Capítulo n°7: Sentimientos Secretos
El sol suavemente acarició las paredes de la habitación sin hacer daño alguno. Sus rayos no podían entrar, aunque uno que otro se colaba por entre las cortinas.
Un rayo travieso iluminó los cerrados ojos de Guenever haciéndola despertar. No
quería hacerlo, pero se sentía tan bien, se sentía relajada, protegida, querida. Hacia
mucho tiempo que no dormía tan bien, era extraño para ella.
Abrió bien sus ojos y vio a aquel hermoso ser durmiendo a su lado. Tenía un
rostro de ángel y cabellos dorados, de suave piel y masculinos rasgos.
Spike..., pensó tranquilamente ella. No entendía bien que había sucedido,
recordaba que estaba llorando pero después... Nada, no podía recordar bien, sólo la
sensación de confort la inundaba en ese momento. Spike se había transformado en alguien
muy especial y, después de saber todo, tenía que hacer algo para hacerlo sentir mejor.
Lentamente se levantó, tratando de no hacer ruido. Cerró bien las cortinas, de
manera que ningún rayo de sol entrara a la habitación y molestara a Spike. Sacó ropa de
su mochila y se fue a tomar una ducha.
El agua salió fuertemente y Spike se despierta al sentir aquel molesto sonido.
¿Qué sucede?, se preguntaba repetidamente, no veía a Guenever por ningún
lado. El correr del agua le respondió su pregunta, era ella quien se bañaba.
Trató de volver a dormir pero le era imposible. Los recuerdos de la noche anterior
seguían en su mente, ella llorando, él llorando... todo era confuso pero su corazón al
fin estaba en paz. El dolor no se había ido por completo, pero el sufrimiento ya no era
tan grande. El agujero en su interior se estaba llenando nuevamente, ella lo estaba
llenando nuevamente. No quería admitirlo pero le gusto tener esa confesión con ella. Le
había ayudado bastante, ya que ahora Buffy no se veía tan inalcanzable para él. La
esperanza no estaba perdida del todo.
Guenever sale de la ducha, se coloca su toalla y sale del baño en dirección a la
habitación de enfrente (era un cuarto de vestir). Spike se hace el dormido para no
molestarla ni incomodarla.
Algunos rayos de sol chocan sobre el cuerpo de la joven reflejando su sombra en la
pared del pasillo. Spike sólo puede ver aquella pared y observa atónito como la joven se
quita la toalla y se viste. Trato de no seguir mirando pero no podía, estaba como
hipnotizado mirando su sombra. Era tan hermosa, pero era su amiga y debía sacársela de
su mente. Es sólo una niña, Spike, nada más que eso, trataba de convencerse
a sí mismo, sin un buen resultado. Amaba a Buffy, ella era su amiga... Estaba confundido,
no sabía que hacer.
No, yo amo a Buffy, se dijo finalmente. Justo en ese momento Guenever
salía de la habitación. Trató de cerrar los ojos rápidamente pero ella ya lo había
visto despierto.
Guenever sabía que la estaba observando, por eso se sonrojó tratando de mirar a
otro lado. No sabía si hablarle o no, si lo hacía su vergüenza sería mayor de la que
es; en cambio, si no lo hacía, harían como si nunca hubiera pasado.
Sonó el timbre, ella bajó rápidamente las escaleras. ¡Rayos!,
pensó al abrir la puerta, eran los hombres de la casa que venían a confirmar si se
había deshecho de los fantasmas. Tenían que venir ahora, voy a tener que hablar
con él de todas maneras, pensaba tristemente mientras invitaba a los señores a
pasar.
Guenever:
¿Ven?, no hay fantasmas...
Hombre 1: Así veo, y veo también que
trajiste todas tus cosas ya.
Hombre 2: ¿No te habras adelantado
mucho?
Guenever: Un trato es un trato, yo
elimino a los fantasmas, sobrevivo una noche y la casa es mía.
Hombre 2: La casa es tuya por 100 mil.
Guenever: Acá están los 100 mil - saca
un sobre de un cajón - Como dije, un trato es un trato. ¿Dónde están las escrituras?
Hombre 1: Acá están
- mostrando su maletín - seguros de cualquier cosa, jeje...
Guenever: ¿Me pueden esperar un
segundo? - no esperó respuesta alguna para subir corriendo las escaleras - ¡Vamos
Spike!, sal de la cama que ya sé que no duermes...
Spike: Disculpa...
Guenever: No te preocupes, pero baja al
primer piso. Unas personas quieren verte.
Ella sonreía pícara, en su interior se reía a carcajadas por la sorpresa que le
tenía a Spike. Él bajó corriendo las escaleras y se encontró a estos hombres que lo
miraban con sorpresa.
Guenever: Bueno caballeros, él va ser
quien firme los papeles. Los dejo, adiós
Besa a Spike en la mejilla y lo deja con una expresión de sorpresa y extrañeza en
el rostro.
En un almacén del centro...
Guenever compraba unos alimentos para la cena cuando vio a Buffy acercársele.
¿Qué querrá?, se preguntaba confundida.
Buffy la había visto desde que ella había entrado al almacén pero no sabía si
hablarle o no. Le causaba un poco de celos que ella viviera con Spike, aunque no quería
reconocerlo, pero así era. Trataba de justificar sus celos a ella misma, diciéndose que
eran celos de amistad, que temía perderlo como amigo. Su corazón le gritaba que no era
así, pero no era escuchado.
Buffy trató de saludarla con alegría, pero en sus ojos se veía que no era eso lo
que sentía en ese momento.
Guenever, en cambio, se sentía mal que
Buffy la odiara en cierto sentido. Ella ya se había dado cuenta que algo sucedía entre
Buffy y Spike, también sabía que Buffy amaba a Spike pero que no lo quería reconocer.
Eso le producía un gran dolor en su corazón, ya que después de la noche anterior, un
sentimiento había surgido en su corazón. Un sentimiento que temía que volviera, ahora
sabía que sufriría a causa de él... pero que le iba a hacer, lo amaba...
Guenever:
Buffy, hola...
Buffy:
Eh... hola. ¿Cómo has estado? - sonaba triste, quería preguntar por Spike pero le daba
miedo -
Guenever:
Bien y Spike también lo está, aunque un poco triste - tratando de que no supiera que
sabía todo lo ocurrido entre ellos - ¿Tú sabes por qué estará así?
Buffy: Yo... no tengo idea _ sabía que era lo que
sucedía, pero no quería admitirlo. Bajó la mirada Lo que le suceda no es de mi
incumbencia.
Guenever: ¿Segura?, bueno es tu decisión
tomando una botella de jugo de frambuesa yo me retiro, estoy un poco ocupada.
Buffy: No, ¡espera! la sujeta fuertemente
del brazo, pero la mirada de molestia de la chica la detuvo Necesito hablar
contigo.
Guenever: Estamos hablando trataba de
mostrarse fría, le dolía la actitud de Buffy
Buffy: No aquí, en algún lugar más tranquilo
realmente quería hablar con ella, lo necesitaba por favor.
La mirada de Buffy se veía sincera,
algo le sucedía y sabía bien de que se trataba. Dejó la mercadería a un lado y siguió
a Buffy hasta la salida del local.
Caminaron bastante hasta llegar a la
Universidad, allí se sentaron sobre el pasto a la sombra de un gran árbol. Se quedaron
un momento en silencio, ninguna de ellas se atrevía a decir palabra. Guenever se daba
cuenta de lo mal que se sentía Buffy, sabía que para ella le era difícil hablarle pero
debía dejarla hablar primero.
Buffy miró el cielo, estaba celeste y
sin ninguna nube. Era un día perfecto, bueno, casi perfecto. Ella tenía que enfrentarse
a su corazón y reprimir su cabeza por primera vez, si realmente quería hablarle a
Guenever. Respiró hondo y trató de hacer la gran pregunta.
Buffy: ¿Lo amas? Guenever la observo sin
entender -, sabes a quien me refiero. ¿Lo amas?
Guenever: - bastante ruborizada no, o sea,
lo quiero pero como a un amigo. Él se ha comportado estos últimos días muy bien
conmigo, me ha hecho sentir feliz mirando a Buffy directamente a los ojos -, pero,
eso deberías preguntártelo tú misma. ¿Lo amas?
Buffy: Yo... no lo sé bien volvió a mirar
el cielo, tratando de recordar un poco el pasado hubo un tiempo que podría haber
dicho que sí, pero después de lo ocurrido aquella noche, yo... sus ojos se
nublaron no estoy segura.
Guenever: Pero ahora él es distinto Buffy
la miro extrañada disculpa, anoche tuvimos una larga platica y pudimos
desahogarnos de nuestros pesares. Me contó entre lagrimas lo ocurrido, lo que trató de
hacerte... pero ahora se arrepiente, es distinto. Yo lo sé.
Buffy: Me sorprende que confíes tanto en él. Te
lo digo por experiencia propia, no lo hagas. Él nunca demuestra su verdadero interior
su rostro mostraba una mueca de rabia, dolor y odio -
Guenever: ¿Qué puedo hacer para que cambies de
parecer? , recordó la casa, quizás si la invitaba a cenar podría hablar con Spike
y vería que ya no es quien cree - ¿Por qué no vienes a cenar esta noche a su casa?
Buffy:
¿La casa de quién?
Guenever: La de Spike, es una larga historia. Ven
esta noche a las 8. Voy a cocinar algo rico y así te das cuenta lo distinto que está
Buffy la miraba sin entender -, ¿ya?. Es la casa que esta cerca del
cementerio, ¿la conoces?
Buffy:
Sí...
Guenever: Entonces nos vemos
alejándose se ella me voy a comprar las cosas trataba de sonreír, para no
demostrar que le apenaba perderlo - ¡hasta la noche, Buffy!
Buffy se quedó sentada sin entender, no
le pudo responder a la invitación por lo que tendría que ir obligatoriamente. Le
costaría mucho ver a Spike, le dolía la sola idea de tener que verlo. Poco a poco
comenzó a recordar cuanto lo quiso, sin embargo lo que le hizo no tiene perdón. Es
cierto que lo había tratado horrible, que lo había usado para vengarse de ella misma...
Ninguno de los dos merecía el amor del otro. Cada uno debía seguir su vida.
Capitulo n°8: La Cena
Unas horas más tarde, en la casa de
Spike...
Guenever entra a la casa llena de bolsas
de supermercado. Cierra la puerta de un golpe y corre a la cocina. Tenía que contarle las
nuevas buenas a Spike, pero parecía no hacer caso a sus llamadas. ¡Spike!,
gritaba con fuerza sin respuesta alguna. Que raro, debe estar dormido, pensó
mientras subía las escaleras. Recorrió una a una las habitaciones sin encontrarlo, ya en
la habitación de él vio su ropa sobre la cama. Estaba todo desordenado, la cama sin
hacer, la ropa tirada, era un caos. Se cansó de ver la habitación vacía y dio media
vuelta para salir sin darse cuenta que Spike había salido del baño y estaba parado
detrás de ella.
Chocaron y quedaron tan cerca que cada
uno podía sentir la respiración del otro. Spike se acerca lentamente al rostro de la
joven pero se detiene y da un paso hacía atrás tratando de entrar a la habitación.
Disculpa, lo siento, no fue mi
intención... repetía constantemente Spike en su mente. Estuvo tan cerca de
cometer, lo que él llamaba, una estupidez. No quería arruinar su amistad (la única
amiga) por ese momento de debilidad. Trató de que no se diera cuenta de lo que quiso
hacer, esperaba que no fuera muy tarde. Eso esperaba...
Guenever quedó casi sin palabras para
describir lo que vio y sintió en aquel momento. Spike había tomado una ducha y venía
saliendo del baño cuando chocaron. Él llevaba una toalla a la cintura dejando su torso
desnudo al descubierto, las gotas de agua recorrían ese perfecto cuerpo. Una a una las
gotas caían desde el cabello de Spike al rostro de Guenever, mojando las mejillas de
ella. Él se acercó a ella y la miró fijamente a los ojos, alzó la vista para poder
observar mejor aquel fuerte rostro. Era pequeña, sólo le llegaba a la nariz, por lo que
dejaba la boca del vampiro a la altura de sus ojos. Spike se acercó con la intención de
besarla pero se detuvo antes de hacer cualquier cosa. Le latía rápidamente el corazón,
como si tratara de salir y dejar expuestos sus secretos sentimientos. No quería que Spike
se diera cuenta de lo que sentía por él, aunque eso era algo casi imposible, era
demasiado obvio que existía una fuerte atracción entre ambos, una llama que los atraía
el uno al otro.
Spike estaba parado a un lado de la
cama, mirando las ropas de ella. Tenía miedo de mirarla a los ojos, temía que viera que
en lo más profundo de su ser, él quería que ese beso se hubiera realizado..., pero no,
la quería como amiga y nada más debía pasar entre ellos. Decidió levantar la mirada y
verla a los ojos, su mirada trataba de expresar todo esa confusión en su interior pero de
una manera que ella no se diera cuneta. Se dio cuenta que ella también estaba confundida
y trató de sonreírle, así ella podría estar más tranquila y aparentar que nunca
ocurrió nada.
Spike: Nena, ¿me puedes pasar el
pantalón que está a tu lado? le sonreía graciosamente para se ella se tratara de
calmar un poco
Guenever: ¿Ah?, - no reaccionaba a nada, estaba
como sumergida en un profundo sueño ¿pantalón?, no...
Spike: - tratando de ser gracioso y
sonriéndole graciosamente ¿no?, bueno si quieres que o me vista, no lo hago...
empezó a sacarse la toalla que tenía a la cintura
Guenever: - Despertando de su sueño-
¡¡No!!, ¡no lo hagas!, no te desvistas... Spike se sujetó la toalla mientras la
miraba dulcemente pero no te vistas tampoco... espera... bajó corriendo las
escaleras y volvió con unas bolsas toma, es un regalito y ojalá te guste...
Spike: ¿Me compraste algo?
Guenever sacaba un jeans de color negro que lindo, no tenías que hacerlo...
Guenever: Es que siempre usas las mismas cosas y
pensé que te gustaría algo nuevo... Spike cogió una pequeña bolsa y sacó de
ella un par de boxers Eso lo puedo explicar...
Spike: ¿Me compraste calzoncillos?
Guenever estaba roja de vergüenza -
Guenever: Creí que podrías necesitarlos, no
sé... yo... si no los quieres los cambiamos... Spike sólo sonrío y sacó un
corpiño de color morado claro eso, también lo puedo explicar...
Spike: No creo que el morado me siente
bien... Guenever se lo quitó de un solo movimiento, estaba muy avergonzada y Spike
no paraba de reír
Guenever: Mejor te vistes rápido, tenemos
invitados a cenar, - se acerca al vampiro a hablarle al oído, mientras colocaba una mano
en aquella cintura masculina por favor... le susurró, dio media vuelta para
salir sacándole la toalla de un rápido movimiento -
Spike quedó completamente desnudo en la
habitación, tratándose de tapar con sus manos mientras Guenever salía. Ella nunca
trató de darse vuelta y verlo, sólo lo había hecho para que se vistiera mientras ella
cocinaba. Le costaba entender a aquella chica, algo en ella le provocaba sentimientos no
conocidos por él... era algo en ella, quizás era la manera de cómo lo trataba o... no
lo sabía bien, estaba confundido.
En la casa Summers...
Buffy estaba frente al espejo,
observándose y analizándose detalle por detalle. Quería estar segura que la tenida
elegida era la correcta. Vestía una larga falda de cuero negra, con unos botines del
mismo color, una blusa blanca y una chaqueta color burdeo también de cuero. Estaba
sencilla, no quería llamar la atención. Aunque aún no sabía por qué iba a la cena
algo en ella le decía que debía ir, pero no era por Spike. En realidad temía verlo,
temía mostrarse débil y volver a los brazos del vampiro. Tenía que ser fuerte y dejar
de lado los sentimientos, ya que lo de ellos jamás podría hacerse realidad, era algo
prohibido, era un error...
Willow entró a la habitación y vio a
su amiga frente al espejo. Algo raro le sucedía, lo podía presentir. Su amiga había
cambiado mucho después que Spike había tratado de violarla, ella lo quería mucho y
aquello la afectó demasiado.
Willow:
¿Vas a salir?
Buffy: Ah?, oh sí parecía distraída
voy a ir a cenar.
Willow: Mmmm... tratando de alegrarle el animo a Buffy
- y dime, ¿Quién es el chico afortunado?
Buffy: Es una chica Willow la miró
extrañada pero no es lo que tú crees. Ella es una chica que esta viviendo con
Spike, me invitó a su casa para que habláramos...
Willow:
¿Spike tiene novia?
Buffy: No sé, me da lo mismo bajaba la
mirada con tristeza es su vida, yo no tengo nada que ver en eso
Willow:
Pero... no debe ser muy cuerda esa niña, si tiene a un vampiro viviendo en su casa...
Buffy: No, es la casa de Spike Willow la
miró extrañada, no entendía que sucedía Ya se hace tarde mejor me voy.
Ambas bajaron las escaleras, Buffy
estaba muy extraña como si la idea de ver a Spike con otra le afectara demasiado. Willow
podía ver esa preocupación en los ojos de su amiga, la conocía demasiado bien como para
darse cuenta de lo que sentía por él, aunque siempre lo negara.
En el momento que Buffy salía de la
casa, Dawn la observaba desde la cocina. Vio que su hermana no iba bien, por lo que le
preguntó a Willow que sucedía. Ambas se quedaron en la puerta charlando, mientras Buffy
caminaba lentamente por la calle.
En la casa de Spike...
La mesa estaba perfectamente puesta,
Guenever se sentía orgullosa de su obra maestra. Sonreía contenta, le alegraba toda esa
situación, si bien sabía que esa noche perdería a Spike para siempre, la idea de verlo
feliz le alegraba la noche.
Spike bajaba silenciosamente las
escaleras, quería sorprender a Guenever ya que se había puesto la ropa que le había
comprado. Se puso por detrás de ella y le tapó los ojos con sus manos. Ella se dio
vuelta rápidamente y quedó sin palabras, otra vez. Spike realmente se veía genial, no,
más que eso, se veía completamente distinto. Llevaba puesto un sweater
color gris claro (apegado al cuerpo) y los jeans negros.
Spike:
¿Cómo me veo?, sabes que no me reflejo en los espejos así que confío en ti
Guenever: Te ves... como todo un galán
sonriéndole pero te falta algo... se acercó a él y le despeinó el
cabello Listo, ahora estas como todo un galán de telenovelas... jeje
Spike:
¿Segura?
Guenever: Obvio, ahora... con una mirada de
tristeza no va a poder decir que no has cambiado...
Spike no entendía de quién estaba
hablando, la expresión en el rostro de la joven podía decir mil cosas, pero no la que
él quería saber.
Sonó el timbre.
Guenever abrió la puerta y entra una
Buffy bastante nerviosa. No quería entrar pero la dulce e inocente mirada de la joven la
transformaba completamente. Sentía en ella algo extraño, como si ella fuera algo
especial suyo, como si no quisiera hacerla sentir mal. Sin lugar a dudas, Guenever tenía
ese no sé qué.
Buffy vio a Spike parado en la sala de
estar, se veía realmente distinto, más humano por decirlo así. No, él es el
mismo d antes, no ha cambiado nada, se repetía a sí misma una y otra vez en su
cabeza, mientras caminaba por la habitación hasta el comedor. Debía mantener su mente
clara, no debía dejar que la atractiva apariencia del vampiro la afectara.
Spike estaba confundido, no sabía si
alegrarse por la sorpresa de Guenever o enojarse con ella. De todos modos, ver
a Buffy le cambiaba el animo rotundamente. Como si algo en él se despertara y lo llenara
de nuevas sensaciones, si hubiera tenido corazón ya le estaría latiendo en ese mismo
instante.
Se sentaron a la mesa, Spike frente a
Buffy y Guenever entre ambos. La tensión se sentía, nadie emitía ningún sonido salvo
para comer. Guenever se levantó para dejar los platos a la cocina, fue cuando Spike se
atrevió a hablar.
Spike:
Vamos nena, hablemos algo... tú sabes para qué viniste.
Buffy: Yo no tengo nada que hablar contigo, sólo
vine porque ella me lo pidió no lo miraba a los ojos
Guenever: Están hablando, ¡que lindo!
entraba a la habitación entonces están solucionando sus problemas
Buffy:
Nosotros no tenemos nada que arreglar.
Guenever:
yo pensé que arreglarían todo, Spike ahora es distinto yo te lo dije
Buffy:
Él no ha cambiado en nada, sigue siendo el mismo vampiro.
Guenever:
¡Si lo es!, ahora él tiene..
Buffy: ¡No me importa lo que tenga! Buffy
estaba enojada, ver a Spike le dolía mucho y no sabía como enfrentar ese dolor -
Spike: No la trates así, solo quiere
ayudar se levantaba y caminaba hacia Buffy
Buffy: Discúlpame, esto es algo que debo hablar
con Spike a solas se paró y fue hacia la puerta de entrada
Spike:
Ahora estamos solos, perdóname...
Buffy:
No digas eso, lo que hiciste no tiene perdón
Spike: Pero Buffy sus ojos se
llenaban de lagrimas no quise hacerlo, estaba fuera de mí... quería que sintieras
lo que yo sentí. Perdona, yo te a...
Buffy: ¡Te digo que no digas eso!, me lastimas. Yo
te quería mucho, ¿lo sabias?. Te habías convertido en mi mejor amigo, disculpa si te
lastime pero eso... daba media vuelta, no quería mostrarse débil mientras sus
ojos la traicionaban no Spike, eso no tiene perdón.
Spike:
Yo...
Buffy: Ahora me duele verte, el solo hecho de
hablar contigo me hace recordar todo aquello. Sufro cada vez que me miras, mi calvario
comienza cada vez que me dices te amo...
Spike:
Pero no puedes evitarlo...Buffy, yo te amo.
Buffy: - agacha la cabeza pues, yo no te amo
Spike.
Buffy abre la puerta y se va, dejando a
Spike ahogado en su sufrimiento. Oír esas palabras de ella era el arma mas letal para
él, más que una estaca. Sentía como el corazón se le partía en dos, como si algo
explotara y quemara su interior. Quería morir allí mismo, quería que nunca hubiera
encontrado a Guenever. Ella era la culpable de todo... no, no era así. Si no fuera por
ella, nunca se habría enterado de todo. Aunque prefería morir sin saber que vivir con el
dolor de un corazón partido.
Guenever observó todo el
acontecimiento, lloró cuando Buffy se fue. Sentía que ella era la culpable, había
querido que eso sucediera y así fue. Cómo miraría a Spike a los ojos ahora.
Guenever: Perdóname... lloraba desde la
entrada al comedor por favor, yo quería que fueras feliz y que tu alma...
Spike: ¿De qué sirve un alma?, sólo
para que me duela como el infierno miraba la puerta cerrada, con una expresión en
el rostro que no decía nada Voy a salir, necesito estar solo...
Guenever
se quedó sola en la casa, hundida en su dolor. Había cometido el mayor error de su vida
y podría perder lo que más quería por esto.