abuela y ella su nieta!! Había cosas en su pasado que nunca
entendería, no por ahora.
Caminó por
toda la casa recordando diferentes momentos de su vida. Revisó armarios, baúles e
incluso cajones, no encontró nada que la animara el corazón. Decidió bajar al sótano,
ahí seguro que había algún objeto que sus abuelos guardaran y que le sirviera a ella
para mitigar su dolor, pensó.
Abrió
lentamente la puerta del sótano, encendió la luz y comenzó a bajar.
Abajo todo
era desorden, un caos ordenado como solía decir su abuelo. Ella sonrió al recordarlo.
Desempolvó un gran baúl que se encontraba en medio del sótano, lo abrió y comenzó a
ojear todo lo que había en su interior. Fotos, ropa vieja de su abuela, libros antiguos,
..., todo eran recuerdos, no para ella ya que eran demasiado antiguos, eran recuerdos de
su abuelo, imágenes de su pasado, de él y de Buffy. Sus ojos se llenaban de lágrimas al
contemplar los retratos felices de su boda, que felices eran, cuanto se amaban, se veía
en sus ojos, se procesaban un amor precioso que había durado hasta la muerte de ella. Aun
después de ese día, la joven oía el llanto apagado de Leopold cada noche en su
dormitorio, se había convertido en una especie de ritual. Apoyó el retrato sobre su
pecho cerrando los ojos e intentando memorizar cada uno de los rasgos de esas personas a
las que tanto había querido y a las que aun seguía amando.
Siguió
sacando cosas del baúl, nada importante, más ropa y viejos recortes de periódico en los
que se hablaba de un pueblecito llamado Sunnydale. Ella se extrañó de los recortes, para
qué querrían sus abuelos algo así?? Y más aun, qué demonios era Sunnydale??? Ella
pensaba que sus abuelos se habían conocido y habían vivido desde siempre en Cleveland.
Comenzó a leer los artículos, en ellos se hablaba de la destrucción de ese pequeño
pueblo, la destrucción total de las cientos, de las miles de casas que formaban la red de
aquel pueblo sin que nunca se encontrara alguna razón ni explicación. Jocelyn se quedó
pensativa mirando al infinito, agitó rápidamente la cabeza y siguió mirando otros pequeños baúles que se encontraban
alrededor.
Tomó unas
fotos y unas ropas que le recordaban a su abuelo y se dirigió a la puerta. De repente
algo la hizo parar en seco, un brillo, una pequeña luz relucía debajo de las escaleras
por las que estaba a punto de subir. La joven se acercó muy despacio y retiró la manta
que cubría aquel objeto, debajo se encontraba otro baúl, uno que Jocelyn no recordaba
haber visto nunca.
Se acercó
y lo abrió. Estaba repleto de estacas, hachas y otras armas extrañas. La muchacha se
quedó boquiabierta, qué demonios hacían sus abuelos en posesión de ese arsenal de
armas. Siguió observando los utensilios que había en el interior cuando algo le llamó
la atención, un pequeño libro cubierto de polvo. Lo tomó y le quitó con rapidez la
suciedad que poseía en la envoltura, así Jocelyn pudo leer en alto lo que en la tapa
había escrito:
DIARIO DE BUFFY ANNE SUMMERS (DIARIO DE UNA CAZADORA)
Jocelyn no
entendía nada de lo que sucedía, Cazadora??? A qué se referiría su abuela con
Cazadora?? Este hecho la impresionó. Abrió con nerviosismo el libro y comenzó a leer.